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1372 Año de la magia Salvaje, Alturiak, día 8 de la tercera Dekhana...

Siendo un Ranger y Autoproclamado protector de la marca, teniendo como hogar y base principal el fuerte nuevo, desde donde a lo largo del año lanzas incursiones hacia las montañas Rauvin, contra los orcos y goblins que pululan las montañas, eres un personaje muy conocido en la zona y los orcos tiemblan al escuchar tu nombre, un nombre prohibido para los pielesverdes.

El invierno ha sido crudo este año y las actividades de los orcos cráneos rotos y los demás clanes del valle de Sundabar fueron nulas, por lo que decidiste darte un largo paseo por las villas granjeras y mas civilizadas del sur de la marca, continuando tu camino hasta Argluna, un lugar acogedor y placentero para poder pasar un frío invierno, distraído por los bardos y los espectáculos de magia que se ven en la ciudad.
Tu nombre ha llegado a los oidos de la gran y bella dama Alustriel, una humana de treintaitantos, dominadora de la temida magia arcana, te ha invitado durante tu estadía a una audiencia personal, donde ella te preguntaba noticias del este, y donde te manifestaba la preocupación por actividades orcas mas agresivas y numerosas que en años anteriores, sus exploradores del norte informan de una creciente captura de orcos batidores y exploradores a lo largo y ancho de la marca, portando la insignia del clan "muchasflechas", le preocupa que una inminente guerra pueda estallar antes de lo pensado, antes del verano.

Habías oido de ese clan muchas veces, quizá la tribu de orcos mas numerosa del norte, liderados por el rey oboldo muchasflechas, un orco astuto y nacido para la guerra, sus orcos son organizados y bien entrenados..

El crudo invierno pasó casi desapercibido para Dargun, en la hermosa "gema del norte", el final del invierno y el regreso a casa se acercaban justo cuando Alustriel te manda a llamar a su fortaleza....

1372 Año de la magia Salvaje, Alturiak, día 8 de la tercera Dekhana...

Las últimas Dekhanas habían sido muy duras, el frío azotaba y punzaba como mil dagas clavadas en la piel, un crudo invierno como no se había visto en muchos años......
Estabas en el noroeste, mas precisamente en el bosque de la luna, cuidando que la paz se mantuviera, pero en vez de ello, lo que habías encontrado era mucho movimiento de la tribu de licántropos llamados "El pueblo de la sangre negra", hace menos de un año, su territorio se limitaba al norte del bosque, donde encontraban constantes luchas con los bárbaros de las tribus Úzhgardt; pero ahora la cosa empeoraba; su territorio se había extendido o se había movido -dificil saberlo- mas hacía el sur, peligrosamente cerca de la población de Quervarr, ya no eran seguros los lindes meridionales del bosque de la luna, y los habitantes de Queverr sufrían, los bosques sufrian también.........

Mas no podías hacer en el norte, así que emprendiste marcha al sur, hacia Argluna, con la esperanza de llevar las nuevas a la gran dama de la Marca Alustriel, la dama plateada; era quién se encontraba a cargo de la gran alianza de la Marca Argéntea, con la Unión de las grandes ciudades en un tratado de protección mutua. Seguro ella podría ayudar a la gente del bosque y de paso a las inocentes bestias y animales que estaban siendo cazadas indiscriminadamente para satisfacer el gran apetito de los licántropos.

La noche anterior, una luz de fuego llamó tu atención; como es de costumbre, la curiosidad te impulsó a ver de que se trataba, era un hombre muy normal, de largo bigote y ropas de campesino, se encontraba metido en un llanto inconsolable, y su ropa manchada de sangre; la curiosidad te invadió una vez mas, y te dejaste ver de aquel hombre.......

