Partida Rol por web

La escalera desciende un buen trecho. Abajo te reciben otros dos guardias, hombretones recios y de cota de malla, con expresiones aun más duras que los de arriba.

Hay un larguisimo pasillo de celdas tipo jaula, pero no es por ahi donde te conducen, sino a un costado, en perpendicular. Atraviesas la ilusion de un muro! Sin embargo, no es lo mas extraño, sino que apenas traspasado sientes una especie de pequeño vacio o aletargamiento dentro tuyo.

Detras de esta ilusion se oculta un pasillo diferente. En este las celdas son de puertas de madera dura, con barras por fuera. Todas las puertas estan llenas de runas. Abren una de las primeras para ti, la tercera del lado izquierdo. Es un cubiculo desocupado, de 10x10, con un monton de heno como cama, un cubo de excrementos y nada mas. Paredes de piedra lisa, sin ventanas. Ninguna luz interna.

-Desnudate. +ordena uno de los guardias al estar alli.

-Claro, cariño.

Lilith comienza a desnudarse como si estuviera haciendo un striptease para una de sus amantes, poinendo toda la carne en el asador. En un momento dado, le lanza los pantalones al guardia a la cara. Mientras se chupa un dedo.

Los guardias se muestran impasibles. Ni ellos ni sus uniformes son como los de arriba. Esperan hasta que te desnudes por completo. Entonces uno recoge todas tus cosas sin decir palabra. El otro deja caer dentro de la habitacion una tunica marron descolorida.

-Tus pertenencias te seran devueltas cuando salgas de aqui. 

Dicho lo cual, salen ambos, cerrando la puerta tras de si. La celda queda en una oscuridad casi total, salvo por una linea de luz que entra bajo la puerta. Oyes sus pasos al irse y luego, el silencio.

Bramoooo!! ¿Estas ahi? -Grita Lilith a pleno pulmon.

El pequeño mediano tenia que reconocer que no las tenia todas consigo. Aquellas runas le daban mala espina y suponia que alli dentro no podria usar su magia.

De todas formas, tampoco le quedaba.

No hay respuesta. El silencio solo refuerza el concepto de la oscuridad reinante. Estas solo.

Solo para confirmar lo que ya sospechaba, Lilith conura luz sobre el cubo. La cosa tenia mala pinta.

-Parece que Tymora me ha dado finalmente la espalda en todo este asunto.

La magia no funciona en lo absoluto. Es evidente que este pabellon ha sido preparado para lo que indica su proposito.

Sin embargo la suerte no te abandona del todo. Pasa cerca de media hora, cuando oyes un grito familiar, en la voz del turmishano, aunque algo apagada por la distancia y los muros.

¿Hola? ¿Hay más magos aquí?

Lilith salto al reconocer a su compañero en la lejanía.

-Bramo! Maldito turmishiano medio sordo!! ¿No me has oido cuando te llamaba? 

¿Lilith? ¿Lilith, eres tú? ¿Qué ha pasado?

La última vez que le vió le había dejado, iba a cometer allanamiento de morada a plena luz del día, no era extraño que también acabara aquí.

Xian Mei mató a Arávilar...-añadió como coletilla de mal gusto. A Bramo siempre le faltó tacto.

Estoy al tanto, nuestro contratante me lo dijo. ¿Y Ilda? ¿Sabes de qué os acusan?

Lilith  esperaba que no fuera de intento de asesinato. Esa gente iba a tener amigo s poderosos en la ciudad y ellos no eran mas que unos don nadies.

No tengo ni la menor idea de qué fue de Ilda. Depuso las armas. Puede que ni siquiera la detuvieran.

No es que el importara mucho. Bramo tampoco la conocía lo suficiente... aunque le deba la vida.

A mí me acusaron de desenvainar un arma, amenazar a la bruja de Aldira y herirla con la espada. He sido condenado a servicios comunitarios y tengo una orden de alejamiento sobre Aldira, Lady Wisp y Quarivian. ¿Qué te parece?

Oficialmente estoy despedido. Tal vez después de esta me una a un gremio de magia... o me vaya de Aguas Profundas. Y es probable que lo primero no pueda hacerlo con mis antecedentes criminales... Pero dicen que Cormyr está preciosa en esta época del año.

