Partida Rol por web

La lógica de las hogueras

3. HÁGASE TU VOLUNTAD - Novokovo entre la muerte

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12/08/2022, 20:03
Ser Gherim van Wayden

Luchaba contra un fantasma hecho de retazos de una noche estallando en llamaradas en el horizonte. El acero cercenaba las venas del aire y cada golpe errado aumentaba su rabia interior, su odio.

Aquella criatura emergida de un infierno especular se atrevió a ignorarle, a subestimarle. Ese fue un error que Kaden van Wayden nunca cometió cuando era solo un lobezno malherido tras interminables palizas en el patio, bastón en mano.

No. Kaden van Wayden habría permanecido en pie. Observándole. Acusándole en silencio.

En pie. Otra vez.

Clac-Clac-Crunch.

Lento. En pie. Otra vez.

Clac-Clac-Clac-Thud.

Piensas demasiado. En pie. Otra vez.

Clac-Clac-Pow-Crush.

Sosténla como si fuese una prolongación de ti. Levántate.

...

Sin lágrimas.

En pie.

Otra vez.

He dicho que en pie.

...

¿Eso es todo?

¿Eso... es... todo?

Jadeaba, pero más por sed de sangre que por falta de aliento. El frío de la noche había desaparecido al tacto de su piel, su pecho insuflándole en las venas fuego líquido. Un fuego alimentado por los pecados del padre, por la sangre que mancillaba sus manos y por el embrujo del diablo. Uno de sus colmillos de acero había probado la sangre de la bestia, pero no era ni remotamente suficiente. El otro no tardaría en hacerlo al intuir los anhelos del demonio. Deseaba absorber a Laurien a toda costa, dispuesto a subestimarle como el mísero mortal que era. Y solo esa podía ser su perdición.

Gherim fue consciente en ese preciso instante de que ni toda la técnica de esgrima que atesoraba gracias a su disciplinado entrenamiento era rival para aquel ser. Solo la magia presente en aquel ritual que estaba intentando realizar Laurien con su propia sangre podía parar a la bestia. El enmascarado entendió que la profetisa debía sacrificarse de algún modo horrible para atrapar al demonio en el interior del espejo. ¿Acaso ese era el mandado de Fenre? ¡Maldita sea si lo entendía! Lo único que comprendió es que sin el espejo, sin Laurien, Belatsunat sería prácticamente imparable.

Arremetió el enmascarado con una potente estocada con la siniestra, tratando de encontrarle un sentido, un patrón al errático y elusivo movimiento de Belatsunat. Parecía una sombra danzante, un acróbata espectral que evaporaba sus pasos por doquier dejando tras de sí una estela brumosa. Pero a un cazador solo se le exige una cosa... paciencia.

- Tiradas (3)

Notas de juego

A pesar del volumen de ataques, no hay manera de acertarle a esta cosa. ¡1/8 ataques han conectado! O_O

Pero ya equilibrará la suerte, si ha lugar.

¡Gasto mi penúltimo doblón para intentar atinarle un golpe al menos para debilitarlo y saco éxito automático con dramática sorpresa!

6 PV menos para este higodefruta demoníaco.

Voy a ponerme en la peor situación posible y asumir que Belat va a alcanzar a Laurien a toda costa. Como no sé de qué depende ahora mismo que el ritual de Laurien salga bien y Heinrich ha logrado interponerse entre ambos (tiene mucha mejor DES que Gherim), voy a confiar en que de haber un nuevo turno, Gherim logra conectar al menos un ataque a Belat.

Sí, lo confieso: sueño con cargarme al demonio a espadazo limpio, qué os voy a contar. ^^

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15/08/2022, 06:44
Belatsunat

Las garras terribles de Belatsunat inician su descenso hacia el cuello de Laurien. El mundo se ralentiza mientras aquellas cimitarras que el monstruo tiene por uñas se aproximan a la yugular. Están allí, ya rozan la suave piel de la profetisa, cuando el entrometido estoque de Heinrich hace su entrada en escena, triunfal, y barre hacia abajo las garras, desviando el golpe que hubiera sido mortal [1].

Belatsunat alza la cabeza, aquella cabeza sin ojos, pero tan expresiva y llena de odio, hacia el batidor. Detrás de él, Laurien está completando el ritual. La profetisa sonríe con determinación, pues sabe que el ritual tendrá éxito, siente la inmensidad de Fenre corriendo por sus venas como nunca antes; brilla el espejo, brilla el símbolo del Dicasterio y brilla ella. La luz divina baña todo a su alrededor, y Belatsunat, demonio de lo oscuro, lanza una retahíla de golpes furiosos para destruir el sol humano que es Laurien. Pero tiene a Heinrich enfrente, que frena los ataques a punta de estoque. El acero resiste gallardamente los embates del monstruo, hasta que uno de los movimientos es demasiado lento, y las garras se hunden en el estómago de Heinrich [2]. 

Laurien hunde la daga en su pecho. Es el máximo sacrificio, es la sangre exigida para que todo cobre sentido: su vida a cambio de cientos. La Visión de Fenre nota cómo su corazón da unos vuelcos violentos, los latidos son irregulares, primero acelerados, luego lentos, suaves, cada vez más espaciados. Sus pulmones se llenan de sangre. Un sabor cobrizo le invade la boca [3]. Belatsunat retira sus garras ensangrentadas del cuerpo de Heinrich, y de un manotazo lo aparta a un lado. El batidor sale volando hasta estrellarse en una pared.

Rostro de Plata acomete con una técnica precisa, tajos, estocadas, y cortes que manchan su acero con un líquido negro y burbujeante, pero el demonio le ignora [4]. Desaparece en un abrir y cerrar de ojos. Reaparece escasos centímetros más adelante, justo fuera del alcance de las armas de Gherim, y con el rostro pegado al de la moribunda Laurien. Belatsunat, tras tantos siglos encerrado y hambriento, finalmente se halla frente a lo único que puede saciar su hambre.

