Partida Rol por web

El pirata malayo asintió conforme, antes de girarse hacia su caamarada portugués Yañez, cuida del barco, y ten cuidado.

Señor Pendragon, cuando guste animó Sandokán a iniciar el pequeño viaje.

No creía recordar a nadie con ninguna habilidad que le permitiera dejar cenizas en el suelo cuando hacía alguna cosa, aunque quizás simplemente podía estar fumando, no tenía ni idea, pero no había forma de descubrirlo así que me encogí de hombros.

- Iré a ponerme más cómoda para bajar entonces. Supongo que la isla no estará adoquinada. - Antes de echar a andar me volví de nuevo para hablar. - Saben que estamos sin agua y que seguramente pararemos en el primer lugar que podamos, no me extrañaría que nos estuvieran esperando.. - No hacía falta ni intuición femenina para imaginarse eso.

Miré a Pendragon asintiendo y salí por la puerta para ponerme una ropa que me permitiera moverme mejor en caso de ser necesario, cosa que solía acostumbrar a pasar cada vez que salíamos.

dije lo poco que sabia sobre aquel polvo, por si es servia de ayuda, pero despues sabiendo que lo de investigar no era lo mio, y opinando igual que Mina sobre que podiamos tener compañia en la isla, tenia que ir a la isla, y dejar a los del barco la tarea de investigar, me fui a prepararme a la habitacion para luego bajar a la isla.

- ten cuidado- dije a Karameneh como despedida

Debido a su forma de barco, el Albatros no tiene ningún problema en posarce sobre las aguas del Atlántico, cerca de la isla que han avistado. Robur consulta sus mapas pero no encuentra mayores datos mas que un nombre: La Isla de la Calavera. Y este nombre se entendía al ver una forma rocosa en la parte sur de la isla que se asemejaba a un craneo humano. 

Pronto el grupo formado por Mina, Sandokan, Chia, Jack y 10 tripulantes se encuentran en un bote en dirección a pas costas de ese lugar, que parecía estar cubierto en su totalidad por una espesa jungla. No obstante, algo raro tienen esas plantas, como si fueran de un tiempo mucho antediluviano.

Mirar aquella isla era como si estuviera yendo a alguna especie de lugar que jamás había pisado el hombre o algo así, cosas de esas que pasan por tu imaginación, aunque claro, alguien ya habría estado si estaba cartografiado, pero era como algo que me daba un poco de respeto, ya que sólo había algo peor que que nos pudieran estar esperando, que encima hubiera problemas con lo que quiera que pudiera haber allí dentro, aunque esperaba que la cosa fuera tan simple como llegar, encontrar agua potable y marcharse.

- ¿ Teneis la sensación de ir a pisar un lugar perdido o algo así? O es que ya me estoy haciendo mayor y empiezo a tener alucionaciones de niña por ello..

Estaba incluso hasta algo nerviosa mirando aquel lugar, como si de repente fuera a ver aparecer un dinosaurio.

Jack miraba la playa con tanta onquietud como todos ustedes. Por ello toma unos prismáticos que llevaba cogados a su cuello y les informa:

- Si esto es una trampa de los alemanes, es la trampa más estúpida que he visto en mi vida. Hay unas tiendas de campaña en la cosata y veo gente pululando por ahí.

Y si miranban bien , podían ver a lo lejos la tela color caqui de esas tiendas en la playa.

Sandokán contemplaba con ojos atentos la isla en fomra de calavera a medida que se acercaban a ella.

Me recuerda al hogar del Fantasma que Camina... se dijo mentalamente, recordando al su ya difunto amigo.

Cuando Pendragon señaló la presencia de otras personas en la isla, el pirata malayo frunció el ceño. Es demasiada casualidad ¿no creen? En mi opinión deberíamos recoger las provisiones y abandonar el lugar de inmediato. No sabemos quién es esa gente ni porqué se han establecido en semejante lugar... pero lo primordial es que no delaten nuestra posición.

No esperaba que hubiera tiendas de campaña allí, pero claro, para mirar a simple viste tuve que esperar hasta estar más cerca y así poder echar un vistazo, sino era imposible que alcanzara a distinguir aquellos detalles.

Negué con la cabeza cuando habló Pendragon y le quise recordar lo sucedido:

- En su casa, Pendragon, también había más gente y a mí han intentado matarme..

