Partida Rol por web

-¡Vaya! Pero que manera tan desagradable de arruinar una hermosa velada...- La actriz se levanta de su asiento y sale visiblemente molesta del comedor.

-Hora 00:00 - Votaciones 1-
Las luces se vuelven a encender y se reunen todos nuevamente en la confortable comodidad del gran comedor. Thomas y Thelma traen alimentos y bebidas para acompañar los extraños acontecimientos.
Mientras siguen discutiendo lo sucedido, el abogado dispone que la votacion debe iniciar. Y finalizará a las 01:00 am. Dormir no es una opcion, no con esas amenazas en la mansion, no hasta que allan sido atrapados todos. Pero por ahora no tienen mas que dudas y sospechas.
Los invitados se miran entre ellos. Y ven que el domador a salido ileso de la jaula del aswang. Pero a la que si encuentran muerta dentro de la jaula del aswang, es a la cantante de opera.
Se reunen todos en el comedor para discutir lo acontecido hasta el momento y deliberar quien será encarcelado en esta votacion, esperando acertar y atrapar a alguno de los culpables.

-No sé que sucede aqui, pero el que se me acerque le va a ir muy mal... JAJAJA...- dijo confiado de su gran fuerza...

-Bueno, bueno, el Sr. Sir William, me ha pedido una sala para "interrogatorios". Pueden disponer de la sala de descanso de las armaduras -6- que ahora se encuentra desocupada.- le indica al mayordomo que le de acceso a la sala -6-.

- Prece muy confiado usted, por favor... Caballero - El hombre de ley vio de arriba abajo al hombre fuerte, - Compórtese, de lo contrario estría usted provocando un conflicto y no hay más nada sospechoso que responder de manera violenta, es inestable, sugiero que por favor mantengamos la calma para así poder resolver esto pronto.-

Charles dirige el pulgar y el índice para peinar del lado derecho su bigote mostrándose de manera pensativa. - Señor domador, ¿quiere usted explicar qué ha pasado? Creo que el entender y hacer entender cosas a los "animales" - Hizo una pequeña pausa antes de pronuncia "animales" refiriéndose a tal criatura. - No lo hace quedar muy bien, y más si una persona resultó muerta dentro de la jaula donde se encontraba, ahora le tengo otra pregunta... En este caso ¿quién pudo haber matado a la cantante de ópera? ¿El animal o el domador? Curioso, muy curioso... - 

- Señor domador, ¿quiere usted explicar qué ha pasado? Creo que el entender y hacer entender cosas a los "animales" no lo hace quedar muy bien, y más si una persona resultó muerta dentro de la jaula donde se encontraba, ahora le tengo otra pregunta... En este caso ¿quién pudo haber matado a la cantante de ópera? ¿El animal o el domador? Curioso, muy curioso... - 

-Hmmm... Yo soy el primer sorprendido, mi estimado amigo... Puedo asegurarle que soy inocente, pero entiendo perfectamente sus sospechas hacia mi persona... Aun así, recuerden que yo ya les había advertido claramente sobre la locura de exhibir una criatura como la que había en la jaula. Crea que lamento inmensamente el haber estado en lo cierto...

No sé qué hacía la cantante en la jaula ni dónde está su ocupante original... Es evidente que los sucesos que están ocurriendo esta noche superan lo natural... Me gustaría saber más sobre esa criatura... el answang.

Tal vez Sir Robert, el avezado cazador, nos pueda acabar de contar la historia de cómo atrapó a esta bestia y cuáles son sus capacidades... Mientras tanto, recomiendo que se comience lo antes posible con la ronda de interrogatorios. Estoy completamente a su disposición, señor.

Creo que seguiré un poco más en esta sala, antes de dirigirme al despacho, donde me votaré a mí mismo. Tal vez el estar encerrado el resto de la noche pueda ratificar mi inocencia.

El domador acaba su discurso, durante el cual ha estado acariciando distraidamente al cachorro de león, que dormita confortablemente en su regazo.

