Partida Rol por web

Hace cientos de años, las fuerzas del bien se unieron para destruir el principal Templo de Orcus, situado en la antigua ciudad de Tsar. Con su templo en ruinas los altos sacerdotes de ese maldito dios demonio lograron escapar huyendo de la ciudad perseguidos por el ejercito de sus enemigos. Ese ejercito estaba formado por heroicos luchadores, clerigos y paladines guiados por Zelkor, un poderoso hechicero. El destino final de esos sacerdotes malignos fue una incognita, pero los supervivientes de entre los seguidores de Orcus no fueron los unicos en desaparecer de la faz de la tierra, tambien se desvanecio el ejercito de la luz que salio en su persecucion. Algunos dijieron que en la balanza de la eternidad la perdida de tantos hombres buenos era un precio adecuado por librar al mundo de tanta malignidad.

Pero el culto malvado no fue destruido. Los sacerdotes que no perecieron y sus seguidores se establecieron en una colina cercana al Bosque de la Esperanza, un terreno boscoso y casi selvatico cercano al Camino de la Costa. Encontraron un vasto complejo subterraneo lleno de cuevas y laberintos excavados en una formacion volvanica bajo la colina. Alli los sacerdotes de Orcus descubrieron la guarida perfecta para contuniar con sus perversos rituales y vivieron escondidos de la luz de la humanidad durante muchisimos años.

Paso el tiempo y una vez terminaron de contruir su refugio los sacerdotes malvados erigieron un abominable mausoleo sobre un cementerio hundido en la cima de la colina. Se cree que esas tumbas son el lugar de descanso final para los que formaron el ejercitos de heroes que persiguio a los seguidores de Orcus. Poco despues de la construccion del mausoleo pacificas creaturas del bosque empezaron a desaparecer. Un par de años mas tarde un poderoso grupo de aventureros dirigidos por Bofred, un alto sacerdote, investigaron estos sucesos y descubrieron el cementerio que conducia al laberinto subterraneo. Solo un par de compañeros pudo escapaz a la masacre que se realizo en esa exploracion. Volvieron contando los inmensos tesoros que alli abajo descansaban y las terribles hordas maleficas que habitaban. Bofred y la mayoria de su grupo no fue visto nunca mas.

Durante los ultimos 100 años los aventureros acudieron en masa para explorar las mazmorras recien descubiertas. Muchos de ellos cayeron presa de los monstruos y bandidos que habitan en las tierras cercanas, y aquellos que consiguieron alcanzar el mausoleo y el cementerio fueron en su mayoria asesinados por guardiaes hechos de piedra o fueron derrotados en el primer nivel del subterraneo por una bestia tan grande y terrorifica como el mismo guardian de las puertas del infierno. Todos lo que han explorado Rappan Athuk y han vuelto para contarlo hacen la misma advertencia: "No descendais por el Pozo"

9:00

Coronáis la última colina y el complejo aparece por fin ante vuestros ojos. En sombrio contraste con el exuberante verdor de las colinas reposa un gran cementerio hundido construido en forma de cruz. Más que sobresalir del suelo, las tumbas han sido colocadas dentro de depresiones en la tierra, y el mausoleo principal, un edificio hecho de una extraña piedra de tonos verdes, descansa en la depresión más profunda a unos 40 pies bajo el suelo donde os halláis. En el otro extremo del amasijo de tumbas se alza amenazador un pozo de piedra. No hay lápidas cerca de él. Los sonidos de la naturaleza que deberían escucharse han desaparecido por completo, y grandes aves carroñeras vuelan en circulos sobre vosotros. Un inquietante silencio cubre todo el lugar. Cada uno de vosotros sabe en su corazón que habeis llegado al legendario subterráneo de Rappan Athuk, y , aunque ninguno se atreve a decirlo en voz alta, os asalta la duda de si viviréis para volver a sentir el calor de la chimenea y el hogar.

En las paredes cercanas al mausoléo principal podéis ver unos pequeños túneles, aparte del mausoleo principal también hay otros dos, pero más pequeños. El peligro de ese lugar se hace latente cuando veis que entre las tumbas hay ocho necrófagos caminando por la zona

En que estaría pensando cuando me presente voluntario para esto...en oro claro, la fama esta bien pero no paga comida ni cosas bonitas y lujosas, pero viendo el maldito agujero que era Rappan Athuk seguramente era mejor ganar dinero como limpiabotas en un puerto de mala muerte que aqui.

Mire la desolación de mi alrededor, y luego a mi compañeros, solo los dioses saben que les ha traido aqui, espero que sean competentes, conozco mi papel de contener al enemigo hasta que los rayos y el fuego surgen para terminar el trabajo; pero el hecho de no contar con uno de esos jodidos magos no es que me llene de satisfacción precisamente (desde luego este lugar saca lo peor de mi echando de menos a los magos).

