Partida Rol por web

Una imagen se repetía a menudo en la mente de Ivy, mientras viajaba por otro plano completamente diferente: La pequeña Luna, rodeada de varios insectos tan oscuros como sus ojos. Por suerte para ella esa imagen se esfumó rápidamente por otra muchisímo mas agradable -aunque no era dificil de superar-. Ahora mismo se encontraba en el interior de un gran tronco de árbol, ha sido teletransportada a otro lugar completamente diferente. Este lugar debe de ser Sildëyuir, o al menos es lo que había dicho Sylvia; "el portal te llevara a Sildëyuir".

Curiosidades de la vida, te resultaba bastante familiar el lugar. Bajo un cielo crepuscular lleno de estrellas, elegantes casitas de cristal se alzan sobre los maravillosos árboles de plata que le rodean. Todo era muy similar del lugar que acababa de abandonar Ivy, solo había que cambiar el día por la noche, la gran roca por el tronco de árbol, y todas esa cabañas que estaban encima de los árboles ahora eran pequeñas pero elegantes casas de cristal.

Ahora mismo, Ivy y Faerhart se encontraban en el interior de un gran tronco, escupidos por el mismo Portal que permanecía detrás de ellos. En frente, todo ese juego de luces tan hermoso, y a lo lejos, o mas bien como si proviniese de todas partes, se escucha el correr de una fuerte cascada.

Harto de ver esas luces que me cegaban la vista, me dediqué a contar los segundos mientras viajaba por el plano. Al poco me desconté. Y me di cuenta de que es mas provechoso vivirlos, a observarlos al pasar. Aunque resulte también mas dificil.

Todo es cuestión de aprender, al menos eso me decía mami. O mas bien, de querer aprender.

Siempre he sabido que no se me dan bien las palabras. Y en estos momentos, siempre prefiero callar. Recorro el interior del tronco con mi vista, sin despegarme ni un solo centímetro de Ivy, alzo un poco la vista para mirarla, al tiempo que doy un ligero bostezo.

-¿Estás bien?. Digo recordando lo vivido hace unos segundos. Todo esto es por tu culpa, bañarse solo trae problemas ¿lo entiendes ahora?...- Seguramente sabe perfectamente que estoy bromeando, y por el momento decido moverme con mis pezuñas hasta pisar suelo del nuevo lugar.

Los temores de su mente parecian hacerse de carne y hueso mientras viajaba a otro tipo de plano. Setia claramente que su esencia habia cambiado, era la naturaleza del portal transformar a los seres que lo utilizaban en pequeñas gotas cristalinas para volver a juntarlas en un complejo sistema como al cominzo de la relación. Lo ultio que podia recordar antes de deslumbrarse con las luces de la mágia habian sido los ojos de Faer, sus manos ya no podian sentir su fria y escamosa piel, resvalando ante su contacto pero siempre deseosas de más caricias. Durante unos segundos se mente se liberó creando un momento de paz y sosiego en el que podia sentir como su esencia se hacia insustancial, como los problemas ya no tenian sentido, un lugar que esas imagenes terribles no podrian alcanzar.

La sensación de calidez y aire fresco hizo que abriese los ojos de nuevo observando entre adormilada y ensoñadora lo que tenia a mi alrededor. En principio podia advertir que era un liugar ligeramente oscuro y fresco, el tacto de lo que suponia una pared rozaba mi brazo inquierdo mientras mis alas intentaban extenderse en un movimiento de libertad que no consiguieron. La angustia no invadió mi pecho en esos momentos porque la presncia de Faerhart estaba junto a la mia. Su peculiar olor a lluvia, a vientos nuevos y a cielos libres era algo muy singular y particular como para no saber que estaba junto a mi. Habia compartido ya demasiadas noches junto a su cuerpecillo como para poder reconocerlo alla donde fuese, ningun dragón oleria igual para mi jamás.