Charles escuchaba las palabras del domador quien se defendía como era su derecho. - Habla usted de ser inocente y encima se ofrece de voluntario para eliminar las sospechas, me agrada Sir William, ese gesto es de respetar y por favor, espero que siga su palabra pues tenemos que asegurarnos completamente y espero sinceramente que no tenga nada que ver en este asunto. - El jefe de policía cruza los brazos luego de quedar satisfecho con la forma de su mostacho y se dirige a los demás presentes.

Por los demás, estoy abierto a teorías y testigos que puedan contribuir al asunto, este delito no puede quedar impune, se lo prometo Sir Grimshaw, es una grosería hacer este tipo de cosas en casa ajena. Y bien ¿alguien ha visto algo extraño? Por favor, soy todo oídos. - Era habitual en sus casos el interrogar testigos y descartar, lo mismo de siempre, sin embargo pueden haber quienes entorpezcan el trabajo, esa era otra tarea para un delito distinto de el cual tampoco dejaría escapar.

- ¿Sir Robert? - Dijo interrogante luego de ser mencionado por Sir William.

Caballeros, me siento totalmente perdida. Los últimos acontecimientos me han dejado muy confundida. ¿Alguien sabe qué está ocurriendo? - Pregunta la mujer barbuda algo aturdida

El cazador mira a todos, recuperandose de su borrachera.
-Bueno, estimados, la criatura sigue en su jaula, y bien encadenada, si quieren matarla para librarnos de dudas y sospechas hacia el "monstruo", no tengo problemas, claro que con eso se nos vá, a mi principalmente, la oportunidad de un gran negocio. Presentar al mundo esta exótica creatura. Y no se repite todos los dias atrapar a uno de estos ejemplares...-
-Como decia, atrapar, atrapado está, pero de tener que hacerlo, se necesitaria un hechizo, que me hizo un chaman en las filipinas y al que ahora, por supuesto, no tengo acceso.-
-Asi que si quieren matarlo, no tendria problemas en que se haga, ya que de escapar, no podría volver a atraparlo, me temo.-

El señor Ricci se acerca en silencio a la jaula, manteniendo una distancia prudencial que le permita observar al aswang sin ponerse a su alcance.

Tras unos instantes de deliveración, se vuelve hacia el cazador, sobresaltado ante su propuesta.

 - ¿Matar a esta criatura?  Demonios, ¡no!  Pese a su indudable peligrosidad, estamos hablando de un ser magnífico, una pesadilla encarnada de inenarrable belleza. "Qué mano inmortal, qué ojo, pudo idear tu terrible simetría?". No tenemos derecho a destruirla.

 - Basta con impedir que escape - añade, alzando su copa y encogiendo los hombros con gesto de suficiencia.

Increíblemente estaba vivo luego de que las luces se fueran. Por las dudas revisé todo mi cuerpo, incluyendo mi entrepierna. Una vez me aseguré que todo estuviera en completo orden, comprobé que la cantante había pasado a mejor vida. Quizás sería buena idea acercarme a su cuerpo para saber cómo murió…*

Luego, ya en el comedor que buscando algo que beber, empezaron las acusaciones y pedidos de coartadas. Incluso se sugirió matar a la criatura.

-De ser un monstruo destroza personas- dije llenando mi copa de un líquido que no sabía que era, pero olía fuerte-. Habría matado al domador en cuanto entró… Incluso parecía estar más asustada que el propio Sir Williams- bebí un largo trago, notando el calor que me bajaba por la garganta. Mierda, parece acido… me gusta-. Querida Magdalena. ¿No es obvio? Nunca tendríamos que haber dejado el circo, ahora todos estamos en peligro- aunque no sé si por una horrorosa criatura o algún loco que quiere divertirse-. Estuve bastante cerca de la jaula, pero no vi o sentí nada- aparte de un tremendo deseo de orinarme cuando la luz se fue. No sabía nada que fuera útil en esos momentos.

