Partida Rol por web

No podía estar en peor lugar, no podía estar en un sitio tan terrible como ese, ver esas muertes, en manos de sus compañeros y de todos los demás combatientes, `pero no eran culpables, no sabían que hacía, o mejor dicho, no podían decidir que hacer o no. Con la espada no había hecho nada de daño, se mantuvo fuera del combate, apretando la empuñadura de la espada que le habían dado, e intentando no salir lastimada. 

Es muy difícil saber que les ha pasado ya que yo no pude más que salir desde adentro de aquel túmulo.
Hechizos, dominaciones, manipulaciones mentales.
Realmente no se con que aliados nos encontraremos ahora.

Alma había perdido relativamente su camino, no sabía exactamente donde estaba parada y cual era su misión.
No era fácil para la Santa llevar el bien a un lugar tan confuso y a una misión que no era encomendada por las fuerzas del bien.

Buscar a un necromante, creo que eso era lo que debía hacer.

Pero que?, Por Atena, de que hablas?... Sin perder un segundo el guerrero se olvido de Alma y de los sujetos que se aproximaban, de inmediato se dirigió al túmulo y luego de echar un vistazo se dispuso a bajar.

El ruido de personas acercándose se hace más fuerte. Zenram intenta alzar la pesada loza de piedra para descubrir la entrada al túmulo, sin embargo es evidente que se necesitan dos o tres personas para lograrlo, o quizás alguna palanca de metal.
De repente, la caravana llega al claro. Para sorpresa del paladín y de Alma de Fuego, sus compañeros se encuentran incluidos entre un grupo de otros doce hombres armados. Ademas hay dos ogros y cuatro trasgos, y un hombre vestido con ropas muy exóticas y pintorescas, y ayudándose con un labrado cetro al caminar.
El grupo que llega al claro, llevan atados de pies y manos a otros diez hombres a los que traen como prisioneros al túmulo. Todos están bastante heridos, y presentan rastros de un muy reciente combate.
A diferencia del numeroso grupo de mercenarios que les emboscaran hace días, esta comitiva está formada principalmente por comerciantes, granjeros y algun guardia y aventurero. Sus rostros, lucen embobados, como si fueran victima de algun embrujo.

Realmente no se cuales son sus intenciones, pero sin embargo me acercaré a ellos.
Por supuesto mi luz siempre fuerte. Maten firme tu fuerza, siempre, aún cuando la esperanzas no existan si yo existo es que hay esperanza.

Alma se acercó a aquellos recién llegados, con cautela ya que sabía que las cosas no iban bien y todos aquellos prisioneros no iban más que a ser explotados o algo peor.

Si los dioses están conmigo, este es el momento que los necesito más cerca.

Laura no sabía que hacer, había pensado en escapar, pero no podía dejar a sus compañeros solos, por mucho que estuvieran así de embobados, así que sólo intentó ayudar a los heridos de la mejor forma, sin ser detectada, esperando el momento de poder escapar. Sus hechizos estaban presentes y mientras el hechizo estuviera roto, ella podría pensar y planear la mejor forma de atacar.

Prag estaba con ella, por una ingenua protección, procuraba quedar cerca de él, lo haría ahora, debería hacerlo, toma del brazo al gran semiorco, y lo jala un poco, iba a desencantarlo, porlo menos así, ambos podrían intentar librar al grupo o algo, pero fue cuando sus ojos se levantaron y la vieron. Si era ella, era Alma, sus puños se encresparon, había escapado, sin importarle nada. Laura había sacado la conclusión de que ella, también e había liberado del encantamiento por esa extraña runa, que la liberó la segunda vez. Si, sintió ira, algo que no debería sentir por su calidad de clérigo, pero la sentía. Los había abandonado a su suerte, y si decia ser una santa, no era más que una charlatana barata. También estaba el paladin, Laura, bajó la mirada, y dejó de tocar a Prag,  a quién sólo había rozado con los dedos. su momento estaba cerca. Afirmó bien la espada que portaba aguardando la oportunidad adecuada. El paladin no los dejaria ahí, y ella tampoco.  Rogó a Ilmater por su fortuna y bajó la mirada, para que nadie notase el brillo en sus ojos, una mezcla contraria de alivio y de rabia contra la mujer.

