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La muerte de Haldir(No concluida)

Capitulo I.- El guardián del bosque de Althern

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04/01/2011, 17:49
Director

 

Libro I.-   El muerte de Haldir

 

Prólogo: De cómo Haldir se convirtió en el guardián del pergamino

Llego el día en que Haldir hijo de Halad se dirigió al bosque de Altern en busca de sanar su alma; muchos errores había cometido durante los años anteriores a su llegada a aquel misterioso lugar, pero la sabiduría elfica lo había hecho abrir los ojos y darse cuenta de sus errores.

Había sido tan grande su dolor tras entender todo el mal que había causado a sus seres queridos que presa de su sufrimiento se alejo de los sueños y por largos años vago por las bastas regiones del imperio, siempre en busca de redención. Ahora en los lindes de aquel bosque la profecía que había visto en sus sueños durante los últimos días empezaba a cobrar sentido. Su vida ahora tenía un propósito, un camino que lo llevaría a la redención y a la pureza.

Durante largos años Haldir vivió en aquel bosque, aislado, en silencio y en constante aprendizaje, las plantas y animales del bosque eran sus compañeros, los viejos árboles sus maestros. Los árboles antiguos de aquel bosque le contaban viejas historias sobre el inicio de los tiempos cuando las fuerzas de la oscuridad y la luz se enfrentaron en una cruenta guerra, le contaron sobre como Hastur hijo de la luz combatió a Zandru el señor de la oscuridad y como este al ser derrotado, presa de su ira transformo a Hastur en un cetro mágico maldito, el cual solo podría servir para hacerle el mal a los suyos.

Le contaron que Aldones señor de la luz y padre de Hastur lloró durante largos años junto a su primogénito, intentando día tras día romper la maldición sin que esta pudiera ser anulada. Sus demás hijos vinieron a verlo en múltiples ocasiones para hacerlo entrar en razón pero este jamás les respondió. Así fue que con el paso de los tiempos la diosa Avarra fue a hablar con Aldones, pero no era compasión lo que surgió de su boca, sino reprimendas y advertencias; Avarra le dijo que ese cetro podría destruir todo lo que hasta ahora había sido creado por ellos, los ancestrales, y que por ello debería destruirlo pero Aldones no la escucho, él no podría jamás destruir a uno de sus hijos.

Le contaron también que Aldones tras meditarlo por muchos años, mando llamar a Glaedrh el mas sabio, valiente y noble de sus hijos; le hizo jurar a éste que cuidaría de que el cetro jamás cayera en manos ajenas y que lo protegería eternamente. Pero Aldones no esperaba lo que a continuación aconteció, Glaedrh que había sufrido fuertemente también por la perdida de su hermano le pidió a Aldones que atara su vida al cetro, le dijo que él se encerraría en su castillo por toda la eternidad, y le pidió que sellara el castillo para que nadie jamás pudiera entrar y que los escondiera en lo mas recóndito del mundo. Aldones hizo lo que Glaedrh le había pedido, pero además le otorgo un gran poder y sabiduría convirtiéndolo en un dragón, para que nadie jamás pudiera arrebatarle el cetro. Sin embargo, Aldones no podría vivir con sus hijos sufriendo de ese modo por lo que creo un modo de abrir los sellos para que así, si algún día descifraba la manera de romper la maldición pudiera salvar a sus hijos; así Aldones confió en su partida al mundo de los dioses un pergamino dorado como el sol al mas sabio y puro de los elfos. En este pergamino se encontraba la llave para hallar el camino al cetro maldito.

Haldir escuchó durante largos años ésta y otras muchas historias del pasado y del presente; día con día se volvía más y más sabio, y su alma se llenaba de pureza. Hasta que así, cierto día los árboles le hablaron y le dijeron que era la hora de que fuera a la parte mas profunda del bosque eterno. Allí, guiado por las criaturas del bosque Haldir encontró un antiguo templo en ruinas, en la puerta un viejo elfo lo esperaba; Conn se llamaba éste, y era el actual guardián de aquel pergamino. Conn le dijo que su tiempo como protector del legado de Aldones había terminado; que por largos siglos había cuidado de él desde que Aldones se lo entregara personalmente; ahora había llegado el momento de partir, estaba cansado y necesitaba dormir por otros muchos siglos; le dijo que su entrenamiento había terminado y que a partir de ese momento seria el protector del pergamino.