Su nombre era Héctor Arbolalto, del clan Arbolalto, un clan pequeño de campesinos que se dedicaban a la caza y la agricultura a unas millas al noreste de Argluna, inconsolable te contaba como su familia había sido atacada por una tribu de orcos, los niños, las mujeres y los hombres que no se resistieron habían sido secuestrados y llevados hacia el este contra su voluntad al igual que toda la cocecha recolectada a lo largo del año, llevaba un escudo de madera casi podrida, pertenecía a uno de los orcos que alcanzó a asesinar con sus propias manos antes de escapar, en el escudo había un cráneo pintado; Un símbolo de la tribu orca de los cráneos rotos, de las montañas de Rauvin, en el este, muy lejos de este lugar....... nunca un orco había viajado tanto solo para hacer incursiones y bandidaje, algo estaba mal!! y tu curiosidad, una vez mas quería saciarse sabiendo que ocurría........ El destino del hombre coincidía con el tuyo; El gran palacio de Argluna y la gran dama Alustriel.

En el camino el hombre contaba detalles de lo sucedido nada mas, tu solo fruncias el cejo y te limitabas a hacer preguntas de vez en tanto, hasta que finalmente, llegaron a "La gema del norte" la ciudad de bellezas imperecederas, el lugar donde las razas libres se mezclaban y convivian en prefecta armonía, era la única ciudad en la que te sentias cómodo, y no era la primera vez que venias.....

Siendo miembro de la exclusiva orden druídica de los hojaverde, lograr una entrevista con Alustriel no fue dificil, de inmediato te llevan a la sala de audiencias.
Entras a la gran habitación de Audiencias de la gran dama Alustriel, la puerta se cierra de un solo golpe detrás tuyo.
La dama estaba sentada en su trono y te observa en silencio mientras entras, te hace una seña de que te acerques mas.

Notas a 2 hombres mas en la habitación, un hombre alto musculoso y recio, con cicatrices en su cara que marcan mas de un par de décadas batallando, viste una brillante coraza plateada y su espada larga enfundada en su cintura, se levanta portentoso a uno de los flancos del trono, sin duda era el comandante de los caballeros de plata, Ser Sernius Alazhar, habías oido hablar de él y de sus grandes proezas en batalla y su gran fidelidad con la causa de Alustriel.
Otro hombre mas joven y mucho mas delgado, adornado con joyas de todo tipo, viste una túnica roja que tapa la mayor parte de su rostro, aún así se le ven los grandes ojos marrones observándote fijamente de manera inquietante, como si estuviera escudriñando el interior de tu mente, este se levantaba al otro flanco de la dama, sin duda es el líder de la guardia sortilega de Argluna, Yoruz Mantoazur, a él si lo habías conocido antes, aunque te producia desconfianza.

El hombre empezó a contar su historia, mientras Alustriel escuchaba, mandó a llamar a un hombre forastero, la historia se extendía por los decorosos detalles con los que la contaba el hombre...

Finalmente la puerta se abre, dejando entrar a un hombre alto y delgado, con barba poco cuidada y pelo castaño y enmarañado que daba hasta sus hombros, portaba enfundada 2 grandes espadas de manufactura delicada, un montaraz sin duda alguna, rangers que deambulan a lo largo y ancho del territorio en busca de noticias para venderlas y ganar monedas, no te agradaban mucho y su falsa causa de proteger los bosques y la naturaleza te irritaban, no eran como tú, totalmente dedicado........ pero eran buenos aliados a la hora de combatir los enemigos y cualquier enemigo de un enemigo es tu..... aliado!!

Por segunda vez en el invierno, traspasabas las puertas principales del imponente palacio de Argluna, grandes pilares de mármol, hermosos a la vista sin duda alguna adornaban los pasillos junto a tapices bordados finamente contando diferentes sucesos ocurridos en el norte de Faerun.

Una puerta de madera oscura, reforzada con el precioso Mithril, con una manija de oro; el par de guardias que te escoltaban se postraban a lado y lado de la puerta, uno de ellos te abre la puerta y con tono severo se dirige a tí -Adentro te están esperando. -Entras con cierta inseguridad, notas como el rostro del guardia era pesado, y las circunstancias no eran parecidas a la última vez que viniste, se notaba un ambiente pesado y tenso.

Entras a la gran habitación de Audiencias de la gran dama Alustriel, la puerta se cierra de un solo golpe detrás tuyo.
La dama estaba sentada en su trono y te observa en silencio mientras entras, te hace una seña de que te acerques mas.