- Bien compañeros, que zona de este paraiso terrenal quereis visitar primero? - dice con gran convencimiento.

-Empezamos mal- le digo a mis compañeros, -mirad allí abajo esos necrófagos, es posible que pueda espantarlos o incluso matar a alguno de ellos en el intento, pero tendría que estar resguardado por alguno de vosotros que sepa utilizar la espada bien. Por otro lado si no me sale bien la invocación podría atraer a más criaturas.

Quizás la mejor opción sea investigar esos túneles sin llamar demasiado la atención-, digo señalando al mausoleo principal.

-Ah, las preciosas maravillas del terreno campestre. - Mololo estaba muy hablador hoy, y esto es lo que decía desde el muñeco de guiñol que llevaba en mi mano. - Demasiados no muertos veo yo para mi gusto, eh. Como unos ocho de más. ¿Quieres recordarme que puñetas hacemos aquí, Cheve?

-Fama y gloria Mololo, fama y gloria.

-¿Y chatis?

-Chatis también. Y oro. Y... LA HISTORIA.

-Con las chatis me vale, gracias. En serio Cheve, deberías hacertelo mirar, que la gente no dice que esto está maldito porque sí. No sé si lo sabes, pero la gente cuando a un lugar le llama "La Tumba de los Horrores" o "El Templo del Mal Elemental" o cosas así a un sitio, es porque es un sitio chungo de narices. Si no le llamarían algo como "La tierra de los ponis pegaso arcoiris". - Un par de segundos de silencio. Mis ojos se iluminan, una sonrisa comienza a perfilarse en mi cara. Siendo como soy un maestro de la narración, me tendría que haber dado cuenta de lo que iba a continuación. - No, no vamos a buscar ninguna tierra de los ponis pegaso arcoiris. Ahora hazme un favor, sácame la mano del culo, guardame en la mochila un ratico y trata de que no palmemos.

-Aguafiestas.

Pese a mis palabras, hago caso a Mololo. Pero dejo la marioneta en mi mochila de manera que pueda mirar lo que está en frente, sobresaliendo por tanto un poquillo.

-A ver... - Digo, mientras realizo todos los cálculos mentales necesarios para tomar la solución óptima al problema presente frente a mí. La complejidad de mis pensamientos a ese respecto haría que mentes menores explotasen frente a la presión. - Eeny meeny miny moe, catch a tiger by the toe... - Vale, a lo mejor había exagerado un poquitirrín. - If he screams let him go, eeny meeny miny moe. - Y finalmente, señalando con el dedo, digo. - Yo opino que tal vez debamos explorar los mauseleos pequeños antes de que los necrófagos nos vean. Y sugiero que empecemos por el de la derecha.

Andrev había caminado mucho con esta gente hasta llegar a Rappan Athuk y conforme mas se habían ido acercando a la posición de la mazmorra mas se había dado cuenta que este iba a ser su gran cometido en la vida: Devolver el Bosque de la Esperanza de nuevo a las manos de la Madre Naturaleza… extirpar el mal que se había arraigado después de incontables ritos blasfemos.

Al menos el bardo seguía a lo suyo: estaba loco sí, pero al druida le alegraban sus locuras y sabía que era una buena persona.

-Opino lo mismo que nuestro amigo Cheve, debemos inspeccionar primero las zonas más pequeñas para cartografiar en la medida de lo posible el cementerio… los túneles es mejor dejarlos para el final no debemos precipitarnos a dejar el cielo sobre nosotros y meternos directamente bajo tierra.-

La filosofía de Andrev había sido siempre la misma: ir lento pero seguro como la corriente de agua que corroe una montaña gota a gota o el lento e inexorable avance de las raíces de un árbol. 

Tras varios días de camino por fín habían llegado al lugar del mal. Hermanos, hemos venido a purgar este lugar, y el propio mal sale a recibirnos, sabed que Pelor está aquí con nosotros. Dadme tiempo para pedir la ayuda divina que es necesaria y bajemos a destruir esas abominaciones. Tras bendecir a sus compañeros y rezar a Pelor se levanta.

Oremos hermanos. Sacando un libro bastante gastado por el uso empieza a recitar una plegaria conocida por todos los seguidores.

Bien, es hora de eliminar esa abominación.

- Bien Tiax, no estoy en contra de un poco de combate pero parece que el resto no esta tan convencido, no sabemos que otras abominaciones habrá por aqui - mirando alrededor con cara pensativa - quizás podamos meternos en uno de los mausoleos pequeños y atraer a los necrofagos, es un espacio pequeño y no tendriamos que pelear con todos a la vez. - observando la situación en su mente empezo a imaginar los espacios y enemigos - Jan y yo podemos bloquear la puerta mientras mirais dentro, si hay otra amenaza uno puede entrar para cubriros - si no mal no recordaba eso recomendaban los libros, buscar espacios pequeños si estas en desventaja.

