Partida Rol por web

Anabeth le sonríe a Percy cuando le dice que ella vaya primero.

¿Claro, el gran hijo de Poseidón tiene miedo de cargar a la batalla sin alguien para frenar su ataque?

Se aferra a su daga y corre hacia el gigante preparándose para hacerle todo el daño posible.

Alrededor de toda la calle la batalla empieza a rugir por todos lados, se escuchan muchos gritos en latín y griego por parte de los campistas de ambos campamentos, de todas formas ustedes no se logran fijar en el combate porque algo rápidamente se lleva su atención.

En el medio de la calle Norte carga con sus espadas preparadas para fulminar al gigante como si fuera un niño que merecía una piedra de carbón como regalo de navidad. El gigante retrocede ante los brutales golpes del ruso y pierde el equilibrio tras el gran ataque.

Gran parte de la liga concentró sus ataques en el mismo gigante que atacó Norte, eso hizo que sumado su daño al del resto el gigante cayera como un saco de papas. De todas formas, el resto de la liga empezó a atacar al otro, puntualmente Asriel y Sonea fueron quienes se empezaron a encargar de este gigante, pero lo más preocupante no era este, sino que detrás de estos había filas y filas de monstruos que seguían llegando y esto solo era el comienzo de una pesadilla mucho peor.

Lord Asriel volvió a disparar, pero mientras apuntaba a uno de los monstruos y trataba de meterle una bala en donde se suponía estaba su cerebro, ordeno a los demás.

¡San Norte! Usted y los que puedan pelear al frente. ¡Percy acompáñalos!

Intentaba organizar aquel caos, aquellos eran sus aliados y estaban atacando por separado.

Los demás. Quienes no puedan pelear  manténganse atrás y apoyen, la magia estará disparando desde la retaguardia.

¡Sonea!  ¿Podrías  lanzar una magia ofensiva de gran escala?

Lo mismo va para Luna y Sydney. Les daremos tiempo para que hagan lo que sea necesario.

Avanzo tratando de obligar a las magas a retroceder, ellas podían atacar a muchos con el hechizo adecuado.

Al oir a Asriel asiento y me repliego, intentando formar con el resto de la primera linea un muro de contención para los ataques pero sin dejar de atacar a cuanto gigante encuentre.

-¡Buen plan Asriel!- le grita para indicar que estaba de acuerdo con su proceder. -¿Alguien puede decirme dónde obtener el objeto que precisamos de esta dimensión? Estoy... Algo perdido, se parece a mi mundo pero no es igual-.

Se acomoda a la vera de Geralt, Diego y Arya. Al parecer Percy atacaba con sus co-dimensionales en una ofensiva particular. Norte, particularmente, toma el centro, la "punta de la lanza".

Geralt escuchó las palabras de su compañero Asriel y, a pesar de que no acostumbraba a luchar bajo órdenes, supo ver la sensatez bajo el tono de mando del hombre y se posicionó al frente junto a sus compañeros, reservando para sí un espacio un poco más amplio. Su estilo de lucha así lo requería.

-Haced que caigan y serán nuestros. ¡Aguantemos la línea!

Se colocó en posiciónde espera, aguardando al embate del siguiente gigante para contraatacar junto a sus compañeros. Tenía una forma de moverse muy ágil, casi sobrehumana se diría, realizando movimientos amplios y rápidos, moviendo su espadón de plata con asombrosa facilidad alrededor de su cuerpo como un filo danzante difícil de seguir incluso para el ojo experto.

Luna no había terminado de contemplar la curiosa escena entre Percy y su novia cuando una horda de enemigos se iba acercando. Miró a Percy y ante los gritos de Asriel, le preguntó - ¿Qué tanta destrucción podemos causar? - le dijo mientras buscaba un objeto que se encontrara cerca de los monstruos. Su idea era retrasar su avance y entonces, dijo - !Bombarda maxima! - debía ser lo suficientemente lejos de ellos como para no dañar a sus amigos pero lo suficientemente cerca de sus enemigos para que fueran afectados. Si bien podía no destruirlos a todos, sería de ayuda.

