Partida Rol por web

Lilith el mediano, señoría. -dijo el bardo con todo el respeto del que era capaz. 

-Bien, Lilith... Se le acusa de insultar a un oficial de los Vigilantes y de usar una habilidad sobrenatural de encantamiento propia de los bardos para fascinar a un soldado Vigilante. Como se declara?

Culpabe señoría. Debo reconocer que fueron actos estúpidos, producto de la frustración. Un acto reflejo, si se me permite. Pense en fascinar al guarda por si llevaba algo de valor y vengarme asi de las crueles palabras de su sargento. Cuando vi lo que estaba haciendo, me eche atras y estaba a punto de irme cuando el guardia rompio el trance y me arresto. 

Solo quiero declarar que no hubo maldad por mi parte en ningun momento, señoria.

-Entiendo... Queda anotada su respuesta, y al ser esta culpable, pasamos a la sentencia.

Registra en uno de los volumenes frente a el, unas palabras, y luego te mira.

-Por el cargo menor, el insulto al oficial, su castigo seran 4 dias en la servidumbre del Castillo, y una multa de 20 piezas de oro. En cuanto al cargo mayor... La pena por asaltar a un vigilante en servicio es de 1 semana de encarcelamiento en el Pozo, y una multa acorde, o bien la flagelacion de no disponer de efectivo.. Sin embargo, teniendo en cuenta su buena disposicion a reconocer su error, y que es primera ofensa, estoy dispuesto a considerarlo solo asalto magico, por el cual debera pagar 2000 piezas de oro, asi como tambien se dispondra de un edicto para no acercarse a 100' del guardia Durastorn, sin prision. De no poder pagar esta suma, cumplira 40 dias de servicio comunitario. Alguna pregunta, Lilith el mediano?

2000 ¿piezas de oro? Que  locura. Le eseperaban unos largos 40 dias de servicios comunitarios por intentar ayudar a Bramo. Bueno, seguia siendo aceptable.

No, señoría. Acepto la sentencia.

-Muy bien. Llevenlo a su celda. Que sea enviado a los barracones de servicios comunitarios en el carro de mediodia. En 40 dias cumplira su parte en el castillo. Hasta entonces, sus pertenencias permaneceran retenidas en las bodegas. Caso cerrado, traigan al siguiente. 

Con un gesto te despide. Los dos guardias te llevan a la puerta, mientras los oficiales que injuriaste asienten con severidad. Afuera te esperan el "amigable" par de guardias negros, que te conducen de nuevo abajo, a tu celda particular. Sin embargo, es de esperarse que no pasaras mucho rato aqui antes de que los trasladen. 

No pasan mas que unas pocas horas luego del desayuno, que ambos se ven nuevamente. Lilith ya ha salido antes, para su juicio. Los dos visten las tunicas marrones, sin adornos, que les dieran los guardias, talvez con alguna pajita. De su bloque solo sale una persona más, un hombre anciano, que se hallaba casi al fondo del bloque. Los 3 son conducidos por los guardias al cuarto arriba. 

Alli se reunen con otra media docena de hombres de diversa procedencia, 2 de ellos no humanos (un semiorco y un enano). Aparte de los 6 guardias y el sargento de costumbre, hay 4 guardias adicionales, y lo más raro, dos hombres con tunicas largas.

Uno es evidentemente un clerigo, con la balanza equilibrada sobre un martillo de guerra que lo identifica como devoto de Tyr, la deidad más importante de la ciudad. Lleva un cetro como unica arma visible. El otro en cambio, tiene una tunica roja y lleva una varita en la mano, sin mostrar otras armas... pero es claro que debe tratarse de un mago.

Los guardias forman en torno a los 9 reclusos, y los dos magicos se quedan detras. Les llevan por el pasillo afuera, donde un gran carromato, con una jaula de hierro forjado atras, los espera. No usa caballos, sino lentos bueyes, para impulsarse. Los suben uno a uno, sin charlas... Hay espacio comodo, cabrian una docena de prisioneros en ella. Seguidamente se forman en los costados y comienzan a andar, a paso de hombre, hacia el sector sur de la ciudad.

-Hola Bramo. Al final me han caido 40 días de servicios comunitarios en el castillo. Una pesadez, pero bueno... 

Lilith observa entonces al resto de los que viajan en la carreta. Un grupo variopinto, desde luego.

Me llamo Lilith y estoy aquí por asalto e insulto a la guardia. Algo en lo que seguro más de uno de vosotros simpatiza conmigo. ¿como habeis llegado vosotros aqui?

