Partida Rol por web

Mientras avanzaba por el pasillo el vendaval que se generó lo arrastró casi separándo del suelo a Lomo, cuando por fin pareció perder fuerza el mediano se encontraba en una sala que parecía ser un trozo de la superficie trasladado al interior, incluso se habían tomado la molestia de dejar que alcanzara la luz solar al interior, durante uno minutos el mediano observó plácidamente los alrededores, el idílico paisaje era de cuadro.

De repente una nueva ráfaga de viento distrajo su atención hacia una esbelta figura de mujer de aspecto etéreo, tras sus escuetas palabras revisó la habitación con la mirada y pronto pudo ver a la enorme masa de músculos que era el semiorco, no se había topado con demasiados y hasta donde sabía eran capaces de lo mejor y de lo peor, en todos los sentidos. Deje que lo piense un momento bella dama. Por un instante observó tenso al semiorco hasta que finalmente asintió con la cabeza para indicarle que estaba dispuesto a colaborar.

Al adentrarse por el pasillo Kruh estaba algo desorientado, avanzaba con la mirada al frente con una mano sobre su arma. Mientras se adentraba más y más al interior sintió una fuerte corriente de aire sobre su espalda que lo arrastraba a lo que parecía ser una de las habitaciones de la mazmorra.

De repente una silueta femenina de la nada se materializa en la sala, Kruh se quedó asombrado al instante de ver tal aparición pues nunca había visto algo similar en su tribu. Entonces es cuando sé da cuenta de que no está solo en la habitación, una pequeña criatura con aspecto extraño lo observa intensamente, lo cual le asombra también.

Viendo la posición ofensiva de la silueta Kruh sacando su arma grita: Kruh!

Tras recibir una vaga respuesta, que el mediano interpretó como buena, volvió a centrar su atención en la figura femenina y la señaló con el dedo extendido. Parece señora que hoy no es su día de suerte, mi amigo de piel verde y yo hemos decidido que tres son multitud, así que le toca desaparecer. Después de advertir al elemental Lomo liberó un chorro de energía arcana en dirección al mismo

Tras ver al integrante de la sala lanzar una especie de magia en dirección a la silueta, Kruh se prepara para cargar en cualquier momento hacia la silueta femenina.

Aún así en estos momentos queda asombrado por los poderes del mediano y su extraña vestimenta.

El mediano señaló al elemental de aire y pronto una explosión golpeó su cuerpo. La forma delgada de la mujer se desvaneció por unos instantes para después volver a recobrar su forma etérea. Pero lejos de haber sido destruida y en vista de que el semiorco se quedaba esperando la reacción de su enemiga, y entonces ésta se puso a girar sobre sí misma, creando un torbellino a su alrededor y provocando varios cortes a los presentes.

El elemental desapareció unos instantes tras ser impactado por el rayo de Lomo, tras lo cual reapareció en forma de torbellino lanzando ráfagas en todas direcciones que cortaban el aire, ya fuere por su tamaño o mera suerte no tuvo mucho problema en esquivar el impercetible ataque, tras recuperar la compostura volvió a señalar a la criatura y concentró un nuevo rayo de energía que no tardó en dejar escapar.

Tras observar a ambos contendientes en el combate y tras la reacción de la silueta de la elemental al desaparecer empieza a entender los movimientos de combate de la elemental. Sin embargo ve como un torbellino se dirige hacia el.

(Reacción asombrada) Kruh?!

Tras esquivar el torbellino corre a saltar contra la silueta elemental y encajarle un potente golpe con su espadón. 

(Grito mientras salta) AAAarr!

La explosión arcana de Lomo golpeó con fuerza a la elemental de aire que una vez más volvió a desvanecerse. Pero esta vez su cuerpo no se convirtió en un torbellino. Esta vez no volvió a aparecer y dejó libertad de actuación al mediano y su acompañante.

A pesar del gran tamaño de Kruh, no había hecho nada durante el combate, y Lomo había tenido que ingeniárselas el solito para acabar con la criatura con la que les había tocado enfrentarse. Al desvanecerse, dejó caer una runa:

Ahora que su rival había sido eliminado, podían investigar con más detenimiento la sala en la que se encontraban; 

Esta vez solo había dos caminos posibles, dirigirse hacia la izquierda o hacia la derecha. En el lado opuesto a donde habían venido se podía ver la sala abierta que daba a una especie de río, cuya agua parecía moverse a gran velocidad, como si una gran corriente circulase por su caudal. Más allá del río, al otro lado, parecía haber un edificio aparentemente inalcanzable.