Sus palabras fueron las que me sacaron de mis propios pensamientos, no sabia si estallar en una risa neurotica o bien si debia estallar en una sarta de regañinas hacia su indiferencia. Optando por los dos papeles de forma algo impulsiva no me quedó mas remedio que dejarme llevar por el torrente de miedo y precoupación que habia sufrido. Pero como puedes estar pensando en echarme las culpas con lo que ha pasado, las hemos dejado alli solas para escapar como sanguijuelas y ¡tu hablandome de mi baño! en ese momento reparé en sus ojos, siempre podian decirme como se sentia por dentro y una sombra oscura de preocupacion y de pena sobrevolaron sus pupilas.

Acercandome le estreche contra mi haciendo un esfuerzo por levantarle y tenerle lo más cerca posible de mi misma. Lo siento, es solo que estoy preocupada y no me he dado cuenta de que era una broma. Intenté alargar el momento lo máximo posible, pero para no resultarle demasiado pesada le liberé de nuevo dejandole en el suelo y sintiendo mis brazos doloridos. Si has aprendido que bañarse sólo trae problemas podras apreciar aun más el valor que tiene un buen baño. Intentando animarle con mis palabras salí al exterior.

El paisaje que caracterizaba a aquel lugar era curiosamente familiar, pero a la vez mucho más agradable y acogedor que el que habiamos abandonado recientemente. Las delicadas casitas de cristal me parecían magnificas y no podia entender como estando tan cerca de este lugar Sylvia y Luna no preferían estar de este lado que del otro. Maravillada ante la vegetación cuidada de Sildëyuir me olvidé de pensar en las valientes feericas que se habian arriesgado a protegerme para que yo pudiese pasar aqui, en un acto de lo más egoista un baño. Intrigada por este nuevo lugar segui el sonido de la cascada con la mirada atenta hacia posibles habitantes, no queria que me sorependiese alguein indeseable en mi momento particular.

Superado un primer instante de desconcierto, no pude evitar que una sonrisa satisfecha se dibujara en mi hocico. Dejé que me cogiera, y me apretujara contra ella. El primer pensamiento que se me pasó por la cabeza fué escapar de la prisión de sus brazos, cualquier habitante que nos estuviera viendo seriá como algo vergonzoso para mi. Así que traté de escapar, pero al ver que mami aún estaba poseída por el miedo, castigué la mirada para estudiar sus ojos y notar si realmente está preocupada; al igual que yo.

Abrí mi dentadura, como si quisiera dar un bostezo o un beso a mami, pero el pensamiento de los posibles habitantes cotillas, me echaba para atrás. Arqueé las cejas hacia abajo, mostrando algo de preocupación y reconocimiento sobre mi comportamiento. -Eh.. bueno, supongo que lo siento. ¡Pero ellas son fuertes!, levanto el ánimo, y han estado muchos años en ese Bosque. ¿Por qué no iban a saber salir de ese percance?. ¿Sabes una cosa?. De camino hacia el Portal, Luna me contó algo, me contó que unas Brujas vivían en una Mansión al oeste del bosque, y que dicha Mansión nunca estaba en el mismo sitio, iba cambiando de un plano a otro.. En ese momento hay una pequeña pausa y los brazos de Ivy empiezan a desaflojarse hasta que toco suelo de nuevo. ¿Qué querrá decir eso mami?. Yo le dije, que no temiera que después de ir a rescatar a la princesa.. iríamos a investigar lo de la Mansión. Después todo pasó muy rápido, y fué cuando escuché tu grito...-

Mi mente trata de unir algunas piezas que no consigo montar, y eso se me nota en mi expresión de confusión y finalmente en pocos segundos consigo unir las piezas que me faltaban para el rompecabezas. -No existen princesa alguna ¿verdad?.. son Brujas malas que quieren apoderarse de niños y criaturas legendarias. Cuando escuché aquellas cadenas, todo me resultó muy familiar.. lo siento mami, todo es por mi culpa. ¡Si me hubiera dado cuenta antes!- Susurro esto último con los dientes apretados y cerrando mis garras.