Pensar en eso le dio ganas de pelear, ya que habían llegado era hora de limpiar un poco el sitio.

-Son ocho y nosotros cinco, creo que sería mejor evitar el combate, yo puedo repelerlas en el caso de que nos descubran y Tiax también, opino que es mejor explorar el lugar para ver si encontramos otra forma de entrar-.
 

-Bien, pues yo creo que va siendo hora de movernos y tal. No vaya a ser que nos vean los necrófagos primero. Además, preferiría luchar contra ellos en un sitio en el que no pudieran rodearnos. - Y si además había un foso de 8 metros de ancho por 120 de largo por 14 de profundidad, lleno hasta arriba de lava, mejor que mejor. - Así que será mejor que nos decidamos. Mi voto está con Andrev. - A pesar de que había elegido otro de los dos mausoleos pequeños, al menos había coincidido conmigo en algo. - El de Mololo también está con Andrev, por cierto. - Todo mentira. El voto de Mololo era para el primero que sugiriese largarse, pero oye, por probar.

9:01

Todos estais de acuerdo en ir primero a ver los mausoleos antes de abandonar ese lugar, también quereis matar a los necrofagos, pero una vez esteis en uno de esos mausoleos y no a cielo abierto. Os encaminais hacia el mausoleo, por desgracia los necrofagos os ven, no hay mucho sitio donde esconderos. El mausoleo que tenéis delante es exactamente igual que el otro mausoleo secundario que hay, el mausoleo tiene la misma piedra verde que el mausoleo principal, la puerta es de hierro y se encuentra cerrada con llave, impidiendoos la entrada

Desenvaino mi arma dispuesto a enfrentarme con las criaturas si es necesario, las busco para no perderlas de vista mientras se acerquen y voy preparando mentalmente mi hechizo para expulsar muertos vivientes. -Preparaos, creo que va a haber movimiento. Cheve, ¿crees que serás capaz de abrir esa puerta?-.

- Venid aqui bolsas de carne podrida! Os voy a reunir con vuestro infecto creador y convertiros en abono! - lanzo mi desafio hacia las criaturas confiando en que vendran a por mi.

Con mi escudo en ristre y la espada hacia delante estoy listo para empezar.

Alegrandose de que les hayan visto Tiax sonrie.

Venid aquí engendros putrefactos, el poder de Pelor nos guía.

Tiax seguramente espantaría a cualquier ser sintiente con dos dedos de frente, sobretodo si no esta muy habituado a la magia. Envuelto en llamas y con algo parecido a un hacha de hielo en la mano era todo un espectaculo, sobretodo por que ni el fuego desaparecia ni el hacha parecía fundirse.

-Con algo de tiempo y tranquilidad, podría abrir la puerta. Con ocho necrófragos a la espalda... No lo creo. - Sólo por ser un bardo la gente ya parecía creer que era un experto fuerza cerraduras... Por el amor de Banjo... - Me parece que puedo ayudar más con otras de mis... Capacidades. - Y diciendo esto blandí mi estoque. No era el mejor luchador del mundo, pero probablemente sería de ayuda. Mientras lo hacía, carraspée un poco para aclararme la voz. Otros bardos eran expertos de la música. ¿Lo mío? La interpretación y la oratoria.

-Adelante compañeros, de los cobardes nunca se ha escrito nada. - Y mientras decía esto una vocecilla en mi cabeza, que pude identificar como Mololo, decía algo así como "No te jode, detrás de tres tíos acorazados yo también digo eso chaval."

Me lanzo al ataque de uno de los necrófagos, alguno que esté más alejado del resto. Levanto mi espada y descargo mi potente ataque sobre él.
 

-Adelante compañeros, cargad contra estas criaturas del averno. - "¿No crees que el uso de la segunda persona es una forma un tanto descarada de escaquearte?" Esta vez no era Mololo, sino Chenchu, la vocecita que hablaba en mi cabeza... Será cabrón... - Nada puede resistir la furia de los justos. - "Te va a denunciar GW por copyright Cheve." Sí hombre claro. Ni que fuera el único que lo dijese, anda que...

Andrev palpo la piedra verde del mausoleo. –Posiblemente podamos arrancar una puerta con un poco de ayuda de la madre naturaleza y la fuerza de nuestros acompañantes, pero antes...-

Los necrófagos empezaron a moverse hacia ellos lenta y inexorablemente lo que provoco que Andrev suspirara y se preparara para el combate.