Fue así que Conn se marcho y jamás se supo nada de él; mientras que Haldir se sentaba en las puertas del templo contemplando los días pasar, hablando con las criaturas del bosque aprendiendo mas y mas cada día, pero siempre atento y vigilante a lo que pudiera pasar; siempre esperando el día en que Aldones le visitara.

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04/01/2011, 17:51
Director

Capitulo I.- El guardián del bosque de Althern

 

Habían llegado desde diferentes regiones del imperio, con diferentes motivos y en diferentes días; lamentablemente para la mayoría el duque no pensaba recibirlos hasta que todos estuvieran reunidos, mientras los hospedo en una cómoda posada de la ciudad de Bechafen capital de Ostermark, que era donde se encontraba la mansión del duque Domenor; la cual mas que mansión era un torre. El duque Domenor había sido padre de aquel quien muriera en el pasado en la mina al pie del Pico Sangriento junto a ellos.

Cierto día tras un corto esperar, sirvientes del duque les hicieron saber que este les recibiría esa misma mañana y que por esto debían presentarse cuanto antes en su mansión. Fueron llegando uno por uno y cada uno se topo con aquella vieja torre que nada tenia de bella ni lujosa, al menos por fuera; contaba con varios edificios en los alrededores para diversos propósitos, sin embargo no contaba con torres y se hallaba  a las afueras de la ciudad.

Un mayordomo los escolto por el interior de la mansión, hasta una pequeña habitación, que aparentaba ser una sala de recepción para visitas. El lugar a pesar de ser pequeño gozaba de una bella arquitectura adornada tanto de relieves elficos como humanos;  así como con claras características del dominio de Ostermark. En el cuarto había 2 grandes sillones de terciopelo rojo y un par de esquineros acojinados también de terciopelo rojo dispuestos para la comodidad de los visitantes. Varias pinturas del imperio adornan las paredes de la habitación, las cuales de incalculable belleza le daban un aun mayor realce al lugar; el suelo de loza pulida era la contundente señal de que se encontraban parados en la casa de un hombre que realmente debía tener demasiado oro.

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04/01/2011, 18:30
Director

Los minutos pasaban lentamente sin que hubiera respuesta alguna; lo que en un principio parecía interesante ahora comenzaba a volverse aburrido, e incluso desesperante; justo cuando los personajes  estaban llegando al limite de su paciencia una mujer surgió tras  la puerta sin previo aviso; al parecer era una humana de gran belleza, bestia de forma elegante con una gran capa blanca de fondo rojo que podría cubrirla prácticamente por completo y que estaba atada en sus puntas a unos brazaletes plateados que ella portaba, llevaba puesta solo una túnica blanca algo transparente muy escotada por lo que su magnifica figura era imposible de no notar.

Otro detalle que no podría pasar desapercibido en ella era la gran cantidad de joyas que portaba, sin duda esa mujer era una noble o algo semejante. Su porte era imponente, al caminar lenta y pausadamente hacia ellos los miraba de tal forma que expresara grandeza, uno sentía ganas de admirarla solo al verla. La mujer observaba detenidamente a los 6 presentes uno por uno sin prestar atención alguna a lo que ellos llegasen a decir. En seguida se dirigió de nuevo a la puerta de la habitación recargándose en el marco de la puerta al llegar allí; su mirada seguía posada en las 6 personas que allí se encontraban y sin que estos lo esperaran les dirigió la palabra por primera vez.

-Un grupo muy interesante sin duda, pero es eso suficiente para enfrentar lo que el destino les tiene preparados. Cuando el momento llegue solo la unión entre ustedes podrá permitirles seguir adelante y cuando…-

-Ajah!!-

La fuerte voz de un hombre se escucho tras la puerta, al parecer reprendiendo a la bella mujer, la cual parecía responder a dicho nombre. Un hombre surgió tras ellas, no parecía ser joven pues su rostro estaba impregnado de grandeza y sabiduría; no cabía dudas de que era un noble y muy posiblemente uno poderoso, puesto que el hombre bestia una larga túnica bellamente confeccionada y adornada con realces dorados y joyas de oro.