Notas a 4 hombres mas en la habitación, un hombre alto musculoso y recio, con cicatrices en su cara que marcan mas de un par de décadas batallando, viste una brillante coraza plateada y su espada larga enfundada en su cintura, se levanta portentoso a uno de los flancos del trono.
Otro hombre mas joven y mucho mas delgado, adornado con joyas de todo tipo, viste una túnica roja que tapa la mayor parte de su rostro, aún así se le ven los grandes ojos marrones observándote fijamente de manera inquietante, como si estuviera escudriñando el interior de tu mente, este se levantaba al otro flanco de la dama.
Un medio-hombre vestido de sucios arapos con mantas invernales y un símbolo de una hoja verde, una orden exclusiva de druidas de la marca, un verdadero placer conocer a alguien de dicha orden y una rareza, aliados que velan por la seguridad de la naturaleza, consagrados a la causa del dios Silvanus.
El último hombre yacía arrodillado, en posición de súplica ante Alustriel, voltea su cabeza para verte destapando una cara sucia de tierra y barro, con un bigote frondoso, no tenia porte de alguien importante y sus arapos hacian ver claramente que se trataba de un simple campesino........

La dama se levanta de su puesto y abre su boca, dejando salir palabras en un tono melodioso que reconforta los oidos -Saludos señor elfo Dargun SombradeOrco, hace mas de media decena de Dekhanas que nos vimos por última vez, para darme buenas nuevas del este, pero ahora las circunstancias son diferentes -Hace pausa un momento mientras observa a cada lado a sus hombres de confianza, luego vuelve hacia él -Él es Sernius Alazhar, es el comandante de los caballeros de plata -dice señalando al hombre guerrero, de cicatrices en su cara y de refulgente armadura -Y él es Yoruz Mantoazur, líder de la guardia sortílega -dice señalando al misterioso vestido de rojo, con joyas en todo su cuerpo, luego avanza unos pasos, hasta donde se encontraba el campesino, se inclina suavemente y lo ayuda a levantarse -Él es el señor Hector Arbolalto, de la villa de Khelb, a un día a paso de hombre al este de aquí; cuéntale buen hombre a este hombre de mi entera confianza lo que nos acabas de decir; trata de no omitir ningún detalle.

Las palabras elogiosas de la dama hace que incluso un duro y frío montaraz del norte como Dargun se sonroje levemente.

El hombre se levanta suavemente, con la ayuda de Alustriel, sus ojos brillaban por las lágrimas que sus glándulas exudaban, cogiendo un escudo que cargaba lo tira al suelo, un escudo sucio de madera, pero había un dibujo de un cráneo; símbolo de la tribu orca de los cráneos rotos, ubicados lejos, al este, en las montañas Rauvin, el Montaraz conocía bien a los desgraciados, casi toda su vida ha luchado contra ellos, la expresión de Dargun se torna sombria...

El hombre empieza su relato, hablando inseguro y trabado:

- Hace ya un día que nos encontrabamos yo y mi familia, el clan Arbolalto haciendo nuestras tareas de rutina, buscando madera, cazando liebres, recogiendo hierbas.......... la noche cayó y fuimos al salon principal a comer y a compartir relatos del día y a contar historias a los niños, de repente una manada de orcos llegó y..... y.....

El hombre empezó a irrumpir en llanto y no pudo seguir su historia....

El Comandante interrumpe al hombre mientras llora, con un porte recto que lo hacía ver gigante (aún mas a los ojos de Beorn) y con una voz gruesa y carrasposa -Ya podrás imagin;arte el resto, montaraz, conoces bien a los orcos, saquearon por completo el lugar y llevaron consigo esclavos, el hombre nos cuenta que han cogido rumbo al este, imaginamos que habrán llegado a las colinas del paso de Argluna la misma noche que partieron y el paso se encuentra cerrado debido al crudo invierno, por lo que no podemos enviar caballeros de la legión argenteada en su búsqueda, sería mas fácil que tú pudieras ir tras ellos y...... averiguar que hacen esos orcos tan lejos de su territorio!!