Y entonces el espejo, cubierto por la sangre de Laurien, asume la función que le ha sido encomendada. Queda flotando en el aire, desplegando una luz cegadora y absorbiéndolo todo hacia sí. Es un portal hacia otro lado, al inframundo, a la nada misma, que es adonde pertenece Belatsunat. El demonio comprende demasiado tarde lo que está ocurriendo. Intenta su viejo truco de desapariciones y reapariciones como forma de teletransportarse lejos de allí, pero es imposible, no hay escapatoria, el espejo tira de él, le atrae; la criatura cae de bruces al suelo y es arrastrada como por brazos invisibles.

—¡NO! ¡NO! ¡NO MÁS PRISIONES, NO MÁS, NO MÁS! ¡LAU! ¡RIEN ¡LAU! ¡RIEN! —grita con sus mil voces, todas quebradas por el pánico, pues hasta los demonios pueden sentir terror.

Hunde las garras en el suelo, intentando aferrarse a lo que puede, postergando lo inevitable, pero no hay caso. El averno le espera. En el tortuoso trayecto va mutando, toma cien formas en apenas unos segundos, hombres y mujeres que no conocéis, todos chillantes y rabiosos.

- Tiradas (4)

Notas de juego

[1] Heinrich gasta un Doblón y llega a tiempo a interponerse entre Laurien y el monstruo.

[2] Una pifia de Belatsunat, pero el otro ataque es exitoso, 4 de daño a Hein.

[3] ¡Ritual exitoso!

[4] 6 de daño al monstruo.

(sigue...)

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15/08/2022, 07:44
Kaden van Wayden

La última forma que toma la criatura es la de ese hombre tan parecido a Rostro de Plata. El demonio es arrastrado hacia el espejo. Del otro lado le aguarda una cárcel infinita. Mientras está siendo absorbido pasa cerca Rostro de Plata, y le coge del pie. El enmascarado trastabilla pero consigue aferrarse a los tablones de madera del suelo. El demonio-hombre se agarra a él tan fuerte que parece a punto de arrancarle la pierna.

—¡Gherim! ¡Sin lágrimas! ¡De pie! ¡HE DICHO QUE DE PIE! ¡LEVÁNTATE! ¡DESTRUYE EL ESPEJO! ¡MÁTALOS! ¡HAZLO!

El portal sigue tirando, impaciente, y Gherim no podrá resistir mucho más antes de soltarse y perderse en la oscuridad del espejo, para siempre, junto a Belatsunat.

Notas de juego

¡Ritual exitoso! El sacrificio ha valido la pena, y el espejo chupará a Belatsunat hacia sus entrañas. Eso sí: queda por ver si se lleva a Rostro de Plata consigo, o si nuestro enmascarado favorito consigue salir de esta. Para ello, voy a necesitar una tirada de Fuerza a dificultad 14. Heinrich también está en condiciones de hacer la misma tirada para ayudarle. Aunque sea uno de los dos tiene que superarla.

Por otro lado... nos acercamos al final de Laurien. Ha sido un camino largo y un clímax épico para la Visión de Fenre. Vale decir que esos últimos versos me pusieron la piel de gallina y me sacaron una lagrimilla: es sorprendente lo mucho que uno se encariña con los PJs. A efectos de juego, Laurien está muerta, pero por cuestiones narrativas voy a darle un par de turnos más de vida, agonizando, para que pueda ver el desenlace del combate y despedirse de sus compañeros como corresponde.

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15/08/2022, 16:04
Ser Gherim van Wayden

Cuando el demonio le agarró del tobillo con aquella desesperada y sobrenatural fuerza, Gherim cayó de espaldas como si le hubiesen asestado un potente barrido que hubiese desprendido sus pies del suelo. Fue a enterrarse en el fango y perdió momentáneamente la noción del espacio y del tiempo tras sentir un dolor punzante en la nuca. Escuchaba aullar al demonio vestido con piel de lobo fuera de sí. 

Giró el cuello y comprobó dolorido que Laurien, lívida, sostenía aún el espejo de Dina frente a Belatsunat mientras sus ojos pugnaban por mantenerse abiertos. Vio sangre. Manaba mucha del pecho de la profetisa, que parecía estar ungida de pies a cabeza en aquel néctar carmesí para consumar su sacrificio. Apenas se mantenía en pie. También buscó al batidor con la mirada, creyendo que Belatsunat le había descuartizado con el golpe. No lo encontró. Le había perdido de vista cuando el demonio lo arrojó por los aires como si de un muñeco de trapo se tratase.

Parpadeó confundido por un instante, todavía conteniendo la respiración tras el derribo. Comprendió que su sino estaba unido inextricablemente al de la criatura en aquella prisión especular, pero al buscar con sus ojos el abismo que aguardaba en la mirada de Belatsunat se topó con los ojos flavos y ambarinos de su progenitor.

La cicatriz era tan real... Y sin embargo apreció un miedo atávico que jamás habría latido en los ojos del viejo lobo Kaden van Wayden.

Lo supo entonces con claridad.

Aquel ser era un infame y astuto usurpador, un despreciable embaucador que había jugado con su mente y le había robado algo más que un largamente anhelado reencuentro con su padre.

Le había mancillado el alma. Quizás para siempre.

—Sin lágrimas, padre —espetó apretando los dientes, manteniendo sus ojos esmeralda fulminando a aquel demoníaco impostor.

Alzó su bota libre de la presa de la bestia.

Esto es por Madre.

