Si el Túmulo había sido ya una dura prueba, con su maraña de trampas y su sombría atmósfera, sumándolo todo en una oscuridad casi perpetua, el lugar al que os había llevado la existente senda inventada tras cada uno de los pasos que habrán dado el trascruso de la vida no hizo más que demostraros, una vez más, la tan consabida afirmación: nunca creáis que estáis en el mejor o el peor de los lugares, pues todo es bueno o malo según con qué se compare.
Ante vosotros se abría una gran explanada, cubierta por una alfombra de hierba. A los lados, escarpadas laderas de altas montañas la limitaban, haciendo necesario atravesarla para exáminar los distintos lugares. En lo alto, multitud de pinos cubrían casi por completo varios muros caídos, demostrando lo antiguo del lugar, y sirviendo para camuflar. Pues lo que se mostraba no eran las ruinas de un antiguo emplazamiento, descubierto por casualidad. En cualquier caso, vosotros habéis conseguido penetrar en el Túmulo y salir victoriosos de allí y eso se merecía un buen descanso, una buena comida y un buen vino al que le apeteciera.
El cielo estába rojizo por la cáida del Sol y, de nubes grises por su alrededor.
Llegáis sin problema alguno hasta la Villa, marcados y guíados por la misma senda por la que venistéis. Aquel muro que destrozaron los Trasgos está siendo reconstruido por varios campesinos y fuertes trabajadores de grandes cuerpos. Sebastian os dice que entréis por ahí y os recuerda que no le digáis nada de esto a su padre. La posada del Pichel Verde, al igual que el muro está siendo recostruida también, realmente, al igual que la mayor parte de toda esta zona que está siendo trabajada para que vuelva a estar como antes.
El joven Sebastian cruza el muro e intenta ocltarse el rostro disimuladamente para que no lo reconozca ningún campesino ni ningún trabajador de por aquí. -Yo he de marcharme ya, dice mirando por su alrededor, mi padre es seguro que ya me estará buscando y preocupado por mí. Vah, es igual, el caso es que ha merecido la pena vivir esta experiencia con vosotros. Sonríe y fija la mirada en los claros ojos de la elfa salvaje, que tanto ha disfrutado viendo su habilidad con acero y arco. ¿Volveremos a vernos algún día?..-
Si no fuera por que la noche empieza a hacer mella en el trasncurso del día, se podría ver claramente unas mejillas sonrojadas. A pesar de eso, se mantiene con seguridad a pesar de su corta edad epserando una respuesta por parte de los que han sido sus compañeros por algunas horas inolvidables para él.
Claro, puedes contar con ello contesta con una sonrisa pero la próxima vez mejor que tus padres estén informados que así no se preocuparán tanto
-Nunca se sabe, es posible que nuestros caminos vuelvan a juntarse...-digo, y entonces observo el intercambio de miradas entre el muchacho y la elfa- Yo diría incluso que es bastante probable. -añado, riendo para mis adentros sin poder evitar una leve sonrisa- En cualquier caso, gracias. Hasta que volvamos a vernos. -me despido- Cuidaos, y que la luz de Pelor os acompañe.
Espero a que el resto de mis compañeros se despida, pensando ya en buscar a Curuvar en cuanto el muchacho se aleje.
Me pregunto si a ella le gustará él... ¿Pensará que es sólo un crío? ... Pobre muchacho... Tan joven y encandilado ya, irremediablemente, nada más descubrir el atractivo de las elfas... ¡Y pobre Methgar...! Jajaja
El hechicero apenas y puede con su alma luego de la larga caminata en la que nadie se ha ofrecido a ayudarle a llevar el famoso tottem. Bueno, ufff, ya estamos aquí, es momento de deshacernos de esto, mientras mas rápido podamos dejarlo a buen resguardo mas rápido me sentiré mejor.
En ese momento el joven Sebastian se despide del grupo. Claro cuando quieras, haz probado ser valiente y hábil, una combinación excelente para un aventurero, bueno no perdamos mas el tiempo..
QUe te vaya bién,y dile a tu padre,que te has conportado como un héroe,el éxito de nuestra misión,se debe,en gran medida a tu actuacción.
Y sobre todo he de agradecerte,tu labor,ya que me salvaste la vida...nosotros estaremos en la posada.
Le digo Sebastian.Una vez se ha alejado,camino al lado de mis amigos.
Bién será mejor ir hacia la posada,seguro que Curuvar,nos está esperando...
Sin ningún arma en mis manos,camino dubitativo y ensimismado en lo acontecido recientemente.
Tengo hambre,a mi me apetecería cenar,un asado como los que hacia mi tio,y a vosotros...?
-¡Hasta la vista!..-
Con un gesto de alegría y satisfacción se despide y echa a correr, pasando por la fuente de la plaza y finalmente se cuela por un estrecho callejón. Probablemente ya tenga mas que estudiado el camino a casa por calles estrechas para pasar desapercibido.
El joven Sebastian a demostrado su valentía y de eso no os cabe duda. Quizá en algún momento, en esos momentos en los que se necesita la aparición de un ángel, él aparezca mostrando sus habilidades y quien sabe si mejoradas.