El montaraz escucha atentamente lo que los hombres decían, pero su mirada y su atención se fijaban en el escudo de madera, con el símbolo de los cráneos rotos, cuando el capitán termina de hablar, vuelve en sí y alza su mirada, escupe al suelo, sus modales eran todo menos esculpidos.

-Sé a lo que te refieres Sire Alazhar, conozco a estos desgraciados, su barbárie y sus malvados hábitos de saqueo y esclavitud..... Haré lo que me piden, pero únicamente por la Gran dama y por lo que ha hecho por la marca, no por nada ni nadie mas.
Sospecho que ocurre algo fuera de lo común, estos orcos jamás habían salido mas de unas leguas de sus refugios, es bastante sospechoso......

Dargun se encamina hacia el hombre que sollozaba por los recuerdos del día anterior, lo toma de su camisa y lo alza unos centimetros del suelo amenazadoramente -Dime, que tenías tu y tu familia que hicieron que los orcos salieran de su madriguera?, habla ahora -Lo tira al suelo dejándolo caer.

Eh eh eh...no son estos los modales que se deben mostrar en el palacio de la señora de plata...y creo que tampoco es de tu incumbencia las posesiones de este amable señor, y si asi fuera dudo que tuvieran algo de valor para esas criaturas...solo quieren matar y destruir...y aunque me resulte extraño encontrarlas tan lejos de su hogar, sospecho que su cercania se deba a problemas en el este, lo que los ha traido un poco mas cerca en busca de alimento para sobrevivir este duro invierno...y de paso esclavos!!....me volteo hacia la dama de argluna:

Oh mi señora Alustriel -hago una leve reverencia-si bien la intromision de los orcos es intrigante y lo que le han hecho a mi querido amigo es repulsivo no es esta la razon por la que vengo a molestaros....he emprendido mi marcha hacia aqui en compañia de este buen hombre, sin embargo mis motivos son totalmente diferentes...he tenido que venir hasta aqui para informar de los movimientos de una tribu de licantropos, que ahora se encuentran cerca al pueblo de Quervarr, y temo por la seguridad de sus habitantes....ademas de esto las bestias del norte se empiezan a inquietar y los arboles comienzan a agitarse, acosados por los fuegos que llevan estas criaturas....

Todos en la habitación se levantaron y se exaltaron ante la reacción del salvaje, el mediano fue el primero en tomar la palabra muy calmadamente, tratándo además, de cambiar de tema para calmar los ánimos.

El mago fue el segundo en reaccionar, con una voz ronca y con una postura desafiante se dirije hacia el Montaraz -Como te atreves a insultar el palacio, salvaje, cuida tus modales si no quieres acabar en la orca junto a los enemigos de Argluna, arrodillate y pide perdón a los presentes, lo exijo por el insulto que has causado.

Rápidamente la dama socorre al pobre hombre que sollozaba, lo levanta una vez mas y lo aleja del Montaraz, mientras lanza una severa mirada.

-Calma todos dice -refiriéndose en especial al líder de la guardia Sortílega -Guarda tu compostura ante nuestros invitados, si no lo recuerdas fui yo quién lo mandó a llamar, recuerda que son invitados, con costumbres diferentes a la de nosotros. El mago no hizo otra cosa que quedarse en silencio y mirar con el cejo fruncido al salvaje insolente.

Su melodiosa voz ahora se centraba en el montaraz, se acerca y con una mano, muy delicadamente le limpia un pedazo de suciedad de su hombro, -Dargun, mi querido Dargun... -Dice la dama hablándole apaciguadamente al montaraz con una sonrisa dibujada, su aliento cercano a us nariz se asemejaba a los duraznos que se daban en primavera en las zonas mas meridionales de la marca -...entiendo que así estas acostumbrado a tratar a los orcos que poco osan colaborar, quizá utilizando mas violencia, pero entiende que este buen hombre no es el enemigo, vino aquí por su cuenta, su carazón está invadido por el dolor y sin duda ahora por el miedo, seguro dirá todo lo que tiene que decir si se le pide amablemente -gira su cabeza a Héctor -no es asi??, asi que démosle la oportunidad de hablar y decir lo que tenga que decir.