Finalmente juntos tocamos nuevo suelo -Vamos a darnos un baño rápido y después vamos a ir a la caza de esas mujeres malas..- Digo con intención de animarla a ella también, y quizá se sorprenda, pero como moneda de cambio, que menos que darme un baño por una vez con ella.

Los habitantes de este lugar eran muy parecidos a los del otro plano, salvo que en este, además de habitar pequeñas criaturas aladas, también se veían elfos y eladrines trabajando en el interior de sus viviendas o incluso algunos de ellos se encuentran entrenando con sus aceros. Pero lo mas común en este lugar, son las criaturas feéricas y duendecillos rebeldes.

Nadies os miraba fijamente, pero no dudáis lo mas mínimo en que la mayoría de los que habitan aquí, ya saben de vuestra presencia.

De camino hacia la cascada, algo os llama la atención: Una criatura en vuelo con sus alas de murciélago. Otra criatura similar le siguió durante un buen rato hasta que se detuvieron en una zona con árboles muy agrietados y con pequeñas cabañas de cristal en sus ramas. Las criaturas, vestidas de verdes y marrones, volaban de un lado a otro sin parar; volaban alto, bajo, siempre acompañados de risas como las de un niño pequeño. Uno de llos empezó a jugar intentando capturar a otra manada de criaturas aladas.

Y mientras observábais el lugar tan mágico, unas gotas de lluvia empezaron a caer. Algunos habitantes, la mayoría pequeños duendecillos, No tardaron en darse prisa para buscar cobijo. Lo encontraron en el hueco de un árbol, en el que había un gran agujero excavado.

Seguís caminando, y algunos habitantes os miran, otros os señalan mientras se tapan la boca para disimular sus carcajadas. A la luz de la luna, justo mas allá se distingue el caer de una pequeña pero hermosa cascada.

El nuevo mundo que pisamos crece a cada paso que nos alejamos del portal, sus criaturas se muestran alegres, indiferentes a la nueva presencia que representamos Faer y yo, parece que están acostumbrados a ver gente pasar de un lado a otro y eso es algo que me inquieta ligeramente. Por la apariencia delicada en las formas y los materiales de las casas parecen gente pacífica, incluso se podría asumir que hace mucho tiempo que no tienen que enfrentarse a nadie de forma agresiva, un pueblo pacifico entre las ramas que disfruta del lento paso del tiempo entre juegos y risas, vuelos cortos y animadas conversaciones. Nada parecía tener relación con lo que debía estar pasando en el otro lado, en el lado en el que habían quedado mis dos nuevas amigas.

Las risas de esas criaturas me recuerdan más de lo que me gustaría a Luna, puede incluso que pertenezcan a este lugar, que haya gente que las este esperando, que saben que solo tenían que hacerle un favor al señor roca y regresar, un favor sencillo, pero Faer y yo les hemos complicado su día demasiado. Mientras paseamos tranquilos hacia la cascada charlo con mi pequeño dragoncillo en voz baja, no me interesa que se enteren claramente de lo que estamos charlando, no deja de ser algo privado. No tienes porque disculparte, los dos estamos preocupados eso es todo. Cuando por fin parece darse cuenta de lo que realmente iba a ocurrir en ese encuentro idealizado entre princesa y guerrero mitológico acaricio su cabecita como si fiera un gesto descuidado. Es normal que pienses en princesas, pero para eso estoy yo aquí, para decirte cuales son princesas de verdad y cuales solo fingen serlo. Mientras voy dado respuestas ligeras mi mente empieza a trabajar con la información que me ha proporcionado. Nuevos planos, una mansión volátil, todo suena demasiado peligroso como para que nos inmiscuyamos, las brujas son seres muy poderosos.

