Partida Rol por web

El lugar por donde salieron las arañas en las que se había transformado la condesa era una especie de tunel algo estrecho que serpenteaba hasta hacer que ustedes pierdan la orientación con respecto a la superfice. No obstante, Pronto ven una luz al final y entonces Frankenstein les advierte:

- Desde aquí siento el olor nauceabundo de esas cosas muertas. Están esperando por nosotros.

Como era de suponerse, al final de ese tunel esos vampiros les esperaban.

Bien djo Sandokán alfanje en ristre. En ese caso no les decepcionaremos. El pirata malayo sacó la estaca del lugar dónde la ocultaba, y la aferró con su mano izquierda. Así, armado doblemente, aguardó a que los demás se preparasen.

Señor Dupin, debería ocultarse y entrar el último. comentó mientras tanto Si esa bruja intenta controlarnos de nuevo, nos hará falta que la exorcice otra vez.

si, vamos acabar con ellos- contesto chia a Sandokan, chia tenia intencion de no dar tiempo a aquellos seres para que la dominaran otra vez, comprobo que la estaca estaba en su sitio, y añadio- si, cubranos las espaldas sera lo mejor.- y comenzo a caminar en direccion a la luz observando su alrededor por si alguno de los seres queria atacarles por sorpresa.

Dupin asiente y deja que ustedes pasen primero. Frankenstein no lleva estacas, pero hace sonar los nudiños de sus puños de forma que ustedes sintieron pena por aquel que haga enfadar al monstruo. Strogoff, en tanto, saca su sable y se persigna mientras eleva una plegaria en su lengua natal. En tanto, como era de esperarse, Yañez muestra su buen humor ante la adversidad y dice:

- ¡Y yo que esperaba dar un paseo por el Molino Rojo! Espero que esto sea tan entretenido como para compensarme.

Cuando sobrepasan el umbral luminoso entran a a una especie de cabidad inmensa. como si se tratara de un anfiteatro subterraneo en el que se encuentran 6 ataudes cerrados. No hay movimientos de ningún tipo, pero en ese momento, escuchan una niña que ríe y después se pone a cantar alouette, pero nadie se dejaba ver.

a chia no le gustaba nada la situacion esos tipos parecian esconderse bien. y dado que chia no veia por delante a nadie, ni nada raro como miles de bichos o una niebla sospechosa, y detras tenia a sus compañeros, decidio mirar al techo por si acaso la amenaza venia de arriva no sin agudizar el oido por si localizaba de donde venia la cancion.

Apuesto a que no les gusta ni pizca que trasteemos con sus ataudes susurró el pirata malayo a sus compañeros, mientras adoptaba una postura defensiva, al unísono con Yañez Seguro que eso les cabrea...

Cuando Chia mira hacía arriba cae en cuanta de que en verdad este era un enemigo muy distinto a lo que habías enfrentado. Como si fueran murcielagos, cinco de esos bastardos se encuentran colgando del techo sobre sus cabezas. Pero de inmediato se dejan caer y los rodean. Una es la condesa y otra es esa niña que vieron en un principio. Los otros tres son una mujer muy bonita de pelo rubio y dos hombres de mediana edad. Todos los miran con ojos rojos y muestran sus agudos colmiloos en forma amenazante. No obstante, no atacan, sino que la condesa parece querer jugar un poco más con ustedes.

- Una cena poco común es la que nos ha traido esta noche. Tienen una opción antes de morir, por lo menos los que son humanos. Pueden ser desangrados o elegir la vida eterna, es su decisión.

El pirata malayo sonrió al escuchar las palabras de la condesa.
Una interesante elección... ¡A VER QUIEN DESANGRA A QUIEN! exclamó abalanzándose sobre aquella mujer sin dudarlo ni un instante, su alfanje recorriendo el espacio entre su mano y el cuello de la vampiresa...

La voz de chia sono como salida de las profundidades, y detras de sus gafas, aunque no se vieran sus ojos eran totalmente negros.- Se acabaron las bromas- y chia salto sobre uno de aquellos hombres vampiro  pegandole un puñetazo imbuido con el poder de su chi que destrozaria cualquier cuerpo humano  y por muy fuerte que fueran tambien el de un vampiro.

El ataque de chia es rápido, y como cuando intentaba matar Jack Pendragon, su ataque tenía una fuerza inusitada para un humano, pues el vampiro sale expulsado por el aire y choca con una pared. Esto hace que el resto de ellos se enfurescan y uno intenta probar suerte con Frankenstein, quien le golpea con fuerza para rechazarlo.

chia no perdio el tiempo e hizo lo que le habian enseñado se acerco al vampiro al que acababa de golpear y aprobechando que tendria que recuperarse de aquel golpe le clabo la estaca en el corazon  y luego le arranco la cabeza.