¿Qué hay de ti? ¿Ya te han juzgado?

No, demonios, me hice arrestar para ver si podia ayudaros a salir de aqui pero me parece que me caera mas que a ti, ya veremos. Supongo que entonces no merece la pena considerar la posibilidad de una audaz huida ¿No?

¿Huir? No, no... Las consecuencias podrían ser aún peores. Aunque si tu quieres huir...-parecía que se ofreciese a acompañar a Lilith-puedes intentarlo. Eres pequeño y escurridizo-pero no.

No deja de dar vueltas a lo que Lilith dijo. ¿Qué haría este mediano para que lo enjaularan?

¿Qué...? ¿Qué hiciste para acabar aquí? ¡Oh, por Laira! ¡Mataste a alguien! ¿Es eso? Dime que no mataste a nadie.

Que? NO! tan solo fascine a un guardia. Nada mas. Por cierto, en casa de Aluria no encontre nada. Consegui forzar la puerta cerrada que debiamos proteger y encontre un cofre pero, cuando consegui abrirlo, no contenia nada de importancia. Tan solo un diablillo muerto.

Uy... ¿Usar magia contra la autoridad? Yo diría que sí es grave. Pero vete tú a saber con las leyes de esta ciudad... A lo mejor todo queda en nada.

Vaya par de dos. Pero Lilith tampoco tenía un pasado criminal, no había reincidido. Eso era como para ser optimista en sus posibilidades al ser juzgado.

¿Qué es eso del diablillo muerto? Muy normal no suena... Oh, ¿sabes qué? Ya no importa. Yo ya no investigo la desaparición del anillo mágico de Lady Wisp. Si Aluria realiza invocaciones raras en su casa, ha dejado de ser asunto mío.

Bueno, la verdad es que tampoco estaríamos en posicion de averiguar nada mas. Supongo que solo nos queda cumplir nuestros castigos y buscar otros pastos mas verdes.

La frase de Lilith le sonó muy melancólica. Sin embargo Bramo no era demasiado nostálgico para esas cosas... para ningún sentimiento en general, y al empezar a sentirse raro, a notar un cosquilleo en el estómago, puso punto final a la conversación para volver a la seguridad de aquel que no siente nada.

Bueno... Me voy a dormir. Suerte con tu juicio, Lilith.

Se alejó de la puerta y se tiró sobre el montón de heno. Hoy había muchas cosas para olvidar. Como el final de Arávilar.

Está bien. Pensó Lilith. Veremos qué pasa.

El pequeño mediano se dejó caer en un rincón, triste y deprimido.

Te traen una "cena", por una mirilla en la parte inferior de la puerta. Es un caldo grumoso en un cuenco, nada más. Luego puedes dormir en tu encierro...

A la mañana siguiente, otros dos guardias de pesadas armaduras te buscan. Sin preambulos eres alzado y llevado arriba. En la sala de guardia no ves al gordo sargento, es todo un grupo nuevo, comandado por un hombre rubicundo y alto. Sin embargo no te demoran alli, sino que te conducen por la elegante puerta doble en la parte Sur del cuarto. Esta conduce a otra sala, de buenas dimensiones. En la parte sur hay un alto estrado, tras el cual se encuentra un anciano vestido de negro. Dos guardias, fuertemente armados (ballestas, espadas largas y armaduras pesadas), con el simbolo de aguas profundas en sus escudos, montan guardia aqui. 

En los laterales de la sala se alzan gradas, ahora casi vacias. En una se sienta el sargento, y a su lado esta de pie el guardia del pasillo, este ultimo con expresion cansada. Te dejan de pie frente al estrado, casi en el centro mismo del cuarto. Sobre ti prende el candelabro que ilumina el cuarto, uno grande y recio, con luces magicas eternas. Los dos guardias que te llevan solo te dejan alli al frente y se retiran, cerrando tras de si.

-Acusado, su nombre por favor..+pregunta el magistrado (dificil que sea otra cosa el hombre de negro) con tono serio. Su estrado tiene un buen numero de libros y pergaminos, y se eleva varios pies del suelo, por lo que miraria desde arriba incluso a los hombres más altos.