Tras ver como desaparece la elemental se da cuenta que esta deja caer una especie de piedra con algo tallado. Se acerca a observarla mientras observa al mediano, el cual parece que ha sido el único que a enfrentado a la elemental. Toma la piedra, la observa unos segundos y se la ofrece al mediano diciendo le: Toma, tu la ganaste.

Tras esto se despide con un gesto.

Lomo observó como el semiorco se movía hasta la runa y tras echarle un rápido vistazo se la entregó, el mediano la cogió cauteloso y le echó él mismo otro vistazo, después la enorme masa de músculos se despidió y se internó en el pasillo por el que había llegado el mediano. Hasta otra viajero.

Tras guardarse la runa Lomo sopesó sus posibilidades, realmente tenía ganas de pasar al otro lado, pero parecía demasiado peligroso tan solo por saciar su curiosidad, más adelante encontraría otra manera, finalmente decidió tomar el camino contrario al bárbaro, si le daba por desatar su legendaria furia prefería estar bien lejos.

Al Druida no le dió tiempo de pararse y pensar las cosas, por puro instinto de supervivencia atacó a lo que parecía ser un elemental de aire, más que nada porque aún no había visto al otro individuo y el primero ya se estaba preparando para atacar, tomó su cimitarra con mucha fuerza e intentó rebanar a su atacante, en su cara se dibujó un tono de preocupación al presentir que atacar a la criatura de aire de esa manera sería inútil.

-Evas! -Gritó Fares al ver que su compañero emplumado había comenzado a atacar al elemental, apoyando la maniobra, más que preocuparse por él.  El pobre animal no alcanzó a comprender que atacaba a una criatura de aire, la cual se retorció en un instante como pequeña ráfaga de viento y esquivó el golpe grácilmente.

Fares comenzó a preocuparse, le llamaba la atención el símbolo en la pared, regresar por donde vino no era una opción para él y la caseta parecía demasiado inaccesible debido al rio.

Evas Y Fares se movieron más ágilmente que el elemental al que se iban a enfrentar, pero su cuerpo se desvaneció casi despareciendo para unos segundos después volver a aparecer. Se puso a girar sobre sí mismo  creando un torbellino a su alrededor y provocando varios cortes a los presentes. 

El animal, mucho más acostumbrado a las corrientes de aire, logró esquivar la ráfaga de aire y no recibir daño directo, el entorpecido druida, sin embargo, no corrió con la misma suerte.

-No somos rivales!- Grita el druida al otro personaje en la sala -Ataquemos juntos al elemental- dice sin saber donde está el otro

Sin moverse de su posición, Fares toma la cimitarra con todas sus fuerzas y vuelve a atacar al elemental, el buhó realiza la misma maniobra, obteniendo ambos el resultado anterior, era de locos esperar otra cosa, al final, lo mejor sería esperar que el rival accediera a cooperar.

Fares y Evas recibieron los cortes provocados por el aire organizado por el elemental. Los daños eran ligeros y apenas dolorosos, pero si el combate seguía en esa trayectoria al final terminarían siendo derrotados. Parecía que ambos compañeros, tanto druida como búho hacían lo imposible por golpear el cuerpo de aire de su rival, sin ningún éxito. Por eso la criatura volvió a convertir su cuerpo en un terrible huracán que hirió con nuevos cortes a sus compañeros.

Las palabras de Fares resonaron en el vacío, estaba sólo, todo había sido una treta de su mente para sobrellevar la pelea pues estaba claro que no podía hacer daño a aquel elemental. Detuvo su movimiento justo antes de que el elemental atacara de nuevo, esquivando graciosamente la ráfaga de aire. Esta vez se alejó un poco, y miró directamente al elemental. Detengamos esto!- le dijo- Examina mi corazón y date cuenta que no vengo a por el anillo!, Guardián- esperando la respuesta de la criatura de aire, Déjame pasar y te aseguro que entregaré mi vida si es necesario con tal de proteger el anillo - acto seguido se puso a la defensiva esperando la respuesta, si no era favorable, tomaría distancia para sacar la onda y atacar. 

El cuerpo del elemental siguió convertido en tornado e hiriendo a Fares y a su compañero. Parecía que la diplomacia no era un camino por donde seguir. Solo había dos opciones, lugar contra el elemental y derrotarlo o bien dar la vuelta y regresar por el camino por el que habían venido.