Hundió la bota en la nariz de su progenitor sin remordimientos. Al golpe siguió un crujido escalofriante, un sonido grotescamente familiar al de un huevo cascándose con un plato de porcelana.

Esto es por Hilde.

Notó el talón de su bota aplastar el pómulo, deformando el rostro, manteniendo aún inalteradas las brasas que latían en sus cuencas oculares.

Esto... es por Dina.

Cargó un último golpe con todo su incandescente odio alimentado durante años. Exhaló antes de liberar un último golpe.

—Y esto... es por mi Maestre.

- Tiradas (1)

Notas de juego

YEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!

Perdonad las flipadas, pero es que el post me ha salido del alma. He pasado mucha tensión, oiga. ^^

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16/08/2022, 13:45
Heinrich von Bassenheim

Heinrich, concentrado como estaba en el monstruo, consiguió apartar su primer golpe con su estoque. Aún le sorprendía la rigidez de aquel arma, sin duda, se merecía un nombre propio por su gran servicio. No obstante, no pudo parar un segundo ataque, que absorbió su cuerpo, quedando maltrecho y casi imposibilitado para cualquier movimiento. Mientras observaba la mancha rojo oscuro que aparecía donde estaba su estómago, un tercer golpe llegó, mandándolo por los aires contra una de las desvencijadas paredes de la casa de Dina. Cerró los ojos un instante, y rezó por haberle regalado a Laurien el tiempo necesario.

Tirado y vencido en una esquina de la casa, el batidor se arrastró como malamente pudo para incorporarse contra la pared, y usando su propio estoque a modo de bastón, alcanzó a ver el éxito de Laurien. Con toda su vitalidad pagó, para que aquel espejo reluciese y arrastrase al monstruo a otro mundo, donde jamás debería salir de nuevo. Todo un ejemplo de altruismo aquella joven, a la que llamaban la Voz de Fenre. La voluntad, sería mas acertado, sin duda.

Pero cuando el herenhoutiano estaba empezando a buscar en descanso entre la alegría de desterrar a aquel monstruo, la tristeza de perder a su hermana y el orgullo que sentía por la misma, un nuevo contratiempo apareció. Belatsunat parecía no resignarse a su destino, y quiso llevarse con el a Rostro de Plata, al que llamaba Gherim. Quiso el batidor echar una mano, pero nada más dio un paso, un dolor atroz hizo presa de él, resbalando en su propia sangre y perdiendo por un momento en tacto con su estoque, cayendo de bruces, nuevamente al suelo. Mierda, pensó. No obstante, nada más alzar la mirada, vio como a golpe de tacón y, sin duda, de odio, el guerrero que tenía por hermano, consiguió deshacerse de la presa del demonio que irremediablemente, sería absorbido por aquel espejo, por la voluntad de la valiente Laurien.

Una lágrima recorrió el rostro de Heinrich, viendo el gallardo final de su hermana en aquella escena.

-Gracias Laurien, vivirás en nosotros, al igual que nosotros viviremos por tu sacrificio.

Notas de juego

Como Gherim sacó su tirada de fuerza, he preferido no hacerla yo y narrar un final más tristón.

Si hiciera falta la tirada aún así para liberarse de la presa, rectifico.

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16/08/2022, 14:05
Laurien Groote Stroek

Una última sonrisa, amable, dulce e inocente asomó al rostro de la joven mientras el brillo de sus ojos se apagaba y su cuerpo se convertía en el sello final de aquel demonio y casi como un susurro, casi como su última voluntad unas palabras llegaron a los oídos de quienes eran sus hermanos...

- Gracias... 

Notas de juego

(lo siento, necesitaba despedirme de alguna forma :p) 

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18/08/2022, 15:05
Kaden van Wayden

El demonio en piel humana se aferra a Rostro de Plata, aquel al que llama Gherim. Le coge con tanta fuerza que escucháis un chasquido de huesos. El espejo, voraz, le atrae hacia sí con la potencia de un agujero negro. El enmascarado está en lo cierto: no es su padre. El verdadero Kaden van Wayden no habría demostrado el terror que asola a este miserable ilusionista.

—¡Gherim! ¡Eres mi hijo! ¡Un Colmillo de Hierro! ¡Ghe! ¡Rim! ¡Ghe...!

La bota del enmascarado golpea al demonio en el centro de la faz; la nariz cruje como madera al astillarse, y un segundo taconazo le destroza el pómulo derecho. El falso rostro es una máscara abollada, coronado por una napia retorcida e hinchada. La bota se alza por última vez y cae nuevamente sobre la nariz. El cartílago se hunde hacia dentro y el rostro pareciera estallar en un amasijo de sangre negra, la sangre de Belatsunat, porque aquella sombra de un recuerdo lejano, que era todo lo que quedaba de Kaden van Wayden, muere.

Notas de juego

(sigue...)

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18/08/2022, 15:18
Belatsunat

Lo único que queda detrás de todos los espejismos es el demonio, desesperado, aterrado, frágil. Con el último golpe de bota suelta al enmascarado, y al hacerlo su garra se desliza por el músculo gemelo de Rostro de Plata, arrancando pedazos de tela y carne [1]. Belatsunat emprende su caída horizontal hacia el portal que lo aguarda.

El espejo se ha convertido en un recuadro de enormes dimensiones del que mana una luz cegadora. La criatura es arrojada a su interior entre gritos, como un animal que sabe lo que le aguarda en el matadero. Belatsunat desaparece tras la luz del portal, que a continuación se cierra y vuelve a ser un sencillo espejo. Pero ahora, su superficie ya no refleja nada: la sangre de Laurien lo cubre y lo sella.

El demonio se ha perdido en el encierro eterno. Todo ha terminado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

[1] ¡4 de daño a RdP! ¡Porque sí! ¡Porque soy cruel!

