Partida Rol por web

 Una bola plateada estallo frente a ella, derribando al pequeño reptil que la estaba acosando, la comisura de los labios de la tiflin dibujo una sonrisa pues un plan comenzaba a trazarse en su mente.

Dedico un segundo tan solo a lanzarle un guiño como agradecimiento al mago, y rauda se movio por el campo de batalla intentando evitar el arma del escamanegra, hasta encontrar la posicion en la que el bicho se sintiese mas vulnerable al estar rodeado. Entonces vio la ocasion de oro y clavo su espada contra las escamas del reptil.

-¡Vamos muchachos, no es tan duro como parece! Fijaos, el pobre tiene partes de piel sin escamas... ¡Apuntad ahi! ¡Asi sera mas facil herirlo!

La estrategia de Damaia había tenido éxito y pronto daría frutos. El oscuro reptil estaba acorralado y tenía todas las de perder contra la estratega y el organizado grupo.

Gaaki observa cómo el campeón lagarto pierde fuerzas y se tambalea, ligeramente. Se mueve, unos pasos, aprovechando la posición de Heskan, para hacer que la atención de su enemigo quede dividida y su martillo se alza en un arco ascendente, hacia los morros del monstruoso guerrero.

Gaaki golpea con precisión y fuerza, aplastando el rostro del reptil y causándole la muerte.

Ya solo quedaba el gigante del grupo que se veía obligado a retroceder y golpear haciendo un amplio arco, intentando dejar espacio suficiente para la fuga. En su retroceso el reptil intento golpear a la corsaria pero incluso eso le estaba saliendo mal…

 Erick viendo que su rival intenta escapar, decide forzar más aun el cuerpo a cuerpo. Negándole así la posibilidad de darse la vuelta para correr al gran lagarto. Embrazando el escudo y apoyando la lanza en este, Erick carga con decisión hacia el frente, intentando localizar algún punto débil del lagarto, y pidiéndole a su diosa, Erathis, que guía su lanza hacia un punto letal para el lagarto.

El barbaro pisotea el cadaver de su enemigo y da la vuelta pisoteando la tienda. La bestia se vuelve cuando el dracónido está alzando su hacha mientras aulla como un lobo. Pone su alma en el golpe, pero el ser escamoso lo ve venir. Solo espera que sus brazos conserven la suficiente fuerza como para penetrar sus defensas...

Parecía que la bestia estaba en sus ultimas, acorralada y sin mucho que hacer.

El gnomo recitó palabras arcanas y golpeó su cimitarra contra el pequeño escudo que tenia en su mano izquierda, creando una onda de choque que pretendía aturdir al gran reptil y provocar que bajara las defensas.

Eso ya está chicos.

El rápido movimiento de Erick aprendido en su orden causo más daño del que podía parecer a simple vista, pues aunque su lanza no se clavó en profundidad dio una ventaja a su compañero dracónido que de otro modo no habría podido atravesar la piel del reptil, un potente tajo que dio fin al encuentro…

Bien ... - Dice el gnomo mirando a los cuerpos inertes de los lagartos.

¿Y con eso hemos conseguido ... ? - El gnomo parecía ir acumulando mal genio cada minuto que pasaba. No le daba la sensación de estar avanzando ni saber que rumbo tenían.

¿Alguien me puede recordar nuestros planes a largo plazo?

El dracónido aún sangrando por sus múltiples heridas, empieza a descerrajar hachazos hasta que corta la cabeza del escama negra y luego afila un palo que clava en el suelo para posteriormente clavar la cabeza como ha visto en el puente colgante.

- ¡¡¡ Heskan, Heskan !!! - ruge orgulloso tras su ofrenda a su diosa, la reina de la muerte. El hacha en alto y sus heridas aún sangrando...

Pock baja la cabeza derrotado ante el lamentable espectáculo del draconido.

... vamos a terminar todos locos ...

 Eric, al finalizar la batalla, y al mismo tiempo que la celebración del dracónido, pone una rodilla en el suelo, saca su amuleto de erathis y dice en bajo:

-Erathis, sé que últimamente no atraigo tu gracia, pues aun no he logrado grandes cosas para ti. Te ofrezco esta victoria como tributo, y te doy gracias por tu guia y por tu ayuda.

Tras esto, Erick se pone en pie, con una medio sonrisa en su boca, pues sentirse reconfortado con su Diosa hacía que todo tornara un poco mas alegre.

Y bien Damaia, que toca ahora? -dijo Erick esperando las órdenes de su capitana.

 Mientras limpia su arma de la sangre de los reptiles, dejaba que cada cual de sus hombres festejara a su manera la victoria, aunque no todos parecian conformes.

¿Y con eso hemos conseguido ... ?

-Hemos conseguido disminuir el numero de enemigos, y un lugar medianamente confortable donde descansar. Se que tu puedes invocar un campamento en cualquier lugar, pero siempre que podamos descansar en un sitio de este tipo, son menos materiales que gastas para el ritual, si no en el futuro puede hacernos falta y que no tengamos los materiales necesarios.

Segun hablaba inspeccionaba la zona, viendo cuan confortable podia ser y si habia algo de valor entre los despojos.

-Nuestros planes a largo plazo son salir de aqui, y mientras buscamos un modo, tenemos que ir haciendonos a la idea de que puede llegar a pasar mucho tiempo, asi que es mejor conocer el territorio cuanto mas mejor. Pero creo que por hoy merecemos un descanso, hemos caminado mucho.

