Partida Rol por web

Se acomodan en la amplia sala del piso superior. Duncan se pierde en su propio dormitorio, y tras organizar unas guardias varios se acuestan a descansar tras tantos días de viaje sin buena comida y durmiendo a la intemperie...

La noche transcurre calma, ni un solo sonido interrumpe el pálido cristal de sus ventanas. Es como si hasta las aves, prefirieran mantenerse alejadas de este poblado.

A la mañana, despertados tan solo por la luz que se entromete en la habitación, se preparan para un buen desayuno...

Abajo, Duncan los recibe señalando una amplia mesa contra un costado de la posada. El lugar ahora está más concurrido. Tres de las mesas son ocupadas por algunos locales...

El paladín se despereza por la mañana y con la ayuda de uno de sus compañeros asegura las correas de su armadura completa y se prepara para una nueva misión... Atrapar al asesino de la media noche.... Sin embargo recuerda de inmediato que tiene un problema urgente que resolver y que debe hacerlo de inmediato, por lo que se aproxima al posadero y pregunta...

Disculpad, tenéis algún lago o rió cercano en el pueblo, quizás algún pozo...

Rio? Se refiere usted al mar verdad?, pueden ir a recorrer las playas de Aldril, solo siga el camino hacia el oeste, es cerca.
El posadero responde escuetamente y en seguida se aleja a responder al llamado de dos viejos. Los hombres lo llaman a gritos, mientras amontonan y patean unas olorosas redes debajo de la mesa.

Otro de los clientes es un sujeto calvo, con un rostro completamente arrugado, que parece a punto de caerse muerto en cualquier lugar. Su brazo le tiembla mientras hace señas al posadero, sin embargo éste parece ignorar sus inaudibles quejidos dado el bullicio del lugar.

Este hombre permanece solitario, y cada tanto deja caer su cabeza sobre la mesa, agotado.

El paladín observa preocupado a un hombre que parece encontrarse en mal estado, temeroso de que quizá sea una victima del asesino que anda suelto en el pueblo el paladín no pierde un instante en acercarse a él...

Os encontráis bien buen hombre?

Ehhh? Seejjj bahh, seee ejtoy harto de pescar para esos smolodianos...Ya me cansé si señó...
los huesos del anciano se marcan con fuerza contra su palida piel.
He pasado setenta años de mi vida pescando y juntando lentejas para esos nobles de Smolod...Ahora me dedicaré a comer mis propias lentejas si señó...aunque por eso renuncie a ser un noble algún día...cofff..

Otro pueblerino entra en la posada. Es un hombre de unos treinta años, que a diferencia de todos los otros aldeanos, viste un peto de cuero muy ajado y lleva una espada de hoja muy ancha colgando del cinturón.
El aldeano se sienta en solitario y tras lanzar un largo y cansino suspiro de agotamiento llama al posadero.
Hea, Duncan, ven aquí quieres, a ver si mejoras mi día con una buena jarra de aguamiel!

Al ver que el hombre parece estar mejor de lo que el paladín supusiese en un principio decide dejarle descansar y se retira diplomaticamente...

Oh, perfecto, entonces seguiré con mis asuntos, con vuestro permiso...

Hey, ust'e no es de por aca verdad? Parece un aventurero bastante bueno je je!... pregunta el viejo mientras saca unas lentejas de una bolsa y se pone a masticarlas...

Elara no quería hablar con aquella gente de la posada, muchas caras nuevas y una cosa por hacer, ir donde había muerto aquella persona anoche.
Esos pensamientos fue los que compartió con su grupo.
De todas formas, aquí hay algo más que un asesino concluyó.

Elandris, más animado esta mañana y con mucho mejor humor se levanta cantando y bailando con la almohada, ante la atenta mirada de sus compañeros, más tarde mientras bajan a desayunar oye la conversación del paladín con un anciano y se acerca  rápidamente.

- Aventurero dices? me parece que has dado en el clavo amigo, somos grandes aventureros venidos de lejanas tierras!! necesitas de nuestros servicios? conoces de alguna información que pueda sernos útil amigo?

Incapaz de estar a una sola cosa a la vez, el rojo intenta introducir al otro pueblerino en la conversación.