(sigue...)

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18/08/2022, 15:27
Dina

Los vecinos de Novokovo se acercan a ver qué es lo que sucedía. La lluvia ha llegado a su fin. La niebla también. Todavía hay nubes, pero la luz del sol, poco a poco, baña la aldea. Es la primera vez en meses que Novokovo no está sumergida en sombras.

Dina ya ha despertado. Tiene un tobillo hinchado y le cuesta caminar. Se acerca a Rostro de Plata y posa una mano en su hombro. Le mira a los ojos. No dice nada.

Notas de juego

(sigue...)

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18/08/2022, 15:30
Yuri

—¡Señor inquisidor Heinrich! ¡Señor inquisidor! ¿Se encuentra bien? ¡Lo he visto todo! ¡Desde las ventanas del orfanato, lo vi todo, todos los huérfanos lo vimos! ¡Eso que habéis hecho fue... fue... sois héroes!

Decenas de personas se aproximan a la casa de Dina. Con recelo, con miedo, pero con esperanza, el palabrerío corre como chispa en pólvora, y los testigos de la lucha contra el demonio se encargan de dar inicio a vuestra leyenda. A los pocos minutos, centenares de personas, quizás toda la aldea, está allí reunida, formando un círculo en torno a donde años atrás la familia de Dina fue masacrada.

Las cabezas del párroco Timur y la extranjera Shadha al-Qanan provocan algunos desmayos y no pocos vómitos. Yuri, sin embargo, tiene sus ojos posados en Laurien.

—La señora inquisidora Laurien... oh, no, ¿no hay nada que... nada que se pueda hacer? ¿Señor inquisidor Heinrich? ¡Esto no está bien! ¡No es justo!

Notas de juego

(sigue...)

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18/08/2022, 15:37
Tanya

—¡OhporelamordeFenre! —exclama Tanya al ver los restos de la escena. No sin cierto respeto, se acerca a vosotros—. Oh, disculpad, hermanos, es solo que tanta sangre me, oh, me altera. Puedo preguntaros... ¿dónde está el hermano Cornelius? ¿Le habéis encontrado? 

Notas de juego

(sigue...)

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18/08/2022, 15:40
Izolda

La tabernera se arrodilla junto a Laurien. Posa una cálida mano en su frente.

—Ay, hermana, ay, ay... tan joven. Tan joven...

Tiene los ojos humedecidos. El labio inferior le tiembla. Os mira con las cejas arrugadas.

—¿Qué diablos fue todo esto? ¿Ya estamos a salvo? ¿No hay más bruja?

Notas de juego

¡Empezamos los últimos turnos para cerrar la historia! Si tenéis algún cabo suelto, este es el momento para atarlo. Tenéis a todos los PNJs de la aldea para hablar. Niniel, si tienes algunas últimas palabras para Laurien, adelante. Tras esto iremos a un muy breve epílogo y le damos el cierre a esta aventura.

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18/08/2022, 15:42
Nika

Nika, silenciosa entre la multitud, te mira fijo. Está llorando, pero se limpia las lágrimas con el dorso de la mano. Se sube la capucha para pasar desapercibida. Aun tienes algo que hacer: poner a la niña a salvo.

Notas de juego

Esto va solo para ti porque Rostro de Plata nunca vio a Nika. No sabe quién es, y a menos que se lo quieras contar o quieras que te vea con la niña, nunca lo sabrá. Si tienes algo para decirle en privado a Nika puedes hacerlo, marcándola solo a ella. Podemos decir que sería una conversación "disimulada".

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18/08/2022, 16:13
Laurien Groote Stroek

El rostro de la joven parecía esculpido en mármol, su pálida piel resplandecía con los rayos que volvían a iluminar el lugar, sus ojos estaban cerrados y su expresión mostraba una sonrisa serena y calmada que le daba aquel aire puro e inocente... Si no fuera porque no respiraba y la sangre cubría su cuerpo y sus ropas podría parecer que durmiera plácidamente... 

Una lágrima parecía haber quedado congelada en su mejilla, una lágrima carmesí al mezclarse con la sangre que más parecía un pequeño y hermoso rubí.

Sin duda alguna la joven había muerto en paz y en calma, conocía el sacrificio... Demasiadas vidas inocentes sesgadas y un mal como aquel solamente podía ser purgado con sangre inocente y debía ser la suya... 

Su mano izquierda estaba cerrada con fuerza y casi como un acto reflejo se abrió mostrando el símbolo que siempre había llevado con ella... Un sencillo colgante con el símbolo de Fenre, el colgante que había sido usado en el sacrificio y entre la tierra y la sangre parecía dibujarse una letra "N". Seguramente Heinrich sabría para quién debía ser ahora... 

Notas de juego

¡Gracias! ^_^

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18/08/2022, 16:43
Heinrich von Bassenheim

 

 

Heinrich lanza una última mirada al monstruo, justo cuando desaparece. Ha terminado. El demonio ha muerto. Su mirada se dirige inmediatamente hacia Rostro de Plata, hacia...Gherim. Está mal herido, pero parece que Dina ya se está preocupando por él. Está hecho añicos, pero se repondrá, sus heridas cicatrizarán y serán solo un vago recuerdo, el caso es...como quedarán sus heridas internas. Aquel viaje le había servido al batidor para entender, quizá, algo más al frío hermano. Tras estos pensamientos, dirigió su mirada al cadáver de Laurien, la maravillosa joven que dio su vida por los demás, sin tan siquiera pensarlo. Apretó los puños, lloró. De tristeza. De rabia. Apretó los puños casi hasta hacerse sangre, y de nuevo, apoyándose en su estoque a modo de bastón, se alzó a duras penas. 

