Partida Rol por web

Tras haber usado la Poción de Vida en la señorita Harrington, decido regresar de vuelta al salón "La Guarida de los Lobos".

Cuando entro al salón principal para poder llegar a la guarida de los lobos veo nuevamente más sangre y dos cuerpos más, uno de ellos está totalmente destrozado y el otro está degollado, al inpeccionar más de cerca los cuerpos puedo ver quienes fueron en vida, el mago y la periodista.-Es posible que la misma cosa que mató al cocinero sea el responsable de la muerte del mago, aunque esta a sido más violenta, la muerte de la periodista a sido causada por la herida que tiene en el cuello, se desangro muy rápido- la herida de la periodista me hace recordar el modus operandi de un asesino serial que recientemente a atacado en Londres, hay un rastro de sangre que llega a la jaula de la criatura que el cazador trajo y que inicia en el cuerpo del mago.
Acaso el mago era el asesino serial y al atacar a la periodista, está se defendió logrando dejar al alcance de la bestia al mago para que pudiera terminar totalmente mutilado?, esta era una posibilidad, otro escenario podría ser que un tercero fuera el causante de la muerte de la periodista y de poner en la zona de la bestia al mago.

El reloj de la mansión resuena nuevamente marcando las media noche en punto. Mientras el jefe Warren inspecciona un nuevo homicidio algo extraño sucede con el Answang cuando el policía levanta la lona que tapa a la jaula la criatura gruñe y se aleja, luego como si tratara de llamar la atención de los presentes pero de su garganta sólo salen chillidos estridentes.

De pronto algo increíble sucede con uno de los cuerpos inertes, el corte en la garganta de la periodista se comienza a cerrar y el color en su piel vuelve a ser rosado y terso, se percibe cómo su pecho comienza a subir y bajar señalando que vuelve a respirar.

Luz después de aquella oscuridad... el aire vuelve a llenar mis pulmones y puedo emitir un leve gemido que hace que abra los ojos. -¡¿Q-Qué... Qué me ha sucedido!...- Me llevo la mano al cuello instintivamente y no noto nada extraño, me sobresalto sobremanera al ver un cuerpo desmembrado a mi lado y me llevo el dorso de la mano a la boca ahogando un grito de terror luchando por no desmayarme, no quiero volver a aquella oscuridad nuevamente.

Me sentí un poco aliviado al ver que la criatura seguía dentro de su jaula, el sólo hecho de pensar que estuviera suelta en la casa me ponía la piel de gallina, depronto la criatura comienza a retroceder y agruñir de manera estridente, por un momento pensé que yo era el causante de aquella queja pero al ver más detalladamente a la criatura veo que si mirada está dirigida a un lugar a mis espaldas, posiblemente la criatura esperaba que volteara y en ese momento tomarme por la espada para terminar de manera muy similar al mago.
Así que me aleje del alcance de la bestia y mire en la dirección que la bestia seguía observando, nada de lo que habia vivido me prepara para lo que mis ojos estaban viendo, el cuerpo de la periodista que hace no más de unos minutos yo mismo revise sus signos vitales, los cuales eran nulos, ahora mismo estaba incorporada sin ninguna señal del corte en su cuello y tratando de sostenerse por la visión del cuerpo mutilado del mago.
-¡Pero que demonios!- las palabras salieron de mi boca sin darme cuenta, ¿como era posible esto? ¿un milagro? ¿magia? ¿un acto de Dios o del diablo?, mi mente no sabía como procesar lo ocurrido, pero no que si sabía era que ella o lo que fuera podría decirme que habia ocurrrido aquí.
-Eso es exactamente lo que gustaría me dijera, ¿Quien o que es usted? Y ¿Quien o que fue el que atacó a este hombre o fue usted?, en ese momento saque del bolsillo de mi saco el arma de fuego que tenía a mi cargo de manera visible para que la periodista la pudiera ver y no tratará de mentirme o atacarle.