-Y digo yo. -Alzo la voz pues su estatura no le dejaba destacar entre los demás. -¿No sera bueno que preguntemos a la bestia? EL cazador dijo que en ocasiones a hablado con ella. Eso denota inteligencia. Tal vez tenga algo importante que decir, antes de sentenciar a semejante monstruo. -Como parte del circo tenia muy claro que a veces los monstruos eran mejores que las personas.

¡Dios Santo! ¡Alguien ha vuelto a impregnarme de una sustancia inflamable! Fue mientras todo estaba a oscuras. El asesino está aquí.

Grita la mujer presa del pánico justo antes de salir corriendo de la estancia.

-Pese a la repulsión que me causa esa bestia de la jaula, no creo que adelantemos ni lo más mínimo si ponemos fin a su existencia -aseguré, en un tono cansado que evidenciaba lo agotado que me encontraba-. Lo que no entiendo es cómo esa criatura no ha aprovechado para escapar habiendo quedado la jaula abierta...

Escucha entonces el grito de la mujer barbuda y siente como si se encontrase dentro de un dejavú. Se pone en pie para pedirle que mantenga la calma, pero Magdalena es más rápida y ya se ha marchado.

-Esto se pasa de castaño oscuro. Y que alguien se haya atrevido a atacar a la misma persona dos veces por el mismo método implica que el atacante aún no está en el punto de mira de nadie. Veo dos opciones. O fue la cantante de ópera y alguien la descubrió y asesinó antes de que pudiera provocar una víctima mortal, o fue uno de los que nos encontrábamos en el salón: el domador, el payaso, la acróbata, el jefe de policía y yo mismo. Por mi parte, he de decir que sería estúpido prender fuego a Magdalena después de haber tenido una refriega antes con ella, y no optar por una víctima con la que no tuviera ninguna relación.

Alguien la tenia con Magdalena o al menos ella afirmó que, una vez mas, alguien queria prenderle fuego. O quizas queria que terminara de desnudarse, hasta yo sentia esa necesidad, pero de ahi a prenderle fuego...

-¿Me esta diciendo que nosotros rociamos a Magdalena, la cual no estaba en la misma habitacion, en plena oscuridad y procurando que nada nos matara?- dije con cara de asombro-. Si pudiera hacer algo asi, mi acto seria mejor de lo que ya és. En todo caso, tambien la resucitada* deberia estar entre los sospechosos.

-Pues tiene razón, joven -le dijo el doctor al payaso, haciendo memoria-. Magdalena no estuvo con nosotros cuando fue atacada por segunda vez. Disculpe. Estoy mayor y la vista no me funciona muy bien. Ya me pasó antes que confundí a Magdalena con Thelma y ahora supongo que he debido confundir a alguna de las otras dos mujeres con la señorita Ventura.

-Aunque esto que ha dicho nos puede ser de mucha ayuda para encontrar al pirómano y al asesino. Aunque cualquiera de nosotros seis pudo haber matado a la cantante de ópera, ninguno pudo ser partícipe del nuevo intento de prender fuego a Magdalena, ya que no estábamos en la misma sala. Cuando ella nos diga en qué estancia se encontraba cuando la atacaron de nuevo, podremos acotar aún más a los posibles sospechosos.

       - ¿Ahora que ha pasado aquí? -   Dijo evidentemente sorprendida la acróbata al ingresar al cuarto y escuchar la reseña de lo ocurrido, entonces se acercó a la mujer barbuda para revisar la y decir le:

       - ¿Por favor Magdalena dime como te encuentras?  ¿Que paso con madame Delacroix y la periodista?   

No tengo muy claro qué ha ocurrido, estoy algo aturdida. Pero ahora me importa poco ¡¡Mi vida corre serio peligro!! Por favor, si veis que estallo en llamas pegadme un tiro. ¡¡No quiero morir quemada viva!!

Magdalena rompe a llorar.