Se secó las lagrimas. Acarició la cabeza del joven Yuri, y lanzó una sonrisa a una joven en medio de la multitud.-No te preocupes joven Yuri, ya nada se puede hacer, pero dio su vida con gusto. Su sacrificio no ha salvado solo a la aldea, si no a mucha mas gente. Recuérdala con la bondad que se merece. Ahora hazme un favor, ¿si?. Busca a los demás niños del orfanato, incluida tu hermana. Sé que habéis pasado momentos muy difíciles. Reúnelos contigo allí, considéralo tu última misión en Novokovo, si así lo quieres. Luego iré a junto vuestra, quiero contaros tantas cosas...pero son solo para vuestros oídos, no para el resto de la aldea. Ahora vete, vete pequeño, vete raudo, y espérame allí. Iré pronto. Tengo que poner en orden estos asuntos- dice señalando a la multitud allí congregada.Unos instantes después tras haberse asegurado que el joven cumplía con lo pedido. Rechazó a toda la gente que se le acercaba con gesto sombrío, cada pregunta, cada palabra se le calvaba como un dardo envenenado. Cuando apartó a la gente de si, y de la "escena" volvió su vista hacia la multitud. Escuchó el cuchicheo en el cual narraban la leyenda de los inquisidores, y no pudo con tal hipocresía, no con el precio que allí se había pagado...su rabia fue creciendo exponencialmente en su corazón, hasta que subió por sus venas hasta su cuello y explotó:

-¿Héroes? ¿Leyendas? - rio sarcásticamente- Hace unas horas intentasteis matarnos, si, matarnos, por que Erik os lo pidió. No llevábamos ni 24 horas en el pueblo, y ya éramos los culpables de vuestros males, y nuestra muerte la solución a los mismos. Los que no nos atacasteis huisteis, muchos por simple miedo a las consecuencias, más que por no querer nuestra muerte. COBARDES. ¿Y ahora nos llamáis héroes?. Cornelius ha muerto, ha ofrecido su vida a la causa, y a sus hermanos, Laurien ha dado la vida por vosotros, aún estando herida por cuchillos vuestros. Erik ha muerto junto con la gran mayoría de sus seguidores. No por que nosotros lo quisiéramos, si no por que intentaron matarnos mientras procurábamos ayudaros, Misky ha muerto, Stanislav ha muerto, Timur ha muerto, todos por no aceptar la verdad y no enfrentarse a ella, de una u otra manera. La bruja ha muerto, ahí la tenéis quemada -dijo señalando la hoguera que el mismo había prendido - y el demonio que venía con ella ha sido desterrado al infierno del que proviene. La extrajera... - hizo una pausa para mirar con cierta pena hacia la cabeza de aquella mujer, y con cierta curiosidad a Gherim - también se ha ido. 

Pensabais que vuestro mal era la bruja, pero vuestro mal sois vosotros mismos, es más, vuestra pecaminosa vida es lo que atrajo la bruja hasta este pueblo, y así lo confesó ante las llamas de la hoguera. Estáis podridos de envidias, y de malas intenciones para los demás. Os basta que os den una cabeza de turco para coger las armas y matar inocentes, y eso no lo ha causado la bruja, eso está en vuestro corazón. VOSOTROS habéis causado vuestra propia ruina. VOSOTROS sois el mal de Novokovo. Dos inquisidores han dado la vida, y otros dos hemos dado buena parte de nuestra sangre - dijo señalándose a si mismo y a su compañeros, únicos supervivientes del delirio novokovita - para libraros de la bruja, y con mucho gusto, lo creáis o no. Pero SOLO VOSOTROS seréis capaces de extirpar el mal que acecha Novokovo. Tenéis una oportunidad única de convertiros en gente de bien, de reconstruir la ciudad y más importante, de reconstruiros vosotros mismos. Dejaros de historias y leyendas absurdas, y dedicaros a lo de que verdad importa, miserables. Podíais empezar por adecentar a Laurien para su entierro, se lo debéis...se lo debemos. Y ahora, rematadnos o largaros a vuestras casas, sea lo que sea, HACEDLO YA.

 Para enfatizar sus palabras, sacó su pistola y gastó su última bala en disparar al aire.

-HE DICHO YA!

Una vez que todo el mundo desapareció, Heinrich se acercó al espejo y lo recogió con todo el cuidado del mundo. Lo envolvió en un jirón de tela y lo guardó en su casaca con sumo cuidado. Luego se dirigió, cojeando, y ayudado por su peculiar bastón a su malherido hermano. Le pidió a Dina que les dejase un momento, y tras asegurarse de que nadie más escucharía aquella conversación, habló:

-Gherim - dijo con cierta suspicacia - ya que así pareces llamarte. Ha sido, sin duda, un final complicado, nuestros cuerpos, y sobretodo, el de Laurien, así lo atestiguan. Sé de buena tinta que has pasado por mucho estando aquí Gherim. Ese demonio se metía en tu cabeza y sacaba tus miedos mas enraizados. A mi también me escrutó en mis adentros. No sé cuales son tus males, pero espero que algún día puedas ponerles remedio, de corazón. Tengo...no, necesito decirte, que esas dos cabezas me parecen dos grandes errores. La extranjera era un alma pura, solo quería el bien, y proteger a los demás del mal...a su manera..., el espejo que rompiste me da la razón, en cierta manera. No se lo merecía. Tampoco Timur, cierto es que era un impostor, pero a su manera, mantenía a la comunidad unida, y si vieras la labor que hizo en la aldea cuando todo se puso complicado, lo sabrías. Ya sabemos ambos que además era desertor de Herenhout...como también lo soy yo. No sé si tu pasado como Colmillo tuvo algo que ver...pero sinceramente, olvídate del pasado, eso ya no cuenta, cuenta lo que hacemos a partir de ahora. No tengo ni idea de cómo quieres encajar todo esto, sea como sea, tenemos un duelo en el aire, que si gustas podremos aprovechar para dirimir todo lo que necesites. Pero no hoy. Hoy tengo algo muy importante que hacer, y nada me va impedir hacerlo. 

