Partida Rol por web

Estaba siendo una mañana tranquila como todas ellas, no había ninguna novedad en las noticias excepto por los cotilleos de siempre y que no aportaban ninguna novedad. Lo mismo con la agenda habían varias reuniones en las que se tenía que presentar y en la que revisar todavía aún más documentos. 

Habían pasado varias horas en la oficina hasta que extrañamente comenzó a oírse un sonido o más bien dicho un ruído que era bastante extraño en las oficinas. Comenzó a oírse mucho alboroto fuera de su despacho, hasta que sin tocar un hombre accedió a su despacho. Al ver su rostro viste que se trataba de uno de los guardias de seguridad del edificio y que venía con mucha prisa hacia usted acompañado de varios escoltas.- Señor Cullen tiene que acompañarme de inmediato...- el hombre le cogió por el brazo sin dilación y le puso una mano en la espalda apurándole a salir de inmediato del despacho.- ...es urgente que salga aquí de inmediato.- el hombre habló por el pinganillo que llevaba en la oreja dando órdenes directas, mientras le llevaba hacia la salida. En cuanto el hombre consiguió meterle en una pequeña nave terrestre comenzó a darle explicaciones.- Señor, La Liga ha declarado el estado del comando Gamma...- sabía que no tenía que darte muchas explicaciones más que esa para que te dieras cuenta de la gravedad del asunto. El comando Gamma era una especie de ley marcial pero muy radical, negaba cualquier tipo de transacción entre los planetas y gobiernos sin que se pasara por la autorización de La Liga y los planetas que no se opusieran se convertirían inmediatamente en objetivos de La Liga. Al parecer a La Liga no le había gustado nada de que se les acusara de ineptos y dudaran de su eficacia pero llegar a esos extremos era terriblemente radical.

Señor necesitamos llevarle a su residencia de inmediato y que se quede allí, es posible que sea un objetivo de La Liga...- después de todo su empresa era un gran objetivo para La Liga y eliminar todo lo que se relaciones con ella.- Dígame, señor, ¿quiere avisar a alguien?¿O cree que debemos buscar a alguien por usted?

Nervioso por la falta de noticias de Arthur pongo en orden todo mi equipo, pistolas, chalecos, mochila de emergencia para viajar e identidad falsa por si me descubren y quedo quemado como espía.

Que Arthur no responda cuando en teoría no tiene ningún trabajo que yo sepa, hace que me preocupe mucho, porque si un hombre con su experiencia cae significa que otros muchos lo han hecho antes...

Edward siguió el juego a esos tipos. Sus declaraciones eran realmente preocupantes, aunque era un escenario que había previsto, uno de los miles escenarios que tenía previsto en sus análisis de riesgos periódicos. Él era un tipo que no era portada de nada, sus tratos que no siempre eran legales, siempre estaban enmarañados con palabras clave y empresas pantalla.

Justo antes de abandonar su despacho indicó a Silvya que iniciase el protocolo 143. Ella sabría que hacer.

Una vez en la nave, estuvo realmente tentado en pedir ayuda para su hermano pero eso tiraría por la borda el esfuerzo de mucho tiempo además que si lo relacionaban con él podría llegar a tener problemas.

— No, nadie. No hay nadie importante. — respondió escueto al soldado.

Lo que si que haría sería contactar con Nahla, ella era de la Liga y quizá le podía explicar que demonios está pasando.

El intercomunicador se quedó en silencio durante unos segundos antes de que te respondieran.- Capitán Rylek aquí el habla el capitán Droken, del escuadrón 76º de La Liga.- el hombre se dirigía de manera cortés pero aparentemente molesto.- ...La Liga ha activado el comando Gamma por lo que tenemos órdenes que debe cumplir en este instante.- el comando Gamma era casi como una ley marcial pero casi algunos lo podrían considerar como terrorismo, más que como una ley, el comando Gamma se estableció para cuando el caos se apodara nuevamente de la galaxia y así La Liga tuviera poder de decisión ante los gobiernos pero se podía ver a leguas de que La Liga solo intentaba ganar su prestigio y orden a través del miedo.- le pedimos que baje los escudos, apague motores para poder registrar su nave de inmediato...- el hombre esperó unos instantes a que hicieras lo que había pedido y volvió a hablar por el intercomunicador.- Segundo aviso, Capitán Rylek si no obedece nuestras órdenes, dispararemos de inmediato contra su nave.

Seth giró la cabeza un par de veces pensando si hacer caso o no hasta que decidió hacer lo que decían, tampoco era plan de morir o jugársela en ese instante.