Unas tímidas gotas repiquetean en mis mejillas despejándome y liberándome poco a poco del polvo del camino, mientras levanto el rostro al cielo con un suspiro y siento su frescura las risas de esos seres juguetones hacen que mis ojos les busquen de reojo. Ahora que se ríen de nosotros te apetece bañarte... la verdad es que muchas veces me cuesta entenderte. Dejando escapar ahora mi risa intenté charlar de nuevo de temas más interesantes. Asi que tienes ganas de probar tu nuevo cuerpo contra esas brujas ¿no es eso? ¡o acaso te da igual que sean brujas malvadas y quieres enamorarlas a todas con esa nariz tan recta! Chinchandole corretee hasta el borde de la cascada y empecé a desprenderme de mis objetos para sumergirme rápidamente en el agua cristalina.

Mi escamosa figura se para en seco nada mas ver corretear a Ivy. No tiene ni idea del ser al que va a encontrar cuando me sumerga en el agua. De momento tan solo abro mis alas y observo, primero las criaturas que se refugian en los árboles tras caer las primeras gotas de lluvia, dándome un aspecto mas brillante y único a cada gota que cae sobre mis escamas, y luego a mi izquierda, a los pequeños que posiblemente se estaban riendo de nosotros. Tengo muy claro lo que tengo que hacer, incluso me estremezco cuando lo pienso.

-Ahora verás..-

Al abrir mis imponente alas grises, todo suelo queda ya alejado. Así llego a lo que parece una cascada muy amplia y cristalina, apenas alumbrada por una luna completamente llena. Sobrevuelo por las aguas cristalinas, incluso dejo un rastro por el agua al pasar sobre ella, a escasos centímetros. Cuando parece que estoy apunto de chocarme contra la misma cascada, giro el vuelo y subo hacia al cielo como tanto puedo, incluso mi silueta eclipsa casi por completo a la luna.

Las nubes golpean mi rostro, al igual que las gruesas gotas de lluvia allá arriba. A simple vista una nube parece perfecta para poder mantenerse sobre ella, lo que no tardo ni un segundo en posarme sobre ella, y gracias a una habilidad que poseo puedo caminar firme sobre esa nube.

Mis escamas allá arriba y con el reflejo de luna, brillan como si fuese metal líquido. Con un graznido salto al vacio para zambullirme en el agua, lo mas cercano posible a mami para vengarme sobre su comentario de mi nariz. -Si no quieres que congele el agua, mis orificios ya amenazan con escupir hielo y a ti con ella. Ya puedes retirar lo de mi nariz y decirme cuales princesas son de verdad y cuales no..- De momento para ir encendiendo la mecha, y sin que ella lo note, serpenteo mi larga cola por debajo del agua para tirarle agua sobre la cabeza.

Cuando por fin me había desprendido del equipaje frugal con el que nos desplazábamos Faerhart y yo en nuestra aventura y búsqueda personal abandoné mis ropajes al lado esperando que el frescor de la hierba y la lluvia los refrescasen un poco. Estaban ligeramente empolvadas y con manchas de sangre, bien mías o de esas asquerosas estirges, e incluso había pensado en la posibilidad de bañarme con ellas solo para quitarles la mugre, pero me apetecía desprenderme de todo y volver a sentir la naturaleza en mi piel. El agua resbalando por mi cuerpo, en forma de gotas de lluvia, dibujaba pequeños ríos que unían sus brazos en curiosos dibujos. Agité mi melena disfrutando de ese momento de libertad. Entre mis pestañas pude observar los movimientos gráciles del cachorrillo en el aire y como se paraba cerca del agua esperando el momento de la pelea acuática. No iba hacerle esperar demasiado. Si me congelas el único lago que hemos encontrado te arrepentirás durante todos los días en los que no comas. Además lo de tu nariz es cierto =p