Lilith lo dijo con buena intencion pero el autoadjudicarse ya la simpatia de los otros lo hizo sonar un tanto arrogante.

¿Porqué había tenido Lilith que presentarse con su verdadero nombre ante una pandilla de peligrosos delincuentes? Es más, ¿porque tuvo que mencionar mi nombre? Es peligroso dar los verdaderos nombres... A saber qué han hecho para terminar aquí...

Bramo exageraba. Iban en la misma jaula, en la misma dirección. Ninguno hizo nada lo suficientemente grave como para merecer algo peor que unos servicios forzados.

Once días de condena-dijo al resto de manera muy seca, a modo de saludo o presentación-. ¿Y tú, viejo? ¿A cuánto te condenaron a ti?

De todos los presos, el anciano era el único que despertaba un poco la curiosidad de Bramo. Después de todo, estaba en el bloque de presos mágicos.

La mayoria mira a Lilith con caras inexpresivas y no se dignan a contestarle. Un par sonrien con claro desden... El semiorco hace crujir los nudillos. Pero todos se mantienen calmados. No hace falta decir que los guardias los miran seriamente.

Solo el viejo de su bloque responde a Bramo en voz muy baja, adelantando el cuerpo para acercarse a este.

-6 añoz de zervicio, jovencito... aunque ya cumplí 3. Zolo otros 3 más he de aguantar... Ah y tambien confizcaron mis bienez...+sonrie tristemente con su boca ahuecada. Le quedan solo un par de dientes, eso explica su forma de hablar y la babita que escupe de vez en cuando+... Pero no ez tan malo como podria zer... Claro... lo de ustedez ez una palmadita, comparadoz con la condena de muchoz de los que eztamoz aqui... jeje...

Claro, claro...-asintió al viejales dándole la razón.

También es cierto que para el poco tiempo que llevo en esta ciudad, haberme ganado una dekana de condena es una proporción un poco desfavorable. Extrapolando...-hace las cuentas de cabeza-tendría su misma condena, anciano, cuando llevase once años viviendo aquí.

Estaba bien esa charla insustancial. El abuelete no era tan estirado como el resto de gente con la que estaba acostumbrado a tratar, aunque con seis años de condena, a alguien habrá matado. Un santo seguro que no es.

Solo espero que no me toque trabajar en las alcantarillas. Bajé allí una vez y los políticos tienen el sitio echo un asco... Con todos esos "othys" pululando por el subsuelo... Yo no dormiría tranquilo. Ole los huevos de los que trabajaron allí poniendo esos rieles y esquivando tentáculos y bocas.

Calla! Calla! No me lo recuerdes!

Despues , Lilith se vuelve hacia el anciano.

Tiene usted, razón, anciano. ¿Le apetece escuchar una canción que haga el viaje más ameno? Dijo Lilith aclarándose ya la garganta...

-Jejeje... ezo eztaria bien... +asiente a Lilith, dandole una palmadita suave en la mano, acariciandosela. Enseguida, sin retirarla, pregunta.+ Pero... adonde creen que noz llevan, niñoz?? Loz trabajoz forzadoz se hacen en las alcantarillaz ... o en las canteraz... o en laz obraz, si eztan reparando algun edifizio ofizial. Igual, ezta zemana toca bajar, zip.

O igual no. Nunca se sabe. Vamos a ser optimistas.

¿Optimistas? Que lo diga el cenizo de Bramo ya es bastante significativo de lo poco que le gustaría bajar. Por otro lado, al recordar episodios pasados, el mago se acuerda de las alcantarillas, de la suciedad... y por asociación, también de las ratas. Sobretodo de su Percy. Mientras su compañero se arranca a tocar, Bramo vuelve a concentrarse en su familiar.

El carro avanza poco a poco cruzando la ciudad, y con la melodía de la voz de Lilith de fondo, la mente de Bramo se dedica a sondear los alrededores para localizar a su rata. Faltan once días para que pueda buscarla y reclamarla, pero hasta que llegue ese momento puede reunir la información de su paradero. Si tiene suerte...

No sientes a Percy. Sin embargo, al salir de la prision te das cuenta que esta se encuentra bajo el castillo de Piergeirnon, la inmensa fortaleza de Aguas Profundas... en el extremo Oeste de la ciudad, pasando el mercado. Tu familiar esta (que sepas) en la casa de lady Wisp, casi en la otra punta de la ciudad, al Noreste. Necesitas ir para ese lado...