-Y a usted que le aflije caballero? a que viene esa cara tan mustia? quizá un poco de charla y alguna que otra aguamiel más le animen a contarmelo y podamos ayudarle...

Dice mientras hace una seña al posadero para que traiga más bebida a su cuenta.

Cuando Elandris comienza a hablar en voz alta, y con su característico y chillón timbre de voz, pueden ver como el sujeto de espada ancha lanza un sonoro y desagradable bufido, y apoyando ambas manos pesadamente sobre la mesa, se acerca hacia el bardo con intenciones no muy buenas...Sin embargo, el rojo sigue con sus palabrerías llamando la atención de toda la posada, y lo menos pensado ocurre. El matón se detiene un instante, quita su mano de la empuñadura que estaba aferrando, y no puede evitar tentarse y empezar a reir con sonoras carcajadas!

JUAAAJOJO JUAJOJO JUAJOJOOOOOOO! la risa, desconcierta a todo el mundo, y más de un aldeano se une al griterío o al menos sonrie ante la curiosa forma de reir del hombre del peto de cuero...

Cita:

Es cierto...jaja...no es muy comun tener viajeros como tu por aqui verdad...¿elfo? No pareces un elfo, eres más bien un halfling, pero muy alto!
JUAJOOOO! haaay...uff...no me he presentado, soy Gerd. Gerad Dandré...el encargado de la seguridad aqui en Aldril. Me gusta el titulo de Condestable Gerad, como suelen llamarme

Todos los pueblerinos miran hacia ustedes. Es evidente que no están acostumbrados a ver sonreír a este sujeto.

Desde su mesa Elara no hace más que dar vuelta su silla y mirar lo que va sucediendo.
Cruza sus piernas y toma su tasa de té en sus manos.

Zenram no puede evitar hacer una mueca de confusión al darse cuenta que la gente del pueblo actúa mas bien de forma rara, en general esta acostumbrado a tratar con todo tipo de sujetos mas nunca le había tocado estar en una situación en que cada miembro del pueblo tuviera un comportamiento tan "peculiar", contento de que Elandris maneje la situación, el paladín se dedica a atender la conversación...

El tipo de la espada parece fácil de enfadar, y ya que el rojo se las ha apañado para ponerle de un poco frecuente buen humor, Sharp prefiere mantener la boca cerrada para evitar que eso cambie. Sin embargo no puede evitar sentirse nervioso y rezar porque a Elandris no le de por mencionar el incidente con las vírgenes, o porque entre en la posada alguien que les reconozca. Si este "condestable Gerad" es el encargado de la seguridad aquí, teme que su humor cambie de golpe al enterarse de algo así.

Con esta idea en mente y sentado a la mesa, picotea el desayuno con una mano mientras mantiene la otra cerca de su arco, sin perder detalle de todo lo que vea y oiga.

Se acerca hasta Zenram y tratando de ser discreto emite algo parecido a un susurro.

- Prag no perdería mucho tiempo con esta gente. Tenemos demasiadas cosas que hacer, y si queremos saber qué pasa por la noche, deberíamos ir al grano.

Poco acostumbrado a hablar, considera buena idea ir directos a lo que interesa. La acumulación de trabajos parece haberle trastornado un poco.

-Un hafling??? -Su cara queda desconcertada por unos momentos. -Oh si claro, soy el hafling más grande de mi familia, de pequeño tomaba mucha leche y creci como un esparrago... pero no hablemos de mi, me da la impresion de que usted tambien bebio mucha leche de pequeño no es asi? por cierto señor contestable, ya que es usted el encargado de la seguridad de aqui... que tal lleva el asunto de los asesinatos a media noche? -Esta ultima frase la dice susurrando mientras le da un pequeño codazo en el brazo. -Seguro que alguien como usted ya debe estar a punto de solucionarlos... alguna informacion nueva? Algo de relevancia sobre el asunto? -dice atusandose la camisa disimuladamente, como si no fuese más que una pregunta rutinaria.

No muy bien por lo que parece.
Dice Elara por lo bajo refiriéndose a aquello que preguntó El Rojo sobre como lleva la seguridad y el asunto de los asesinatos.
Después vuelve a dar la vuelta su silla y da la espalda al condestable.
Estos no eran asuntos mundanos de este tipo de legisladores. Pensó.