Erick, especialmente activo e ilusionado desde que descubrieron la ciudad, escuchó con atención las palabras del mago. Acto seguido dirigió una mirada por todos los presentes, parándose en último lugar en Damaia, para hacerle un gesto con la cabeza, a medias entre la aprobación a las palabras del mago e instar a la tiflin a cumplirlas.
La corsaria pasa la espada de arriba abajo, mientras el filo se va deslizando entre la grieta de las puertas unos mecanismos empiezan a activarse. Los engranajes giran entre si y el portón se abre sin poder evitar emitir un chirrío por el largo tiempo sin abrirse.
Lo dicho, hagase la luz... Pero por vosotros.
Alain realizó un rápido gesto con su mano y una brillante luz apareció en su varita, alumbrando a su alrededor. Apuntó con ella hacia el interior de la puerta y se propuso a entrar, pero antes echó una mirada al resto. El mago no era muy hábil en la primera línea de un posible combate, y lo sabía.
- Aunque lo diga yo, creo que vendría bien algo de "acero" antes que magia en este caso. No sabemos lo que podemos encontrar aquí dentro.
Avanzo cuidadosamente ante la nueva estancia que se abria, el guerrero les habia dado su bendición, pero la precaución ante posibles trampas nunca estaba de mas.
-Esta puerta quizas lleve cerrada desde las guerras que acabaron con esta ciudad, no deberia quedar nada vivo aqui dentro, aunque ya hemos comprobado que en ciertas zonas de este lugar las leyes de la muerte no se aplican del todo. Andaos con pies de plomo.
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Percepcion
Resultado: 4(+1)=5
Tengo +1, no es pifia eh xD
El hechizo de Alain ilumina la estancia, haciendo posible un poco mas fácil explorar el lugar. Alrededor de la sala había numerosas antorchas de metal para iluminar toda la estancia y hacer posible apreciar los detalles del lugar.
El grupo avanza poco a poco, con cuidado de no activar ninguna trampa, una medida de seguridad que esta vez resultaba innecesaria pues el lugar estaba libre de peligro.
Al dracónido se le encogen las escamas al parecerle ver una figura humanoide en el trono. Echa mano a su hacha mientras anda con pies de plomo. De repente... respira, no se había dado cuenta de que estaba conteniendo la respiración.
Esto huele a cerrado, a tumba. No le gustan las tumbas. - No me gusta como huele esto Damaia - no, no le gusta nada, donde esté el olorcillo a taberna, cerveza, vino... sacude la cabeza tratando de concentrarse mientras sus nudillos se aferran al mango del arma tornandose blancos por la tensión.
Erick, ilusionado ante otra puerta nueva, decide irse fijando en el mosaico, por si consigue distinguir algún dibujo entre tanta baldosa rota, y tras pararse un buen rato, se va acercando al trono...por que estará muerto en el trono? acaso se encerró vivo?, Erick quería observar e intentar saber el por que de esas preguntas.
Si hace falta alguna tirada máster, hazla por mí, para acelerar el proceso. SUpongo que con historia-religión.
Una vez el grupo se centra y ordena sus pensamientos, decide seguir estudiando el lugar. Según avanzan, y con ellos la luz del mago, descubren que el mosaico que pisan representa un mapa, el de aquella misma isla y debía ser seguramente el único del lugar.
Erick, fijándose en el suelo, dijo a su capitana:
-Mira Damaia, un mapa de la isla, quizá esto nos ayude a salir de aquí, aunque seguramente sea un mapa desfasado, nos dará una idea de como es la isla.
Tras unos instantes, Erick se volvió a fijar en el cadáver pues a la vez que intrigado por todo lo que estaba descubriendo en tan poco tiempo, sintió una inquietud por sacar toda la historia de aquel lugar...y de aquel esqueleto.
No sé que habrá pasado, pero este tipo debió ser alguien importante, un rey o algo así, sus ropas se siguen conservando, no es un tejido ordinario. Se suicidó degollándose él mismo, a saber que le llevaría a tal acto. Este pergamino debe contener información muy importante - tras decir esto, giró la cabeza hacia Heskan, con unos ojos que comunicaban sus intenciones aun sin haber dicho nada- ¿podrías traducirlo?- y al mismo tiempo cedió el pergamino al dracónido del grupo.
Damaia se aproxima y observa el mapa con curiosidad, la isla no figuraba en los mapas, si conseguian salir de alli, no solo la podrian poner en el mapa si no que ademas podrian dar un mapa detallado de la misma.
-Es perfecto, aqui es donde naufragamos... Por aqui mas o menos supongo que estaba la aldea donde tratamos de acampar, y esta debe ser la ciudad en la que estamos ahora... -La capitana va señalando las partes del mapa segun habla, sus años como navegante le han servido para interpretar mapas rapidamente.- Tenemos que copiarlo en un trozo de papel, nos servira para orientarnos.
La tiflin observo los alrededores, atando cabos mentalmente, tanto la situación como las palabras de Erick.