Chia es muy efectiva al encargarse de su primer vampiro, en tanto que Sandokan lanza un corte muy certero a otra de esas sanguijuelas. por lo que que ellas se repliegan a un rincon de esa especie de anfiateatro subterraneo. La condesa los mira con una mezcla de ira y miedo, pues seguramente pensaba que sería más fácil dar cuenta de ustedes. Pero entonces se ríe con una carcajada cruel y maligna para después decir:

- Por lo visto son más duros se lo que pensábamos. tendremos que ablandarlos un poco.

Entonces comienzan a sentir un gemido debil, que luego se generaliza con varias de bocas que gimen. En seguida, las losas de las paredes se rompen y unas horribles cosas salen afuera. Son una docena de cadáveres animados y asquerosos que los miran intimidantemente. Dupin exclama:

- Mon Dieu! sont revenant!... Revenantes, victimas de los no-muertos que no fueron transformados pero se han transformado en cadaveres sedientos de sangre.

Tú y Jack se mueven por los tuneles apoyandose el uno en el otro. Aunque la cercanía física es del todo inapropiada, la verdad es que sentir contacto humano es algo gratificante en ese momento y, por lo que ves, a Pendragon no le molesta tenerte cerca. No obstante, pronto ven una luz al fondo de esos oscuros túneles y ruidos de pelea. Jack solo te mira, pero no dice nada. Tenían que nuevamente ir a la pelea.

Cuando cruzan el umbral, se encuentran en una especie de anfiteatro subterráneo. En el centro se encuentran sus compañeros rodeados de lo que parecía una veintena de cadaveres andantes y, en lo alto del anfiteatro, cinco vampiros que miran con satisfacción el espectáculo.

¡Maldita sea! exclamó Sandokán No tengo idea de qué son esas cosas... ¿se les puede matar cortando sus cabezas? preguntó el pirata malayo más por romper el tenso silencio impuesto en el grupo que por verdadera curiosidad Bueno, supongo que habrá que averiguarlo por las bravas... ¡Yañez, a mí!¡Por Mompracem!

Sandokán arremetió alfanje en mano contra aquellas hediondas criaturas, sin saber muy bien si su ataque tendría éxito o no, ni si sobreviviría al combate... mas así era la vida del pirata...

La hoja del alfanje, sin embargo, pasó rozando la cabeza amorfa de uno de aquelllos seres horribles, sin que su filo hiciera mella en su dura piel.

Escuchar el sonido de una trifulca hizo que me pusiera alerta, pues estaba segura de que los que tendrían problemas serían nuestros compañeros y ver la escena, tan sólo corrovoró mis sensaciones, pero al menos, me detuve en seco aún sujetando a Pendragon, aunque apartando a ambos hasta un lugar donde no pudieran vernos.

- Tenemos que hacer algo, pero meternos ahí en medio no va a ser una buena idea. Están rodeados así que mínimo necesitarán una distracción para poder salir de ahí.. ¿ Tiene algo con lo que hacer fuego? Un teatro seguro que arde con mucha facilidad..

No era la mejor idea del mundo lo de prender fuego al lugar donde te has metido, pero sin duda, era una forma como otra cualquiera de que tuvieran que preocuparse por más cosas que por matarnos a nosotros.

Chia se mantiene fría ante la presencia de esos muertos caminantes, pues se las cosas que ha enfrentado a lo largo de su existencia, esto no era ni en lo más minimo peligroso. No obstante, ella sabía que lo importante no eran esos despojos, sino los vampiros que estaban en lo alto, asi que intenta abrirse paso con su chi.

El golpe de energía le deja el paso libre para ir a por los vampiros.

Chia logra tirar al suelo a algunos de esos muertos, mientras se sandokan y Yañez usaban sus espadas, pero con poca efectividad, en tanto que Frankenstein y Strogoff cubren a Dupin. Entonces por la puerta que habían entrado antes el grueso del grupo, aparecen Pendragon y Mina. Ambos un poco pálidos pero parecían estar bien. Mina le dice algo a Jack, pero este le hace una seña, indicándole los vampiros que se encuentran en lo alto. Luego Pendragon hace sonar su voz y llama la atención de todos:

- ¡Ya es suficiente de toda esta mierda! Acabamos de dar cuenta del cabecilla de este miserable aquelarre de sanguijuelas. Así que ahora, si les queda algo razón en sus cerebros muertos, entreguennos al Fantasma o antes del amanecer todos ustedes se ganarán una estaca en el corazón.

Obviamente, Pendragon intentaba provocar a los vampiros con eso de que habían matado a su jefe.