Partida Rol por web

-Maravilloso - dijo Lilith.

Solo había pasado un día y ya se sentía como si llevara allí una semana. La habitual verborrea y alegría del mediano se habían visto sangradas hora a hora por el metódico trabajo en las cloacas en un día que iba a tardar en olvidar. Y lo peor era que le quedaban meses de aquello.

Tampoco es que tuviera mas remedio asi que intento mentalizarse y escuchar lo que decía el viejo. Si había sobrevivido era porque sabía lo que hacía.

-Espero que mañana nos hagan servir en el castillo. No me importaría ver algo que no fuera espaldas sudadas y mierda flotante.

Lilith... ¿Desde tu altura alcanzas a ver las espaldas sudadas?

Seguro que solo ve traseros...

Estaba de mal humor después de tanto trabajar, y lo pagaba con Lilith porque era con quien tenía más confianza. Y la confianza da asco, como el olor que Bramo se había traído de las alcantarillas.

Bramo se desnuda también sin pudor. Habitualmente le traen sin cuidado los convencionalismos, y más cuando está tan agotado. Con mucha dificultad, debido a su dolorida espalda, primero metiendo un pie, luego el otro, y después hundiéndose poco a poco, termina en la tina. Se enjabona a conciencia, de manera meticulosa y casi exagerada. Se habría limpiado igual sin tanta suciedad, así que con más razón se limpiaba ahora.

Luego de bañaditos, es hora de comer el engrudo y volver a la barraca. los cuencos de engrudo circulan, y luego los presos se dedican a sus cosas. La mayoria, exhaustos, se tiran a dormir de inmediato. Un par de los mas duros, el enano y el semiorco, sacan de algun lado un par de dados de madera y se ponen a jugar entre ellos.

Ustedes estan bastante fatigados. No es gracioso trabajar en las cloacas. Y solo es el primer dia. A Bramo le quedan 10. a Lilith, 40.

El tiempo pasa deprisa. El deseo de lilith no se cumple, y dos dias mas trabajan en las cloacas. Tienen el placer de ver a los guardias espantar a un grupo de hombres peces, a una aberracion que sofocaba a los hombres, un cieno acido, plagas de murcielagos, unas pequeñas stirges, y serpientes de agua. Ninguno ni de cerca tan peligroso como el contemplador, si bien el monstruo aberrante casi mata a uno de los guardias, y el cieno acido se comio varias espadas en lo que el mago lo neutralizaba.

Tambien personas, pocas. Un ladron que estaba trabajando en picar un hueco, probablemente bajo alguna casa, es sorprendido. Los guardias lo apresan y marcha arriba.  Asimismo viene un grupo de obreros a reparar los daños en la cloaca. Es la primer vez que ver a los "plomeros oficiales". No resulta llamativo que todos visten armaduras de cuero y llevan arcos y espadas, considerando la fauna local. 

Al tercer dia de su condena, Bramo despierta debil y enfermizo...

Lilith... agh... Lilith, ¿estás ahí? Estoy pachucho. No quiero ir a trabajar.

Se le había nublado un poco la vista, pero aún discernía bien las sombras y los relieves. De hecho, por eso llama a Lilith: su figura es de tamaño inconfundible y podrá reconocerlo como al interlocutor correcto.

En este momento, es inimaginable el desarrollo que tomará la enfermedad... Pero las historias del viejo hacen temer a Bramo por sus ojos. ¡Un mago que no puede leer su libro de conjuros! ¡Qué irónico!

Estoy contigo, amigo. Animo! Al menos hoy te libraras de las cloacas!

Para ti es muy fácil decirlo... tú estás sano como un roble. No quiero tus ánimos, limítate a decirle a los guardias que traigan a un médico... el clérigo que nos custodia en las alcantarillas... o quién sea.

Se revolvió sudoroso y con fiebre, para darle la espalda a Lilith.

Lilith, dolido, se da la vuelta y se va.

Cuando se encuentra con el clérigo le dice:

-Creo que Bramo está fingiendo estar más enfermo de lo que está. ¡Me parece que quiere librarse de las cloacas!

El clerigo, que desde luego esta en el area de guardias, entra con un par de ellos. Solo necesita dar un vistazo a Bramo para diagnosticar.
-Mal de la ceguera... lo de siempre. Si no despertó ciego, estara bien.
Extrae de su tunica un unguento. 
-Aplicate esto en los ojos y el rostro, turmishano. Por hoy te quedaras a fregar los suelos y descansar. Mediano, puedes ir con los demas.

Mal de ceguera... a Bramo le duele escucharlo. Mal de ceguera... cada sílaba se le clava como un estoque. Bramo aprieta la medicina contra su pecho, y el miedo hace brotar en él la gratitud.

Gracias, muac... ¡Gracias! Muchísimas gracias, mi señor... Muac, muac... su señoría... su excelencia... su excelentísima...

Se arrastra como una sucia lombriz, se arrodilla torpemente, se humilla y besa las manos del clérigo que con tanto desdén dió su veredicto.

Cuando cumpla mi condena entregaré una donación a Tyr, muac, muac.

Lilith no pudo evitar sonreir al escuchar la reacción de BRamo ante el diagnosis y el tratamiento. Aun asi, no podía de jar de sorprenderse ante la crueldad de aquella sociedad. Por lo que parecía, la enfermedad de la ceguera era algo bastante común allí abajo y, aún así, enviaban a reos a hacer el trabajo sin niguna protección. A fin de cuentas, él no había intentado matar a nadie, simplemente habia enajenado a un guardia sin ninguna consecuencia negativa para el. 

Le parecia que las consecuencias de su condena eran exageradas, crueles y injustas. Definitivamente, si sobrevivia con la vista intacta, no iba a volver a poner los pies en aquella ciudad de enajenados.

Los guardias separan a Bramo del clerigo sin esfuerzo. Este solo frunce el ceño.
-Tendras varias donaciones que hacer en lo que estes aqui... Ahora bien, a sus trabajos.

Lilith tiene que irse con el grupo. Disfruta de otra tarde en el alcantarillado, y la vision de un guardia muerto a manos de una especie de fantasma, aunque es vengado por sus compañeros... Otros dos de esos seres aparecen durante el turno, pero son liquidados con esfuerzo, antes de que puedan cobrarse mas victimas. Por lo que oye, son bebealientos, espiritus malignos de aire... Alguien maldice a algun mago estupido que los habra convocado, y decidieron quedarse. 

Bramo, por su parte, no se libra de labores, pero son de limpieza... barrer, acomodar la paja de dormir, fregar el suelo. Sin riesgos de morirse, salvo de aburricion.

una por dia. igualmente recuerden que no necesitan tirar para el dia que pasen en recuperacion. 

6. si fallas 1, tira 1d3, que es el periodo de incubacion de la enfermedad, y esas no las tiras, ya estas enfermo.