Partida Rol por web

El joven muchacho no se ha percatado de tus movimientos, y está a tu merced.

Echas una un rápido vistazo por el interior de los edificio y te das cuenta de que el interior es un caos, dos soldados sin vida yacen en el suelo junto a la mesa que da enfrente de ti. La mesa está volcada y fracturada por diversos golpes de espada y hay varios documentos desperdigados por el suelo.

Algo ha ocurrido aquí, y antes de que puedas dar crédito a lo visto observas a Querelar, agachado junto a uno de los guardias como si lo estuviera exáminando.

Os envuelve una capa de humo que huele como a mil olores de incienso juntos. Ese humo os cierra los ojos y véis cosas de vuestro pasado.

Methgar aprecia la entrada de una cueva completamente oscura de donde se ven varios puntos rojos indicando ojos de criaturas malignas. Es la misma cueva que visitó años atrás con sus amigos. Racalín por su parte se retuerce entre una pila enorme de tesoros y monedas de oro y platino, al fin y al cabo no se sabe si sería su sueño o su pesadilla.

Cuando os sentís bien, forzosamente se debe a que tenéis pesamientos positivos. Por lo tanto, estáis en el buen camino y estáis emitiendo una poderosa frecuencia que atraerá más cosas buenas que harán que os sintáis aún mejor. Atrapad esos pensamientos en los que os sentís bien y exprimidlos al máximo, así es como se llega lejos.

El ritual de Grifo os ha echo ver a vuestros pensamientos más preciados para que sepáis combatirlos. Abrís los ojos y notáis como el peso de vuestras heridas es ahora menor.

Despertáis los dos, el más alterado/a parece ser que ha sido Methgar pues se la nota como si hubiera visto una pequeña pesadilla de su pasado. En cualquier caso, los dos despertáis y véis al Druida delante de vosotros.

-Espero que hayáis visto cosas que os hagan comprender el sentido de la vida en estos tiempos. Que Silvanus os proteja. Os tiende un cuenco de madera con un líquido verdoso y caliente donde se puede aspirar el gran ambiente que desprende sus hierbas. Bebed, os sentará bien-

Da un par de pasos hacia trás y espera a que ingiráis el líquido para ver como os sentís.

gra...gracias, supongo... creí haber superado eso hace años, pero se ve que no... contesta a Grifo aún algo aturdida. Sacude levemente la cabeza para despejarse antes de coger el cuenco y beber un pequeño sorbo para comprobar si tiene buen sabor

POdía ser peor... no está malo del todo tras unos instantes en los que termina de recuperar su ánimo bebe de nuevo y le pasa el cuenco a Racalín

Gracias de nuevo por tu ayuda dice a Grifo con una sonrisa mientras se incorpora lentamente hacía días que no me sentía tan bien mientras habla hace un par de estiramientos para comprobar que las zonas lesionadas se encuentran perfectamente de nuevo

Uh..oh..hacía tiempo que no sentía esta esperiencia.Digo tras la experiencia.Mi primo Mario también puede hacer que sientas este tipo de experiencia,cultiva una hierva curativa,muy olorosa y que la utiliza para fumar.Si la fumas,experimentas un viaje parecido a este.

EN cuanto Metghar me pasa el cuenco,bebo de él.

Glub glub

Ummm,creo que necesito ir a la cama.Me siento tan relajado que no sería capaz de matar a una mosca...digo sonriente y con los ojos entrecerrados.

Grifo asiente y sonríe al veros en ese magnífico estado. Está de espaldas a vosotros mientras os termináis el brebaje, al parecer está rrecogiendo la cena de Bastian y su hermana. -Los chicos están durmiendo ya, estaban agotados los dos..-

Se vuelve y libera una carcajada tras la pequeña historia contada por Racalín. -Jajaja, creo que no es momento de probar, ni de hablar de esa hierba querido Racalín, recoje el cuenco y vuelve a reir de buena gana, jajaja, pero me gustaría que algún día me llevaras a visitar a tu tio-

Grifo carraspea dejando de lado las carcajadas y las bromas. Su semblante se vuelve serio.

