Partida Rol por web

Al ver partir a nuestro amigo, me doy cuenta de que solo se ha quedado quince minutos para contarnos este nuevo plan. Con las ganas que tenía de charlar sosegadamente con él largo rato.

-Bueno, supongo que habrá que matar el tiempo de alguna manera por aquí.

Me dirijo a la barra con mi cerveza y me bebo de un trago lo que me quedaba.

-"Bueno amigos, iré un rato a algún templo que halla cercano para orar un poco antes de partir. Si alguno quiere venir conmigo y purificar su alma este es el momento."

Si nadie me dice nada, cojo mis cosas y salgo a la calle en busca de un templo para pasar un par de horas rezando. Allí me gustaría hablar con algún novicio o clérigo que me cuente un poco los asuntos que aquejan a esta población, chismes, etc.

Tras estar deambulando poco tiempo por la ciudad encuentras el templo ( si eres un clerigo de una religion, pon tu dios en la ficha del personaje si no te importa, como imagino que sera un dios reconocido y bueno, siendo mas del bien, lo encontraras con facilidad cerca de un hospicio apra cuidar a los enfermos y demas)

Llegas a una plaza donde al lado del templo hay un hospicio para los enfermos, hay mucha gente, es un templo de curación que ayuda mucho a la gente de la ciudad asi que tiene muchos devotos. Cuando te acercas a la puertas vez que es un templo austero, mas dedicado a la curacion que a las ofrendas, hay un altar con el simbolo, unos cuntos bancos y despues algunas camas donde hay gente siendo tratada por sacerdotes del templo.

La pena inundó a Freyr por dentro, no lo expresó en absoluto, pero se esperaba el reencuentro con su adorado primo de otra manera y ha durado, ¿qué? ¿diez minutos?. El enano entendió los motivos, pero no pudo evitar pensar en los viejos tiempos cuando estaban tan unidos...

Freyr se quedó embobado recordando anécdotas y para cuando despertó de su ensimismamiento Isildel no estaba e Izmael estaba por irse. El enano no sabía si el elfo había dicho algo o no, pues se encontraba completamente en su mundo, pero a Izmael si lo escuchó. Yo también voy a salir. Dijo en general. Pero no necesito purificar mi alma amigo. Dedicó una media sonrisa al clérigo. Daré una vuelta por el mercado y me pasaré por las herrerías del pueblo, por si alguien quiere acompañarme. Se terminó su jarra de cerveza de un solo trago y se levantó de la mesa dispuesto a salir por la puerta en cuanto sus nuevos compañeros decidieran que iban a hacer en estas cuatro horas.

Aunque el joven elfo encontraba diversas formas de internarse a través de los bosques para recortar camino hacia Phandalin, sabía que con el carromato cargado y el equino aquello se volvería más complicado, además por ninguna razón, Elowanher haría sufrir al animal más de la cuenta por lo que después de ver el mapa por un rato, levanto su mirada y dirigiéndose al mago dice:

-Isildel, creo que, por ahora, y en vistas de la carga y respeto al equino será mejor por el gran camino, la carga será más fácil de transportar y, para nosotros más sencillo de proteger....

En espera de que Isildel concuerde con aquello escucha al resto de los integrantes decir que saldrán a por un rato, lo que a él le viene bien, entonces sin dudar se anexa a ellos:

-Esperad que voy con vosotros y, aunque no tengo intención de ofrecer mis respetos por ahora a los dioses, si que me vendría bien caminar... Termina diciendo mientras intenta alcanzar a Freyr e Ismael. (Avanzo hacia ellos a paso veloz al tiempo que con las manos intento sujetar lo que llevo conmigo evitando que caigan por allí...

Me adjunto a Freyr, tal vez, algo pueda conseguir en la herrería también...

L herreria no esta muy lejos, sabeis su localización escuchando los golpes de los martillos y el olor de la fragua. El edificio es de ladrillo, a diferencia de la mayoría de la ciudad, con una fragua con un color vivo y un enano que golpea con fuerza una pieza de metal en el yunque, en un cartel pone Herrerria ... sin ningun nombre salvo una runa enana, la cual identifica facilmente Freyr, la runa del gremio de Herreros Enanos.

¡Ahí está Elo! Dijo Freyr al ver el cartel. Afortunadamente era una herrería enana, por lo que quizás encontraran algo interesante que no podrían pagar.

Freyr abrió la puerta y paso al interior como si pasara a su propia herrería. ¡Buenas colega herrero! Se fijo en todo su alrededor y no perdió detalle de las armas que había expuestas, quería hacerse una idea rápida de la calidad del trabajo del dueño.

Freyr se había fijado en las armas que portaban sus nuevos compañeros y sabía lo que tenía que buscar, a mejores armas, más efectividad en el combate, desgraciadamente allí no tenía su fragua para hacerles armas en condiciones...

Freyr, como guerrero y herrero, te han parecido que las armas de tus compañeros eran sencillas, normales, como las tuyas propias, de la calidad que podría hacer cualquier herrero, pero no asi las de Sie Hallwinter, sus armas parecian de mayor calidad a priemra vista, un trabajo de profesionales cuidadosos.

