Partida Rol por web

Con la moneda en mano, Radija regresa a la casa, de la que al cabo de pocos momentos sale el adusto guardia. Los examina friamente, mientras pone la llave en la cerradura. No la gira todavia.

-Me engañan mis ojos o cambiaron elfo por enano? Y tambien de genero segun veo...+interroga, extrañado. 

Sí, bueno... remodelación de personal. Como siempre, nombrada por el mismo amigo de Lady Wisp que nos envió a nosotros. Supongo que querrá verificar sus credenciales. Investigue el nombre de Ilda, o pregunte directamente a nuestro jefe.

No quiso entrar en explicaciones. La pérdida de Lewess no le dolía especialmente a Bramo, pero le humillaba la manera absurda de su muerte. Decía muy poco de Bramo como mago que no pudiese evitarlo con sus conjuros. Incluso esperaba una reprimenda de Quarivian la próxima vez que se encontrasen. Pero eran seguro unas espectativas difíciles de cumplir: para Quarivian eran peones. Lo más probable es que el bardo elfo hubiese derramado tantas lágrimas cuando se enterase de la noticia como lo hizo el propio Bramo.

¿Podemos pasar?

Mira a la enana con desconfianza, pero abre la puerta.

-Tendras que dejar tus armas conmigo, señora. +le indica seriamente+ No habiamos recibido noticias del señor Quarivian de... este cambio, y no puedo permitir que te presentes armada ante milady.

Aquellas palabras para una enana eran absurdas, casi humillantes, obligarse a quitarse las armas de encima era algo terrible. La enana se muestra reticente pero luego acepta murmurando lamentos en voz baja y en su propio idioma, tanto trabajo que le habia costado llegar hasta aca, no lo iba a echar a perder.
La enana le pasa su hacha a Meland a regañadientes, esperando con ansias cruzar palabras con la elfa.

El hombre recoje el hacha, guiandolos luego adentro. No pide las del restante trio... Es evidente que no estima mucho la pericia marcial de estos. 

Los lleva, esta vez, al patio posterior directamente. Alli esta sentada en la hierba la joven lady Wisp, junto a una pequeña mesa cubierta de manjares, con una jarra de vino, cenando a la luz de las estrellas. Tan solo un candelabro de plata ilumina su mesa con 3 velas, aunque es evidente por su naturaleza que ella apenas las necesita...

-Buenas noches...+les saluda con suavidad, mirandoles. Sus ojos tranquilos los recorren, aunque si nota algunos cambios no dice nada+... aunque tantas veces nos vimos ya este dia, que la formalidad puede quedar de lado. Han encontrado ya mi anillo?

Mientras habla, se cruza de piernas comodamente. Meland queda atras, entre las sombras, con el hacha de Ilda en sus manos, vigilante.

Lo sentimos, muchacha. Hemos aplazado esa búsqueda por unas horas para pagar lo que te adeudamos. Pero tenemos nuestras pistas, así que solo es cuestión de tirar del hilo.

Nuestra nueva compañera tiene, además, otro tema que tratar contigo. Su nombre es Ilda.

Sería paradójico que al final Ilda hubiera venido a matar a Lady Wisp, como teoricé. Y a esa posibilidad me agarro, porque si la mata ya no tendremos que hacer frente a la devolución del préstamo. Una desgracia... Pobre chica elfa. Tan joven y en la flor de la vida.

La joven de cabello azulado mira a la unica mujer del grupo entonces, fijamente, sin translucir ninguna emocion en particular.

-Creo que no nos han presentado... mi nombre es Laurelein Wisp. Mucho gusto... +se introduce con voz delicada, acompañada con una ligera inclinacion de la cabeza.+ Que es lo que desea decirme, señora enana? 

Gracias a sus caracteristicas especiales, la enana no tiene problema en ver en la oscuridad, aunque su vista en aquello carecia de colores, podria ver cualquier cosa que no estuviera "correctamente" ahi.
La enana se presenta amable y respetuosamente:

"Mi nombre es Ilda Hachaplateada, estoy en su presencia ya que me encomendaron una misión que no he podido efectuar, necesito su ayuda para ello, me enviaron de parte de Nalben, estoy buscando a sus hijas Nadine y Sindel, creo que usted podria ayudarme en encontrar su paradero"

Ilda esperaba con ansias alguna respuesta positiva.

La joven ladea la cabeza levemente... 

-Nalben... si... los recuerdo. Yo solia vivir en Anfel y ellas eran mis vecinas mas agradables. Yamen, Ania y Nadine... No me suena el nombre de Sindel, sin embargo. +indica, con una ligera mueca de perplejidad, mirando a la enana.+ mmm Igualmente, debo preguntar, por que las esta buscando, señora enana?

¿No hay mutilaciones de elfas? Parece que voy a tener que hacer frente a mis pagos, después de todo...

Bramo se lleva la mano a la boca para sofocar un bostezo.

¡Qué aburrido! Una típica conversación de vanalidades...

La enana se daba cuenta del aburrimiento de los demas, mas que mal esta era su misión, no deberia poner en medio los intereses de sus nuevos compañeros.

" Podriamos dejar esta conversación para despues Lady. Mis compañeros tienen otros asuntos con Usted"

Ilda da un paso atrás y espera que sus compañeros arreglen sus asuntos primero.

Oh, genial... Ahora se va a poner a hablar de los asuntos de sus compañeros. Esto no acabará nunca...

Uhm, espera. La enana se refiere a nosotros...

Ejem, sí. Me han informado que nos otorgó un préstamo de mil piezas de oro. Somos buenos pagadores, así que hemos venido a devolverle esa suma. Cincuenta piezas de platino de mi parte y otras cincuenta piezas de platino que ponen a partes iguales Lilith y Arávilar.