Se alejó un poco de su hermano y confesó en tono serio. Como interiorizando lo que estaba diciendo. Su nueva realidad.

-Voy a alejarme del Dicasterio una temporada, quien sabe, puede que para siempre, puedes decir lo que gustes si es que tú regresas. Antes de irme, quisiera pedirte un favor. Me gustaría quedarme y enterrar a Laurien como se merece, pero...aunque ahora mismo no te lo pueda explicar en su totalidad, algo mucho más importante que todo eso, me reclama - Puso su mano en el pecho, donde estaba el cristal -. Confía en mi, la extranjera me dijo como deshacerme de esto para seguridad de todos.

Dicho esto, el herenhoutiano le dio la espalda al enmascarado y comenzó a andar lastimosamente hacia Laurien, mientras como último alegato, quizá para siempre, quizá para un tiempo...dijo:

-En 4 meses volveré a la posada, y reservaré la misma habitación que en esta ocasión. Espero verte ahí, sea cual sea la decisión que tomes con toda esta información. Hasta entonces...Gherim van Wayden. -  dijo esbozando una sonrisa amable.

Se agachó y recogió el símbolo que Laurien aferraba en su mano. Dio un beso a la misma, y se llevó un jirón ensangrentado del ropaje de su hermana. El herenhoutiano no olvidaría a aquella joven, y aquel trozo de tela, sería su luz en el camino de ahí en adelante. 

Y así, cojeando, y sumido en sus pensamientos, el batidor se alejó por el camino, perdiéndose en el horizonte.

 

Notas de juego

C´est fini...

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18/08/2022, 17:22
Heinrich von Bassenheim
Sólo para el director

Heinrich recogió su caballo y el de Laurien, y los encajó en una vieja carreta. No preguntó ni de quien era, ni pidió permiso para usarla, fuera quien fuera, se lo debía. Luego llegó al orfanato, donde esperaba ver a Nika y Yuri, pero antes debería hablar para todos. Desde la propia puerta, sin entrar, habló lo más serio y esperanzado que pudo.

-Vosotros sois el futuro de Novokovo. Parezca verdad o no, todo lo que ha pasado aquí ha sido fruto más del corazón de las gentes, que de nada sobrenatural, hayáis visto lo que hayáis visto. Es por eso que, quiero pediros un favor. Buscad ser vuestra mejor versión, buscad ser honrados, buscad ser justos, por que lo que no beneficia a la colmena, nunca beneficiará a la abeja. Pensad todo dos veces, no os creáis de primeras nada, sometedlo a vuestra crítica y obrad con bondad. Si hacéis esto, solo os traerá bien la vida. He de irme, he de irme ya, y he de llevarme conmigo a dos de vosotros que me ayuden, Nika, Yuri...quizá vosotros que ya me conocéis seáis los más indicados, a los demás os dejo una misión. Velad por que Laurien, quien ha sacrificado su vida por vosotros, sea bien cuidad y dispuesta para el entierro. Nika, Yuri, os espero fuera, despediros y recoged lo que necesitéis. Tardaremos mucho en volver.

Pasado el tiempo, ayudó a los jóvenes a subir a la carreta y a guardar sus bártulos, y empezó el viaje en silencio. Cuando estuvieron lejos de las miradas indiscretas, ya salidos de la ciudad, soltó una mano de las riendas y abrazó a Nika.

-Llora niña, llora, te curará el alma. No me separaré de ti.

Miró a Yuri, y le guiñó un ojo.

-Seguramente tendrás muchas preguntas, todas tendrán una respuesta, pero dime ¿estás comprometido con exterminar el mal del mundo? Por que ese mal, no solo son las brujas, ni siempre son las brujas. Es más, hay brujas, que pueden hacer el bien.

Dicho lo cual, soltó a Nika, y buscó el collar de Laurien, se lo mostró. 

-Seguro que esto te suena Nika. Laurien quería que lo tuvieses. Me lo pidió con su último aliento de vida. Guárdalo, y cuando te sientas perdida, tócalo, el alma de Laurien te ayudará siempre a hacer lo correcto. Sé que quieres redimirte, y se que lo harás. Hay mucho bien en ti, hay mucho bien que hacer entre los tres.

Y así fue como Heinrich, el batidor, comenzó una nueva etapa en su lucha contra el mal, el verdadero. Aquella aldea le había enseñado mucho, y no pensaba olvidar ni profanar el legado de Laurien. Buscaría un lugar donde empezar de 0 con nuevas identidades, gracias a sus contactos del ejército. Su primera misión sería navegar mar adentro, donde nadie jamás lo había hecho, y tirar aquel espejo, donde NUNCA pudiera ser recuperado, y educar a aquellos niños, con tanto potencial, en hacer el bien, sin los dogmas del dicasterio. 

Notas de juego

Por darle un final a la historia de Nika y Yuri. 

Luego desde que posteen todos, la pondré pública

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19/08/2022, 17:00
Ser Gherim van Wayden

El fuego se había apagado, pero aún podía paladear el regusto amargo de la ceniza en su boca tras el enfrentamiento con Belatsunat. Trató de incorporarse, pero ante el chillido general de sus huesos y su musculatura, especialmente su pierna, eligió permanecer sentado un poco más.

Se encontró a sí mismo esbozando una sonrisa sarcástica evocando al demonio despidiéndose de él, suplicándole, rasgándole la carne para que le salvara en el último instante. La última argucia del embaucador:

«Eres mi hijo.»

