Partida Rol por web

-Lastima que no fuiste tu el que murio. Pero eso se puede arreglar pronto. Ya veras cuando venga la señora, si...

Es todo lo que dice, golpeando la palma de su mano libre con el palo de amasar, como una porra. En el patio posterior no hay nadie más, ni señas de Xian Mei. 

Aluria... Todo esto es por tu culpa... Estás detrás del robo, no me cabe ninguna duda...

Convenciéndose de sus propias teorías conspiranoicas, Bramo desenfunda la espada y avanza hacia la cocinera.

Cuando llegue tendré el placer de entregarle tu cabeza en una bandeja de plata, ladrona.

La cocinera se sorprende por el ataque, y no llega a reaccionar antes que Bramo.

¡Uaaaaaah!

Bramo carga contra su tan odiada enemiga. El golpe en la frente con un cucharón, la humillación de haber caído con ese golpe, su desprecio por la muerte de Arávilar y su, tal vez, coautoría del robo. Todo se decide allí. Todo ese rencor acumulado... irracional. Todas las emociones contenidas a lo largo de su vida, sentimientos que no supo expresar.

Sería interesante ver la reacción de Ariadna si estuviera viendo esto. Su marido siendo pasional, su estirado Bramo dejándose llevar. A su esposa le alegraría ver en lo que se había convertido. O tal vez no. Tal vez si le viera ahora lo que pensaría es que Bramo se había vuelto un monstruo asesino.

Ariadna...

Bramo duda, y la espada, aunque peligrosa, la desvía hacia un punto no letal de la cocinera.

-INFELIZ!!

El rugido de la cocinera al ser cortada por la hoja de Bramo es tremendo. Alza el palo de amasar y sin vacilar, lo estrella en el costado de la cabeza del Turmishano, quien ha dejado demasiado abierta la guardia en su carga...

En su estado de salud, el mismo es mas que suficiente para conmocionarlo y derribarlo....

Oscurece ya, cuando una figura familiar entra en la posada. El elegante semielfo va vestido con un rico traje cortesano, adornado con hilos de oro, y un ornado perfume. Lleva en la espalda cruzada la mandolina.

De un rapido vistazo, te ubica y camina hacia ti, sentandose a tu lado.

-... Creo que sois una prueba de Sune, de otro modo no me explico como es posible que se metan en tantos lios...+comenta, sin saludar.

El despertar es frio. Lo primero que notas son las pajas pegadas a tu rostro, seguido por los sonidos de ronquidos y gruñidos. 

A medida que tu vista se aclara, notas que te encuentras en un lugar de techo y muros de piedra. Los causantes de los ronquidos, son una media docena de humanos y humanoides, durmiendo junto a ti. Todos visten de marron. Si te fijas, tus prendas ahora son asi, una tunica marron de tela basta. Te han quitado todo, ropas, bolso, espada... Ni siquiera Percival esta contigo. 

Una de las paredes no es de piedra. Esa, es de rejas de acero negro, lo que te da una buena pista de donde estas.

Lilith miro al recien llegado con una ceja levantada.

-¿A que os referís, amigo?

-Donde crees que estan el resto de tus compañeros? +pregunta en tono ironico+ Ya deberian haber llegado... No, espera... cierto. Dos estan en la prision y el otro recibiendo el juicio de Kelemvor...

Niega con la cabeza, apesadumbrado.

Lilith salta del asiento como un resorte.

-¿Como? ¿Por Tymora, que ha pasado? ¿Prisión? ¡Sólo los he dejado solos una puñetera tarde! ¿Quién ha muerto?

¿Quién ha muerto? Lo recuerdo...

Obviamente, la bruja Aluria no.

Se levanta y se acerca a los barrotes. No se encuentra bien... Rememora sus últimos minutos de lucidez.

Registramos la cabaña del jardín de la elfa. Es la vivienda de Xian Mei. Encontramos un disco con la efigie de un unicornio. Despedía magia, así que lo confiscamos. Podría habérselo robado a su ama o ser el pago por traicionarla.

La chica no se lo tomó bien. Me clavó un cuchillo y nos lanzó sus perros. Perdí la consciencia malherido. Cuando desperté, los perros habían acabado con Arávilar, y casi con Ilda.

Salí fuera a dar explicaciones. Solo estaba Aluria. Estaba ocultando a Xian Mei, estoy seguro. Y para abrirme paso hasta la casa y buscarla, intenté reducirla. Luego... luego no recuerdo los detalles... Creo que me golpeó en la cabeza.

Ilda, ¿qué ocurrió después de que Aluria me abatiese...?

Ilda no esta contigo. Los otros durmientes son todos hombres. Un par de norteños rubios, un hombre con trazas de marinero, un enano, un mediano y un semiorco.

La pared con rejas permite ver otra celda igual enfrente. El pasillo es de piedra maziza, techo y piso. Hay mas celdas alineadas en ambas direcciones, aunque las sombras las invaden como para saber si estan ocupadas.. A la derecha el pasillo se extiende hasta donde alcanzas a ver. A la izquierda, en cambio, termina a un par de celdas mas, en una pared de madera gruesa con puertas dobles.

-El semielfo, Aravilar. El turmishano, Bramo, tambien estaba bastante aplicado a eso por lo que supe... +contesta+ Al parecer, atacaron a la servidumbre de lady Wisp. La cuidadora de animales, Xian Mei, desaparecio. En su cabaña estaban sus perros, muertos a hachazos por la enana, asi como el cuerpo del clerigo y mucha sangre... Bramo por su parte, ataco a la cocinera y la hirio, pero la mujer fue mas dura, rompiendole el craneo con un palo de amasar... Cuando llego milady, encontro esta la escena, por lo que llamo a la Guardia y luego a mi... Para cuando llegue, ya se los habian llevado...

Suspira profundamente. 

-Nunca pense que arruinarian las cosas de un modo tan terrible.

Bueno, si hubierais conocido a Bramo, hubierais sabido que era capaz de arruinar cualquier cosa con tan solo abrir la boca pero, aun asi, no está todo resuelto. ¿Por que atacaron a esas dos? Seguramente porque Xian Mei y Aluria estaban conchabadas y, cuando los descubrieron indagando, intentaron librarse de ellos. Ahora depende de mi demostrar que nuestras sospechas eran reales y que lo que escondo arriba puede ser la prueba feaciente del crimen de esas dos.

-Conozco a Bramo. Olvidas quien fue el que les selecciono? Pero, por eso mismo, mi pregunta fue donde estabais vos, el encargado de las relaciones diplomaticas... La enana no quiso decirmelo, pero ya veo que estuvisteis ocupado. A ver, mostradme eso que encontrasteis...