Con un arranque improvisto y una carcajada me lance hacia los cielos con mis pequeñas alas dejando que me elevasen graciosamente por encima de la superficie del lago que se formaba a los pies de la cascada. cuando lo consideré oportuno me dejé caer de cabeza al agua esperando que me recibiese con los brazos abiertos y transmitiendome ese toque de frescura que sólo algo natural y libre como un torrente podía aportarme a mi esencia vital. Un vez mi cuerpo se encontró en el agua bucee unos segundos antes de asomar de nuevo la cabeza por encima del nivel, tenia una sonrisa sincera en los labios y mis manos frotaban enérgicamente mi cara intentando arrastrar el polvo grisáceo que debía correr por mis mejillas. ¿A que estas esperando? ¡el agua no va a ir a por ti! Dando fe de mis palabras di un enérgico manotazo en la superficie creando una pequeña explosión que salpicó a mi alrededor. Me sumergí de nuevo e intente estirar un brazo para agarrar su cola y tirar de él hacia el agua.

El sonido de la cascada ahogaba en parte las risillas que habíamos escuchado antes sobre nosotros, pero en estos momentos poco me importaba, habíamos escapado de algo terrible y podíamos vivir unos instantes como antes, cuando no debíamos preocuparnos por nada, solo por reír en cada momento.

Una vez finalizadas las tareas, me quedé inquieto, impaciente por esperar su siguiente movimiento. Una cabecilla aparecía justo por encima del agua, aplastando mi cresta contra las ondas del agua, lo que me provocó un gesto de simulado malhumor, por que en los ojos de Ivy se podía leer claramente que se iba a tomar la venganza por su parte. Uní mi atenta y curiosa mirada a la de cuantos podrían observar este espectáculo de luces, colores, sombras, aromas, y... diversión. Para mi eran ingredientes que no podían faltar en un baño así. Como colofón, Ivy, elevó el vuelo, y en lo alto hizo vibrar sus alas, como si estuviera cogiendo fuerzas para caer empicada al agua de la misma cascada. La ilusión, se hizo patente en el brillo de mi mirada, me pasaron tanta ideas malginas por mi cabeza mientras ella estaba ahí arriba que al final no me atreví a llevar a cabo ninguna.

Así que decidí esperar a ver cual eran las intenciones de mami, y entregarme sin reserva alguna a disfrutar de cada sensación. -¡Eso no vale! ¡TÚ SIEMPRE HACES TRAMPAS!- Cabreado por la sacudida de agua que me golpea en mi rostro, y mayoritariamente por su alrededor, decido ocultarme en el agua casi al mismo tiempo que ella, y así ponerle mas dificil mi captura bajo el agua.

Su mano casi roza mi cola, pero mi habilidad bajo el agua me hace escapar en un último instante naciendo ahora una persecución bajo el agua, y por si fuera poco, le voy dejando pequeños regalos de hielo que se van haciendo cada vez mas y mas compactos y dificultosos de esquivar para Ivy.

Finalmente, cuando ya llevamos algo de tiempo serpenteando por allá abajo, me detengo en seco. Espero unos instantes para que mami saque la cabeza fuera del agua y, me mire a los ojos. -¿Aún no te rindes?..., de pronto mi rostro cambia por uno mas expresivo, como si hubiera visto algo mágico, heyyy..¿has visto eso?, brilla bajo el agua..-

Quizá era un engaño para seguir con la pelea acuática, o quizá no, quizá era verdad y había algo brillante bajo estas aguas cristalinas..

La noche era preciosa, millones de estrellas estaban viendo la divertida pelea de los dos jovenes aventureros. Y a su vez la luna choca contra las aguas, haciéndolas aún mas brillantes, hermosas y cristalinas. La lluvia seguía cayendo, era lluvia fina y las gotas casi que se deshacían antes de tocar algo sólido. Cuando el dragoncillo, sacó la cabeza a la superficie, este le advertió de que había visto algo brillante bajo el agua. Quizá tan solo era un pequeña táctica del diablillo.

En cualquier caso, el inicio de una música lejana se empieza a escuchar bajo la fina lluvia. Y véis como algunas criaturas de este lugar son guiadas por esa música, y se van reagrupando como una especie de reunión. Pero a vosotros dos tampoco es que os importe demasiado estas costumbres.