Se aleja del montaraz, ahora en dirección al mediano, se arrodilla, con su hermosa sonrisa aún marcada en su rostro -Perturbadoras noticias nos traes del norte sin duda alguna, ya me habían llegado reportes al respecto y estamos preparando una comitiva para que investiguen a fondo las causas del desplazamiento; pero eso, buen aliado del círculo de la hoja verde, es otro tema; quizá quisieras compartirlo conmigo en el almuerzo? quizá puedas darme detalles acerca de lo sucedido allá en el norte, por ahora concentrémonos en el suplicio que atormenta a este pobre hombre.

-Con vuestro permiso, gran dama -El hombre canoso de cicatrices en su cara avanza unos pasos, ante la seña de Alustriel para que hablara, retoma la palabra -Creo que el hombre salvaje tiene algo de razón, no existe ningún motivo para que estos orcos estén tan lejos de su territorio, el hambre y el desespero hace que los cráneos rotos salgan de las montañas, pero nunca se alejan mas de un par de leguas al norte o al sur.... algo está mal, comparto ese sentimiento con el salvaje, quizá si la gran dama le pidiera que investigara un poco mas el asunto, seguro lo haría para complacer a su majestad!!

Bu..bu..bueno -Dice el hombre tímidamente, sacando a todos de la discusión en la que se encontraban -ahora que lo mencionan, se me había olvidado el muchacho...... ohh siii, hace ya 6 inviernos que encontramos a un niño deambulando por el campo, sin ropa y en pleno invierno, pero este no era un niño normal ohh no, su piel era gris, su nariz chata y tenía colmillos que salían de sus fauces, un orco se podría decir, pero luego de unos años los exploradores decian que no era un orco, era otra cosa, pariente de los orcos, pero desconocido aún..... durante todos estos años el clan Arbolalto lo acogió en su seno, era de gran utilidad sin duda alguna, a sus escasos años tenía la fuerza de un hombre adulto, y resultaba incansable, una gema para la labor de leñador...... no hablaba, comía poco, no exigía nada y no recordaba su pasado, era feliz durmiendo en los establos con las mulas, lo único que lo atormentaban eran su sueños, terribles sueños que hacian mojar sus pantalones de solo mencionarlos, pero que siempre se rehusó a hablar..... la noche pasada, mató a 5 orcos con sus propias manos, yo lo vi con mis propios ojos....... Aparte de eso, creo que poco mas teníamos que pudiera interesar a los orcos.... ohhh pobre muchacho, pobre MI muchacho!!

-Agacha su mirada y empieza a derramar lágrimas de tristeza.

El regaño del mediano lo sorprendió un poco, mirándolo con cierto respeto, se disponía a realizar una reverencia en son de disculpas hasta que es interrumpido por el engreido mago, por su cabeza pasaban miles de insultos que podría maldecir sobre él, pero se limitó a lanzarle una fiera mirada, penetrante e intimidante, se sustuvo en gran parte a la delicadeza de la gran dama, el trato que le había brindado era de pocos hombres y mujeres honorables.
Sin embargo, Dargun se quedó con los últimos dos interlocutores, el guerrero tenía razón, era el punto del Montaraz, pero las palabras del campesino no tenían sentido.

-Jmmmm, no creo que ese fuera el motivo, por todos los dioses del panteón un orco no va a ir a un lugar tan lejano solo por ir en búsqueda de uno de sus semejantes, no creo que sea motivo suficiente para pasar el paso de Argluna, peligroso como es solo por eso; así no actúan los orcos y menos los despiadados cráneos rotos!!! por los Baatezu de los nueve infiernos de Baator que debe haber algo mas, hay algo que no entra en mi cabeza, si es el deseo de su majestad -Se arrodilla esta vez, mostrando respeto a Alustriel -Iré tras los orcos lo antes posible, solo necesito llegar al lugar de los acontecimientos lo antes posible, un caballo ligero sería lo ideal, si me permite pedirlo!!!

