Partida Rol por web

- Pues yo creo que deberiamos pedir permiso a Turi para explorar las cuevas, que el nos acompañane hasta los guardas si es necesario. No tendria por que negarse si usamos las palabras adecuadas...- Dije ensimismado en mis pensamientos, que no eran otros que entrar en la mina para terminar rapido y volver a su taller.

Queda pensativo - ¿ y no podemos hacer ambas kamdur? , primero investigamos al tiparraco ese y luego con lo que descubramos - si es que descubrimos algo claro -vamos a ver a Turi, quizás hablando con ese tipo descubramos algún argumento de mayor peso para bajar aquí y - vuelve a hablar en alto - convencer a estos cabezotas.- Lanza de nuevo el guante.

- Bueno, si podemos hacer las dos cosas sin duda, pero la niebla no durara eternamente y a Ojodelince podemos investigarle mas tarde. - dijo el enano con una sonrisa picara.

- Convenzamos a Turi, si nos deja bajar lo haremos, si no... Khuzdor sera revelado como lo que es, sea lo que fuere que sea...

Halin asintió a sus hermanos. - Bien pues volvamos al pueblo, para cualquiera de las dos cosas hace falta ir para allí. Kâmdur tiene razón, si queremos investigar la niebla tenemos que hacerlo ahora. - Recogió su mochila que la había dejado en una pared apoyada. - Vamos, dijo señalando el camino.

.- tengo un mal presentimiento... Turi... está siempre al lado de Ojodelince... no se por que pero en mi cabeza se esta creando una idea demasiado violenta, pensad hermanos... pensad... niebla... guardias, decidme loco, pero yo creo que alguien esta usando la mina para su propio enriquecimiento, espero que no sea así, solo es una idea... .-

Escupe en el suelo mientras va caminando - ¡Bah! , si algo me ha enseñado la vida en este tiempo, es a no fiarme ni de mi sombra,  bueno... de mi sombra menos que de nadie- suelta una carcajada ante su ocurrencia y sigue andando.

Regresaron al poblado enano, allí poca gente salía a la calle debido a la niebla y los que lo hacían era por algún recado que tuvieran que hacer. No era un buen día para pasear.

Llegaron a la casa de Turi, una luz en el interior les desvelaba que se encontraba en casa.

Acercándose respetuosamente a la puerta, llama con los nudillos tres veces. Pese a saber que está en casa pregunta desde fuera - ¿ Turi ? ¿ estás en casa?

Apenas tuvieron que esperar medio minuto para que Turi les abriera la puerta y recibiera. Se sorprendió al ver que los cuatro a la vez iban a visitarle y se preocupó por si había ocurrido algo.

Pasad, pasad, no os quedeis ahí. Dijo cuando reaccionó a su sorpresa inicial. ¿Ocurre algo? ¿qué necesitais? Preguntó preocupado.

Vestía con una túnica de lana con tonos de colores oscuros, verdes y azules primordialmente y unos pantalones de lana también oscuras. Ropa que los enanos solían usar para estar en el interior de sus casas. También llevaba unas botas de interior de cuero blando.

Halin miró disimuladamente por encima del hombro de Turi, cuando entraron al recibidor de la casa, para ver si había alguien mas. Se aclaró la garganta y empezó a hablar.

- Venimos aquí para pedir tu permiso expreso para explorar las minas y los alrededores, aprovechando que la niebla vuelve a estar presente. - intentaba hablar en tono formal, para que Turi los tomara mas en serio. - Creemos que la niebla tiene algo que ver con las cosas extrañas que han ido sucediendo y ahora es el momento clave para hacer algunas indagaciones.

Miró a sus compañeros para que añadieran algo mas para convencer al viejo capataz.

- Así es Turi, como bien dice Halin, creemos que la presencia de la extraña niebla a la par que se daban esos sucesos extraños, puede que no sea una coincidencia y solicitamos tu permiso para bajar a las minas y explorarlas- sin estar muy seguro de si debe decir esto: - Hemos intentado explorarlas, pero... los guardias tan...fiables y fieles que están apostados allí no nos han dejado bajar.

Batum aprovechó mientras sus amigos hablaban con Turi para mirar un poco su casa, si había alguien más, si hubiera algo sospechoso.

En casa de Turi no había nadie más salvo su esposa, la cual estaba en la cocina preparando el rico guiso que solía prepararle a su marido. Aunque si le hubiera preguntado a Turi seguramente hubiera dicho que prefería el que hacía Dain en su taberna... obviamente refiriendose a la rica y espumosa de color ambar.

Pues si que sois unos enanos ociosos. Vuestros jefes deben estar encantados con vosotros. Dijo sotlando una carcajada. No podeis estar un día sin trabajar.

Cuándo le hablaron de sus sospechas sobre la niebla y de su idea de bajar a las minas el enano cambió su gesto a un tono más serio.