Me llevo las manos al rostro ante la amenaza del policía con su arma. ¡Por favor caballero!, ¡no me apunte a mí que ni yo misma sé que ha sucedido!...-siento que el corazón se me sale del pecho de miedo. -No sé que ha pasado me dirigia al salon de descanso y ví que Mr. Nilrem -El mago- Estaba observando a la bestia muy de cerca, me alarme por la actitud de esa cosa la cuál se puso muy agresiva ante su acercamiento antes de poder prevenirle de que se alejara sentí que alguien me tapaba la boca y un terrible dolor cuando alguien me cortaba la garganta... -me llevo la mano a mi cuello- -Pude sentir como se me escapaba la vida desangrandome. -comienzo a llorar al recordar tan terrible suceso no puedo más y me hundo en un descontrolado sollozo.
 

Al llegar dejo el cachorro en el lugar y entro en la jaula del Answang completamente indefenso dejando mi latigo. Me acerco a la abominacion y le hablo, dijeron que era inteligente.-Hola, soy Sir William, no te voy a hacer daño, no te asustes, como ves he dejado mi latigo en la entrada de la jaula. Dime, ¿Cual es tu nombre? ¿Has visto lo que sucedio aqui? ¿Sabes lo que esta sucediendo en la mansión?-espero una respuesta cerca de la creatura observandola.

Escucho atentamente la breve y poco informática expicacion de la antes difunta periodista, cuando estaba apunto de contestarle veo como el domador llega a la sala, se despoja de su látigo, de su cachorro y entra a la jaula de esa cosa tratando de dialogar con ella, entiendo que sigan que es inteligente pero eso no quiere decir que pueda hablar, lo más seguro es que se refieran a que posee la inteligencia para dar caza a sus presas.
-¿Que cree que está haciando señor?, le aconsejo que salga inmediatamente de ahí, es peligroso lobque hace- termino por decir al domador cuando entra a esa jaula.

      - Sir William, señor Warren ... por favor digan me que ha pasado aquí?   Han ustedes atrapado a la criatura?   No estaba muerta la señorita Harrington? -         Preguntó la mujer asustada mientras que se mantenía detrás de ambos hombres, buscando con la mirada algo que pudiese improvisar de arma si acaso era necesario

-Tranquilo Jefe, no se preocupe.- digo mientras miro a la creatura con gesto conciliador. Y espero una respuesta por las prenguntas antes realizadas.

Seguí al domador mientras le hacía gestos al cachorro, pero mi cara debió deformarse cuando noté que la joven que todos habían tildado de muerta, estaba viva. Cubierta de sangre, asustada y confusa, pero en el lado de los vivos. No pude articular palabra cuando el domador entró en la jaula de esa cosa, la cual no había escapado como pensamos.

-Cuando mueras… ¿Puedo quedarme con tu gato?- pregunté sin ningún atisbo de broma en mi voz.

Entré en el salón principal con paso decidido, apoyado en mi bastón, siguiendo a Óscar y a Sir William, sin saber qué es lo que pretendía hacer este último.

-Tenga cuidado, Sir William -le previne, al ver que se introducía en la jaula con aquella bestia-. Ese no es uno de sus leones...

Para sorpresa de todos las criatura asiente con la cabeza a las palabras del Domador, los ojos de aquella bestia parecieran reflejar más miedo de lo que representa, de pronto el cachorro de león comienza a gruñir de manera casi frenética, un enorme ventarrón salido de quién sabe donde apaga las velas, un trueno en el cielo y un apagón deja a todos en penumbras, en los ventanales  se comienzan a dibujar lineas por la lluvia que comienza a caer anunciando la llegada de una tormenta, un horrible chillido seguido de un violento forcejeo y el sonido de la jaula moviendose es lo único que perciben, luego silencio.

