Partida Rol por web

Estas en Grothir una ciudad de humanos muy conocida,habitada por todo tipo de criaturas de alineamiento bueno.Ves que a tu alrededor hay varias tiendas,una posada,una taberna,el cuartel de la ciudad y ves que en las murallas hay bastantes guardias,eso te inquieta.
Tienes frío ya que es invierno estas en mitad de la calle y tienes hambre.No tienes dinero.

Eidos mira a su alrededor desde su posición en mitad de la calle, mientras se acurruca aún más en su túnica para tratar de paliar el gélido frío que se introduce más y más en sus huesos. No le queda dinero, así que descarta inmediatamente la posibilidad de entrar en la posada. Hay muchos guardias activos en la ciudad, y lo último que desea ahora mismo es montar un escándalo para que le dejen una habitación sin poder pagarla de momento. Así que decide dirigir sus pasos hacia una taberna cercana.
- Un buen rato junto al fuego calentará mi cuerpo - murmura para sí - y que mejor lugar que una taberna llena de lugareños ebrios para enterarme del porqué de toda esta actividad marcial.

Te sientas junto al fuego y entras en calor.Ves murmurar a dos hombres de aspecto duro.No les ves la cara ya que estan de espaldas.No tienes ni idea de lo que hablan pero te parecen dos tipos muy raros.
Ves apareces una señorita que se acerca y te pregunta-Señor, ¿puedo traerle algo de beber?-Notas que te mira fijamente a los ojos y sientes algo extraño recorriendote el estomago.

Pasan varios segundos antes de recomponerme de la mirada de la camarera, mientras los cuales ella me observa con impaciencia. Doy un breve pestañeo y le contesto:

- No. De momento no, gracias. Por cierto, ¿puedes decirme quienes son aquellos hombres de allí? -

Le pregunto señalando a los dos personajes que me dan la espalda

La dulce señorita derrepente se le torna la cara de miedo y te dice-Lo siento señor no se nada...-E inmediatamente se va andando deprisa.Parece que uno de los hombres que te da la espalda se ha dado cuenta que los has señalado y los dos hombres empiezan a hablar con un tono furioso.

Percibo el cambio de humor de los extraños, y el miedo que le inspiran a la camarera, y eso me intriga. En mi búsqueda de los asesinos de mi familia me he dado cuenta de que las gentes que inspiran temor a otras suelen ser las que más información jugosa poseen. Eso me decanta para intentar entablar una conversación con los extraños, a fin de obtener datos relevantes. Me levanto tranquilamente y camino hacia ellos con una media sonrisa en el rostro. Me dirijo hacia ellos en tono amable:

- Disculpadme la intrusión caballeros, acabo de llegar a la ciudad y desconozco las costumbres locales. Permitidme que me presente, soy Eidos, y he venido aquí en busca de alguien al que le puedan interesar mis servicios

No me gusta dar tanta información sobre mi mismo, pero está bien empleada si con ella obtengo beneficio.

-Quizas a nosotros nos pueda interesar...-Te dice uno de ellos mirandote con cara de interesante...

Mi media sonrisa se ensancha, satisfecho, dejando entrever levemente mis dientes. Es un gesto de triunfo interno. Miro fijamente a los extraños y les pregunto:

- ¿Y en qué puedo ayudaros señor...?

Dejo la frase en el aire con el fin de obtener más información, el nombre de los extraños.

Los dos mirandose entre si se rien y te dicen -A robar..¿Estarias dispuesto muchacho?- Se quedan los dos mirandote con cara de esperar un si...

Robar. Estos se han creído que soy un simpler ratero. Pienso para mí mismo mientras oculto la sonrisa de mi cara. Se me pasan varias cosas que podria hacerles para aleccionarles que no deben menospreciar el poder de un mago, pero reprimo esas inclinaciones y les pregunto en un frío e impersonal:

- ¿qué clase de robo? y, ¿para quien he de robar? No trabajo para gentes que no conozco

Mi expresión no refleja la más mínima impresión. No intento imponer miedo, pero ahora tampoco intento parecer amable.

-Bueno...digamos que a una persona importante, en una casa importante y con ciertos...Guardias importantes.Por eso necesitamos la ayuda de un mago...Si chico sabemos lo que eres y te podemos ayudar.¿Aceptas?-Dice mientras sonrien los dos.

Me doy cuenta de que he subestimado a los extraños. Saben lo que soy, y por tanto pueden intuir de los que soy capaz, y aún así me tratan con naturalidad y sin temor. Bien, dos cosas tengo claras, la primera, si deseo obtener información debo ganarme su confianza, y para ello debo realizar el trabajo. La segunda, carezco de dinero, y un trabajillo como éste puede solucionarlo rápidamente.

