Partida Rol por web

Niños, aseguraos de no dejaros las llaves en casa nunca! No se preocupe señora, me he dejado las llaves pero afortunadamente esta puerta no se habia quedado bien cerrada, dijo el mediano sonriendo con su deslumbrante sonrisa.

Parecia mentira que le hubieran podido oir. Tan solo esperaba que no supierande quien era la casa.

Las mujeres escuchan lo que dices y parecen algo mas tranquilas... Sin embargo uno de los niños te mira y grita.

-Mentiroso, esa es la casa de la bruja Aluria y ella no deja entrar a nadie cuando no esta! Menos por la ventana! 

Al oir esto, las señoras vuelven a fruncir el ceño, pero terminando de arrear a los crios adentro. Una se queda, vigilante, mas la otra cruza la calle y se mete por el costado de la casa enfrente a donde estan, como llendo para la calle principal. No necesitas 2 dedos de frente para saber que fue a llamar a la guardia... Si vas a revisar la casa, tienes poco tiempo.

Lilith entra en la casa tranquilamente mientras dice:

Esos niños! Que imaginacion!

Sin embargo, nada mas entrar, se pone a buscar por todos lados alguna pista de la implicacion de la cocinera. 

La ventana te hace entrar en.. un bañito, de 10x10'. Hay una letrina que mejor no inspeccionar, por el aroma, una batea que haria las suertes de bañera, y poco mas, algunos elementos de aseo y un espejo.

Hay una puerta que da al interior de la casa. 

Pues nada, Lilith asoma la cabeza a la siguiente habitacion y, si no ve nada,  se va corriendo antes de que llegue la guardia.

La puerta da a una especie de sala central. (tu estarias en la habitacion pequeña, del ground floor, del lado derecho superior)

La puerta de al lado conduce a la cocina, con su puerta trasera.

La opuesta, a una biblioteca-saloncito, bastante elegante para lo que es una casa de cocinera, segun recuerdas. 

El pasillo lleva a la puerta frontal. La puerta en el, al comedor. 

La escalerita lleva al piso superior y al descansillo con la ventanilla.

Lilth no puedo resistir la curiosidad y tuvo que entrar en la habitación misteriosa. 

Pssst, chicos... ¿Y si aprovechamos para desvalijar la casa?

Es broma. Humor de mago. Venga, vamos a registrar la habitación de Xian Mei.

Bramo no quiso quedarse por más tiempo en el edificio principal, pero sabía que tarde o temprano se tendría que cruzar con Aluria.

Subes rapidamente las escaleras, y nuevamente estas frente a esa puerta misteriosa... Es igual a las demas de la casa, de madera dura y solida... pero lo que hay detras, eso es el misterio.

Lamentablemente, al igual que antes, esta cerrada.

Dan un rodeo a la mansion, asi no encuentran a las sirvientas... La casita de la joven Xian Mei es poco mas que una choza de madera bien construida, pegada al muro sur de la mansion. Adjunto se halla un corral, donde descansan los dos mastines guardianes durante el dia...

Estos ladran con fuerza al incorporarse ustedes. Son casi del tamaño de lobos, menos peludos pero mas musculosos. En respuesta al ruido, la joven de rasgos extraños sale de la casita y los mira. Como siempre, no dice nada, solo se queda parada en la puerta de su hogar.

Lilith sudaba a mares. Sabia que no podia llevar ahi dentro mas de medio minuto pero le parecían horas. Agarró el pomo y puso su pie en el lateral del marco y tiró y tiró. La puerta resistió mas que la de entrada per al segundo intento la cerradura cedió y Lilith acabó aterrizando de culo en el suelo.

La puerta cede hacia adentro con estruendo... Si hay gente afuera, es improbable que no oyeran el ruido. 

Da a un descansillo, el cual se abre a una habitacion amplia, al menos tanto como las de abajo. Aunque no puedes apreciar nada desde la puerta, mas que el ventanal al frente que se entrevé.

Lilith se detuvo un momento para escuchar algún ruido en la parte de abajo. Después, entró en la habitación para examinarla.

La luz entra clara por el ventanal, pero no oyes nada afuera mas que los normales ruidos de calle, amortiguados por los muros.

Al entrar en la habitacion, descubres que esta casi totalmente vacia. No hay adornos en los muros de ladrillo, no hay alfombra ni nada en el piso de madera dura, ni cuelgan luces del techo de pizarra con vigas de roble. Casi, nada.

Lo unico que hay, es un cofrecillo, en el suelo, justo en el centro. Un cofrecito de metal dorado, con runas grabadas en sus lados y tapa, de 1 pie de lado. Aunque tiene dos pequeñas trabas para meter un cerrojo, este no se encuentra puesto, ni lo ves en la habitacion. 

Bramo se sobresaltó y estuvo un rato quieto. Después avanzó dejando un perímetro de seguridad entre la perrera y él. Le habló a Xian Mei como si en lugar de muda fuese retrasada.

Tú... hacer callar a perros... Tu ama ordenar que nosotros ver cabaña tuya. Tú apartar.

Esperó que la domadora se apartase con expectativas de poder entrar. Si se quedase ahí quieta, no le quedaría más remedio que repetir su expicación aún más despacio para hacerse entender mejor.

Examino el cofre antes de cogerlo. Depues lo agarro y salgo pitando.