-Veo a la creatura asentir a mis palabras y el miedo en sus ojos. Y que responde "Si" a mis preguntas, evidentemente es inteligente, racional, y sabe lo que está sucediendo en la mansión. Tal ves nos ayude a develar el misterio detras de las muertes que estan ocurriendo. El mejor testigo a la vista de todos lo ve todo.-
-Veo al cachorro inquieto, pero con tanta gente que se hizo presente no puedo saber por quien se altera.-
En ese momento un trueno, las velas se apagan, la tormenta se avecina y una aparentemente muerte mas se sucederá cuando volvamos a iluminar la estancia. Tal ves sea yo ahora quien muera. Pienso en ese instante. Sabiendo que los puedo acorralar, los asesinos ya se estaban tardando, o tal ves quieren matar a la Answang para que no revele lo que ha visto. En ese momento me acerco a la criatura para protegerla, intentando que nadie mas entre a la jaula obstruyendo la entrada, tambien para evitar que escape la criatura si es que me está engañando. Aunque la oscuridad no es propicia para hacer todo eso en un instante que seguro será fatal para alguno de los que nos encontramos allí.
-"Luego, silencio..."-

Para sorpresa mia, el bicho no destrozó al domador, de quien puedo decir que tiene las pelotas mas grandes que muchos de los que se dicen "rudos" en esa mansion. Otra sorpresa es que la bestia parece entenderle, lo que me deja con la boca abierta durante unos segundos.

Cuando el pequeño gato empezó a quejarse, podia darme por muerto, aunque no era mas que un payaso con mucha rabia en el corazon. Pero por suerte no era por mi presencia, sino por algo mucho mas siniestro. Las luces se apagan y un viento antinatural nos envuelve. Levanto mis puños, listo para dar pelea...

Cuando se produce el apagón, intuyo que algo malo va a suceder. Emito un leve gruñido y retrocedo hasta apoyar mi espalda en la pared. De haber podido, habría tomado del brazo al payaso o a la periodista, instándoles a que retrocedieran, pero en esos momentos era imposible percibir nada en medio de la oscuridad.

-¡Prepárense para defenderse! ¡Sea quien sea que haya provocado esto, no se quedará quieto! -exclamé, a voz en grito.

Situé entonces mi bastón frente a mí y comencé a blandirlo con mi mano derecha, como si se tratase de una espada, para golpear a todo aquel que tratara de acerárseme.

          - Es un milagro que este viva señorita Harrington!    Me alegra mucho pero me parece increíble! -   Le decía Samara a la periodista mientras que se acercaba a ella mientras que de reojo miraba lo que acontecía dentro de la jaula, entonces cuando se apagaron l velas la joven jaló a la periodista con ella hacia una de ls paredes y después de poner su espalda contra la de ella puso el cuchillo que había tomado antes por delante de ella mientras que susurraba:

          - Señores creo que debemos salir de esta habitación juntos, cubriendo mutuamente la espalda!    

Al entrar en el salón principal, el domador observa a la acróbata dirigiéndose a la bestia encerrada en la enorme jaula. Sin hablar, se acerca lentamente hasta situarse a la derecha de la mujer y presta atención a sus palabras y muy especialmente a las reacciones del extraño ser al otro lado de los barrotes.

Mientras enumeraba las múltiples dudas entre otras que asaltaban la mente de la mujer acróbata miraba en el comedor por si alguna de estas preguntas respuestas se podía resolver a primera vista, pero comenzó a deambular nerviosa dentro del cuarto hasta llegar frente a frente a la criatura del otro lado de la jaula para preguntarle ecuánime y segura:   

       - Hola!   Buenas noches!   Me llamo Samara y tu?   Que sabes acerca de lo que ha pasado esta noche? ¿Es cierto lo que nos a contado el cazador que te trajo esta noche aquí acerca de ti?   Acaso tienes algún plan acordado con sir William, nuestro anfitrión o sir Roberth Smith que quieras confesarnos? -   Tras esperar a que la mayoría de los presentes le respondieran y decidieran si esperaban un momento para hacer el interrogatorio o comenzaban una insegura y posiblemente infructuosa búsqueda del supuesto fantasma ... ella misma comenzó el suyo propio frente a ellos y espero que los demás decidieran unirse le con otras preguntas interesantes que a ella no se le hubieran ocurrido