Sin embargo, los llevan al sur, al barrio del puerto. La gente no presta atencion a su grupo, simplemente se apartan con respeto ante la escolta. Pronto, estan entrando en los muelles, aunque de inmediato la comitiva sigue por la calle limitrofe hasta unos barracones, excavados dentro de la misma colina que domina el puerto y la ciudad. Su nueva morada, comprenden.

El lugar es austero, dividido en dos secciones. Una gran sala comun para ustedes, en el fondo, sin ventanas y con una sola puerta grande, que da a la sala frontal. Esta es más como cualquier dormitorio, y si tiene ventanas al exterior, pero es donde se asientan los guardias.

Igualmente, no les dan demasiado tiempo. Cada quien recibe un cuenco de almuerzo que consumir de pie, y son conducidos afuera de nuevo, a una caseta grande. En ella se encuentra una tapa de alcantarillado, aunque modificada. Es más como una puerta de hierro circular. 4 guardias bajan primero, luego ustedes, luego el resto de los guardias... La mayoria de los presos que parecen en buen estado fisico recibe una pala de madera, Bramo entre ellos. A dos de los humanos mas delgados, Lilith y al viejo, en cambio, les dan 6 sacos de lona sucios, y odres de agua. 

-Loz que reziben palaz, ze ponen a limpiar loz rielez. Loz que tenemoz zacoz y odrez, juntamoz laz bazuraz zolidaz y lez damoz de beber a loz que palean...+les explica el anciano, que se ha mantenido con ustedes.

Cloacas...tenían que ser cloacas. -dijo Lilith mirando el saco que le habían dado.

Por lo menos le había tocado la tarea menos pesada. Lo habían juzgado una vez por su tamaño, a pesar de que, seguramente, él era más fuerte que Bramo.

Tampoco se iba a quejar. El mediano decidió quedarse cerca del anciano, que parecía saber perfectamente lo que hacer.

Bramo baja. Recuerda el olor. No solo la basura queda en el sumidero, también personas como Lewess.

Bueno... por lo menos no voy a tener que coger basura con las manos.

Pero el olor lo voy a tener que soportar igual.

Aunque hay una cosa que no entiendo... ¿Para qué son los rieles? La primera vez que los vi, días atrás, no les di importancia, pero es que si hay que limpiarlos es porque todavía se utilizan.

-Zon para loz carroz de loz obreroz, como loz de laz minaz. Con ezo van loz tunelez prinzipalez muy rapido, llevando materialez y piezaz de repuezto muy pezadas... o zacando tierra zi hazen ampliazionez. 

El viejo habla mientras trabajan. El tema es simple, palear la mugre a los costados de las vias, despejandolas. Si encuentran algo duro (pedazos de muebles o ceramicos, huesos grandes, botellas rotas, etc) que pudiera ser un estorbo mayor, va a los sacos. Los guardias mantienen un estrecho bloqueo. Ninguno tiene cara de buenos amigos... ellos tienen que aguantar el mismo olor que ustedes y caminar en la inmundicia, por vigilarlos. Pero no impiden que charlen mientras sigan haciendo la labor. Todos llevan lamparas de largo cono, que iluminan a 60', o bien antorchas eternas para alumbrarles el trabajo a ustedes.

Apenas una hora de llevados aqui, una criatura aparece en un recodo.

Mide los 8' de diametro, por lo que ocupa una gran parte del espacio. Su forma esferica, o el hecho de que floten, son detalles menores... es la multitud de ojos, y los inmensos dientes del ser, los que llaman la atencion. Sin embargo, solo les hecha una multiple mirada y se aleja. Un suspiro colectivo de alivio surge de los guardias, que apenas vista la criatura, se habian formado en tension.

-AAAAARG!!! ¡¿que era esooooo??! grita Lilith, asido a los pantalones de uno de los guardias.

La rehostia... ¿Habéis visto el tamaño de esas fauces? Y no tenía nariz. Supongo que si vas a vivir aquí abajo, ese es un buen requisito.

Puede que al final de todo el mago y el sacerdote no fuesen para controlar a los prisioneros mágicos, sino para proteger estas incursiones de los trabajadores.

Bramo aprovechó para descansar del esfuerzo físico. Si el próximo monstruo no pasaba de largo, querría estar lo suficientemente fuerte para correr. No retomó las labores con la pala hasta que otro de los presos lo hiciera, o hasta que los guardias se recuperasen del susto y ordenaran retomar el trabajo.

Viejo, tu que has venido más veces... ¿qué era eso?