Partida Rol por web

Mientras el Encapuchado sale, Valentín no hace el menor esfuerzo por detenerlo. Se queda de pie, llevándose la mano a la boca, pensativo. Siempre era difícil con este hijo de puta. ¿Qué le costaba hablar claro? Aunque algunas cosas se podían sacar en limpio entre su divagar y las adivinanzas.

-Lo de la Camarilla no es mal dato. +contesta a Sebas, luego de unos momentos+ Eso descarta muchas posibilidades. Lo malo, es que son casi todas. Si no fueron ellos no tengo ni puta idea quien puede ser.

¿Algún grupo disidente? Había quilombo con eso en el norte, como siempre, pero acá no solía haber esas discusiones. ¿Cazadores? Podía ser, pero en general eran solo algunos boludos con escopetas y nafta… Jodidos para algún chupón solitario y medio salame, pero para manadas con experiencia eran comida a domicilio practicamente.

Meneo la cabeza. Sería mejor que le fueran a contar al Che. Valentín sentía que había algo más con lo dicho, algo que se le escapaba. Quizas si alguien mas canchero lo escuchara, entendería.

-Vamos. Si se largó la tormenta el agua va a subir mucho. No tengo ganas de nadar en la mierda ni llenar de mugre la camioneta. Ya bastante tenemos con esto…+mira sus pantalones, húmedos y roídos. Lo mismo a los demás, aunque se detiene en Selina, cuyas piernas blancas se exhiben entre las roturas. Suelta una leve y seductora media sonrisa.+… bueno, a vos te quedan bien flaca, pero no son mi estilo.  

Me siento molesto por todo lo que hemos pasado para las pocas respuestas que el Nosferatu nos ha dado. ¡Tanto lío con las ratas y con el tipo para eso! No me siento más cerca de saber lo que ha sucedido con mi manada, y tampoco siento que llegasemos a algo. Tal vez si tuvieramos una pista, ¡pero nada! ¿A dónde ir ahora para dilucidar este problema?

Las palabras de Valentín no hacen más que incrementar mi ira. ¡No es que me quiera quedar en esta pocilga!, pero después de todo lo que nos ha sucedido en este lugar irme sin nada en manos me molesta. A pesar de mis sentimentos no digo nada y me doy media vuelta para regresar por donde hemos venido.

- Sí, mejor vámonos...

El cuarteto, algo mordido y apaleado pero entero, regresa por las cañerías. En efecto el nivel del agua está subiendo. La lluvia que los recibe afuera es un verdadero chaparrón de primera, por lo que no solo sus pantalones, sino casi todo ellos, esta mojado al meterse en la camioneta. Tan fríos como sus pieles y ánimos luego de las extrañas palabras del nosferatu.

Valentín no puede hacer otra cosa que encogerse de hombros. Al menos ahora hay varios novatos para hacer la limpieza de los autos… y sobre lo otro, nada que hacer. Pone en marcha el vehículo, y enfila al refugio. Las calles de Buenos Aires están semivacías, el aguacero mantiene a todo el que no tiene algo importante que hacer, en sus casitas. Es un paisaje bucólico y triste. También peligroso, cuando no se sabe lo que acecha.

Llegan en poco rato. Adentro está Pablo, cuidando como se le pidió, escopeta en mano. También hay un fuego prendido en el hogar, donde se arriman Eli, Fabiana y Agustín, secando sus ropas mientras se cambian otras mudas. Parece que llegaron no hace mucho.

El “portero designado” los saluda con sequedad, mirando a Valentín. Este se encoje de hombros sin decir palabra. Los dos se entienden, ya han compartido algunas cosas juntos.

-Vayan a secarse. +les ordena en tono bajo, indicándoles el fuego, mientras se acomoda junto al vigía. Parece que quieren charlar en privado, pero además hay que tener en cuenta que ninguno de los 3 tiene otra ropa que la puesta, hay que cuidarla. Lucas y Selina por las condiciones de su viaje, los “empacaron” así sin más, y Sebas casi lo mismo, solo tiene dos o tres cositas que llevaba en el momento del abrazo...