—Él nunca habría dicho eso... pensó una vez el espejo devoró al demonio, sintiéndose hueco. Vacío.

No sabía qué habría dicho, en realidad. ¿Cómo podría saberlo? La misma imagen que había tomado el demonio para turbarle era fruto de un lejano y difuminado recuerdo, perdido entre las brumas del tiempo.

Notó la mano de Dina posarse sobre su hombro y giró despacio su mirada, volcando sus ojos esmeralda en ella. No encontró las palabras. Sinceramente, lo agradeció así. En el silencio no había dolor. Aquello era un solaz para un sanguinario guerrero como él.

Escuchó a Heinrich dirigirse a los aldeanos. Intenso, como siempre. No tenía nada que añadir a sus palabras. A diferencia de su camarada, él no tenía ningún mensaje cargado de filantropía con el que reverdecer sus almas podridas. Aquellas gentes merecían su destino, a su modo de ver. La única excepción que podía hacer... era Dina. Los niños, como siempre, eran víctimas inocentes. Guardó un críptico silencio cuando Heinrich evidenció una notable complicidad con aquel jovencito rubicundo.

Los novokovitas tenían razón en una cosa: Laurien y Heinrich, mal que les pesase, eran héroes. Él, en cambio, se sentía muy distinto. Su único éxito real había consistido en resistir el influjo del demonio en su última acometida. Retener la sed de sangre. Sus fantasmas personales seguirían atormentándole aun después de haber doblegado a Belatsunat, y las cabezas decapitadas de Shadha y Waldo le recordaron algo que ennegrecía su torrente sanguíneo. Algo en lo que el demonio había acertado de pleno: era un Colmillo de Hierro. Un lobo entre corderos.

Cuando Heinrich se dirigió a él, Gherim aguardó en silencio hasta que el batidor se hubo vaciado por dentro. El enmascarado pareció no tener réplica, porque no contestó. Fue cuando Heinrich se dispuso a marcharse cuando el último de los Van Wayden habló:

En dramáticos epílogos Heinrichianos anteriores...

@Heinrich: -Gherim - dijo con cierta suspicacia - ya que así pareces llamarte. Ha sido, sin duda, un final complicado, nuestros cuerpos, y sobretodo, el de Laurien, así lo atestiguan. Sé de buena tinta que has pasado por mucho estando aquí Gherim. Ese demonio se metía en tu cabeza y sacaba tus miedos mas enraizados. A mi también me escrutó en mis adentros. No sé cuales son tus males, pero espero que algún día puedas ponerles remedio, de corazón. Tengo...no, necesito decirte, que esas dos cabezas me parecen dos grandes errores. La extranjera era un alma pura, solo quería el bien, y proteger a los demás del mal...a su manera..., el espejo que rompiste me da la razón, en cierta manera. No se lo merecía. Tampoco Timur, cierto es que era un impostor, pero a su manera, mantenía a la comunidad unida, y si vieras la labor que hizo en la aldea cuando todo se puso complicado, lo sabrías. Ya sabemos ambos que además era desertor de Herenhout...como también lo soy yo. No sé si tu pasado como Colmillo tuvo algo que ver...pero sinceramente, olvídate del pasado, eso ya no cuenta, cuenta lo que hacemos a partir de ahora. No tengo ni idea de cómo quieres encajar todo esto, sea como sea, tenemos un duelo en el aire, que si gustas podremos aprovechar para dirimir todo lo que necesites. Pero no hoy. Hoy tengo algo muy importante que hacer, y nada me va impedir hacerlo. 

Ve y haz lo que tengas que hacer, Heinrich. No me apetece derramar tu sangre hoy dijo con ese calculado hieratismo en el que uno no sabía si estaba bromeando de forma macabra o siendo un estoico hijo de perra en su más clásica acepción. Además... No me parece que fuese a ser un duelo demasiado interesante añadió, aludiendo al pésimo estado físico de ambos contendientes.

He cometido numerosos errores en mi vida. No tengo forma de olvidarlos. Esta noche... En cierto sentido... He tenido el privilegio de revivirlos. Uno a uno. Quizás te consuele saber que nunca fui un auténtico Colmillo de Hierro. Pero quizás, después de todo... La noche haya acabado revelando justo lo contrario.

Se retiró la máscara lentamente, desvelando su desfigurada faz.

—El pasado predice el futuro... Quise ayudar a Shadha... pero el demonio me utilizó para vengarse de ella. Guardé un terrible rencor hacia Timur cuando me dijiste que era un desertor de Herenhout... Y el demonio espoleó mis ansias de castigarle. El Maestre trató con todas sus fuerzas de impedirme que regresase con vosotros por miedo a que os asesinase... Y el demonio guio mi acero a su cuello. Me hizo deleitarme con su sangre.

Sus ojos esmeralda se posaron en los de Heinrich. No era nada fácil imaginar qué había vivido Rostro de Plata aquella noche.

Ni siquiera sé por qué sigo vivo —sentenció. —Esta noche... He mirado al Abismo a la cara. Y este me ha devuelto su mirada... —No acabó la frase. De haberlo hecho, habría añadido: Era yo.

Quedose en silencio un instante, como una mortuoria efigie acechando en un camposanto. Buscó con la mirada el cadáver de Laurien.

Parece... Parece dormir en una absoluta paz... Como si hubiese cumplido... su propósito comentó, tratando de eludir la negrura que habitaba en su alma chillándole: ¡Debiste ser tú! ¡TÚÚÚÚ! ¡MATASANGRES!

Heinrich le confesó entonces sus intenciones. Él asintió despacio, la vista perdida en ninguna parte en particular.

Un futuro. ¿Tendría él algo remotamente parecido a eso alguna vez?