Imito su rostro mohíno cuando le salpico, nunca ha llevado bien el juego sucio así que yo me aprovecho de ello en cuanto puedo. ¿Como te atreves a decri que hago trampas? una risilla me impidió seguir con el discurso serio que intentaba fingir. Es mi naturaleza de Hada. Encogiéndome de hombros ligeramente en un gesto que pasa desapercibido cuando uno tiene el cuerpo sumergido en el agua y solo le asoma la cabeza me sumerjo de nuevo para juguetear en nuestro momento de diversión. La persecución bajo el agua resulta de lo más estimulante, la fluidez del liquido, las alas batiendo, todo moviéndose a un ritmo diferente, casi no puedo aguantar la respiración por culpa de la emoción, pero me fuerzo a mi misma a perseguirle hasta que consiga darle alcance. Al principio los diminutos fragmentos de hielo no me suponen ningún impedimento, es más las simples brazadas los apartan de mi trayectoria como si fuesen fragmentos de alga, pero cuando comienzan a crecer en tamaño percibo claramente su poder. Pasan cerca de mi piel desnuda transmitiéndome un frescor momentáneo, las brazadas ya no son suficientes y tengo que culebrear bajo el agua para esquivarlas y no perder posiciones en el juego.

Salimos a la superficie. Creo que deberías ser tu el que saque bandera blanca... no había terminado mi frase cuando algo le sorprende, al principio mi rostro no cambia de expresión, todo forma parte del juego y eso se traduce en alborozadas mejillas, y sonrisas espontaneas, no va a engañarme con algo tan sencillo y viejo como el típico "mira hacia allí". Sin embargo mis movimientos preparados para hundirle bajo el agua y frotarle las escamas se interrumpen cuando una música comienza a sonar. Muevo la cabeza hacia los lados intentando averiguar de donde viene. los diablillos que antes reían de dos desconocidos se reúnen entre ellos para algún tipo de ritual colectivo. Es el momento de tomarme más en serio las palabras de Faer.

Miro hacia el fondo del lago esperando que la luz de la luna me ayude a ver algo más, ha anochecido y las aguas están oscuras a excepción de un metro de profundidad que es lo que ilumina el astro celeste. Si algo brilla ahi abajo debería poder verlo sin ningún tipo de impedimento. ¿Que forma tiene lo que has visto? Cogiendo aire de nuevo sumerjo el rostro dejando el cuerpo flotando en la superficie.

Estaba agotado, esa persecución bajo el agua me había matado. Al detenerme, noté que Ivy no mostraba síntomas de cansancio, así que no tenía que otra que utilizar el viejo truco de "mira allí" para que se despiste y así aprovechar el momento para hacerle alguna ahogadilla.

-Ehhh.. pues.. tenía una forma redonda, pequeña y... ¡PICASTE!-

Como si hubiera esperado este momento durante días, esperé a que sacara la cabeza del agua para que mirase como me estaba rieando además de sacarle mi lengua dejando lucir mis brillantes y afilados dientes. Le deje algo de tiempo para que pensara lo que quisiera hacerme, pero tampoco demasiado, que seguro que sería capaz de cogerme y frotarme las escamas para limpiarme. Cuando su intención no era otra que la de perseguirme me escabullo por debajo del agua y vuelvo a asomarme en otro punto de la cascada diferente, como provocándola y picándola. -Tenías que haber visto tu cara, le digo a espentas de que venga a por mi si tú juegas con juego sucio, yo también..-

Como las palabras de un niño pequeño que suelen ser joviales, le espero con medio cuerpo fuera a que venga a por mi.

Notas como un viento frío te acaricia el rostro, y mientras buscas su origen, un profundo y grave lamento resuena cercano a ti. Faerhart parece estar muy preocupado por la broma que te ha gastado, y crees que él no se ha dado cuenta de ese extraño viento.

