Os acaban de trasladar a la nueva prisión de Jacksonville donde será vuestra "casa" definitiva para muchos de vosotros...
Estais en el autobus y no veis a más presidiarios que vosotros.
-Vamos escoria, no querreis que "Bully" os muerda. Verdad? Asi que creo que os portareis bien, por el bien de vuestros culos, asi que tranquilitos y esperar a que lleguemos.- sentencia el agente, que se refuerza con un -Grrrrrrr!!!!- por parte de "Bully".
Robert sonríe al agente tras echar un breve vistazo a Bully. - Estamos tranquilos, señor agente, sin embargo parace que el que no lo está es "Bully". - Dice poniendo una mueca al pronunciar la última palabra. - No se cómo puede fiarse de estos animales, nunca se sabe a quienes van a atacar por muy adiestrados que estén.
Al acabar de hablar vuelve a sonreir al agente con gesto afable.
-Grrrrrr!!!!!- habla "Bully" de nuevo...
-Lo siento, esque odia a la escoria humana, no lo puede evitar.- dice entre sarcastico y haciendose el gracioso.
Jones levanta una ceja mirando a Perris. - Vaya, veo que le encanta usar la palabra "escoria". ¿Quién se la enseñó? ¿Se la decía su madre?.
William permanece en su asiento con mirada y actitud seria mientras escucha la interesante charla entre uno de los presos y el guardia del perro. Algunas veces echa un vistazo por la ventana del autocar, pero la mayor parte del tiempo observa sus dedos entrelazados y las esposas que tiene en las muñecas. Parece estar pensando en las cosas trascendentales de la vida y en lo que le va a ocurrir apartir de ese momento.
Por la ventana veis desierto y postes de telefax pasando como borrones.
Aún en su posición seria William sigue con sus pensamientos y reflexiones.
Un desierto, para que quien se quiera escapar lo tenga muy crudo.
Frunce un poco el ceño con muestra de disgusto aparente y vuelve a mirar a sus manos entrelazadas.
Espero que el tomate de la prisión no sepa demasiado artificial, odio el tomate artificial, pero me encanta el tomate frito...creo que sabrá artificial, tendre que acostumbrarme.
Pestañea lentamente como si lo que le pasara por la cabeza fueran los ultimos rezos antes de morir.
Tal vez ni nos pongan tomate...
Al poco rato, aunque a vosotros se os hace interminable dado el nivel de conversaciones, llegais a la cárcel. Veis como entrais por las puertas, aún dentro del autocar, y parais justo en la entrada.
-Abajo, bienvenidos a vuestro infierno en la tierra.- sonrie maliciosamente.
Pues la verdad es que así a primera vista no tiene tan mala pinta.
William aún permanece serio, como todo el viaje. Observa la puerta del recinto penitenciario a sabiendas de que ese lugar le va aser mu conocido durante mucho tiempo. Y encima el guardia hace ese comentario. Todo indica que alguien como el lo pasara mal en un lugar así.
Decide romper el silencio con voz seria y aparentemente preocupada.
-Disculpe agente, ¿todos los miembros de seguridad de ahí dentro son tan profesionales como lo parece usted?-Dice esto convencido de sus palabras.
¿Y los filetes?Seguro que los hacen demasiado. Bueno, si hay filetes...
-Grrrrrrrr!!!!!!!!!!- habla el perro.
El agente tira fuerte del collar hacia atras.
-Yo soy un novato, comparado con los agentes que hay en esta prisión. Si quereis un consejo... No cabreeis a ninguno.-
Mira fijamente a los ojos del ajente para explotar en una carcajada mientras dice:
-Jajaja, menos mal, porque ya pensaba que todos serian como usted y que realmente seria un infierno jajaja, pero veo que puede ser un sitio serio y todo jajaja, perdon perdon-se seca las lagrimas de los ojos-No pretendia meterme con usted, solo con el que le agarra la correa jajajaja
Uy señor Perris, creo que alguien se ha metido con usted. ¿Se encuentra bien? ¿Lo superará? ¿Quiere llorarme en el hombro?. Pobrecito
Robert se vuelve a William . - ¡No tienes corazón!
-Venga, a tomar por culo abajo! y tú, graciosillo...- refiriendose a William -...Me aseguraré de que lo pases muy bien aqui.- dice sarcasticamente.
-Me dijeron que si me ponian un corazón tendria que pagar mas impuestos...asi que...
Vaya panda de tarados que vamos a ser jajaja
-Perdoneme agente perris, no pretendia ofenderle...tanto...
William vuelve a poner una cara seria, de hombre formal y serio.
-Creo que los nervios me han jugado una mala pasada.
Venga ,venga, vamos pa dentro que tengo hambre.
Comento al oír como retumban mis tripas.
Espero que la comida sea igual de mala que en mi anterior cárcel. Empezaba a gustarme.
-Pues yo odio cuando el tomate sabe artificial...no me gusta ese maldito sabor que te deja en la boca durante todo el dia.
Me dirijo hacia la entrada, ahora llegan chequeos, intercmabios de papeles y pertenecias...para al fín llegar a la celda.
-Es curioso que nos hayan traido solo a nosotros tres...como si no hubiera gente malvada ahí fuera jajaja