- Muy bien, mandamás.. ya está todo apagado, pero no os quejéis del desorden, no esperaba visita, y menos de vosotros.

Acto seguido fue a vestirse un poco mejor y de paso guardarse un cuchillo en la bota y de paso preparar un poco sus cosas por si en algún momento la cosa se pudiera poner grave dentro de la nave, como mercenario debía tener en cuenta que La Liga no era trigo limpio, y eso que él tampoco lo era.

El bar no había nada que aparentara ser diferente a otras ocasiones, era un sitio que frecuentaba muchos mercenarios ya sea para tomar algo o para encontrarse con clientes o informantes por lo que observar a alguno muy de cerca podía ocasionar problemas sin motivos en ese momento.

Por mucho que examinabas la tarjeta no tenía nada anormal, pulsaste un código que te había mandado el cliente por una transmisión privada cuando aceptaste el encargo y dentro aparecía una serie de indicaciones para ir hasta un prostíbulo que había en esa misma zona y llevarlo hasta unas coordenadas en la galaxia. Sabías que en esas coordenadas no había ningún planeta o satélite donde poder encontrarte con el cliente por lo que si o si tendría que ser una nave. 

Lo extraño de aquel encargo era que te habías reunido con un mediador y no con el cliente directamente, ¿por qué? el hombre a tu lado no tenía pinta de querer hablar pero tampoco perdías nada si le querías hacer alguna pregunta sobre el encargo y si era otro mercenario que tenía el cliente a su disposición, ¿por qué no le pedía el encargo a él? Había algo muy extraño pero de momento no podías sospechar de qué se trataba.

- No tengo mucho tiempo para explicaciones pero básicamente, si... podemos proteger a tu madre...- dijo sin dudar el trizani dentro de tu mente.- Necesito que tomes una decisión ya, antes de que vuelva ese asqueroso ser.- el trizani que te hablaba en la mente era muy tajante, puede que fuera a causa del riesgo que podía suponer para ambos que huyeras de ahí. La única confianza que te daba era por ser de tu misma especie y no creías que otro trizani pudiera traicionarte pero ya tenías la suficiente experiencia para desconfiar de todo y todos. 

Aunque te escaparas y luego te traicionara, sabías que no podías hacerle frente, ya solo que pudiera hablar por una conexión neuronal tan estable podías deducir que el trizani era mucho más fuerte que tu e igualmente, ¿qué ganaba él si te sacaba de allí?¿Tenía algún interés en mente?

En ese mismo momento en que recogías todas tus cosas, te sonó el intercomunicador dándote una noticia por poco catastrófica. La Liga había activado el comando Gamma en todo el universo, era conocido para todos que ese comando solo se activaría en caso de que el universo sufriera una catástrofe intergaláctica pero eso no estaba pasando. En ese momento sabías que La Liga quería ganar el prestigio y el respeto perdido debido a una ley marcial que habían establecido para proteger a todos y ahora la usarían para todo lo contrario.

Fuiste a salir de tu habitáculo cuando justo te encontraste con un hombre encapuchado en la puerta de su casa, estaba apoyado sobre un brazo. Estabas a punto de apuntarle cuando caíste de que era Arthur y no solo eso, estaba malherido...

Cogiste el intercomunicador, tecleaste varias opciones para intentar realizar una conexión segura para hablar con Nahla pero el intercomunicador no pudo hacer conexión con el de Nahla por lo que, solo pudiste pensar que era por que estaba en una misión o por que algo le podía haber pasado, sea como fuera ahora era mejor asegurar tu posición y luego ver con quien podías ponerte en contacto para establecer conexiones.

Mientras la nave pasaba por las calles de la ciudad se podía ver a través de ella en las enormes pantallas que estaban en continuo movimiento que se centraban en las noticias de los gobiernos principales del universo y como la mayoría reunía a sus consejeros para decidir que actitud tomar ante tal decisión tomada por La Liga. No era de extrañar que los sectores de Garvon y Exeter anunciaran que se encargarían de seguir las órdenes de La Liga pues ellos habían establecido su poder gracias a La Liga.

Los guardaespaldas te llevaban a tu vivienda para que cogieras tus enseres personales, así como identificaciones y todo lo que te hiciera falta para sacarte del planeta y llevarte a una nave donde estarías a salvo. Aunque ir en una nave por el universo a la espera de que se decidiera que hacer no era tu mejor idea, si era cierto que si te quedabas en el planeta luego el hecho de salir de ella sería muy complicado.