-Deberán disculpar a Ajah, es algo juguetona; pero permítanme que me presente, soy el señor noble de esta casa, mi nombre es Domenor, yo he sido quien los ha mandado a llamar-

Se presento el humano, quien a pesar de su dura y fría expresión expresa gran amistad y confianza hacia los  aventureros. Ajah se había recostado en su hombro izquierdo y jugueteaba con la túnica del noble mientras este le acariciaba lentamente el cabello.

-Me disculpo por haberlos hecho esperar tanto, los deberes de un noble pueden llegar a ser demasiado molestos y engorrosos; disculpen también que les haya ofrecido solo agua, consideré que tras su largo viaje preferirían solo agua; permítanme ser un digno anfitrión-

Tras estas palabras un elfo de la servidumbre de la caza entró con una bella jarra de extraña confección sin duda digna de los nobles del imperio; la jarra contenía un exquisito vino. Domenor hablaba en susurros con Ajah mientras esperaba a que los visitantes se sirvieran en una de las copas de cristal que habían sido depositadas junto a la jarra con vino. Ajah se marcho algo molesta pues Domenor le había ordenado hacerlo.

En cuanto ella se hubo marchado Domenor se dispuso a empezarar a hablar con los allí presentes

-Ha llegado el momento de hablar de negocios señores, se que no desean que le de muchas vueltas al asunto y que termine cuando antes con esta conversación que quizá les sea incomoda- El Hombre bebió un sorbo mas del vino en espera a alguna respuesta.

Notas de juego

Disculpen si me he extendido demasiado al ser la introducción a la aventura lo considere pertinente, procurare ser mas conciso.

En este punto pueden hacer comentario alguno si así lo desean, se supone se encuentra ya todos presentes y como es obvio se conocen bien aun cuando no haya una amistad entre ustedes.

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06/01/2011, 20:27
Felix Gortun

Felix estaba asombrado ante la visión de tanto lujo pero una sensación de disgusto le recorria la espalda al estar rodeado de paredes y no poder ver mas alla de ellas para prevenirse de los peligros - En el bosque se a que atenerme pero entre nobles nunca se sabe por donde saldran ni cuales seran sus verdaderas intenciones - De todas maneras su vida en el bosque le habia enseñado el arte de la paciencia y a no precipitarse jamas. Con un tono conciliador respondio a Domenor - Estamos aqui para escuchar sus palabras mi señor, cuando este preparado puede exponerlas sin ningun temor -

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07/01/2011, 18:06
Ihriavan "De los prados del Oeste"

El elfo dudo un instante, todo había sido muy rápido, y tanta riqueza le mareaba. Un humilde guerrero como el, acostumbrado al sudor en frascos, no esperaba vinos Bretonianos ni copas de Oro lacado como bienvenida. Sus ojos volaron por la estancia, parándose en cada detalle, y sus labios se hincharon ligeramente, dando, junto con sus ojos rasgados un aire de duda....

  Mi señor Domenor, sed vos quien decida cuando hablar, que nuestros oídos ansían escucharle- Se le hacia raro solo el hecho de escuchar la voz de un noble, la sangre azul afecta a todo el cuerpo, nada en el era igual que en un súbdito, la libertad se leía en sus manos, en sus gestos, cuando hablaba casi podía ver un aliento dorado escapando en sus respiraciones.... Su mirada paro ahora en sus compañeros, al fin juntos....

 

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07/01/2011, 21:15
Wrebbadan

Observe con atención el entorno de la sala, era una exquisitez que solo se la podría dar un rey de mis tierras. Entonces vio como aquella mujer entraba su belleza era increíble, no pude despegar mis ojos de ella hasta que fue retirada, pero sus palabras quedaron grabadas en mi cabeza.

