Partida Rol por web

El éxito invade mi ser como un cosquilleo que parte de la bade de mi nuca y se extiende hasta la punta de mis dedos. Es el placer de usar la magia. Gastar un pergamino para neutralizar a un único oponente puede parecer exagerado, pero el placer que se experimenta al hacerlo, compensa el gasto.

Veo cómo el centinela recibe el impacto directo de mi bola de fuego, y su piel comienza a arder, emitiendo un penetrante olor a azufre.

Dibujo una mueca de triunfo en mi semblante, mientras observo atentamente los movimientos de mi oponente tratando de apagar el fuego que le consume...

El éxito de impactar sobre un rival me eriza la piel también cuando veo a Edios lanzar la bola de fuego y que esta a su vez también impacta sobre el otro rival esto en pieza bien medigo mientras vuelvo a cargar mi arco.

El guardia al que Puk disparó muere casi instantaneamente.Mientras que el otro,Se levanta envuelto en llamas mientras que corre hacia Eidos grita:¡Si muero que sea luchando!Arrrgg!!!!Te hinca la espada en todo el pecho.Sientes como el mundo se te cae a los pies.Estas muy grave,sientes como una especie de angustia,empiezas a ver borroso hasta que finalmente te mareas y caes al suelo.Ahora el guardia te saca la espada del pecho y se dirige hacia Puk.

Al ver la escena disparo sin demora con toda mi rabia solo espero que Edios salgo de esta.
¡Aguanta a migo voy en tu ayuda!.

Dolor... siento mucho dolor.
Estoy tirado en el suelo, con una mano sobre la herida que acaba de inflingirme ese bastardo. Con las pocas fuerzas que me restan, introduzco mi otra mano en el saquillo de pergaminos, saco uno de curación y lo recito con el hilo de voz que puedo alcanzar en mi estado...

Ayudo a Edios a cubrirse detrás del matorral para que tenga algo de cobertura.
null-Que date aquí voy a hir deparándoles y cuando estén cerca les atacamos con la espada pero primero cúrate bien amigo.
Después de esto vuelvo a cargar mi arco.

Cuando el guardia se dirige hacia Puk,recibe un impacto directo en el cuello que cae fulminado al suelo mientras dice-Arrgggg...Malditos seais elfos...-Cae al suelo y muere instantaneamente.

Mientras tanto Eidos recita su pergamino de curacion con éxito y de momento consigues parar la hemorragia y que no salga mas sangre.

Si hay alguien mas disparo si llego desde mi posición claro esta, sino observo por si hay algún movimiento.

La hemorragia se ha detenido, pero continúo herido. Me incorporo lentamente y salgo de la protección de los arbustos dónde me había ocultado arrastrándome para invocar mi magia curativa. Con ambas manos sujeto la herida de mi vientre. No sangra y ha cicatrizado, pero internamente la hemorragia ya cesada mantiene la presión ejercida sobre los órganos produciéndome un lacerante dolor constante.

Me acerco a Puk, y giro mi cabeza para contemplar el resultado de sus disparos. Sorprendido por la eficaz puntería, impresionante incluso para un elfo, le felicito, a mi manera...

- Por todos los dioses, Puk, de haber sabido que ibas a atravesar ambas gargantas con tus flechas me habría ahorrado el espectáculo pirotécnico. -

Me vuelvo hacia el alcalde, para tratar de comprobar si ha terminado su hechizo, y ya de paso, para solicitarle que emplee magia curativa conmigo, pues sólo me queda un pergamino de cura y no quiero malgastarlo todavía

A sido casualidad el hechizo a ayudado también, ¿como te encuentras?, no salgas de la protección de los matorrales.
Me preparo por si viene alguien más.

El alcalde os mira y os dice-Listo...Entremos a rescatarlos-Y os hace una señal con las manos indicado la puerta de entrada.

