Partida Rol por web

Naurnes vuelve a concentrar las energías mágicas en un conjuro y consigue que los tres orcos que se enfrentaban a Klaxtor y que amenazaban la vida de los elfos, caigan en un sopor mágico.

Visto lo visto, guarda la ballesta...

-Un sano entretenimiento...+comenta, sencillamente, mientras desenfunda su daga. Con la misma expresion tranquila, comienza a degollar a los orcos indefensos. Sin embargo, hace un aparte con el chaman+ Ya que no tenemos al jefe, deberiamos quedarnos con este para interrogarlo...+sugiere.

Hay mucho de lo que hablar, y mucho que contar por parte de estos elfos y de los orcos dejad al sacerdote vivo alguien ha de hablar a los demás que tengan una muerte rápida y no dejes que escape ninguno con vida o tendremos a todos los orcos de los alrededores pisándonos los talones .

La adrenalina desaparece y la tensión deja paso a la relajación. Elessar cae al suelo. La herida es aparatosa y sangra bastante por ella...

El orco que osó herirme de repente cae redondo a mis pies, te ries de mi? osas dormirte delante mio?... pagarás por tal ofrenta! Blando fuertemente mi arma y empuñandola al revés lo ajusticio clavando fuertemente a Hrunting contra él. Muere sucio orco!

Despues levanto la vista y mi mirada se centra en el cobarde elfo... ahora tú... maldito elfo ... nos debes explicaciones -le replico mientras acaricio mi arma. Mi estomago no olvida tu insolencia...

Me uno a Klaxtor y le rebano el cuello a Carnthir con el filo de mi hacha. – Que ahora siga prometiéndoles cenas a la gente.

Mierda no os preocupeis por los caidos sino por los que huyen joder vais a conseguir que nos maten a todos .

El único orco que trató de huir de la lucha es detenido de forma definitiva por el certero virote de Auris. Ningún orco escapará con vida de aquí...

Mientras Cynan y Klaxtor acaban con los últimos orcos indefensos, Olaff descarga su ira contra el elfo Caranthir, que aunque consciente, no está en condiciones de luchar, aunque consigue evitar que le rebanen la cabeza.

Casi a punto de morir a manos de los orcos, rescatado por unos aventureros y ahora casi asesinado por uno de ellos.
Por desgracia no estaba en condiciones de luchar ni de huir.

Seldarine benditos. ¿Salváis la vida de alguien sólo para arrebatársela por tan pequeña afrenta? ¿Qué clase de hombres sois? Es obvio que me equivoqué al juzgaros.

Rojo de ira ante su petulancia y desafío. – ¿Como clasificáis a quien sin que se le pida nada por salvarlo insiste en compensarlo con una cena en un lugar deshabitado?

– O no cuenta si es un miembro de una raza superior haciéndolo a una inferior según vuestro punto de vista. Si soy un hombre y no un elfo si acaso en ese caso entendería vuestra forma de actuar. Vuestra respuesta a mi pregunta fue exigirme que os volviera a sanar. Pues que os salve Seldarine igual que a los que luchan a vuestro lado.

-Calma -dice la elfa sin siquiera levantar demasiado su tono, aunque éste ha sido férreo, difícil de ignorar- si alguien debiera sentirse ofendida debería yo, pues Caranthir me mintió a mi y a Elessar, confiándonos por ser de la misma raza y compartir lengua y cultura. Ahora, antes de que suceda algo irreparable, os sugiero que contéis todo lo que podáis y lo hagáis con completa sinceridad. Quieran los dioses que sea así, o de lo contrario... -y aunque Naurnes no finaliza la frase, dadas las circunstancias, ello no tiene importancia alguna.

Haciendo un evidente esfuerzo por ignorar a Olaff y tratando de disimular el miedo sin demasiado éxito, habla dirigiéndose a la dama élfa, pero utilizando la lengua común.

Lo primero, debo aclarar que no pido que atendáis mis heridas, que aunque graves, no me matarán de inmediato. Pero sí suplico por la vida de mi compañero. Hace un gesto hacia uno de los elfos caídos. Sus heridas son aún más graves, y si no se le atiende pronto morirá.

En cuanto a la afrenta que os he causado, os vuelvo a pedir disculpas. Juro por mi vida que no sabía que la casa estuviera desocupada. He estado allí muchas veces a lo largo de los años, y aunque hacía tiempo que no pasaba por la ciudad, asumí que mis amigos seguían allí. No tenía forma de saber que no era así.

– Porque tendría que atender a ese herido cuando vuestros aliados han asesinado a los otros combatientes en su estado.

¿Mis aliados? ¿de que estáis hablando?

– Los que han luchado por ti y tus compañeros contra los orcos. Entre los que no me cuento. Por lo que los conozco no suelen trabajar gratis.

Mientras lo digo voy mirándoles las caras por si quieren decir alguna cosa.

El mago esta totalmente desentendido del tema, ocupado en una tarea más util, de momento. Los comentarios de los demas han zanjado la cuestion de que tienen un problema con el elfo sobre una cena... pero el, no. No, su problema es el dinero, por ende, meticulosamente, desvalija los cadaveres orcos, empezando con su lider caido, y haciendo una pila con sus pertenencias.

Tampoco tiene reparo en desnudar al chaman, con el cual toma especial precaucion, no solo por que puede despertarse en cualquier momento, sino por que al ser tambien un usuario de la magia, aunque tosca y burda como todo lo salvaje, puede tener algo de utilidad. Mientras lo hace, exprimenta sin embargo un cierto desasociego... Tantos buenos cuerpos, fuertes y sanos, desaprovechados...

DM: Cynan no tiene ningun reparo moral en robarse alguna cosita que encuentre especialmente interesante, escamoteandola dentro de su tunica. Estas "cositas" solo serian alguna gema, pergaminos, pociones, o alguna cosa asi llamativa, pero no armas, armaduras, objetos comunes ni monedas. Si hallo algo de eso hare las tiradas que creas conveniente.