La vista le permitió olvidarse de todo lo sucedido durante su estadía en Aguas Profundas al menos por un momento. La belleza de la dama Wisp adornada por el resplandor de la luna era una imagen capaz de alejarlo de sus pensamientos, y no dudó en dejarse llevar por lo idílico del momento. Se ruborizó al cruzar la mirada con la elfa, descubriendo que su cabeza estaba ligeramente inclinada hacia la derecha. Se irguió rígidamente, sosteniendo su bastón con un aire de solemnidad, pero su nerviosismo le delataba.

Había aprendido a no desoír a Bramo, sin embargo, y apenas este hubo hecho mención de su nombre alzó el mentón ligeramente para luego asentir de manera pausada. -Quizás sea de su agrado hacer que limpien estas monedas, dama Wisp. Es una historia larga que enfriaría su cena, pero basta con decir que nos encontramos con ciertas dificultades durante el día- Lewess fue lo primero que cruzó su mente, mas entendió que a la muchacha le interesaban muy poco las desventuras de la compañía, por lo que se guardó los detalles. -Las monedas no han perdido su valor, pero se encuentran especialmente... sucias-

"Repugnantes" sería más adecuado

La joven alza la ceja ante el comentario de Aravilar. Con un ligero gesto, indica al guardia que se aproxime

-Esto... Meland, toma el dinero y hazte cargo. +ordena suavemente.+ Si es necesario lavarlo, confio en ti.

Mira al grupo nuevamente, mientras el omnipresente mayordomo junta las platinadas monedas con olor a alcantarilla. Incluso el hace un gesto desdeñoso ante el "aroma" que desprenden.

-Bien, me complace que no hallan defraudado mi confianza con el dinero. +acota, con una sonrrisa picara, para luego añadir+ Esperemos que puedan hacer lo mismo en lo que respecta a sus habilidades para recuperar el valioso anillo de mi padre... aun aguardo con ansia noticias del mismo. Ahora... salvo que se les ofrezca algo mas...+observa a la enana, que aun no ha aclarado el asunto de las muchachas, al decir esto+... creo que podemos despedirnos, hasta el proximo encuentro, el cual ojala sea igual de afortunado que este. 

Bramo entrega con nostalgia su bolsa de medio centenar de piezas de platino. Así había empezado todo para él, con aquella enorme recompensa tras salir de aquel laberinto con vida. Ahora, esa cantidad ingente de dinero se marcha, sin que hubiera tenido tiempo en gastarla mejor.

Correcto. Ya nos vamos...

¡Oh, para! La enana, que no sé que le quería.

Perdón. ¿Ilda? ¿Te esperamos fuera?

La enana hace un gesto positivo a la pregunta de Bramo, aún tenia cosas que hablar con la elfa.

"- No quiero incomodarla mas, porfavor le pido, que me escuche. Necesito encontrar el paradero de aquellas muchachas, causaron la muerte de mis compañeros y la destruccion de la propiedad del Señor Nalben, me encomendaron en la misión de encontrarlas y llevarlas para ponerlas en custodia ante la justicia, podrian haber pasado por aqui, me dijeron que podria obtener alguna pista de su paradero"

Meland escolta al trio de muchachos afuera, mientras la joven elfa responde a la enana, con la cual se queda a solas a hablar...

-Me resulta muy dificil creer que la pequeña Nadine pudiera hacer algo asi...+murmura, en tono dubitativo. 

Cruza las manos sobre el regazo.

-Pareces muy segura de lo que dices... y teniendo en cuenta los ultimos hechos, no podria decir quienes pueden o no hacer esas cosas... Pero, para mi, la amistad es algo muy valioso para arriesgarlo solo por las palabras de una extraña. Sabes acaso por que hizo esas cosas de que la acusas? Y, lo mas importante, tienes algun papel, o prueba de tus dichos? 

Muy bien, Meland. Te seguimos.

Bramo siguió a Meland hasta salir del jardín trasero y meterse en la casa. Tendrían que cruzarla si iban a salir por la puerta principal.

Meland, creo que nunca nos contaste cómo te convertiste en hombre de confianza de Lady Wisp. La verdad, si yo tuviera una esperanza de vida tan alta como la de una elfa, contrataría los servicios de alguna raza más longeva. No es muy práctico tener que cambiar de guardaespaldas cada cuarenta años si tú vas a vivir mil.

Conversación trivial. Lo estás haciendo muy bien, Bramo. Es importante que practiques para la próxima vez que tengas que entablar una conversación. Algún día llegarás a dominar los clichés sociales, ya verás.

Sonrrie levemente, o eso parece.

-Los no-humanos no pueden pertenecer a la nobleza agundina, no lo sabias, mago? Incluso los humanos de etnias que no son de la Costa de la Espada lo tienen dificil...+al decir esto, mira un instante de reojo al turmishano+, pero para los de otras razas es casi imposible. Salvo que se unan por matrimonio, claro, a una casa establecida...

Mientras atraviesan la casa, no ven a ninguna de las mujeres, aunque la habitacion de servicio esta abierta y se escucha el parloteo de la pelirroja con alguien... Meland continua su explicacion.

-La señorita hace bien pues, en contratar solo humanos a su servicio. De esta manera puede aprender mucho del comportamiento y las formas que imperan en esta ciudad..y tambien acostumbrarse al hecho manifiesto de la diferencia en las edades y envejecimiento de los seres queridos. A su debido tiempo, es seguro que dara con algun joven noble junto al cual pueda legitimarse... y debe estar preparada para ver como el hombre a su lado envejece mientras ella sigue siendo una niña...