La herreria esta lleno de todo tipo de cosas, herramientas de labranza, herramientas de construcción, herraduras, y algunas armas, pero no son de alta calidad son de calidad normal, te da la sensación que hay lo que necesita el pueblo para vivir, y armas normales, nada que supere el precio de unas monedas de oro. Si bien son sencillas son buenas, equilibradas, bien afiladas y con buena empuñaduras todas ellas, un trabajo bueno con materiales asequibles.

Tras estar deambulando un rato veo a lo lejos un templo y me acerco con paso seguro a él. Llego a una plaza adyacente al templo y contemplo que hay un hospicio pegado a él, con mucha gente en su interior.

-Parece que tiene muchos devotos la ciudad, eso es bueno.

Cuando me acerco observo que es un templo austero, dedicado a la curación y al reposo. En su altar hay un símbolo enorme de Lathánder, tiene unos cuántos bancos y camas donde hay gente siendo tratada por sacerdotes del templo. Me acerco y entro en él, una paz interior me empieza a invadir. Me dirijo al primer clérigo que vea.

-"Buenas hermano, que la dicha sea contigo. Vengo de un pesaroso viaje y estoy de paso en vuestra ciudad. He pasado por aquí para rezar un poco y echaros una mano si es menester, tengo unas horas antes de volver a partir. Me llamo Izmael."

Departo un poco con él e intento sacarle algo de información sobre la ciudad o sobre los alrededores. Las últimas noticias o cuchicheos. Rezo un poco y ayudo en el hospicio, donde también hablo con la gente para recabar algo de información interesante. Observo qué tipo de dolencias tienen y si puedo curarles o darles alguna solución.

A las cuatro horas vuelvo a la posada.

Das una vuelta y observas que la ciudad tiene enfermo de todas clases, desde labriegos y granjeros con torceduras y cortes profundos, hasta nobles con enfermedades varias de deficiencias o la enfermedad de la carne, ves que alli todos estan mezclados, sin trato especial de unos frente a otros, lo cual solo te muestra que el templo no solo adora a Lathánder, sino que también cumple el honor de la curación a todo hombre de buena fe.

Al que te diriges te dice de forma educada - la dicha sea contigo, toda ayuda es buena Izmael, esta en completa libertad de rezar y ayudar en lo que pueda o considere ... -

Cuando caminas escuchas algunos cotilleos, algunos sobre un dragon en el este, y que en el sur el comercio aumenta, asi que los bandidos recuperan su actividad, pero nada demasiado concreto ..., mientras vas ayudando a algunos sacerdotes, con tu simbolo en el cuello ninguna duda de tus habilidades y ayuda.

Mientras camina, ves a dos sacerdotes algo preocupados, un joven novio y un anciano intentando curar a una chica joven, parece una doncella joven de unos 15 años como mucho, suda mucho y tiene temblores, y los conjuros no consiguen curarla, sin embargo tú reconoces la enfermedad al momento, es las fiebres del pantano, y por casualidad de la vida, ya lo habias visto y sabes curarla ..., te acercas a una mesa llena de plantas y potinques y preparas un liquido de olor nauseabundo pero muy efectivo que le das a la chica con la mirada de sorpresa de los dos clerigos ..., la chica de forma milagrosa recupera el color, deja de de temblar y sudar.

El clerigo mas mayor te mira sorprendido - vaya, esta pobre chica llevaba 3 dias sufriendo y empeorando cada momento ... dígame que es ese remedio?, nos seria muy util por si volvemos a ver estas fiebres ... - digo entre sorprendido y alegre por poder curar a esa muchacha

Apenas unos cuantos pasos a través del pequeño pueblo bastaron para encontrar la herrería, Freyr indicó al elfo la ubicación; Elowanher que miraba a todos lados buscando algo que llamará su atención, volvió en sí, se centro en el objetivo y se dirigió detrás del enano hacia la herrería.

El fulgor de la caldera emanaba altas temperaturas que hacían sentir el hervor de las propias carnes, los golpeteo y chasquidos de los metales borbandeaban los oídos anulando, casi, la capacidad de escucha, sin embargo, aquello no amedentraba al explorador que se encontraba ya absorto mirando las múltiples herramientas y armas que el herrero ha forjado y mantiene por montones y colgadas en el lugar, nada fuera de lo común, pero aún así para Elowanher aquello eran piezas de arte. Las observaba con detalle, luego se da la vuelta y, dirigiéndose al herrero, pregunta:

- Herrero, busco abrojos tendras algunos?...

El herrero vio como dos clientes entraban en la Herreria, un enao y un elfo, una mezcla compleja, pero todo era posible hoy dia ..., fue cuando el primero de llos se dirigio a el

-Herrero, busco abrojos tendras algunos?... 

El enano dejo de golpear el yunque y se dirigió a la  pareja dejando un enorme martillo sobre la mesa que parecia que servia de mostrador. 