¿Sucesos extraños? ¿Qué sucesos extraños han ocurrido? Lo único que recuerdo fue el accidente que tuvo el pobre Barkarin, pero eso fue consecuiencia de la mala suerte, vosotros mismos lo investigasteis y no encontrasteis nada que indicara lo contrario. Y para prevenir problemas similiares se ha prohibido hoy la entrada a las minas. No entiendo que esperais encontrar allí abajo si vais, pero si pensais que hay algún peligro pondríais vuestras vidas en juego por comprobarlo... ¿No creeis que la mejor opción es no dejar que nadie entre a las minas?

Hizo una pausa para meditar sobre todo aquello que le planteaban los enanos. De todos modos no está en mi mano revocar esa orden o daros permiso para que podais bajar. Es Gror quien ha ordenado esto.

Aclarándose la garganta -Buen Turi , con todos los respetos, no es cuestión de ser enanos activos o no. Es ese dichoso pelo que encontramos, a mí particularmente y seguro que a más de uno de mis compañeros -mira al grupo - también , me quita el sueño ese pelo. Encontrarlo tan cerca del cuerpo de Barkarin no es nada halagüeño. Los enanos llevamos milenios excavando en las  rocas y sabes tan bien como nosotros que aún no conocemos todo lo que se oculta en las profundidades de la tierra. Es cierto como dices Turi, que lo más sensato es no dejar bajar a nadie pero... ¿y si ese pelo es de alguna extraña criatura que causó el derrumbamiento y de alguna manera, está al acecho? - pregunta impaciente -eso significaría que estamos enviando a la muerte no sólo ya a nosotros sino a toda la comunidad. Creo que deberíamos descartar la posibilidad de la criatura antes de continuar con las extracciones. Sólo pedimos que nos dejéis bajar. Quizása tú Turi, podrías ayudarnos a convencer a Gror de que nos deje acceder, sólo a nosotros , a las minas. Al fin y al cabo, ¿ Qué son las vidas de cuatro enanos  comparado con la tranquilidad de una comunidad entera ?- Intenta convencer a Turi de la verdad de sus palabras y de las buenas intenciones del grupo para que éste interceda ante Gror.

Dudo que Gror acceda pero vere que puedo hacer. Turi no parecía preocupado por las halagüeñas palabras de Fingar, ni tan siquiera cuando este nombró el misterioso pelo. Así tampoco mostró incredulidad ante lo que le decían, pero más bien por respeto, ya que Turi no creía que aquel asunto fuera tan preocupante como ellos decían. Hablaré con él esta tarde. Pero no espereis nada, tal como yo lo veo, y como seguramente lo vea Gror, nieblas siempre ha habido aquí, y también accidentes en la mina y cuando la primera está presente las probabilidades de que ocurra la segunda aumentan.

¿Por qué no esperais a que la niebla se disipe? Así estareis más seguros y vereis mejor, si apenas se ve nada a dos pasos no quiero imaginar como será dentro de la roca...

Sonriendo - gracias Turi. Haremos lo que sabiamente Grog y tú mismo decidáis. Por mi parte he dicho todo cuanto tenía que decir, iré a echar un trago mientras. Excepto que alguien quiera comentar algo más, claro. - Dice mirando a sus compañeros.

Nagredog escuchaba atento las palabras de Turi y de Fingar. El mismo pensaba que todo era producto de la casualidad. Aun guardaba el pelo, si, pero no por que pensara que pertenecia a alguna extraña bestia asesina de enanos, si no por mera curiosidad. Aquel hermano murio sepultado, lo investigaron, y no hallaron mas que el pelo. Nadie sabia a que pertenecia ese duro pelo, pero eso no significaba que fuese el causante de la muerte de Barkarin. Desde aquello no habia ocurrido nada mas. sus compañeros aun desconfiaban y eso hacia dudar a Nagredog. Y si...

Los seguiria donde fuese si eso ayudaba.

- Bien Turi, agradecemos tu interes. Esperaremos en la taberna de Nain, alli podras encontrarnos - dijo agradecido al enano.

- Por cierto, me gustaria pagar una deuda que tengo con Khuzdor, le debo una jarra de cerveza y este parece un buen momento. La tomaremos mientras esperamos. - dijo sereno Nagredog - Si me indica donde esta su casa, o donde puedo encontrarle ire a buscarle yo mismo.

Sus intenciones estaban claras en su cabeza, pero ignoraba que pensaria el resto.

¿Khuzdor Ojodelince? Claro. Su casa está en el lado sur del poblado. Turi les dió las indicaciones pertinentes para que pudieran encontrarla.

- Gracias Turi, nos vemos mas tarde, tienes una jarra pagada por supuesto, sean cuales sean tus noticias... - dije alegre antes de salir de su casa.

Fuera espero a que sus compañeros saliesen.

Halin se quedó apoyado en una esquina de la casa de Turi, con actitud ceñuda y pensativa. Escuchó atentamente las indicaciones para la casa de Khuzdor y asintió hacía los demás compañeros para partir en esa dirección.