En ese momento el duque comenzó a hablar, lo escuche con atención mientras recibía una copa de vino, el cual bebí de un solo trago. Finalmente mire como algunos de mis compañeros hablaban, los conocía de vista ya que nunca hablaba mucho con alguien, solo con Dorn y algunos pocos que yacían en pico sangriento.

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08/01/2011, 20:36
Duque Domenor

El silencio se había hecho entre los presentes. Se conocían bien, y sin embargo parecían adentrados en sus pensamientos, incluso aquel hobbit, pues era bien sabido que a los hobbits se les daba mucho hablar. El duque al entender que no habría comentario alguno se dispuso a explicar lo que pretendía de ellos.

-Quizá jamás hayan escuchado del guardián del templo eterno; esta persona es un elfo que cuida un viejo templo en lo mas profundo del bosque de Altern. Lo conocí hace ya muchos años y nos hicimos grandes amigos, pero hace unos pocos días apareció su cadáver a las afueras del templo en una aldea de elfos que esta junto a un río, discúlpenme que no tenga mas indicaciones al respecto, nunca he estado allí- El Hombre calló por unos instantes pensativo, algo parecía perturbarle la mente; incluso por breves instantes sus facciones se habían endurecido de sobre manera.

-Para empezar lo que necesito es que vayan por el cadáver de mi amigo y lo traigan a la ciudad lo mas rápido posible; se que no es el tipo de misión que esperarían, sobre todo cuando se les prometen grandes recompensas; pero espero entiendan que no podía mandar a cualquier persona a ese lugar; se dice que las mismas criaturas del bosque protegen su cadáver, además se rumora que a sido asesinado por alguna oscura fuerza. Así pues, es probable que su viaje sea tranquilo, pero a la vez existe cierta posibilidad de encontrar serios inconvenientes, y no soy de las personas que deje las cosas al azar; no he de correr riesgos, por lo cual he buscado a lo mejor que pude encontrar-  el hombre les señalaba girando su brazo extendido entorno a todos los presentes.

-Además requiero que investiguen a fondo que fue lo que pasó; cualquier información sobre lo que hubiera estado haciendo Haldir en los últimos meses podría ser útil. Debo estar seguro de que esto no fue un accidente.-

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08/01/2011, 21:41
Klaus

 Cuando el mensaje le llegó no se había imaginado un lugar tan contrastante y a la vez tan interesante para su enrevesada mente, tosca construcción por fuera y delicada pero exquisitamente adornada por dentro. Las florituras le agradaban y el exceso insuflaba su corazón de ánimo, sobre todo después de tres años de penuria. Su vida nunca había sido grandiosa pero la diferencia era notable al compararla con el exilio. Estaba exaltado de tener a sus viejos camaradas alrededor, tanto que no decidía a cual dirigir la palabra primero y los observaba con quisquillosas miradas y sonrisas efervescentes. Trepó a un sillón rojo cuando les dejaron en aquél salón, y entre sus almohadones sintió que se hundía. Los pies le colgaban graciosos y los agitaba con impaciencia reprimida. Cuando la mujer hizo acto de aparición mostró tal anonadación que puso precaria atención a sus palabras, desacostumbrado como estaba a encontrarse frente a la belleza de ése tipo. Aleteó las pestañas con estudiado movimiento que en esos momentos fue natural y se recuperó bastante después de su marcha. Alguien hablaba y le miró, cayendo en la cuenta de quien se trataba. Resbaló ligero del sillón buscando pasar desapercibido y se mantuvo en pie oyéndolo hablar. Su petición no le sorprendió pero sus castaños ojos atentos se abrieron cada vez más, misiones, las esperaba desde hacía mucho tiempo. Las misiones siempre proveían de buenos tesoros, y buena paga. Todos sus compañeros habían hablado ya y los subterfugios de cortesía que había aprendido le indicaban que le llegaba el turno.

-Mi señor creo que con nuestros antecedentes queda de manifiesto que no le fallaremos.- Dijo parándose el cuello aunque no era el más diestro entre sus compañeros. -Especialmente habiendo de por medio una recompensa tan deseada y valorada por todos nosotros... mas los extras por supuesto.- Hizo una reverencia acompañada de un movimiento de su mano, bastante complacido de haber llevado la conversación al tema que mayor preocupación le guardaba.