Selina se acercó al fuego, despacio. Caiminaba, como casi siempre con un ritmo y movimiento que resultaba hipnótico a la mayoría de los mortales y a algún que otro inmortal.
En seguida pudo notar el calor de las llamas, se quedó allí, cerca. Dejando que su ropa empapada se fuera secando poco a poco mientras pensaba en como conseguir más, debía salir de caza, y esta vez igual la dejaban hacerlo a su estilo habitual. Su menté se perdió en divagaciones, ya podía notar en sus colmillos el sabor agridulce de la sangre alcoholizada que tanto le gustaba. Una pícara sonrisa enmarcó su rostro mientras, aún próxima al intenso calor del hogar, curó sus heridas.

Sebas acepta el consejo de Valentín pero permanece atento a lo que hablan, para saber como les ha ido el resto de investigaciones.

Se acerca al fuego pero no demasiado, desde el abrazo el fuego no le consuela como antes incluso le infunde respeto. Aún así sabe que si quiere conservar un tiempo las ropas debe cuidarlas del deterioro por lo que se quita las ropas que lleva encima y las colaca en una silla que acerca al fuego, y vuelve a mantener la distancia para dejar que se sequen con el calor.

Sin muchos ánimos me acercó al calor del hogar. El fuego no podrá secar con suficiente rapidez mis ropas como tampoco el entender este desquiciado misterio podría hacerlo con mi carácter. No puedo dejar de maldecir en voz baja, pensando que hemos perdido el tiempo mientras que mi manada está desaparecida, Caín sabrá dónde. ¿Acaso no estarán todos muertos, como le pasó a la manada del Medina ese? ¡Ese maldito hijo de puta Nosferatu no podía dar la información más clara! ¿Qué habíamos sacado en claro yendo a verlo? ¡Nada! ¡Una maldita perdida de tiempo!

"¡Maldición! ¡Cómo esto siga así ya van a ver de lo que soy capaz! ¡Esos malditos hijos de puta!"

La voluptuosa y amable Fabiana tiene ahora una remera blanca, que transparenta sus encantos carentes de sostén. Se la ve algo decepcionada, mientras mira el fuego, pero cuando llegan ensaya una leve sonrisa para Sebas, misma que hace extensiva al resto luego de un segundo.

-¿Y? ¿Hubo suerte? +pregunta, aunque mirandoles las caras ya se hace idea+ ¿O les toco mojarse al pedo como nosotras nomas?

El Agus se está poniendo unas zapatillas nuevas, y los mira.

-Noche del orto, en todo sentido. Es una de las que te decís para qué carajo te levantaste.

De los 3 es el que está más arregladito y vestido, a su onda. Fornido y musculado, es el mas grandote de los porteños. Saluda con un firme cabeceo a los dos muchachos, y un alzamiento de cejas a Selina, apreciando el nuevo look de sus piernas. Aunque tanto ella como Lucas y Valentín tienen las ropas rotas, sin duda es la que mejor le quedan. 

Mojada, desgreñada y pegoteada, la Eli no dice nada, mirando las llamas. La lluvia le corrió el maquillaje pero aun es linda la gotiquita. Tiene un toallón grande encima, y su ropa esta tirada cerca del fuego, así que no debe tener mucho puesto. Se trasluce una figura algo llenita pero muy bien hecha.

De momento, distrae las manos jugando con algo como plastilina, dándole formitas. Sus labios apretados dan idea que algo la tiene muy pensativa. 

-No parece que hayamos sacado mucha información. Dice Selina malhumorada,lo único que traemos son magulladuras y una peste horrible. Comenzó de desvestirse muy despacio hasta quedarse en ropa interior. Era un conjunto bonito, de encaje gris perlado. Se acercó al pequeño aseo y lavo la ropa rápidamente en el lavamanos, odiaba aquel pestilente olor que lo único que le traía era el recuerdo de su fracaso. Volvió junto al fuego a puso la ropa a secar, ¿Vosotros también habéis entrado en las putas alcantarillas?

La chica niega con la cabeza, mientras Pablo mira a Selina sin disimulo, estudiandola. Eli sigue en su meditación.