- Abrojos??? no se que es eso jovencito ...- dijo con cara de sorpresa al escuchar esa palabra que desconocia

¡Abrojos! Debe tener seguro. Dijo Freyr sorprendido, tras lo cual explicó al herrero lo que eran con la esperanza de que él los llamará de otra forma. Son esas púas puntiagudas que se dispersan por el terreno para dificultar el movimiento del enemigo. El enano intento acompañar sus palabras con un movimiento explicativo con las manos.

Le había decepcionado la calidad de la herrería, aunque tenía esperanzas de que guardara el material bueno para ciertos clientes. Aunque después de no saber que eran los abrojos, esa esperanza se estaba desvaneciendo...

- A ok ya se a que os referís ... puede que tenga algo pero si acaso unos pocos... - dijo como si comprendiera ahora a lo que se refería cuando lo dijo el enano y lo describió.

veis como comienza a rebuscar en la zona inferior de una estantería y saca una bolsa ... - Aqui lo tenemos, una bolsa de 20 abrojos , espero que sepas utilizarlo jejeje, son 1 moneda de oro, sin mebargo solo tengo esto ... - las deposita en la mesa

- Y tu Camarada, en que te puedo ayudar ... algun arma?? tengo de buena calidad - dijo mirando a Freyr

En seguida reconocí la enfermedad, la había tratado varias veces en mi templo, era la fiebre del pantano. Preparé el remedio en un momento y se lo apliqué a la chiquilla. En unos momentos, que parecieron horas, la chica empezó a mejorar.

-"Claro hermano, con gusto le daré el remedio para que sepan actuar adecuadamente ante esta enfermedad. La llaman la fiebre del pantano y ya ven cuáles son su efectos."

Le indico qué ingredientes tienen que utilizar y cómo tienen que prepararlo y administrarlo. Una vez hecho esto converso con él para sonsacarle más información de la ciudad y si sabe algo sobre Phandalin. Le comento que voy a esa ciudad en peregrinación.

-"Hermano, si pudiera darme algo que me sirviera de ayuda en mi camino se lo agradecería. No soy más que un simple novicio y cualquier ayuda me vendría muy bien para afrontar seguro el camino."

Los dos clérigos atienden a tus explicaciones de forma atenta, incluso el mas joven toma notas para no perder detalle. Cuando copian todo ven que no hubiera sido facil encontrar la cura ... era una medicina compleja y poco razonable pero parecía curada o al menos remitida la enfermedad.
-Gracias muchas gracias ya habíamos sufrido la pérdida de gebte con esta enfermedad y solo conseguíamos remitir el dolor y apaciguar su alma , sin embargo creo que así podremos hacer mucho más por ellos, toma esta poción por agradecimiento fue una donación de la familia para ayudar a su curación. - extiende la mano y te da una botellita de cristal con un líquido rojizo

-"Muchas gracias hermanos, me vendrá muy bien para el viaje. Nunca se sabe si tendré que utilizarla en mí o en algún viajero herido. Espero de corazón que os vaya todo muy bien por aquí. Siempre que pase por la ciudad vendré a echaros una mano encantado. Adiós y gracias."

Hago una reverencia y dirijo mis pasos hacia la posada. Seguramente ya halla pasado bastante tiempo y llegaré justo a tiempo para partir con la caravana.

Freyr respiró aliviado al ver que si disponía de que lo que buscaba el elfo, ¿qué clase de herrería hubiera sido si no? Se preguntó el enano.

Enséñame lo mejor que tengas. Martillos, arcos, espadas, hachas... de todo. Quiero ver bien de cerca esa calidad de la que presumes. El enano no usó un tono duro ni presuntuoso, ni nada parecido, si no amable y risueño, como si fuera un juego para él. Freyr se bajo las gafas de la cabeza y se las acomodó en su lugar natural, en los ojos, el enano espero paciente a que el robusto herrero le mostrara su mejor material.

Después de que Freyr explicó con detenimiento al herrero la herramienta de guerra que, Elowanher necesitaba y, el amable enano le entregó casi inmediato un costalillo con los abrojos, el elfo sonrió, llevó sus manos hacía la cintura para extraer un pequeño saco con monedas, pagó el costo, los cogió y guardó en su mochila, luego, con un gesto de cabeza agradeció a su compañero por ese gesto de ayuda.

Mientras los enanos observaban otras armas, elowanher, se mantiene cerca observando cada una de las piezas creadas en el lugar, algunas llaman su atención pero el elfo sólo se limita a palparlas, sentir sus texturas y sopesarlas.... -No hay mucho de donde escoger, pero sin duda estos instrumentos son artesanales y, sino sirven para la guerra si como adornos para alguna sala de exhibición. pensaba al tiempo que, lo anterior ocurría.

Luego se preparaba para volver o seguir explorando junto a Freyr quien empezaba a caerle bien...

-"Muchas gracias hermanos, me vendrá muy bien para el viaje. Nunca se sabe si tendré que utilizarla en mí o en algún viajero herido. Espero de corazón que os vaya todo muy bien por aquí. Siempre que pase por la ciudad vendré a echaros una mano encantado. Adiós y gracias."

Los dos sacerdotes seguían apuntando pero se inclinaron para despedirse del sacerdote y agradecerles todo lo que habia hecho por los enfermos.