Partida Rol por web

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Cheve empezó a contar unas historias, haciendo que sus compañeros se sintieran más valientes y con confianza para poder afrontar lo que les venía encima, estaban en inferioridad numérica, pero eso no era algo que les preocupase.

El primer necrófago se acercó a Jan, pero antes de que consiguiera golpear, Jan hizo un grandioso ataque con su arma hiriendo a uno de los necrófagos, pero pronto un segundo necrófago se le sumó al primero, pero ninguno de los dos necrófagos consiguieron traspasar las defensas de Jan. Un tercer necrófago rodeo a Jan, en esta ocasión una de las garras del necrófago consiguió golpearle, no le había hecho más que un rasguño, pero era su primera herida de guerra en ese lugar. Un último necrófago le ataco por la espalda mordiéndosela, Jan se había quedado aprisionado entre los cuatro necrófagos sin poder moverse, solo podía luchar

Lecklair hizo uso de su espada bastarda para dejar gravemente herido a uno de los necrófagos, el cual lo eligió a él como combatiente

Andrev se quedó detrás de los combatientes junto a Cheve, esperando por si sus compañeros necesitaban ayuda poder hacer uso de sus poderes y ayudarlos. Parecían seguros detrás de sus compañeros, pero uno de los necrófagos consiguió llegar hasta ellos, hasta Cheve concretamente, por suerte, el semielfo era ágil y consiguió esquivar el ataque. Dos necrófagos más iban hacia Cheve, ambos podéis ver como a uno de ellos de repente se le cae la cabeza, os dais cuenta de que Tiax está detrás de esa hazaña, con un hacha de hielo ha conseguido de un solo tajo decapitar al necrofago

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Coronáis la última colina y el complejo aparece por fin ante vuestros ojos. En sombrio contraste con el exuberante verdor de las colinas reposa un gran cementerio hundido construido en forma de cruz. Más que sobresalir del suelo, las tumbas han sido colocadas dentro de depresiones en la tierra, y el mausoleo principal, un edificio hecho de una extraña piedra de tonos verdes, descansa en la depresión más profunda a unos 40 pies bajo el suelo donde os halláis. En el otro extremo del amasijo de tumbas se alza amenazador un pozo de piedra. No hay lápidas cerca de él. Los sonidos de la naturaleza que deberían escucharse han desaparecido por completo, y grandes aves carroñeras vuelan en circulos sobre vosotros. Un inquietante silencio cubre todo el lugar. Cada uno de vosotros sabe en su corazón que habeis llegado al legendario subterráneo de Rappan Athuk, y , aunque ninguno se atreve a decirlo en voz alta, os asalta la duda de si viviréis para volver a sentir el calor de la chimenea y el hogar.

En las paredes cercanas al mausoléo principal podéis ver unos pequeños túneles, aparte del mausoleo principal también hay otros dos, pero más pequeños. El peligro de ese lugar se hace latente cuando veis que cerca de uno de los mausoleos secundarios un grupo de cinco personas están luchando contra ocho necrofagos, llegais a tiempo de ver como uno de ellos (Tiax) decapita con una hacha de hielo a uno de los necrofagos. Otra de las personas (Jan) está siendo rodeado por cuatro necrofagos, un caballero (Lecklair) pelea con uno y un bardo (Cheve), por los recitales que esta soltando se enfrenta con dos de esas criaturas

Me veo rodeado de necrófagos, esto se me ha ido de las manos no tengo opción tengo que utilizar mi poder para apartarlos de mi, me concentro y digo. -¡¡¡Por Peloooooooor!!!!!- Imploro a mi Dios que aparte de mi a estas criaturas demoniacas.

El paladin usa su poder divino para luchar con los necrofagos, asi que intento acabar con el engendro que tengo delante y echarle una mano.

- Tranquilo Jan enseguida estoy contigo!

-¿Me ayudas Andrev? Creo que estos fans están demasiado eufóricos, va a haber que calmarles los humos. - Vale, a lo mejor era porque los fans eran no muertos que se querían comer nuestros cerebros, pero oye, queda mucho más bonico así. -Esperate ahí, que te firmo un autografo.

Mientras le decía esto al primer necrófago, realicé un corte en C en su pecho. Había que cargarselos rápido.

Nada más llegar, Brander encontró a otros aventureros que ya estaban luchando con unos seres horribles. Si eso estaba así sin siquiera haber llegado a entrar, no quería pensar lo que serían los niveles inferiores. Los aventureros eran superados en número pero parecían tener la situación controlada. Por ese motivo, Brander no iba a intervenir, hasta que escuchó el pedido de uno.

_Mi nombre no es Andrev, pero creo que puedo ayudarte.

Brander se colocó a la máxima distancia de alcance de su rayo, y lo lanzó sobre uno de los muertos que luchaban con el semielfo.

_Disculpa si me he apresurado y no querías que me metiera en tu lucha. Si deseas que me retire, tan solo dilo.

Andrev se había quedado atrás a la espera de ver como se desarrollaban los hechos, cuando Cheve salto al ataque el druida salió detrás suya.

Lo que no se pudo esperar el semielfo fue que cuando alcanzo a los necrófagos detrás suya había un gran oso pardo de varios metros de alto que hablo con voz ronca al águila que les acompañaba. –Aeglion… defiende a Cheve.-

Sin esforzarse demasiado ya habian caido algunos, sin embargo el paladin parecia tener problemas, por lo que fue en su ayuda. Rapidamente corrio en su ayuda y lanzo un tajo descendente a uno de los necrofagos.