Aún no había olvidado cómo pelear de esa manera logrando salvar su vida varias veces de los guardias del Reino y otros malhechores que debía ver a diario en su vivencia en las Barriadas. Su tía probablemente le pediría que no volviese a atacar de esa manera, pero Sonea era consciente que debía hacerlo en pos de la ayuda. 

Pero cuando se preparaba para ayudar, Asriel ordenó un acomodo que le hizo sentirse parte del ejército y se tensó por pocos segundos, mas sabía que no era momento de recriminar tomando en cuenta que el hombre tenía razón.

-¡Haré lo mejor que pueda!

Gritó mientras se dirigía a la parte de atrás dejando sus dos dagas flotando y atacando como si tuvieran vida propia a los ojos del gigante. Esperaba cegarlo para complicar su contienda y no luchase con facilidad. Se colocó atrás y comenzó a recordar una técnica que usó en un ejercicio de combate en la escuela para ganarle a Regin. Comenzó a concentrar su poder para realizar un azote de paro lo suficientemente poderoso como para paralizar a varios de los enemigos. Poco a poco percibió cómo su Energía Interna se concentraba y los que estaban alrededor de ella podían ver cómo surgía un color rojizo pálido de sus manos.

Annabeth seguía con Percy en el frente tratando de mantener a raya a los gigantes, de todas formas los ataques desde la retaguardia fueron los que hicieron más daño, en especial el bombarda maxima de Luna que terminó por hacer explotar uno de los brazos de los gigantes.

El resto de la liga logró terminar de fulminar al gigante en el suelo, pero detrás de él un grupo de cuatro manticoras se preparaban para atacar, en eso Annabeth mira a Norte y se pone a analizar su pregunta.

¿Objeto? El objeto sería el edifico que tenemos atrás, toda nuestra sociedad está ligada al Monte Olimpo, si el Olimpo cae nuestro mundo también caerá.

Cuando las manticoras se acercan Annabeth se aferra de nuevo a sus armas y se prepara para atacar.

¡Son interminables pero debemos repelerlos!

Stelmaria alzo las orejas tan alerta como podía, aunque no estaba peleando aquel no era su terreno de caza, enfrentaban depredadores que podían aplastarla y como buena cazadora sabia en que peleas no debía involucrarse.

Solo podía escuchar como Asriel seguía dando órdenes.

¡Mantengan la línea como dice Geralt!

Stelmaria podía ver como los dos patas con dones estelares apoyaban de lejos y los combatientes contenían a sus rivales, parecían estar haciéndolo bien. 

Sonea estaba tratando de realizar dos cosas a la vez: seguir atacando con sus dos dagas a distancia con su magia imbuida en ellas y realzar una flor de azotes de paro para ayudar. Sin embargo, sabía que eso era muy complicado por hacer y se esforzaría para que saliese bien y ser más de ayuda que un estorbo, pues todos trataban de dar lo máximo en esta situación un tanto precaria.

Hemos ganado facilmente el primer asalto, que bien me habría venido la Liga en la Batalla de Nueva York. Cuando Annabeth responde a Norte me giro hacía mi novia:

-¿El Olimpo en peligro? Que raro.- digo mientras le sonrio irónicamente.- Por cierto, ¿sabemos algo de los dioses? No nos vendría mal un poco de ayuda la verdad.

En ese momento la mantícoras empiezan a avanzar por la calle, no me traen buenos recuerdos, el Dr. Espino nos dio bastantes problemas hace algunos años.

Me lanzo con Contracorriente en ristre hacía mis enemigos para acabar con ellos cuanto antes, no podemos dejar que se acumulen.