-Ahora que estamos a solas, y os sentís bien me gustaría contaros algo sobre Curuvar. Espera un momento para tomar asiento y que os pongáis comodos. Termina por encender un incienso que inunda la sala a una fragancia muy especial. El viejo está enfermo, no sabemos qué o quién, pero se cree que le han envenenado. Tiene una enfermedad que le corroe por dentro y le hace más viejo cada segundo que pasa, se teme gravemente por su vida. No se si os lo contó pero Curuvar es el único que tiene sangre real por sus venas, y aunque él no lo reconozca le convierte en Rey de Aguas Fuertes, de momento la ciudad está bajo el control de La Dama que reside en la Casa Señorial-

-A Curuvar le han trasladado a la Casa Señorial, pero es inútil, no hay nadie que pueda curar ese veneno, ni siquiera yo. Hace una ligera pausa para beber de su copa y continúa. Se rumorea que existen unas cenizas sagradas que contienen un poder mágico excelente. Con solo un puñado de esas cenizas podríamos salvarle la vida...-

...AHA!,y dónde se podrían encontrar esas cenizas mágicas?pregunto ,un tanto preocupado por el estado de Curuvar.

Está claro que, si está en nuestra mano impedirlo, no dejaremos que Curuvar caiga... así que tendremos que dejar lo del descanso para más adelante....

Puede que Minsk quiera ayudarnos, si es que ha vuelto ya... no nos vendría mal un poco de ayuda ahora que no está Sejmet..

Esboza una sonrisa de lado tras escuchar la pregunta del mediano y se masajea el mentón con una de sus manos. A decir verdad no se esperaba otra pregunta que no fuese esa, lo que le da una infinita esperanza para recuperar esas cenizas.

...

-Conocéis Aguas Profundas, ¿la ciudad de los esplendores?, suelen conocerla también como la Ciudad Viviente. Bien, no anda muy lejos de aquí. Hay una mujer, amiga mía que es la dueña de una posada: La Estella Negra. Tenéis que ir ahí y hablar con ella. Os dará todos los detalles de donde podéis encontrar la Urna que contiene esas cenizas. Eso sí, sed discretos no creo que seáis los únicos que busquen esa Urna..-

Hace una pausa para comentar lo del cansancio.

-Es mejor que descanséis, joven elfa. Partid mañana por la....- Antes de que pueda concluir la frase es cortado por unos gritos de un joven conocido.

-¡Tío Grifo, tío Grifo, tío Grifo!...-

El joven Sebastian aparece subiendo las escaleras dando gritos sin percartarse de la hora que es, no le importa en demasía dado lo que ha venido a contar. -Acabo de estar en el cuartel, y... trata de recuperar el aliento. Y... ha habido una dura pelea, han matado a tres guardias. No, no se muy bien que ha pasado había un humano vestido con ropas oscuras y unas rastas en su cabeza y una elfo, mucha sangre y.. no pude quedarme más porque sabía que mi padre estaba a punto de llegar y no quería que me viese allí. Ya conoces como es..-

Su estado es tan alarmado que ni siquiera se ha dado cuenta de vuestra presencia. Hasta que...

-Va... vaya. Ho-ho-ho-la...- Responde con una sonrisa estúpida en sus labios al ver a la elfa y a Racalín, pero parece que titubeo es por la presencia de la mujer.

Grifo le dice que se calme y que recupere el aliento, que todo irá bien cuando su padre regrese al cuartel.

-Así que..., ¿os conocéis?. Pregunta retóricamente. Podéis quedaros aquí a pasar la noche, le preguntaré a vuestro amigo si tiene intención de quedarse también- Dice haciendo referencia a Caesar.

Girfo se levanta y baja al piso inferior para hablar con Caesar.

Os quedáis en la estancia con Sebastian, el cual se quita el pañuelo que le cubre la cabeza y deja caer la melena por su espalda. No dice nada y en silencio se acerca a le mesa donde su tio prepara los tés que tanto le gustan al muchacho.

EIn?.yo quiero ir a al cuartel para ver a esos forasteros que acaban de matar a tres guardias.¿Los han detenido?.Parece que Racalín dejó de tener sueño.Por que si no los han detenido no lo entiendo,a mi me detuvieron por algo peor...Se pone en pie y le dice a Sebas,podemos ir de nuevo al cuartel?