-No, nosotras fuimos a ver a la banda de Kaos. Son todos anarquistas, vampiritos que se la dan de musicos y eso, aunque no tocan mal. Creo que son Toreador, o al menos él. Tienen sus grupies entre humanas y chupones por igual, asi que mostrando un poquito de carne... se suele poder entrar, ver la onda, escuchar rumores. Hasta algún pase atrás del escenario.

Sonrie, mientras acomoda un poco sus grandes senos, sin dar mas detalles. Luego frunce la boquita:

-... pero hoy nada. Nos comimos la lluvia esperando, para que al final nos dijeran que no se habian juntado a ensayar, así que no nos dejaron pasar. Que era algo privado. Putos de mierda, pudieron decirlo antes de que nos hicieramos sopa... Encima a Eli le pareció que alguien nos seguía cuando pegamos la vuelta, así que estábamos re-perseguidas. No se si era algún chorro, u otra cosa, pero flojísimo.

-A mi me paso igual con los de Ramiro. +añade en tono gruñon, aunque moderado por la vista de las chicas mojaditas+ Plenario particular, no dejaban entrar a los de fuera del grupito. Lucre se quedo a esperar que terminaran, a ver si enganchaba algo a la salida. Yo me volví, dejate de joder... que se creen, estrellitas. Si después son los que mas joden de juntarse. Pero es medio raro, ¿no?.

Encoje los hombros, sin saber que aventurar. Lo suyo no es pensar, pero hasta él nota que es demasiada coincidencia.

-Si cae el Yoni o la Sandra y baten la misma, ya estamos. Hay una movida y no nos invitan.

Alcanzas a percibir el suave parloteo de los dos mas veteranos, luego de unos instantes de ajustar tus sentidos

P-... asi de mal eh?

V-Si, total. Pero algo de lo que dijo me suena, te juro. Vos sabes lo que es....+murmullo indescifrable+... aja. Y es de los sermones, posta.

P-... no sera lo de la Gehena, no?

V-... Puta madre, sabia que me sonaba. Tenes razón. Ahora que venga el Che le pedimos el libro.

P- ... no me jodas boludo. No puede ser.

V- Fue lo que dijo, textual.

P- Concha de mi hermana... 

Los dos se callan, pensativos, tras estas palabras. 

-Nosotros tampoco sacamos mucho... A parte de destrozar nuestras ropas y calarnos hasta los huesos. Hizo una pequeña pausa mientras comprobaba el estado de su aún empapada ropa, putas ratas.... me destrozaron los pantalones.... y las piernas. comentó con una medio sonrisa pícara mientras por claro efecto de la sangre curaba los múltiples arañazos que poblaban sus pálidas y torneadas piernas.

Sebas volviendo de su aparentemente mundo imaginario:

- Bueno, nada de nada no sacamos... Sabemos que la camarilla está tan perdida como nosotros. Y que algo pelotudo va a suceder. Eso que comenta, Fabiana, suena raro... ¿no creen? Putos anarcas, ellos también deben olerse algo por eso debieron de hacer su reunioncita privada...

Con aire cansado levantó los brazos- Pero no podemos hacer nada sino esperar a que llegue el jefecito.

- Pues espero que llegue rápido nuestro "jefecito", ya hemos perdido mucho tiempo.

Estoy de muy mal humor. No puedo quitarme la idea de que hemos perdido una oportunidad importante; que mientras estuvimos con el Nosferatu a mi manada, y a las que ya han desaparecido, ha podido pasarle cualquier cosa. Después de tantos años de convivencia no puedo evitar sentir inquietud por ellos. ¿Estarían bien Davo, Eugenia?

Todo esto de la aventura por la que hemos tenido que pasar, y sobretodo el estado del que salimos de ella, aumenta mi malestar. Molesto como estoy, y harto de estar empapado hasta los tuetanos, me sacó la camisa que visto y la tiró en algún lugar cercano a mis pies.

Recordando las palabras escuchadas entre Valentín y Pablo, decidió ver si era el único que carecía del conocimiento comentado:

- Bueno pues mientras esperamos, podríamos tener algún tema de conversación, últimamente tengo curiosidad sobre los chismes acerca de la Gehena. ¿ustedes saben o han oído algo?