El paladín observa al nuevo grupo y se da cuenta que entre los recién llegados se encuentran sus compañeros, lo cual le tranquiliza enormemente, por un instante había pensado que su partida les habría condenado a la muerte, pero allí estaban, sanos y salvos.

Amigos!!! Dice con la alegría pintada en el rostro. Ya comenzaba a temerme lo peor, pero veo que afortunadamente estáis con bien, ¿Pero?, que hacéis con este grupo de campesinos, es que os ayudaron a tomar el Túmulo?

No, Zenram... no te acerques... Laura pensó, el paladin se acercaba para saludarlos como si nada hubiera pasado. Podrían atacarlo!. Laura, se mueve, saliendo del grupo y lo amenaza con su espada antes que los demás, esperaba que entendiera.

Súbita e inesperadamente la bella Laura amenaza al paladín con su espada y el joven campeón de Atena no entiende lo que sucede... Pero, Laura, ¿Que sucede? Zenram no desenvaina su espada pero su sexto sentido le advierte que algo anda mal...

Zenram y Alma de Fuego, permanecen frente al grupo de "improvisados" mercenarios. Algunos de ellos, desenfundan sus armas, desconfiados, y mirando atontados hacia sus espaldas, como esperando alguna orden.
En eso, un hombre muy delgado, con los huesos marcados en el pecho, se acerca desde el fondo de la multitud. El humano, lleva como unica vestimenta una tunica verde oscura, grabada con runas marrones y jeroglificos arcanos.
Su andar es lento, pero seguro, y a cada paso va a hundiendo un largo báculo en la tierra.
La piel del extraño humano, parece a punto de estallar por la presion que sus huesos parecen hacer marcandose contra la poca carne palida. Tan solo su rostro se ve rejuvenecido, enmarcado en unos largos mechones negros, atados en la parte más alta por una coleta.

El extraño sujeto, avanza hacia ustedes. Los mercenarios van corriendose ante su paso, como si fueran repelidos por una fuerza sobrenatural que les repele.
Cuando el mago llega ante los dos intrusos que bloquean el paso al tumulo, se queda pazmado y no deja de mirar primero a Alma y su aura de luz, y luego a Zenram, al cual señala con un dedo marchito, y una expresion de sorpresa, abriendo grandemente los ojos, e indicando con su indice un oportuno tentaculo que tras asomar por debajo de las placas de la armadura del paladin, se oculta rapidamente. Zenram, resiste una nueva puntada de dolor, cuando Firx clava sus aserrados tentaculos en su vientre.
Una sortija, ubicada en el dedo extendido del mago, emite un breve destello, hasta que el palido humano deja de señalar el abdomen del paladin, en cuyo momento el anillo deja de brillar.

¿¡Vej Tairg!??? Pronuncia el mago entre sorpresa e interrogacion.
Firx, como si reconociera la extraña palabra, se agita inquieto, y como es su costumbre vuelve a clavar sus tentaculos terminados en puas en el vientre de Zenram.

A su alrededor, como si reconocieran la tension, los granjeros, guardias, comerciantes y aventureros hechizados, preparan sus precarias armas, mientras otros depositan las jaulas en el suelo, preparandose para el palpable combate.

¡Ustedes son los que atacaron el tumulo hace dias! Grita acusador. Si apagas tu luz y te marchas, salvarás tu vida por esta vez mujer! Le indica a Alma, mostrandose muy seguro con su pequeña tropa. Un par de Ogros, se le acercan por detras portando largas cachiporras hechas de madera.
Los mercenarios hechizados, se acercan tambien, protegiendo al mago y portando espadas cortas, hachas y cuchillos.
Quietos! Apuntadles desde lejos! Son...peligrosos! Ordena señalando a la joven santa rodeada de luz.

¿Y bien? Apaga tu luz y marchate! Y tu, suelta tu espadón guerrero, y podrás unirte a nosotros y permanecer con vida!. Inconscientemente, su mirada se desvia un segundo hacia la cintura del paladín....

