Rebuscando y antento a cualquier mínimo detalle, encuentras en la esquina superior derecha de la habitación, en el suelo, en la esquina del armario con la pared y el suelo restos de un polvo oscuro, con mucho cuidado pasas el dedo índice enguantado por el suelo, impregnándolo bien del polvillo y te acercas el dedo a la nariz oliéndolo: descubres que el polvillo que se llevaron los detectives y que mencionaba Dora no era otra cosa sino pólvora.
No encuentras absolutamente nada de interés.
Revolviendo entre los papeles de Jerry sólo encuentras diversos artículos sobre demoliciones, parece que Jerry gustaba de coleccionar artículos sobre cuantas demoliciones con explosivos de viejos edificios se llevaban a cabo no sólo en Boston, sino en general en todo el país.
Además encuentras un artículo muy interesante cuyo título es : "Demoliciones en descubrimientos arqueológicos ¿Mito o Realidad?" , el artículo confronta opiniones de diversos arqueólogos sobre la conveniencia o no de utilizar explosivos para abrir vías en yacimientos arqueológicos", el resto de papeles de Jerry no son más que cartas sin ninguna utilidad práctica, facturas de la lavandería, varias tiendas(de artículos convencionales).
Finalmente no te queda otra que encogerte de hombros y resignarte a no encontrar nada que pueda dilucidar en qué se hallaba metido Jerry.
Después de comprobar que el polvillo es lo que yo sospechaba, me levanto mirando mi guante y le comento a mis compañeros: - El polvo que la policía se llevó de aquí no era otra cosa más que pólvora. Podemos dejar a un lado las teorías de sustancias psicotrópicas, al menos por ahora -
Les muestro a Robert y O'Rick el polvillo impregnado en mi guante, y prosigo la búsqueda por el armario, a ver si encuentro algo de interés, aunque creo que la policía se habrá llevado ya cualquier cosa.
- Aquí tampoco he encontrado nada interesante salvo este artículo de periódico... no sé si será de interés para usted señor O'Reilly.
Le tiendo el recorte.
"Demoliciones en descubrimientos arqueológicos ¿Mito o Realidad?" , el artículo confronta opiniones de diversos arqueólogos sobre la conveniencia o no de utilizar explosivos para abrir vías en yacimientos arqueológicos"-
- Me temo que esta habitación ya ha sido limpiada por los agentes del orden.
XDDDDD
Puntazo para el Guardián, ¡lo que me he reído!
Observo atónito el escrito que me tiende Peabody
-Señor Peabody, me atrevería a decir que seguro que es de más utilidad para usted que para mí. Y le dirijo lo que podría interpretarse como una, algo forzada, sonrisa.
A continuación, dejo de fijarme en el recorte y miro alternativamente a mis compañeros.
-Señores, tampoco yo he encontrado nada. Creo que la identificación de la extraña sustancia como pólvora da carpetazo a cualquier especulación que, como la mía (algo desafortunada, disculpenme) se pudiera plantear al respecto. Creo por tanto que, a no ser que prefieran ver alguna otra dependencia de la casa (cosa que personalmente veo innecesario y preferiría no hacer), deberíamos dirigir nuestros pasos a otro lugar. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Creo que el siguiente paso natural es la oficina de Jerry Maklin, dado que no hemos obtenido nada que nos permita acudir a la policía con ciertas garantías, y la desaparición es aun muy reciente como para que tres desconocidos se presenten en las dependencias policiales haciendo preguntas que seguramente provocarían cierta incomodidad y sospecha en los agentes. No obstante, mis compañeros posiblemente tengan otra opinión, y no deseo en absoluto parecer pedante o intentar imponer mi voluntad sobre la de nadie. Sigue llamándome poderosamente la atención la total ausencia de libros en esta habitación.
PUNTAZO, sí señor!! XDDD Yo también me he descojonado un buen rato!! :D
Me limito a asentir mientras recojo el recorte de periódico algo confundido. ¿Para mí? ¿Qué interés puede tener para mí? Aún así lo doblo cuidadosamente y lo guardo en el bolsillo de mi chaqueta.
¡Es la clave! ¡El recorte es un conjuro oculto para enfrentarnos al monstruo final! ;D
¿ no os váis a despedir de Dora ? :D
Camino hacia la sala donde se encuentra la señora Maklin, y al llegar hacia ella pongo en orden mis pensamientos con objeto de ofrecerle un discurso lo más esperanzador posible; por ello, y por sufrir un repentino ataque de duda y temor, no consigo mirarla a los ojos mientras le hablo:
-Estimada señora Maklin, ahora debo despedirme de usted, al menos por el momento. Nos ha proporcionado una... -dubitativo- ...valiosa ayuda. E... Estoy seguro de que en... poco tiempo... vamos, domínate Maurice, no convences a nadie hablando de ese modo, si te hablasen a tí de ese modo sabrías automáticamente que por muchos esfuerzos que tu interlocutor hiciera por calmarte y transmitirte esperanza jamás lo tomarías en serio.
Trago saliva, me quedo en silencio el tiempo justo para cerrar los ojos e imaginar que me encuentro en mi anhelado hogar en tiempos más felices. Cuando pasados unos instantes me encuentro más tranquilo, continuo hablando, aunque no puedo evitar sostener un tono de cierta monotonía, mecánico.