-Odio a los muertos vivientes, hacen que mi trabajo se vuelva muy sucio- pienso mientras desenvaino mi arma e intento acercarme furtivamente hacia Tiax, esta rodeado por lo que le vendria bien un poco de ayuda. Soy consciente de que los muertos vivientes son mas dificiles de dañar que otros monstruos.

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Llegó la hora de luchar, así mismo Cheve dejó de recitar para sacar su estoque y empezar a luchar contra el primer necrófago, le hizo una C en el pecho, pero por culpa de eso no había conseguido matarlo, solo hacerle un buen corte.

Todos veis como dos hombres se acercan a ayudaros en la lucha, os dais cuenta cuando Zendir atraviesa la garganta de uno de los necrófagos con su estoque, haciendo que cayera al suelo muerto, o mejor dicho, nuevamente muerto

Uno de los necrófagos que luchaba contra Jan consiguió golpearlo con ambas garras haciendo que en su cuerpo se creasen nuevas heridas, a camisa de Jan empezaba a empaparse de sangre, y el dolor cada vez era mayor. Jan quiso usar sus poderes contra los necrófagos, pero se dio cuenta que su cuerpo no le respondía, no podía moverse, estaba paralizado

Un mediano que iba con Zendir se dirige a Jan, acto seguido, un rayo sale de sus manos impactando en uno de los necrófagos, acabando con esa amenaza, cada vez eran menos los necrófagos que quedaban.

Lecklair se enfrenta al necrófago que había retado, ya estaba herido por lo que no le cuesta mucho acabar con él. Da un paso hacia Jan y consigue matar a dos de los necrófagos que se enfrentaban a él, quitando así toda la amenaza que tenía, los necrófagos han bajado drásticamente de numero, solo quedan dos que se están enfrentado contra Cheve.

Andrev se convierte en un gran oso que se coloca al lado de Cheve, aunque no parece que a los necrófagos le asuste mucho, pues siguen en su intento de acabar con Cheve, aunque sus ataques eran más lejanos, ya que estaban pendientes del oso, y por lo tanto, fallaban sus ataques.

Tiax corrió hacia el paladín, pero al llegar cuando iba a lanzar su tajo, el necrófago ya había muerto, los únicos enemigos a la vista eran los dos necrófagos que luchaban contra Cheve

Andrev se sentía mas en forma que nunca la energía y la fuerza del animal eran poco más que vigorizantes para él.

Salto hacia un lado intentando flanquear a uno de los necrófagos y descargo toda la furia del animal sobre él.

Los necrófagos no habían resultado ser demasiado duros, pero esto sólo era el principio, nadie sabia que monstruos aguardaban más adelante, de momento tocaba asegurar esta zona, y luego verían por donde avanzar.

- Adelante camaradas, ya hemos ganada, machacad a estas criaturas!

Nadie le pidió que se retire de la batalla, de modo que el mediano se dispuso a lanzar un nuevo rayo, si es que aún quedaba algún zombie en pie.

Viendo que algo iba mal y que sus compañeros ya tenían controlado todo, Tiax se queda junto al paladín por si fuera necesario defenderlo y así aprobechaba para observar lo que sus compañeros podían hacer.

Limpie mi arma en los harapos de los necrofagos y observe al grupo al cual habia auxiliado...Curiosa gente la que se habia reunido. Tampoco era tan raro, despues de todo la oportunidad de hacer riqueza y adquirir fama es capaz de juntar gente muy diversa. Me sorprendio mucho el hombre que se transformo en animal, y la verdad sea dicha, no me sorprendio nada que hubiese que ayudar al guerrero devoto. Estos hombres siempre se ocultan bajo una fachada de fanatismo, pero al final se quedan en nada.

Me dirigi al que parecia ser el lider del grupo- Saludos señor, mi nombre es Zendir, y al igual que vos y vuestros amigos me dirigia hacia estas catacumbas en busca de fortuna y gloria, quizas mas de lo primero que de lo segundo. Tengo habilidades que les podrian ser muy utiles una vez que entremos en el subterraneo, veo que si unimos fuerzas nuestra empresa podria ser mas fructifera- Termino con una reverencia.

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Cheve ataco al necrófago que estaba peleando contra él, solo quedaban dos, pero ambos querían matarlo a él, con su estoque hirió a uno de ellos, mientras un rayo de Brander acababa con el otro que tenía a su lado. Pero fue Lecklair quien acabó finalmente con el último necrofago.

Mirais a vuestro alrededor, pero no se escucha nada, todo está en absoluto silencio, para bien o para mal...

-Roba peras... - digo por lo bajo, al ver que Lecklair me roba la muerte. - Vaya, parece que este lugar máldito ha atraído a más aventureros ávidos de fama, oro y gloria. - digo, mientras saco a Mololo de la mochila y vuelvo a ponerlo en mi mano.

-Y chatis, no te olvides de las chatis.

-Cierto mi buen amigo Mololo, y chatis. - La verdad, para no tener pene y necesitar que un tío le meta la mano por donde amargan los pepinos para poder hablar, Mololo pensaba mucho en las chatis. - Se agredece vuestra ayuda. Aunque de momento no pensabamos adentrarnos en las zonas más subterráneas. Queremos barrer bien la zona para asegurarnos de que no nos dejamos nada detrás. Sería una lástima volver heridos y cargados de tesoro y que nos atacase alguna criatura que viviese por aquí.