Me quedo en silencio mientras los otros discuten...al ver que se calman digo: muy bien mi señora, creo que los asuntos del norte podremos discutirlos en privado....veo que estais realmente perturbada con la noticia de los orcos, asi que dispones de mi ayuda para investigar este asunto....creo que lo mas sensato seria, como dice aquel hombre, ir detras de ellos...y seria conveniente hacerlo lo mas pronto posible ya que nos llevan dias de ventaja...yo puedo guiar a este hombre hasta el paso de argluna para acortar camino, pues me conozco muy bien estas tierras y luego regresar a atender los asuntos de mis tierras...mi señora, si de verdad confiais en este hombre entonces creo q es el indicado para realizar este trabajo Ya que a este hombre le gusta ir detras de los orcos y conoce mas acerca de ellos... y en cuanto al hijo misterioso de hector, no hay que descartar la posibilidad de estar vinculado con los ataques, podre investigar acerca de eso si asi lo deseais...

me aparto a un lado mirando con detenimiento al hombre extraño, examinando desde el mugre de sus botas hasta su pelo sucio...la curiosidad por saber acerca de su procedencia me invade la mente

Un poco de ayuda no caería mal pequeño amigo, y mas viniendo de un respetado miembro del círculo de la hoja verde Dice con un tono un tanto amigable -para lo que se podía esperar de él- Pero no me malinterpretes, mediano; se perfectamente donde es el paso de Argluna, pero el paso es muy ancho y son muchas las criaturas que transitan por el lugar, imposible sería dar con las huellas de los orcos si vamos a ciegas.
Lo que en realidad necesito es ir al cacerío del clan Arbolalto, desde donde pueda iniciar la cacería de los orcos, donde pueda encontrar sus huellas. Todo lo anterior, asumiendo que la Dama aquí presente estuviera de acuerdo con ello, ella y solo ELLA - Dice al final enfatisándo la última palabra y lanzándole una fiera mirada al Líder de la Guardia Sortilega, al hombre que los demás llamaban Yoruz Mantoazur.

La dama asiente con una ligera sonrisa ante el Montaraz -En principio te mandamos a llamar porqué hasta estos lugares, lejos de tu tierra, han llegado los rumores de tu reputación, una reputación bien ganada de cazador de orcos, el odio contra los pielesverdes es lo que te motiva a ser mejor, a querer siempre aprender de ellos, saber sus debilidades, saber enfrentarlos; pero te doy un pequeño concejo..... El odio irracional nunca deja buena marca, ten cuidado y se prudente, aprende a controlar tu ira contra ellos, no te dejes cegar por la rabia interna, la prudencia puede, en muchos casos, salvarte la vida.

VOltea su mirada hacia el mediano -Dargun ha aceptado tu ayuda, con eso basta para que de mi visto buebno, puedes ir con él si te place, pero no me dejarás esperando varios días por las noticias del bosque de la luna, me contarás ahora lo sucedido......

Sir Sernius -Dice con un tono de voz autoritario -Lleva al Montaraz a que escoja su caballo libremente de los establos reales y ensilla un pony para el mediano, prepara una unidad de Caballeros para que los escolten, y llévate al buen Héctor para que los guie hasta el lugar.......

El guerrero había quedado estupefacto ante las órdenes de brindarle un caballo real al montaraz, se le notaba en su mirada -Pe...pero mi señora.... -Decidió no contradecir a la gran dama y cumplir sus órdenes -Enseguida su majestad, haré todo lo que me ordenais.

Sin vacilar, el hombre se retira de la habitación con el campesino aún sollozando. le hace un gesto amable pero frío a Dargun Sombradeorco para que lo siguiera.

El Explorador saluda con la cabeza a la dama despidiéndose -Llegaré al fondo de esto gran dama, es una promesa!!

-Te espero abajo hojaverde, hay mucho de que hablar, y un largo viaje nos espera....

Se retira tras el comandante de los caballeros de plata.

De repente el salón quedaba en silencio, con 3 personas dentro, el mago, la dama y el druida.

Finalmente Alustriel rompe el silencio -Por Mystra que ha sido una noticia perturbadora, también me pregunto que hacian esos orcos tan lejos, solo esperemos que no sea lo que se me pasa por la cabeza!! Se lleva la mano a la cara con una notable preocupación; luego vuelve en sí con un ligero sacudón.

-Cuéntame ahora si, que noticias tienes del norte?