Accediste a tu vivienda sin muchos problemas, pero los guardaespaldas se quedaron examinando la zona asegurándose de que nadie entrara, pero aquello fue un error por su parte ya que en cuanto pisaste tu dormitorio, una mano te tapo la boca y una voz femenina te habló al oído .- Será mejor que no grites, si lo haces no puedo ayudarte…

Lo jodido es que la situación de todos está comprometida, la Liga y su ley marcial complica demasiado la estancia. Ya he recogido todo lo necesario para escapar cuando me encuentro de bruces con un hombre encapuchado, al principio creo que vienen a por mi porque me descubrieron pero no, es Arthur que llega herido. Así que por instinto le hago entrar cerrando tras su entrada.

Me tenías preocupado, comento llevando a mi mentor a mi cama con cuidado mientras con mi mano libre busco entre mis contactos un medico que por dinero o por que me deba algún favor pueda curar a Arthur pero no haga preguntas, necesito discreción y un medico que se mueva en la fina línea de lo ilegal.

Edward no hizo ningún movimiento en falso. No era la primera vez que se veía en una situación parecía y sabía que tenía que tener sangre fría: si lo hubieran querido matar ya estaría muerto, por lo que quedaba que buscaran información, dinero o secuestrarlo.

Levantó las manos lentamente y negó con la cabeza haciendo entender que no haría ninguna tontería.

— ¿Ayudarme? — musitó en voz baja, para ganar tiempo. Tenía a los guardaespaldas fuera, no estaba todo perdido. Se fijó también en el resto de la habitación para ver si veía alguien mas.

Accedieron 5 agentes a la nave entre ellas estaba el capitán que nada más subir, comenzó a dar indicaciones para que rastrearan por completo la nave. Ninguno hizo ningún comentario con respecto al desorden y tampoco se cortaban en tirar algunas cosas o revolverlas de ser necesario. El capitán pidió que te quedaras en todo momento con él y que no hicieras ninguna tontería mientras esperaban al resto por revisar la nave.

Aunque antes de que pudieran salir desde la bodega carga comenzó a oírse fuertes disparos contra el casco de la nave, ¿alguien les estaba atacando? No era posible que fueran de La Liga si había gente de su bando en la nave. El capitán habló por el intercomunicador que tenía en el brazo.- ¿Se puede saber que demonios está pasando?

Oíste la respuesta por el intercomunicador.- Capitán nos están atacando 2 naves desconocidas y que no responden a nuestras comunicaciones, esperamos órdenes capitán.

- ¡Disparad! – el capitán no dudó en dar su orden. Mientras los temblores sacudían la nave el capitán se limitaba a pensar que debía hacer, no podía hacer la inspección en esas circunstancias. Al final furioso habló.- Suba los escudos en cuanto le confirmemos que hemos salido pero dejaremos un aviso en su nave para que en la próxima estación se encarguen de hacerle la inspección. - aquello era un problema, no podía estar eternamente navegando por el espacio ya que su nave tenía que repostarse y sabía que la próxima vez no saldría tan bien como en esta situación. Siempre cuando bien parado, significaba que le atacaran con los escudos bajados e indefenso...

Arthur parecía tener varias heridas, por las quemaduras en su ropa podías averiguar que se trataban heridas de blasters y que eran heridas profundas que debían ser curadas lo antes posible. En cuanto intentaste localizar a alguien para que se encargara de sus heridas, Arthur te cogió del cuello de la camisa bruscamente y te dijo.- No... llames... a nadie...- dijo entre respiraciones. 

Tampoco podías dejarle así y Arthur lo sabía por lo que buscó algo en su chaqueta hasta que encontró una tarjeta electrónica y te la entregó.- Ahí encontraras un hombre... un andoriano... él... puede ayudarme... - sabías que Arthur no podría aguantar el tratamiento, por lo que tu única opción era fiarte de la palabra de Arthur y encontrar a ese andoriano. En la tarjeta te venían las indicaciones para ir hasta un famoso puerto comercial y que seguramente gracias a La Liga estaría muy vigilado.

La mujer te tuvo sujeto durante unos segundos mas asegurándose de que no cometieras ninguna tontería hasta que te soltó.- Así es...- la mujer miró por la ventana refugiada en la oscuridad aunque gracias a la luz que había fuera pudiste ver que se trataba de una mujer con un hermoso cabello rojizo, iba vestida de cuero negro y marrón con un blaster en su cartuchera atado en el muslo y un arma que no podías distinguir en la parte baja de su espalda.- mi nombre es Alison, me han mandado para buscarle. No tenemos mucho tiempo pero no podemos permitir que le atrape La Liga y que se mantenga cautivo en este planeta... 