Las primeras palabras de su explicación dejan bien claro que no se trataba de algo real, o al menos si realmente hay algo bajo nosotros él no lo ha percibido, mantengo la cabeza unos segundos más conteniendo la respiración e intentando quitarme el mal sabor de boca ante un posible ataque submarino en un momento tan distendido como este. Al levantar el rostro tomo agua con la boca e intento alcanzarle lanzandola como el chorro de una fuente, se que es algo ligeramente molesto ya que se mezcla con mi saliva, pero realmente me importa poco así que después de eso le sonrío yo también ofreciéndole mi sonrisa. Nuestros dientecillos, afilados y puntiagudos los dos son muy parecidos, quizás si hubiese sido su madre natural hubiese tenido el peligro de heredar la sonrisa del padre, pero al menos podía pensar que más de un rasgo como aquel lo compartíamos. Pequeño tramposo...

Hago fuerza con las alas para usarlas como catapulta de agua y así hacer que reciba una tromba pero me he decidido unos segundos tardes y su cuerpo ya centellea bajo el agua para alejarse de mi y el peligro que le acecha si pretende salir impune de este juego. Entrecerrando los ojos pícaramente observo donde asoma y las posibilidades que tengo. Las hondas de las gotas que lanzado ya se han distendido suficiente como para no verlas, pero si sentir un temblor en la superficie acuática. No son las gotas que he provocado con las alas, es otra cosa. Unos dedos de viento acarician mis mejillas enfriandolas como lo haría el aliento del cachorro de dragón. Una de mis manos sale a la superficie y acaricia mi piel calmándola con la temperatura del agua. Mi voz sale entrecortada mis ojos no dejan de mirar en las orillas, buscando el origen de esa ligera brisa, pero sobretodo mis oídos están atentos al llanto lejano que llega hasta mi. ehmm... si me rindo, me has ganado esta vez.

Con movimientos calculados nado rápidamente pero sin alborotar mucho el agua hasta la casada, el sonido del agua cayendo me impide percibir correctamente el sonido siniestro, pero al menos estoy cerca de Faer, con cuidado arranco unas flores de la orilla, entre dos rocas grisáceas y comienzo a frotarme con ellas el cuerpo para adquirir sus suave aroma. Deberías frotarte tu también para desprenderte de las escamas sobrantes y dejar espacio para las nuevas. Intento mantener una conversación normal para no alarmarle, pero puede que mis gestos no hayan sido muy naturales. Ven si quieres te rasco yo gordito. Alargo una mano para ver si se aproxima a mi y así permanecer atenta a los siguientes movimientos.

Cuando Ivy decide rendirse algo me huele mal, pero de todo pienso que es ella ahora la que quiere vengarse con juegos sucios, pero hay algo que me hace pensar en cosas indeseables, por lo que con medio cuerpo aún sumergido en el agua digo. -¿Va todo bien mami?-

Parece que el juego ha llegado a su fin, y que ahora, aunque me cueste reconocerlo tocaba el momento del baño. Por debajo del agua empecé a mover tanto mis garras como mis pies a una velocidad suficiente como para no hacerla esperar demasiado. Antes de darle la espalda para que le sea mas cómodo rascarme la cabeza y las escamas, le echo una mirada fugaz como intentando descubrir sus futuros propósitos.

-Pero no se te ocurra volver a hacerme trampas-

Con una sonrisa sincera, sabiendo que eso le picaría me acerqué a ella para que ayudara a limpiarme, mientras me va rascando yo me voy limpiando algunas manchas de mis escamas, accesibles para mis dientes. -¿Qué haremos ahora?...-

Mientras sigues frotando tu cuerpo con pétalos de flores aromatizadas, vuelves a sentir esa fresca brisa que no sabes de donde proviene. No es una brisa normal y corriente, y esta te hace sentir escalofríos al deducir que alguien te está vigilando.

La música que antes sonaba, ya no se escucha debido al chorro que cae de la cascada y rompe contra las rocas y el agua.

El viento arrastra esta palabra;

"...Ujaset.... Ujaset..."