- Acepto contesto escuetamente - dadme todos los detalles posibles

-El trabajo consiste en robar,en la casa del alcalde, tu te quedas con todo lo que puedas robar y ya nosotros haremos lo nuestro- Cuando acaba de decir esto, el otro hombre te dice -Nosotros distraemos a los guardias mientras tu entras por donde puedas,¡ah! y toma esto, te va a hacer falta- El hombre saca una bolsa con dinero (50 monedas de oro y una nota que dice "tienes pagada una habitacion en la posada a tu nombre, descansa y mañana nos veremos..." Cuando acabas de leer la nota y ver el resto de la bolsa los hombres habian desaparecido, y la señorita de la taberna se acerca con un tercio y te dice toma para ti,esta ya pagada.Ves tambien que entra un elfo en la taberna aparentemente normal.

Observo la nota con atención mientras disfruto del tercio degustando cada sorbo. Alzo la vista y miro al elfo recién llegado. Llamo a la camarera.

- Disculpa, ¿puedo hacerte algunas preguntas? Tranquila, no son sobre los hombres con los que estba hablando - trato de evitar la reacción de pánico de la chica - ¿Conoces a ese elfo de ahí? y, ya que estamos ¿que puedes decirme de vuestro alcalde? -

Miro pacientemente a la camrera mientras sigo degustando la sabrosa cerveza

-Solo se que es un forastero,acaba de llegar no se nada mas- te dice con una sonrisa encantadora.-Ultimamente hay muchos forasteros- añade.-¿El alcalde? es un gran hombre,un sabio que antes luchaba en las guerras, creo que es mago o algo asi no lo se muy bien y ahora se a dedicado a llevar esta ciudad.¿Por que lo preguntas?-Te dice extrañada.

Miro a la camarera con nara afable y le sonrío mientras le contesto:

- Como bien has dicho, vuestro alcalde es un hombre sabio. Y yo vago en busca de la sabiduría a lo largo y ancho de este mundo. Por tanto me interesa todo aquel que pueda ayudarme. - para mis adentros pienso si cuando digo "ayudarme" me refiero realmente a "robarle" - Y tú, ¿también puedes ayudarme? - guiño un ojo mientras pronuncio estas palabras con picardía para intentar sonsacar una risita inocente de la camarera.

Acto seguido me giro hacia el elfo y le observo con atención mientras me termino la cerveza.

¡Claro! te puedo ayudar a... traerte tu bebida-Te sonrie y se va.

Miro con el rabillo del ojo cómo desaparece la camarera de mi campo de visión, mientras sigo dándole vueltas al "trabajo" que acabo de conseguir.

- No debería hacerlo sólo - me digo a mi mismo - si el alcalde es un mago no sólo me enfrentaré a su magia, también tendrá guardias bien armados para protegerle en las distancias cortas -

Se me ocurren diversas soluciones, pocas de ellas factibles, pero una posible. He de involucrar a alguien más. Pero ¿Cómo? No creo que a los extraños que me encargaron el oficio les agrade mucho la idea, probablemente ellos mismos lo hayan planeado todo para verme muerto justo después de vencer los posibles cierres mágicos de la casa del alcalde. He de buscar aliados para guardarme las espaldas. El elfo es extranjero. Si la camarera no sabe más sobre él, pocos habrá en esta ciudad que sí lo hagan. Me decido a hablar con él.

Me termino de un trago la cerveza que me quedaba y me encamino hacia él. Mi paso es normal, para no intimidarlo con la premura ni cansarlo con la espera. Una vez a su lado le hablo en tono cortes

- Saludos caballero, soy forastero al igual que vos según parece, y además nuevo en la ciudad. Nunca viene mal conocer gente en lugares extraños, ¿no le parece?. Mi nombre es Eidos, ¿y el vuestro? - me odio a mi mismo por el derroche de amabilidad, pero cuando estás sólo en determinadas situaciones, nunca está de más abusar de ella.

-Buenas noble caballero mi nombre es Puk y no biene nunca mal tener una cara amiga a lado y mas cuando eres nuebo en un lugar
Te dice con cara sonriente.Parece buena persona

- Hola Puk. Es un verdadero placer - antes de continuar conociendo mejor a este nuevo compañero, intento averiguar si sabe algo que pueda serme útil - ¿Qué crees que ha pasado para que estén en alerta tantos guardias en la ciudad? A mi me ha sorprendido toda esta actividad, sobre todo siendo invierno.