En el resto de la habitación no parecía haber nadie más, solo estaba ella.- No voy a andarme por rodeos y tampoco convenciéndole pero necesito que venga conmigo. Sus guardaespaldas no conseguirán sacarle del planeta, La Liga se ha adelantado y ya están cerrando todos los sitios por los que poder escapar...- la mujer parecía estar convencida por lo que no aparentaba mentir pero si era cierto que era una desconocida y que poco sabías de ella, excepto que todavía no te había matado y su intención era llevarte con ella pero, ¿a donde?.- ...como le he dicho no disponemos de mucho Sr. Cullen, conocemos todo sobre usted, incluído sobre su hermano... así que si, si quiere mantener a salvo a su hermano y a usted tendrá que confiar en mí...- dijo tajante y esperando recibir una respuesta definitiva.

Sin embargo, a pesar de que habían seguido todos los pasos tal y como establecía el código, no se había logrado el objetivo propuesto. Revisé las imágenes del interior de la vivienda, sin duda alguna por los restos encontrados y tras la identificación de las huellas dactilares, aquella localización había constituido su refugio. Pero en el momento de la interceptación, el objetivo no se encontraba dentro - muy raro - La tasa de error del sistema de búsqueda estaba por debajo del 0,03% y sin embargo, el equipo constataba que allí no estaba.

Revisé de nuevo los códigos de búsqueda y los parámetros de control, todos los datos de rastreo señalaban que en el momento de la incursión, el objetivo se hallaba dentro. Y sin embargo, el equipo había constatado que allí no había nadie. Eran profesionales, no existía la posibilidad de que se hubieran equivocado o que le hubieran dejado escapar por un descuido, no. Se accedió mostrando en todo momento, mediante el uso de cámaras, el interior de la vivienda. Todas las habitaciones fueron revisadas, las paredes fueron taladradas y hasta se levantó el suelo constatando la ausencia del objetivo. 

Abrí otra carpeta para releer la comunicación del informante, se habían seguido los protocolos de seguridad y se habían validado los datos de su identidad. Nada que me generase sospecha alguna.

Volví al expediente y revisé los horarios de ejecución. El satélite mostraba imágenes del edificio desde 24 horas antes de procederse a la intervención. Había que esperar a 3 horas antes de que el equipo accediera al lugar para descubrir movimiento. Las huellas de calor constataron que el individuo había estado allí momentos antes de la entrada del equipo de intervención.

Miré las carpetas que tenía encima de la mesa, el intendente me había dejado en una el plano de la vivienda. Tras buscarla con bastante impaciencia, di con ella - te tengo - cotejando las imágenes que me transmitido el equipo de intervención y comparándolas con el plano que había desplegado sobre la mesa, descubrí que había una habitación contigua a la cocina que no figuraba en la reproducción de las imágenes que me habían enviado.

Comuniqué nuevamente con un equipo de intervención - Equipo 1. Tenemos la cucaracha en la cocina. Ancho 2, longitud 9, profundidad 24. Procedan - No había escapado, se había escondido. ¿Se trataría de una habitación del pánico? Crucé los dedos porque fuera en verdad así y no se tratara del acceso a un túnel.

Con cierta tensión me quedé mirando las imágenes que me llegaban a través de las cámaras que tenía el equipo en el interior de la vivienda. A veces se cortaba la comunicación pero rápidamente volvía la conexión. Con el bulldozer de mano habían logrado abrir un butrón a través de la pared, sin duda había sido astuto de no fabricar el acceso a través de la nevera, habría sido muy evidente.

Dos integrantes lograban acceder al interior de aquella estancia, al cabo de unos segundos extraían al objetivo con grilletes - comprueben que se trate del objetivo - aquel dispositivo ocular por el momento no cometía errores, pero por si alguien pensara en engañarnos aún había dos comprobaciones más, siendo la comprobación genética la más fidedigna. Una vez confirmada su identidad, se procedía a su borrado - tráiganlo. Objetivo cumplido - tan sólo quedaba confirmar el pedido para resolver el contrato y cobrarlo.

¿Trampa? No necesariamente, nos pedían que eliminásemos gente y eso hacíamos. Borrábamos su existencia, lo que habían sido. En cuanto su eliminación del plano físico, era algo que se contemplaba cuando el sujeto nos hubiera dado toda la información que precisásemos, aquello podía durar horas como meses. No dependía de mí, yo simplemente hacía mi trabajo.