Las agradables fragancias desprendidas por los pétalos y las hierbas frescas no son suficientes como para hacerme sentir mejor con el ambiente, todo se ha enrarecido con la brisa y esos sonidos. Mientras termino de aplastar unas cuantas contra mi pelo el viento vuelve a envolver mi figura, las gotas que resbalan por mi piel se enfrían lentamente poniéndome la piel de gallina y haciéndome estremecer. Suelto las flores sobre la superficie del agua y veo como se desplazan lentamente arrastradas por ese viento siniestro que me preocupa y me estremece cada vez más. Con esfuerzo intento fingir una cara amigable y relajada. Si pequeño, todo esta bien es solo que quería terminar ya con el baño porque me esta entrando frío.

Así cuando se acerca a mi en vez de ponerme enseguida a trabajar en su espalda y su largo cuello le abrazo unos segundos, sólo para sentirle conmigo pero no lo suficiente como para preocuparle o agobiarle. Aplasto su nariz un poco cuando me refiere lo de las trampas, no te preocupes yo nunca hago trampas, es solo que aprovecho el momento. Comienzo a repasar las escamas de su espalda con cuidado, froto aquí y allá con cuidado y de vez en cuando introduzco una uña por debajo para eliminar pequeñas porquerías que se le hayan podido quedar atrapadas. Perdón se que tiene que ser algo molesto, pero sino podrías generar un reino de porquería ahi abajo. Finjo un inusitado interés por unas escamas de su cuello cercano a uno de sus oídos y aprovecho para susurrarle mis temores. Finge que estoy canturreando y no te gusta, pero hay un viento muy extraño y frío y unos cantos algo siniestros. Me separo y aprovecho para canturrear algo simple y fácil de rimar. En un momento dado aprovecho de nuevo para volver a susurrarle las ultimas indicaciones. Creo que deberíamos salir del agua y prepararnos para lo que sea. ¿Tu no has escuchado nada?

Al terminar de susurrar continuo con mi canturreo inútil y su limpieza a fondo, una cosa es disimular y otra no aprovechar que le tengo a mano para limpiarle ligeramente a fondo, al menos en la zona que tengo más cerca.

Dejo que frote mis escamas con fuerza para eliminar toda la roña que se ha podido quedar durante todo estos días que no había probado agua. Mi rostro debe de ser un tanto aburrido, los ojos cabizbajos, al igual que mis orejas y parte de mi cresta. Me siento impotente por que se que si intento escurrirme para escaparme, ella conseguirá atraparme y luego será peor.

-Puagh, siempre el mismo cuento..- Como ya he dicho dejo que me frote, pero eso no quiere decir que me esté gustando. El poco rato que llevo limpiándome, me hace decir este último comentario como si pensara en voz alta.

De pronto mami, se acerca mas a mi cuello y pega sus labios en mi oído para susurrarme algo. Se que va en serio, así que decido seguirle el rollo. Primero echo unas miradas fugaces a mi alrededor, sobre todo por toda la fauna que rodea la cascada, pero no consiguo encontrar la presencia que Ivy si ha notado. -No, no he escuchado nada. Susurro. Por favor ¡no cantes más!, después intento disimular como ella tenía previsto mientras sigue frotando mis escamas.

Mis ojos no se separan de los alrededores.

Mientras estáis aseandoos, algo inusual ocurre;

Notáis como un viento frío os acaricia el rostro, y mientras buscáis su origen, un profundo y grave lamento resuena frente a vosotros. Según miráis hacia adelante, donde parece que está la fuente del sonido, bajo la menguante luz que da la Luna Llena, encontráis una desvaída y parpadeante forma. Lo primero que veis es la noble cara de un hombre con barba, deformada por el dolor. Entonces aparece el cuerpo de un poderoso león, de diez pies de longitud a los que se suma una chasqueante cola. Finalmente, unas enormes alas similares a las de un halcón, pero mayores que las de ningún ave conocida, aparecen frente a vosotros. La translúcida forma centellea parpadeando, formando un único ser.

"Os enfrentáis al último enigma de Ujaset" gime la voz.