Así que eso de que porque había gente allí " acampada " y de que no podía ser una trama por eso, tampoco tenía demasiado sentido porque podían esperar tranquilamente a que nos alejáramos de ellos para intentar deshacerse de nosotros.

- Creo que Sandokán tiene razón: Buscar, coger, marcharnos..

chia observo desde la lejania la Isla y dijo- bueno tal vez no les haga falta tender una emboscada, y simplemente esten sobradamente armados, y tengan superioridad numerica. - luego antelas opiniones de sus compañeros añade - estoy deacuerdo, aunque pudiera ser entretenido, no tengo ganas de desperdiciar mi fuerza, pues pronto tendremos una dura pelea.

Pendragon no parece muy convencido, pero sigue observando por los prismáticos. Después pone cara de extrañeza y les dice:

- Uno de esos hombres esta haciendo señales con una lampara... es clave Morse... CUI... DA... CUIDADO CON... EL... LAGAR...TO... MAR.... MARINO... ¡Mierda!.

Antes de que pudieran digerir esa información, una enorme y monstruosa cabeza sale del mar y abre su enorme boca llena de dientes dejando escapar algo parecido a un rugido. Aún está a unos 20 metros del bote, pero saben que, si lo desea, el monstruo pronto estará sobre ustedes.

creo que deberiamos de darnos prisa, sea una trampa o no, no me apetece ser la comida de ese bicho, chia se acerco a los remos y dijo- creo que puedo darnos mas velocidad remando- y se sento agarrando los remos.

- ¿ Un qué?

Fue todo lo que se me pasó por la cabeza antes de mirar al agua y ver aquella enorme cosa que se nos acercaba, lo que me hizo sentarme máqs en el centro del bote, como imaginando que aquel animal no tardaría en intentar hacernos caer al agua para darse un festín y si se podía llamar lugar seguro o algo parecido, era lo más sensato colocarse en el centro.

- Como tengamos que llegar a la playa nadando..

No estaba muy segura de si podría nadar yendo vestida con una falda que me llegaba hasta los tobillos pero lo veía más bien poco probable, por no decir que el ejercicio físico y yo teníamos el mismo problema de siempre.

- A estas alturas Mina, ya deberías estar más entrenada que esto..

Chia podía perfectamente remar con la fuerza de varios hombre; aunque esto no impidió que los tripulantes que los acompañaban pusieran más ahínco en impulsar el bote hacía la costa. No obstante, el interés de ese monstruo marino cambió, pues otra criatura de cuello largo emrgió de las olas y se travo en un salvaje combate con el otro. Era tal la fuerza de esos dos monstruos que sus movimientos picaban el mar y hacían que el bote se meciera peligrosamente.

Sin preocuparse de si los que estaban en playa los esperaban para atacarlos, los tripulantes se apresuran no paran hasta que el casco del bote se hunde en la arena dorada. Ahi. un hombre de unos 50 años, impecablemente vestido y acompañado con un chimpance. El hombre los mira con interés y, con un impecable acento ingles, les dijo:

- Buenos días, señorita y caballeros. Es bastante arrisgado lo que acaban de hacer, pues la fauna de esta isla es un tanto peculiar y se comporta violentamente. Les enviamos un mensaje en clave Morse porque no podiamos hacer nada más... ¡Pero que descuidado soy! Hay que empezar esto como es debido. Yo soy el Doctor John Dolittle y la gente que ven pertenece a una expedición de investigación.

Se notaba que era un hombre muy educado. De seguro se trataba de uno de esos ingleses que tomaban té a las cinco no importando cuáles fueran las circunstancias.

El pirata malayo abrió desmesuradamente los ojos al ver la enorme criaturaa que se les echaba encima, y quizá un poco más xcuando otra surgió para combatir con ella.

Por todos los infiernos, esas cosas son enormes...

Afortunadamente la potencia de los remeros, en particular de la fuerte y extraña Chia, hizo que todos llegaran a a salvo a la playa. Allí un hombre elegantemente vestido, aunque pareciera mentira en aquellos parajes, los recibió.

Sandokán estrechó la mano del tal Dolitlle. Si nos deseara algún mal, simplemente hubiera dejado que nos comiera ese monstruo...

Es un placer, Dr Dolittle. Mi nombre es Sandokán, capitán de los Tigres de Mompracém. Estos dijo pensando con celeridad son mis invitados, a bordo de mi nave.