Se le ocurrieron varias respuestas, preguntas y maneras de continuar eso, Edward era un tipo muy seguro de si mismo, pero se vio completamente desmantelado cuando nombraron a su hermano. Se quedó con la boca abierta y el aire que tenía preparado para vocalizar su respuesta de esfumó sin formular sonido.

— Bien Allison... — dijo girándose sobre si mismo para encararse con ella, se permitió el lujo de pegarle una mirada de arriba a abajo para entender a quien tenía delante. — ... lo sabes todo de mi. Lo que no entiendo es que si tu objetivo es el mismo que el de mis compañeros ahí afuera, ¿porqué la necesidad de aparecer así, de esta manera?. Lo siento pero no me cuadra. ¿Me podría negar a su propuesta o me va a obligar a ir a la fuerza? Tan solo estoy valorando mis opciones, como sabrás ya soy un hombre de negocios y no tomo decisiones a la ligera.

Trató de que su tono fuera conciliador y para nada amenazador o malsonante.

Miró hacia su gran escritorio, donde guardaba una pequeña pistola por seguridad, pero desestimó rápidamente la idea. Seguramente esta tipa estaba entrenada y él no era un hombre de acción justamente.

Cuando esa sensación germino en mi me decidí por deambular de calle en calle sin rumbo específico para poder comprobar mis sospechas. Fue suficiente como para confirmar mis sospechas de que había alguien siguiendo mis pasos, aproveche algún momento que otro para mirar en su dirección de forma disimulada y poder tenerlo controlado... La verdad es que no me gustaba tener fans tan llenos de interés por lo que debería quitármelo de encima cuanto antes. Fui buscando con la mirada cualquier elemento que me pudiera servir como distracción, no solo para él si no también para crear un cúmulo de personas, siendo un mercado esperaba encontrarlo sin demasiado problema, ya que entre la multitud sería fácil perderme de vista incluso con sus malos modales.

Empiezan a acumularse muchas señales que a Ted le resultan desagradables: No se conoce al cliente, ni el lugar al que hay que ir, además de que el fortachón que le ha entregado al mensaje no ayuda a tranquilizarle...

A pesar de saber que o bien aquel tipo no sabía nada o difícilmente le iba a decir algo, se gira hacia él tras analizar toda la información de la tarjeta. Esto no funciona así, necesito más información. ¿Para quién voy a trabajar? ¿Qué se espera exactamente que haga? Todo esto resulta muy oscuro, me mandáis de cabeza a la nada sin que sepa nada...

- Si, si... Por favor ayúdame. Dime que debo hacer y lo hare. Manifestó tajante a la voz de su cabeza. 

Aquello era un acto de fe. No acostumbraba a confiar en nadie, pero ¿le quedaba mas opción? Si quería que toda esa pesadilla acabara. Si quería rescatar a su madre... No podía hacer otra cosa. Por una vez correría el riesgo. Aunque supusiera ser utilizado de nuevo, era difícil que fuera peor que Dexton.

Parece ser que Arthur ya tenía su propia operación en marcha y sus propios informantes activos, decido obedecer al hombre pero no sin antes vestirme como siempre con ropa común para lo que es esa zona, debo parecer un individuo mas del montón, por suerte ya tengo una identidad falsa muy bien montada en este sistema donde Roy Murdock solo es un mercenario de este sistema mas, totalmente legal que ya trabaja para la liga en varias ocasiones y pueden solicitar mis servicios sin dudar.

En mi casa solo tengo 5 armas para uso general, dos blaster mas pequeñas y que puedo ocultar en mis botas para que no se descubran en un cacheo que no sea intensivo, dos blaster standard como defensa personal y un arma mas grande para la defensa de la casa si me asaltan. Escondiendo las dos blaster en mis botas, guardando bajo mi gabardina en sus fundas las blaster normales, saco y entrego el arma grande a Arthur para que se defienda si asaltan mi casa.

Este arma por si asaltan la casa, buscaré la ayuda del andoriano, ¿te conoce por tu nombre o por otro?. Pregunto confirmando para no meter la pata puesto que en este trabajo utilizamos mas de un nombre y siempre a conveniencia. Con la confirmación que me falta de arthur y dejando que este con opciones de defenderse en el peor de los casos salgo a buscar a ese andoriano que salve a mi mentor con discreción y pendiente de que no me sigan para realizar la misión sin contratiempos.