En cualquier caso, vuestro siguiente paso se basa en encontrar a Curuvar y entregarle el totem como os pidió. Normalmente su ubicación o su lugar preferido es la Taberna del Pichel Verde, pero ahora están reconstruyendola de sus desperfectos por lo que es muy improbable de que se encuentre en su interior. Solo os queda interactuar con la gente del pueblo o preguntar si alguien sabe de su presencia, o por que no, investigar por las calles de la Villa en su búsqueda..
AL ver la reconstrucción de la taberna,digo:
Genial y ahora a donde cenamos...?
Observo mi alrededor,en busca de alguna otra taberna.AL no econtrarla,me saco el mapa,y me dirigo a uno de los transútes.
Hola,buenas noches!
Le digo sonriente.
Sería tan amable,de decirme donde puede haber otra taberna,en la que nos podamso alojar,mis amigos y yo?,si es posible indicamelo en el mapa...
Le muestro el mapa,y le indico en que posición ,nos ubicamos,.
*Aldeano*
Uno de los trabajodores que están reconstruyendo la Taberna del Pichel verde se vuelve para encontrarse con el mediano. El hombre se pasea el antebrazo por la frente para quitarse el sudor y da las buenas noches en general al grupo.
-Vaya, sois nuevos por aquí. Esta Taberna tardará unos días en volver a reconstruirse. Recoje el mapa que le tiende Racalín y ni siquiera lo observa detenidamente debido a que ya debe de conocerse el pueblo como la palma de su mano. Mmm, podéis probar en el Bar "El Amigo del Pescador", allí creo que os podrán servir comida-
Le señala el punto donde se encuentra el bar y le tiende de nuevo el mapa. Tras daros la información se despide y vuelve a su trabajo, a no ser que queráis preguntarle algo más.
Estáis en la ubicación 2 del mapa
Perfecto, mas caminata. Se queja el hechicero. Bueno, adelante, al bar ese...
-Os seguimos, Racalín.
Tal vez hasta tengamos suerte y Curuvar haya acudido al mismo si-
...grrlllllrrr...
Me llevo la mano a la tripa al tiempo que siento cómo me sonrojo.
-P-Parece que mi estómago no puede esperar...-digo, sonriendo tontamente, y agacho la cabeza.
Qué vergüenza...
Gracias,muy amable...le digo sonriente al transúte.De inmediato,me guardo el mapa,no sin antes visualizar hacia donde tenemos que ir.
Bién,tenemos que ir,por allá...señalo hacia el norte de la villa,seguramente la taberna sea reconocible,vayamos!,digo yme apresuro hacia la taberna.
Bien, vamos... yo también empiezo a tener hambre ahora que hace rato que nos alejamos de aquella peste breve pausa por cierto, eso me recuerda que necesito n buen baño hace el gesto de olerse la ropa creo que se me ha pegado la peste de la cripta. comenta mientras sigue a sus compañeros
Sin perder tiempo os dirigís hacia el Bar que os indicó el campesino. Alguno de vosotros ya empieza a sufrir el hambre y el olor corporal. En todo caso seguís la ruta por la Villa que os conducirá hasta el punto que os indicó aquel trabajador.
No tardáis mas que unos diez minutos en llegar a un muro interior, más pequeño que las murallas que rodean Aguas Fuertes, separa el barrio del muelle norte del resto de la Villa. La puerta entre las dos zonas permanece abierta y sin guardia.
Cruzáis el muelle donde se puede apreciar varias mercancias de los comerciantes que harán negocios por aquí.
Unos sonidos raucos surgen del bar situado junto a la muralla oeste. La zona es mas ruda que la del Pichel Verde, pero al menos os podrán dar comida y quizá hospedaje. Sobre la puerta cuelga un gran cartel de madera con un grande pescado grabado:
"El Amigo del Pescador"
Está cerrada y se esucha mucho barullo en su interior.
El hechicero apenas y puede con su alma, el peso del Tottem es mucho para el pobre clérigo que ya quiere dejarlo en algún lado. Será buena idea andar caminando con esta cosa?, la pinta de este lugar no me agrada nada, creo que yo mejor me adelanto a la guardia para entregarlo a su custodia. Caesar une la acción a la palabra y se encamina directamente a donde sabe están los carteles de la ciudad.
SIn pensar en otra cosa que la comida que me voy a comer,entro raudo y veloz,hacia el bar...*
* qué veo?
Perdón por no postear ayer,pero es que mi novia tenía libre,y no me conecté hasta la noche,solo pude leer y poco más,en general.
Saludos!
Sigo a Racalín dentro del bar, mirando igualmente alrededor.
Yo también quiero saber qué veo XD
Espera, no se lo des a la guardia. De momento creo que es mejor que lo guardemos nosotros... por lo que pudiese pasar. Si no quieres seguir guardándolo ya lo haré yo pero mejor no separarnos de él contesta a Caesar antes de que este se marche
El hechicero comprende la verdad tras las palabras de su compañera y asiente. Si, tienes razón, mejor no separarnos. Dice al tiempo que se acerca a ella luego de tomarla del brazo al tiempo que se interna en la taberna.