Damaia recuerda todo lo que ha pasado desde que salieron, cuando casi se pierden, el puente, la serpiente en el lago, capturan los sapos y como no... Los encuentros con los habitantes de la isla, desde luego habia sido un dia ajetreado.

-Heskan y yo realizaremos el primer turno, parece demasiado excitado ahora mismo como para tener sueño... Pock y Gaaki el siguiente y por ultimo Alain y Erick... Aunque si alguien no se siente cansado con mucho gusto le cambio el primer turno. 

—¿Y con eso hemos conseguido ... ? —preguntó Pock.

Gaaki escupió en el suelo y se examinó una herida que le recorría el antebrazo derecho.

—Hemos conseguido que casi nos maten. ¿Te parece poco?

—¿Alguien me puede recordar nuestros planes a largo plazo? —siguió preguntando el gnomo.

—Continuar caminando sin rumbo hasta que consigan matarnos —contestó Gaaki, mientras enfundaba su martillo en la espalda—. ¿Qué esperabas?

Gaaki levantó las manos, para detener el acceso de entusiasmo ególatra de Heskan.

—Ya sabemos quién eres. ¿Quieres bajar la voz? No queremos que más de esos jodidos lagartos se enteren dónde estamos.

Escuchó incrédula las explicaciones de Damaia sobre las ventajas de atacar campamentos repletos de guerreros, al azar. Se limitó a poner los ojos en blanco y a sacudir la cabeza con resignación.

Antes de echarse a dormir, se dedicó a revisar los cadáveres y los restos de las tiendas, en busca de algo de utilidad. Esperaba encontrar algo, lo que fuera, que justificara tantos riesgos, al menos en parte.

Ya sé que nadie quiere escuchar a la estúpida semiorca —comentó Gaaki, mientras le daba la vuelta al cadáver del lagarto más grande—-, pero este lugar está repleto de cadáveres y los lagartos tienen buen olfato y son carroñeros. Además de que otras bestias que no conocemos también podrían percibir el olor y hacernos una visita. O los lagartos podrían preguntarse por qué sus compañeros no regresan y darse una vuelta por aquí. Quedarse a pasar la noche en este lugar es una tontería.

Las palabras de Damaia estaban desanimando mas a Pock que darle esperanzas pero parece que Gaaki le devuelve algo de moral. Quizá no estaba todo perdido.

Estoy de acuerdo con ella. Quedarse aquí no es buena idea. La tribu de esos lagartos puede buscar que ha pasado con su misiva ... por no decir que horribles monstruos vendrán a por el festín. - El gnomo mira los restos con cara de desagrado.

Deberíamos trazar un plan mas concreto para salir de aquí.

Quizá buscar un punto alto, montaña o similar, donde poder dar un vistazo a esta isla y comprobar que construcciones se pueden observar.

Matando a todo lo que se mueve no vamos a llegar muy lejos.

 Alain respiró hondo cuando vio que el combate había terminado, aunque la "actuación" de Heskan le hizo abrir los ojos como platos.

"Diablos... ¡menos mal que es de los nuestros!" pensó el mago.

Asintió con la cabeza en signo de apoyo a Erick con su plegaria. A fin de cuentas, él estaba vivo gracias al paladin y Erathis. El arcano no era hombre de fe, pero no olvidaría aquello.

Pock no tardó ni unos segundos en empezar a quejarse, como siempre. Alain entreabrió los labios para responder, pero la experiencia cercana a la muerte le había dejado exhausto. Y Damaia era la indicada para tomar las riendas de la conversación.

Entonces los ojos del mago se posaron en las ruinas y el campamento. Y eso despertó su curiosidad. Obvió la conversación de sus compañeros, como le pasaba siempre que se abstraia en algo...

Mientras Gaaki rebusca entre las pertenencias del decapitado cuerpo, Alain centra su atención en el ruinoso campamento.

Heskan sale de su trance algo agotado. Deambula un rato mientras se toma un respiro bajo los cuidados del bardo, que le narra las grandes hazañas de algún miembro de su raza. Su moral se eleva, las heridas le parecen ahora arañazos. Aferra su hacha esperando más peligros.

Cita:

El barbaro se acerca a Damaia, y trata de hablar en susurros, pero no mide bien su voz, no está acostrumbrado a ello. - ¿Quizás la capitana desea conocerme mejor? - dice sonriendo abiertamente con la sangre de sus enemigos aún secandose en su armadura de pieles.

Los ojos dilatados de la semiorca no podían apartarse de la magnífica arma que sostenía con ambas manos. Nunca se hubiera imaginado que aquel bruto pudiera llevar un martillo de tanta calidad.

Gaaki lo hizo dar unas vueltas en el aire y lo atrapó en una mano. Luego lo guardó sobre su espalda, cruzando el mango con el de su otro martillo.

—Bueno, al menos los cortes y magulladuras valieron un poco la pena —comentó, un poco de mejor humor.

Mientras inspeccionaba los restos de las carpas escuchó la pregunta que Heskan le dirigía a Damaia y tuvo que llevarse una mano a la boca para contener una carcajada. Consiguió controlar el impulso de darse la vuelta, pero no pudo evitar echar una miradilla pícara, por sobre el hombro y soltar una risilla.