-Discúlpeme, se lo ruego. Como le decía, estoy seguro de que en muy poco tiempo volveremos a vernos, pero en esa ocasión estaremos acompañados de su hijo. Mientras tanto, me esforzaré todo lo posible en mantenerla al tanto de nuestras averiguaciones más significativas, si usted no tiene inconveniente.
Terminado el discurso, le pongo suavemente la mano en el hombro, en un gesto de afecto que no puede ocultar cierta condescendencia. Una última y levemente forzada sonrisa asoma a mis labios mientras retrocedo a la espera de mis compañeros.
Ya me largaba yo sin decirle ni mu a la pobre Dora... :-S
- Adios Dora. Confío en que encontraremos a Jerry. Esté tranquila.- le digo a la anciana mientras beso su mejilla y me dirijo hacia la puerta.- ¿Alguno de ustedes tiene coche o llamamos a un taxi?
Pues la verdad es que ni me acordaba de la pobre anciana. ¡Así va el mundo que no se respeta a los mayores! :D
- Gracias por todo señora Maklin. En cuanto sepamos algo nuevo acerca de Jerry se lo haremos saber. - me despido amablemente de la buena anciana. Cuando salgo por la puerta indico a mis nuevos compañeros:
- Mi coche está aparcado ahí, podemos ir en él si les parece bien. ¿Cuál será nuestra primera parada? ¿La oficina de Jerry? -
Yo no me olvidaba de Dora!! Pero no pude postear antes!!
-Agradezco su amabilidad al ofrecer su vehículo privado señor Kellemport. Coincido con usted que la oficina es el siguiente paso natural. ¿Qué opina usted señor Peabody?
La mujer acompaña a los tres hombres hasta la puerta como es menester, visiblemente afectada no puede por menos que contestar
- Espero que así sea señores y que tengan ustedes más suerte que la policía y me traigan de nuevo a mi Jerry - como recordando algo da una voz - ¡ tengan cuidado con el escalón ! - en efecto había un escalón entre el jardín y la calle que estaba levantado pero haría falta ser ciego para no verlo, los mayores y sus cosas...
Activando su mente como un resorte por la advertencia de la amable señora Maklin, a Kellemport se le ocurrió una idea absurda pero que no perdía nada por comprobar...
Esperó a que la señora Maklin entrara de nuevo en la casa y procedió a revisar el escalón levantado: - Esperen un momento caballeros. - Si Jerry había querido ocultar algo qué mejor lugar que ahí fuera en lugar de en su propio cuarto.
Me quedo quieto como una estatua al escuchar la reflexión del señor Kellemport.
Demonios, parece que esta es una de esas desdichadas ocasiones en las que los árboles no dejan ver el bosque. Pensé que, como tantas veces ocurre con las personas mayores, la advertencia era totalmente superficial. No puedo dejar que esto me vuelva a suceder, no es afán de competición, pero siempre me he caracterizado por ser atento y observador, y no es nada deseable que precisamente ahora pierda esa sana costumbre.
-Tiene usted toda la razón señor Kellemport, no sé cómo he podido pasar por alto la posibilidad que usted sugiere. ¿Qué opina usted señor Peabody?
Mientras le hago la pregunta a Robert, le doy una ligera patada al escalón para ver si se mueve, mientras mentalmente sigo maldiciéndome por haber pecado de poco observador.
¿Podría tirar Descubrir o Suerte para ver si hay algo antes de marcharnos?
Enarco una ceja sorprendido ante el comportamiento de mis compañeros y miro alarmado alrededor por si alguien pudiera vernos:
- Pero ¿qué... qué hacen? ¡Como nos vea alguien puede pensar que... que...!
¿Qué qué? La verdad es que no estoy muy seguro de qué puede pensar la gente pero fijo que no resulta decoroso andar a levantar escalones rotos en casa ajenas. Y sin embargo ¿no están siempre los secretos ocultos en sitios así en las novelas? Algo turbado no puedo hacer otra cosa más que permanecer de pie allí, contemplando a mis compañeros, sin acertar siquiera a contestar la pregunta de O'Rick.
Podéis hacer cuantas tiradas gustéis en todo momento, otra cosa es que surjan efecto.
Tirada oculta
Motivo: descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 85-
Resultado: 100 (Fracaso)
No tengo ni idea de qué hay que tirar... yo por si acaso tiro descubrir, a ver si encuentro algo cerca del escalón levantado...
Como siempre oculta... si encuentro algo o no ya se verá... no quiero saber si es por que pifié la tirada o porque realmente no había nada :D
Dora os mira extrañada cuando levantáis el escalón suelto y husmeáis debajo y en todo el terreno circundante, para comprobar que sólo hay verdín y hormigas pequeñas.
-Vaya, otro intento infructuoso. Señor Peabody, no se preocupe, si algún elemento del inmueble sufriera algún daño le garantizo que yo personalmente respondería al respecto, sufragando cualquier gasto que se pudiese general. No obstante puede comprobar que hemos actuado con el mayor cuidado.
Me incorporo y comienzo a caminar descaradamente hacia el coche de John Kellemport, al llegar, sin tener en cuenta absolutamente el hecho de parecer impaciente o descarado y olvidando que el coche no es mío, exclamo:
-Señores, cuando gusten.