No me debes nada. Y no quiero saber dónde guardas ese espejo. Haz lo que tengas que hacer con él, pero sea lo que sea... No se lo digas a nadie —dijo con la contundencia de un martillo precipitándose sobre un yunque. 

—A ojos del Dicasterio, Heinrich von Bassenheim, Laurien Groote Stroek y Cornelius Kotzträppus han fallecido en acto de servicio —añadió al tiempo que su mirada se oscurecía, presa de las tribulaciones que afloraban en el abismo que ocupaba el lugar de su corazón. —Solo regresaré yo. Nadie sabrá a dónde te diriges. Puedes dar honrosa sepultura a esta santa.

Se incorporó reprimiendo un gruñido de dolor. Se aproximó solemne hacia Laurien.

No debiste ser tú... Nunca debiste ser tú, Laurien —pensó mientras le recorría las líneas de su cara con su índice, algo que en vida jamás habría pensado hacer. Luego bañó las yemas de sus dedos en la sangre de su difunta hermana y regó con ella su máscara de plata. Sangre de santa para expiar los pecados del lobo. Se ajustó de nuevo su antifaz mientras recitaba en silencio una plegaria por el alma de Laurien.

—Santa Laurien. Recordad bien ese nombre. Ella pertenece ahora a Novokovo —Dijo aquello mientras miraba a los aldeanos que contemplaban el cadáver de la profetisa. Los miró como si tratase de horadar sus mismísimas almas. —Honradla como merece, pues a ella debéis vuestra supervivencia tras La Noche del Diablo.

Un Diablo que no era otro que Él.

Se giró a Heinrich en lo que se aventuraba una despedida transitoria.

—Cuatro meses... No sé si podré aguantar tanto tiempo —dijo, extendiendo su brazo y ofreciéndole contra todo pronóstico la mano. Se atisbó media sonrisa en su rostro demacrado.

—El mismo lugar. Dentro de cuatro meses. Hasta entonces, que Fenre guíe tus pasos, Heinrich von Bassenheim.

Por su parte, sintió que, hasta entonces, en el Dicasterio estarían realmente ocupados y desconcertados con la situación de la aldea. Quizás, después de todo, sí que había un cometido que podría resultar apto para él.

Hecho a su medida, incluso.

Al fin y al cabo, se necesita de alguien muy especial para dar caza a un auténtico demonio, ¿verdad?

¿Y quién mejor que Gherim van Wayden, el último Colmillo de Hierro, para tan sagrado deber?

—Pero primero... —se dijo a sí mismo. —Debo enterrar a un viejo amigo.

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21/08/2022, 21:17
Director

Entre los novokovitas hay miedo, entusiasmo, vergüenza, enfado y esperanza. Miedo, porque lo que ha sucedido perdurará en sus memorias durante décadas: una bruja aniquiló a decenas de personas, destruyó viviendas, y un demonio vagó libremente por las calles en busca de Fenre sabe qué cosa. Entusiasmo, porque las nubes se han marchado, ya no llueve y, por primera vez en tres meses, el sol baña los rostros de Novokovo; muchos recuerdas que es primavera, y es momento de reverdecer. Vergüenza, porque Heinrich los amonesta, y muchos saben que el batidor está en lo cierto. Enfado, porque no piensan reconocerlo. Esperanza, porque en el futuro no se avizoran brujas, demonios ni inquisidores; toca reconstruir Novokovo y elegir un nuevo alcalde o alcaldesa.

Heinrich dispara al aire, y las expresiones de la gente mutan en incomodidad. Se marchan de a poco, con parsimonia, algunos llorando, otros sonriendo. Hay muchos muertos para enterrar, pero uno de los cuerpos es especial.

—Santa Laurien —dice alguien, repitiendo las palabras de Rostro de Plata—. Sí… era una santa.

—Yo la vi una vez —dice una mujer que no conocéis—. Lloraba sangre. Veía cosas. Podía leer el futuro.

—¿Habéis visto lo que hizo? Lo del espejo… y antes de eso, cuando Erik asaltó el ayuntamiento, ¿lo recordáis? ¡Brillaba! ¡Esta mujer brillaba!

—Mirad —dice un anciano, señalando la N que Laurien garabateó en el suelo con sus últimos esfuerzos—. ¡Su último mensaje! ¿Qué nos ha querido decir?

Los aldeanos se marchan. La impresión que la Visión de Fenre ha causado en ellos arderá por el resto de sus vidas, y nunca nadie sabrá la verdad de los misterios que albergaba la inquisidora. Todo lo que quedará serán leyendas, mitos y verdades a medias, deformadas por el boca en boca. Laurien ha muerto y en su lugar solo queda Santa Laurien de Novokovo.

Notas de juego

(sigue...)

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21/08/2022, 21:20
Tanya

Tanya levanta la mano para despedirse de Heinrich. No sabe si el batidor ha visto su saludo. Prefiere no despedirse de Rostro de Plata.

—¿Y ahora? —pregunta a Izolda—. Oh, por el amor de Fenre, ¡todo esto es una gran desgracia! ¿Has escuchado, Izolda? El alcalde y Stanislav también… ¿Qué haremos ahora?

Notas de juego

(sigue...)

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21/08/2022, 21:21
Izolda

Izolda y otros aldeanos cargan las cabezas de Shadha al-Qanan y el párroco Timur envueltas en mantas.

—Y ahora toca dar los entierros. Ya habrá tiempo para más.

Mira al cielo. La tabernera nunca conoció el mar, pero se imagina que debe ser así de limpio y prístino como el firmamento.

—A no preocuparse, Tanya. Santa Laurien nos guía.

Notas de juego

Fin del capítulo HÁGASE TU VOLUNTAD

&

Fin de la partida LA LÓGICA DE LAS HOGUERAS