Espero que ninguno delate sus verdaderas identidades, nunca se sabe quienes podrían ser los patrones de estas gentes, y a mí jamás se me ha relacionado con la Liga de Caballeros Extraordinarios...

Me alegré muchísimo de estar en tierra, sobretodo, después de acabar de ver a aquella criatura que no hubiera dudado en arrancarnos la cabeza de un mordisco y sonreí al ver sin duda, a un hombre inglés de modales.

- ¿ Sus invitados? - Pensé cuando escuché las palabras de Sandokán y pensé que quizás estaba tratando de ocultar nuestras identidades o algo parecido, pero eso precisamente era lo que menos pensaba hacer.

- Un placer conocerle señor Dolittle. - Hice un gesto formal de saludo. - Soy Mina Murray y hemos tenido que arrivar a " su isla " porque necesitamos agua para el navío de Sandokán..

Era un poco raro tener que estar mintiendo y diciendo la verdad a la vez, pero seguro que resultaba más fácil si nos decían dónde debíamos ir a por ella.

Chia simplemente miro al hombre y dijo- soy chia- despues miro a su alrededor con curiosidad por saber que era ese sitio, y que hacian esas perdonas alli, asi que camine observando aquel campamento sin alejarme mas de 2 metros de mis compañeros y de lo que decian.

El doctor Dolittle se acerca y caballerosamente besa la mano de Mina, y saluda al resto. Después, cuando escucha todo aquello del agua, les dice:

-Pues en eso si puedo ayudarles. Conocemos una fuente de agua dulce en el interior de la isla. Pero antes dejenme presentarles a mis compañeros.

Los invita a seguirlo a las tiendas de campaña y ahi hay tres sujetos de edad madura y otros tantos animales. Al verlos junto a Dolittle, uno de ellos (Gordo, bajo e irsuto) los mira con algo de enojo y dice:

- ¡Lo que nos faltaba! ¡Ahora tenemos turistas!.

El otro sujeto (el más viejo, aunque no por eso parecía debil) les mira con interés cientifico. Por su lado, Dolittle les dice:

- Por favor, no tomen en cuenta los modales de mi colega. Cuando lo tratan por un tiempo... digamos unos 10 años, se dan cuenta de que es una buena persona.

El gordo barbón se toma la broma con filosofía y solo le da da una mirada divertida a Dolittle, quien continúa:

- Este señor tan amable y tierno es el naturalista britanico George Challenger, el jefe de esta expedición. Por otro lado, este otro caballero es el aclamado geologo alemán Otto Lidenbrock. Seguramente abrán leido en los periodicos o les habrán hablado en la escuela acerca de como Herr Lidenbrock en contro en Islandia un paso al centro de la tierra. todos estamnos acá para investigas el fenomeno de los Paleoecosistemas aislados.

En efecto, Lidenbrock era una celebridad cientifica respetada en la mayoría de los paises del mundo.

Escuché atentamente todas aquellas presentaciones y sobretodo, cortesmente, aunque alguno de ellos fuera más bien poco agradable, pero como siempre, la educación era lo primero y había que guardar las apariencias, aunque se me ocurrió la idea de que si hubiera nacido en un país sin civilizar, es decir, en muchos que no fueran Inglaterra, todo sería más fácil o quizás, ya me habría muerto a estas alturas de mi vida por bocazas.

- Menos mal que ni se me ocurriría decir todo lo que pienso.

Con una sonrisa saludé a todos los presentes y alabé al científico de la única forma que sabía.

- Es un placer conocer a gente tan sumamente importante y espero que no les entretengamos mucho tiempo, no queremos importunarles, pero les estaríamos tremendamente agradecidos de que nos indicaran el lugar en el que podríamos recoger agua.

De entre todos los animales que se encuentran ahí ( el lugar parece zoologico con un pato, un perico, un cerdo, el mono de Dolittle, un buho y quiza que más que no veían en ese momento) un perro semejante a un lobo se acerca a ustedes, los olfatea, le lanza un pequeño gruñido a Chia pero al resto le mueve la cola e incluso le extiende la pata a Mina como una especie de saludo.

Challenger, que mira esto atentamente, se acerca y les dice:

- Por lo visto le han agradado a mi compañero... eh... disculpen mi arrabato de hace un rato. La verdad es que a veces hablo más de lo que debo. Este amigo suele tener mas modales que yo... me lo obsequío un sujeto que había estado en Alaska y se llama como su padre, Colmillo Blanco... Una vez más les pido disculpas y estoy a su servicio.