Ese humano de las rastas... el compañero de Minsk, el que se le acercó en el desayuno... no tenía rastas? pregunta a racalín en un intento de confirmar sus sospechas Sebastian, esprera aquí y proteje a tus primos si hiciese falta, dependen de tí, nosotros iremos al cuartel puede que nos necesiten allí. Vamos, Racalín? dicho lo cual se encamina hacia las escaleras a la planta baja

Sebastian se sirve un poco de ese elixir que prepara su tio y que siempre suele tener encima de la mesa. El líquido ni siquiera ha tocado la jarra cuando cae, y el reboltoso Racalín ya está incansable con sus preguntas.

-Creo, creo que el tipo ese de las rastas mató al culpable. Arruga la frente como si hubiera olvidado su nombre, hasta que al final da con el. Querelar, Querelar me dijo que se llamaba antes de que me marchara de allí. Pero no estoy del todo seguro de si terminó con su vida, al menos allí no había nadie más-

Termina por servirse el líquido y siente algo de envidia sana al saber que os váis al cuartel. Pero en cierto modo ya está acostumbrado a hacer de "niñera".

-"El joven Sebastian" se queda de nuevo en casa, que novedad. Suspira después de soltar un comentario irónico, y asiente a la elfa. Rápido...y, ten, tened cuidado..- Se hace a un lado y os deja vía libre para bajar por las escaleras, donde abajo esperan Grifo junto a Caesar.

-............-

Racalín acepta la propuesta de Methgar sin dudar ni un instante, bajáis las escaleras y os encontráis de nuevo en esa sala principal del Templo. Allí se encuentran Grifo junto a Caesar, el cual aún a sabiendas de que quizá alla algún peligro en el cuartel prefiere quedarse para seguir con sus divinas oraciones. Grifo trata de cautelaros diciéndoos de que es posible de que el Capitán junto con sus dos oficiales ya hallan regresado al cuartel. Pero sin duda es mejor asegurarse y os dice que tengáis cuidado y que aviséis en la medida posible de cualquier peligro amenazador.

Con lo puesto os encamináis hacia el cuartel por las calles iluminadas por las farolas de la Villa que están desperdigados por varios puntos, aunque escasean. Tan solo tenéis que dirigiros en dirección recta para lelgar hasta vuestro destino. El trayecto se hace corto y seguro, por las calles no vaguean más que pescadores borrachos y algún que otro niño que trata de buscarse algo que llevarse a la boca por los contenedores de basura. Los distintos edificios se encuentras ensombrecidos por la gran luminosidad que desprende la Casa Señorial.

El símbolo de una espada y un hacha cruzadas se muestra a gran altura del edifcio, la puerta del cuartel está abierta y varios guardias salen y entran cargando cuerpos sin vida. Los cuerpos los dejan en una pequeño carro. Hacen un total de tres cadáveres.

-...................Hima, ve a darles el comunicado a sus esposas. Estas son sus viviendas..-

El Capitán le entrega un sobre de color ocre a uno de sus oficiales tras haber terminado de carcar con los cuerpos.

-Que Silvanus ande con ellos. Susurra una pequeña oración, aunque está claro que lo suyo no es rezar por lo que deja mucho que desear. Llevaos los cuerpos. Que las llamas hagan aterrizar sus almas a un lugar mejor-

Hojaflecha se limpia la sangre de sus manos con un harapo cualquiera y hace ademán de meterse de nuevo al cuartel. Parece ser que no se ha percatado de vuestra presencia.

-Vosotros dos, largo de aquí. Esto no es un espectáculo..-

Es evidente de que si que os ha visto. Antes de que podáis responderle cruza el umbral de la puerta.

Cita:

Antes de responder nada me quedo mirando a Metghar y le muestro la más pícaras de mis sonrisas.

Te quedas vigilando mientras intento averiguar lo que está pasando en el cuartel.Susurro a mi compañera,a la que le sonrio de nuevo,antes de dirigirme al cuartel con todo el sigilo posible.

Una vez cerca del cuartel,aprovecho cualquier tipo de cobertura para esconderme y,desde mi escondite trato de buscar algún tipo de entrada,bien una ventana o similar,para poder entrar en el cuartel.

Methgar asiente a las palabras de Racalín y se aleja sin prisa para sentarse en un punto desde el que pueda vigilar discretamente el cuartel.

Si el tal Querelar está encarcelado es probable que Minsk venga a intentar liberarle y entonces me responderá... por la cuenta que le tiene...