-Este es el edificio mas importante, a la entrada estaba la tumba del general de los ejercitos y cerrada magicamente se encuentra esta sala.. Debemos estar frente al rey de esta ciudad. Si se suicido es que las cosas debian estar realmente mal, pero aguanto hasta el final... ¿Cuales serian sus ultimas palabras?
La mirada de Damaia se dirige directamente hacia la nota, con ansias por saber sus secretos postumos.
Heskan toma el pergamino, resignándose al su nuevo oficio como traductor de dracónido y leyendo el contenido, las últimas palabras del rey, letras retorcidas por la falta de pulso debido a los llantos y la desesperanza:
Cita:
He fingido demasiado tiempo y estoy agotado… primero perdí a mi dios… y después a mi hermano… Dos perdidas que nunca conseguiré superar.
[…]
Hemos sufrido otro ataque divino, esta vez a manos de los seguidores de Vecna, El Dios Manco. Andan buscando el legado de nuestro padre, pero estamos demasiado cansados como para seguir combatiéndoles y algunos de los nuestros han perdido el juicio.
El orgulloso pueblo de “Padre Dragón” se ha visto reducido a salvajes que ahora viven bajo tierra para esconderse de sus agresores. Estoy… demasiado cansado para seguir… Pienso sellarme en esta sala, el único lugar de este reino que aún se parece en algo a lo que fue. Espero que estas palabras lleguen a alguien para heredar mi legado, unas palabras recordando lo que fueron estas tierras.
Que Io me perdone por lo que voy a hacer, pero llevo mucho tiempo sin ver a mi hermano…
Firmado: Dreeuk-hazar, el ultimo monarca de La Ciudad Dorada.
Tomad lectura!
[...] = texto que Heskan omite por aburrimiento xD
Alain escuchó las palabras de Heskan en silencio.
- Así que las tribus salvajes de lagartos son los que... ¿huyeron de la ciudad?
Pero hay una palabra del relato que le hizo sentir un escalofrío al mago: Vecna.
- Vecna. Eso explica los no muertos que nos encontramos en aquella zona. Por eso no entraron siguiéndonos en aquel... cementerio.
Alain se tocó la barbilla y examinó la sala.
- ¿Y a qué legado se refiere? Sin duda sus ropajes son mágicos. O eso creo, veamos.
El joven mago extendió la mano, sintiendo la influencia arcana y después tocó las vestimentas del rey.
Tirada: 1d20(+10)
Motivo: Arcanos (Identificar ropas)
Resultado: 9(+10)=19
A pesar de que las ropas del rey tenían un tono marrón por el derramamiento de sangre, estas estaban en bastante mejor estado que los harapos del mago. Puede que de antes de que el monarca se degollara la prenda ya contaran con alguna mejora mágica, pero al descubrir el poder de la tunica el mago supuso que su sacrificio debía haberla mejorado.
Ropas de gala
Armadura: tela
Mejora: +1 a la CA
Poder diario, teleportación: reacción inmediata. Usa este poder cuando estés maltrecho y un ataque te cause daño. Podrás teleportarte hasta 6 casillas y gastar un esfuerzo curativo.
Erick trata de grabar en su mente la traducción que Heskan les proporcionó. Seguro que cuando vuelva a su ciudad, el relato de toda esta aventura tendrá buena acogida entre los tomos de sabiduría de su orden.
A pesar de que los antiguos habitantes de esta ciudad veneraban a otros Dioses, la historia del hombre lagarto conmueven a Erick, el cual inca rodilla en el suelo y empieza a murmurar una pequeña oración por aquel monarca, y por el guerrero que debía ser el hermano del monarca.
Luego, se queda mirando todo lo nuevo que han descubierto allí dentro, y tras unos instantes, se dirige hacia la capitana:
- ¿ Y bien ?
Dije lo que hacia la prenda, pero eso no significa que ya la tengas puesta.
Alain bajó la mano con la que estaba percibiendo magia y sonrió.
- No creo que necesites más esto, mi rey
El mago, con un brillo en los ojos, tocó los ropajes con cuidado y comenzó a sacarlos del cadáver para ponérselos.
- Con vuestro permiso, por supuesto...
Alain toma la decisión de quitarle la ropa a los huesos del rey Dreeuk-hazar, pero antes de que el mago empezara a desvestirlo y que el paladín pudiera reprocharle tal deshonroso acto, el esqueleto del monarca agarra con fuerza el cuello de la túnica del mago. Tal repentino e inesperado acto le arrebata un grito.
Gaaki se limitó a levantar una ceja, ante la bizarra escena, sin dar muestras de la estupefacción que en realidad la embargaba.
—Bueno, al menos los muertos parecen ser bastante generosos en esta ciudad. A ver que nos toca al resto.
El mago tenía los ojos desorbitados y jadeaba de nerviosismo.
- Por... por un momento creí que...
No llegó a terminar la frase, enmudeció y miró alrededor incrédulo. Luego examinó los ropajes y sonrió.