El guerrero apenas puede evitar doblarse ante el terrible dolor que le atenaza, el anillo indica que aquel ente debe estar relacionado con el extraño ser interdimensional que el grupo destruyese hace algún tiempo, por lo que contiene su primer impulso de cargar contra él, sin embargo entendiendo que algo anda mal desenvaina su espadón y avanza con él hacia el extraño.

No sé quien eres tu, pero es evidente que eres el que esta detrás de todo esto, me supongo que el ataque al túmulo no tuvo éxito, mejor, así tendré la oportunidad de hacer pagar a quien robo a aquellos pobres inocentes y a quien ha obligado a aquellos pobres labradores a pelear bajo su mando, veo que mis amigos no han logrado soportar tampoco tu poder, no importa, yo les haré libres... Lo unico que me detiene es que Firx parece reconocerte, hable, que relación guardas con él...

Enseguida el guerrero se cubre la cabeza con un extraño trapo viejo, con el cual cubre también sus oídos, en caso de que el extraño quiera usar nuevamente su extraño idioma...

era el momento, era el momento... pero... ¿él comprendería?, no sabía, corría un gran riesgo, pero si no lo hacía, él sería uno de los mayores problemas a los que se enfrentarían. Laura retrocedió hacia Prag, sólo unos pasos, aprovechando que el guía se distraía con sus compañeros. ¿que sucedía ahí?, no pudo ver bien, dado que estaba más atenta en otra cosa. Aguardó, un instante más, su mano izquierda sostenía un saquito con polvos, y la derecha la espada.

Alma dudaba en atacar o no, de todas formas se paró firme y dijo.

Mi luz brillará por siempre mientras yo esté con vida.

La santa se contenía, aunque su furia era evidente, de allí su nombre, Alma de Fuego, tal vez otro santo era calmado, para ella eso era muy difícil de lograr. Tal vez su carácter era similar al de Raziel, aunque quien sabe, tal vez incluso más irascible.

Mis ultimas ordenes, no son para los pobres diablos, hechizados por el poder de la espada de Miyori...

Cita:

Los dos intrusos hallados en la entrada del Tumulo, evidentemente resultan más estupidos de lo que parece...
De acuerdo, es una lastima que Miyori no esté acá, yo tengo menos sutilezas jajaja!

El paladin, desenfunda su espadón y se acerca. La mujer santa, evidentemente no piensa seguir mi consejo, y su divina luz comienza a brillar con más fuerza aun.

Ustedes lo han querido...pienso mientras mis dedos, se curvan imperceptiblemente, buscando en mis mangas...Nadie lo ha notado...extraigo un pequeño vial...le quito el corcho...
Jaammening jamening! Esfurjeus terrum!

La esfera de acido, conjurada desde los limites con el plano de la tierra, se forma alrededor de los dos hombres sagrados.
ACRIBILLENLOS! ordeno a los esclavos. El enorme ogro, Putrok, ya preparado con una gran roca de piedra, la arroja con todas sus fuerzas....

El proyectil, pasa por sobre las cabezas de ambos, al igual que tres javalinas lanzadas por los norques. Uno de los trasgoides, con más suerte o fuerza quizas, logra rozar el brazo de la santa. El acido, sin embargo, chamusca su piel antes de que llegue siquiera a sangrar debido a la hemorragia.

El ataque era inminente, Laura ya lo presentía, y agarra la mano del semiorco, jalándolo y rodeándolo con los polvitos, - Ilmater libera su mente, hazlo libre de sus ataduras...-  recita, rogando poder hacer algo, los gritos, asl ordenes de ataque, al paladín estaba en peligro...

La lanza que golpea a Alma apenas le hace daño, de alguna manera su piel es tan dura como una gran armadura de adamantina.
El acido la golpea pero ella ni se mueve para esquivarlo, la salpica y cae en su piel como si agua se tratase.
En el momento que lanza su bola de fuego ya se puede observar que la pequeña herida que tenía ha desaparecido por completo.

Mi nombre es Alma de Fuego.
Recuerdalo.

Una explosión golpea a varios de los enemigos.

 el hechizo de protección contra el mal, requiere material, que son polvos de plata y deben formar un circulo o algo parecido en torno a quien se usa, así que no sé si tengo el tiempo para hacer eso.