Me aproximo al alcalde, cojeando. Noto un cierto cambio en el ambiente, no se determinar bien qué es o que ha ocurrido, pero el alcalde ha realizado una especie de encantamiento

- Tal vez un escudo mágico... no estoy seguro - pienso

Cuando me encuentro a su lado, pido ayuda con mi curación

- Mi señor, estoy herido y resto de pocos pergaminos de curación. No dudo que pueda enfrentarme a esta panda de rufianes en mi estado, pero preferiría encontrarme en plenas condiciones por si he de hacer uso de nuevo de mi espada. Llegado tal caso, la herida de mi vientre me impediría emplearla con precisión, y eso haría peligrar la misión. - hago una breve pausa

- Así, le pido que emplee un hechizo curativo sobre mi persona, si es posible -

Por supuesto...-Te contesta el alcalde.
Saca un pergamino de un bolsillo,te mira y lo recita sin apenas leerlo.Te quedas algo paralizado-¡Ni los mas sabios puedes hacer un hechizo sin leerlo!-Piensas.
Te pone la mano sobre tu herida.Un destello os ciega la vista por un momento,cuando el alcalde quita su mano...Milagrosamente no tienes nada...Ni un rasguño...Ni rastro de tu herida era como si nunca te hubiera pasado.
Te quedas impresionado al ver tanta maestria...-Lo mismo este viaje me sirve tambien para aprender de uno de los mejores...-Vuelves a pensar para tus adentros.

El hechizo de sanación recupera mis fuerzas completamente. - Desde luego denota una gran maestría en el conocimiento de la magia, pues yo mismo no fui capaz de sanar mis heridas completamente, y eso que ya soy un mago con algo de experiencia. Tal vez pueda aprender muchas cosas de este hombre. -

Sigo intrigado por el hechizo que ha realizado antes de sanarme, pero al sentirme mejor, con las fuerzas recobradas, encamino mis pasos hacia la vieja puerta que franquea la entrada de la vieja plaza consistorial.

- Adelante Puk, entremos. -

Cuando me acerco a la entrada llevo mi mano a la empuñadura de la espada. Una vez frente a la puerta, la abro cuidadosamente, para tratar de otear el interior de la estancia antes de entrar, pues los guardias han dado la voz de alarma, o al menos lo han intentado, y seguramente nos estarán esperando...

Cuando os acercais a la puerta los tres veis a 10 guardias,sentados,jugando a algo y riendose.Van desarmados.Son tan jaleosos que muchos no se dan ni cuenta pero 4 de ellos os ven y gritan A LAS ARMAS-Cuando veis todo perdido el alcalde dice-Cerrad los ojos...-Hace un simple movimiento con las manos.Cuando abris los ojos veis como todos los guardias caen en lo que parece un profundo sueño.Os quedais de piedra.
Asi que este era el hechizo...-Pensais,satisfaciendo vuestra curiosidad.
Ahora id arriba a rescatarlos yo me tengo que quedar aqui para que no se levanten,rápido no aguantare mucho tiempo...-Os dice mientras le caen unas gotas frias de sudor por la frente.

Arco en mano voy subiendo la escalera asta llegar arriba, si hay alguien disparo.

Atravieso la estancia principal esquivando los cuerpos dormidos de los guardias que intentaban abalanzarse contra nosotros. - Este hechizo de sueño es realmente impresionante... Tal vez deba pedir al alcalde que me lo enseñe... - mientras medito sobre los portentos de la magia, una imagen nubla mi ser, procedente de lo más oscuro de mi alma - Ahora podríamos cortarles el cuello a todos estos guardias, y así no habría que preocuparse de seguir manteniéndolos dormidos... - rápidamente me digo a mi mismo que esa acción sería una salvajada, incluso para los siervos del abismo. - maldita sea, Eidos - me reprendo a mi mismo por el pensamiento - ¿acaso no eres mejor que los asesinos de tu familia? ¿acaso no elegiste el camino de la justicia al colgarte la túnica roja?... Ahora olvida tus ansias de muerte y venganza y ¡concéntrate en tu misión! - con una sacudida de cabeza, vuelvo a ser consciente de dónde me encuentro.

Continúo mi avance, espada en mano, hacia el centro de la sala, dónde los guardias hacían objeto de sus gracias a algo que desconozco de momento...