Aunque Diego no acababa de entender todo lo relacionado con los dioses y lo del monte olimpo, era conocedor de la mitologia grecorromana gracias a su gran amigo Quevedo y a las abundantes referencias en las obras literarias del momento. Se unio a sus compañeros con el grito tan caracteristico de los soldados de los tercios españoles: Santiago y cierra España.

Y no dudo en atacar con su espada ropera y su daga vizcaina, los numerosos años como soldado en medio mundo le habian aportado numerosas cicatrices y experiencia, sabia que con valor y un mando eficiente podrian tener posibilidades de vencer incluso aunque fuesen inferiores en numero.

Señor Atticus, sabemos algo mas del objeto, algo que pueda servir como pista al compañero Percy y a su moza?

En los anteriores mundos el objeto ha estado en un lugar caracteristico, propongo que acudamos al lugar que llamais Olimpo. Pero antes procuremos resistir al avance enemigo. Resistan compañeros!

Sablazo tras sablazo, con Geralt y Diego a su diestra y siniestra el hombre resistía la carga de los gigantes sin problemas cuando por detrás de ellos llega la "artillería", un ser mezcla de reptil y león de apariencia tan fiera que Norte sintió ganas de adoptar uno como mascota.

Él no era un experto en dioses, pero tenía entendido que el objeto más poderoso en las historias griegas eran dos -El agua del Estigia o el Rayo de Zeus- se dijo -Y ninguno será entregado amablemente, por lo que solo queda una opción-

-Debemos subir al "Olimpo" para protegerlo- gritó mientras daba otro golpe a uno de los pocos enemigos de cuerpo a cuerpo que alcanzaba y señalando con mi otro brazo la punta del edificio.

Luna explotó el brazo de ese gigante y sonrió. Siempre había sido una bruja talentosa y eso no cambiaría incluso en un momento de crisis. Tras esto, escuchó a Anabelle y miró la torre gigante que parecía tocar el cielo. ¿Qué magia sostendría una torre tan alta? Tal vez ninguna, pero no era el momento de preguntarse sobre eso.

- Tengo un hechizo que puede ayudarnos a subir más rápido, aunque no sé si pueda funcionar con todos a la vez - dijo mirando a Anabelle.

Diego acostumbrado a tener que tomar decisiones rapidas en algunas escaramuzas contesto a su compañera Luna.

-Si no podeis con todos subid primero al señor Percy y a su bella acompañante, ellos sabran mejor que nadie que podemos estar buscando, y que suba tambien un guerrero adulto para ayudarles y una hechicera y tal vez Artemis o Asriel, creeis que podreis con las personas que acabo de nombrar? El resto esta de acuerdo con esa decision? Mientras ellos buscan el resto nos quedamos aqui combatiendo.

Por un breve momento logran ver una cosa extraña en el cielo, mientras los Dioses del Olimpo luchan salvajemente contra las fuerzas del Rey Carmesí ven un pequeño ser de alas negras volando por el medio de la batalla observando como se mueve el resultado del combate. Tras unos segundos la negra figura desaparece en la oscuridad de la noche.

Steelmaría logra ver una luz a su derecha (dirección norte), por unos segundo la luz aparece del otro lado de Central Park y luego desaparece. 

Mientras el grupo empieza a hablar de retroceder hacia el Olimpo Annabeth se gira y grita con fuerza.

¡No, no podemos retroceder tenemos que hacerlos retroceder a ellos!

La chica lleva sus manos a su boca y grita con mucha fuerza.

¡Groover ahora!

A su derecha pueden ver como los árboles del Central Park salen de la tierra y empiezan a formar una especie de muralla vegetal contra la que los monstruos empiezan a agolparse y a empujar a los árboles para un lado y para el otro.

¡Tenemos que atacarlos mientras se detiene el avance!

El grupo aprovechó para atacar fueron Percy, Norte y Sonea los que se encargaron de limpiar a uno de los gigantes, pero el resto seguía llegando con una fuerza que empezaba a arrastrar a los gigantes hacia atrás.