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10/01/2011, 18:50
Felix Gortun

- Parece algo arriesgado pero por mi parte estaba deseando volver al Imperio y dejar de ser un exiliado. Eso para mi es suficiente recompensa; bueno, esa y volver a ver a algunos de mis viejos camaradas de armas tanto tiempo añorados. Muchas gestas y misiones arriesgadas vivimos juntos hasta aquellos hechos aciagos que trajeron la deshonra sobre nosotros - y miro a mis viejos camaradas reunidos de nuevo y sonrio ante las palabras del buen Klaus pero rapidamente me pongo serio de nuevo- Mi señor no se preocupe iremos a esa aldea de elfos a recoger el cadaver de su viejo amigo e investigaremos concienciudamente la zona para averiguar que ha pasado, y si ha sido deliberado perseguiremos al culpable hasta capturarlo. -

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10/01/2011, 22:40
Wrebbadan

Escuche atentamente la conversacion entre mis camaradas y el duque, la verdad eran muchas palabras formales con bonitos juegos de etiqueta, a mi parecer, por lo que decidi interrumpir -Disculpe- dije ya acostumbrado un poco a la vida entre debiles y al respeto que se tenia entre los de la misma calaña. -Entonces lo que desea es que realicemos un viaje hacia esta aldea en el bosque de Altern y traigamos con nosotros el cuerpo de su amigo- dije al tiempo que me acercaba lentamente al duque -por mi parte ningun problema, mi hacha esta a su servicio- dije al tiempo que hacia una reverencia.

Deseaba terminar rapido con aquella situacion, siempre la accion antes que la palabras, asi era mi estilo de vida.

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11/01/2011, 11:04
Ihriavan "De los prados del Oeste"

El elfo se puso firme, como si acabase de recibir una orden militar, y golpeo inconscientemente con la mano la parte trasera baja de su armadura... Apretó los labios y miro al Duque, intentando que no fuese obvio lo que pensaba....

 ¿Que nuestros antecedentes os dirán que no vamos a fallar?, Ah, Casi deberíamos dar gracias a que este ya muerto su amigo, así no habrá riesgo de que se nos muera por el camino, con suerte llegara algo desmembrado solo.... De repente se dio cuenta de lo que estaba pensando- No debo pensar así... No debo pensar así....

 Mi señor de Domenor... No le fallaremos... Pero... - Titubeo y se avergonzó de ser el único entre los aventureros que dudase- Mi señor, los elfos del bosque jamás han sido amigos de forasteros, y seguramente hay muchas mas cosas escondidas en la maleza... No quiero decir que haya ningún problema pero...-Cada vez estaba mas nervioso- Lo... Lo haremos señor, cuente con nosotros....

 Se mordió la lengua avergonzado por al duda....

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12/01/2011, 05:39
Duque Domenor

Domenor se veía satisfecho, al parecer había elegido correctamente a sus invitados.

-Y es por esto que los he mandado llamar a ustedes; temo que las criaturas del bosque estén alteradas por la muerte de Haldir, y que si alguien intentase llevarse el cuerpo del lugar podrían tratar de impedirlo; sin embargo no puedo dejar a mi amigo abandonado en esa aldea- le respondió al alto elfo ante la preocupación que este hilvanaba.

-Y les agradezco en gran medida que acepten la misión, se que cuento con ustedes para lo que sea que haya que llevar a cabo. Pero antes de hablar de dinero mi pequeño amigo Hobbit hay algo mas de lo que debería hablarles.

Hará pocos días un mensajero llego del bosque informándome de la muerte de un elfo llamado Haldir que fue encontrado tal como les he dicho ya en una pequeña aldea de elfos ubicada en el bosque eterno, la aldea se hace llamar Gihaf; y tengo entendido esta a no mas de un kilómetro del templo. La persona que me trajo el mensaje me informo que Haldir había sido hallado muerto en un río cercano a la aldea; cuando le pregunte sobre la muerte de Haldir me respondió que el nada sabia y que no se le dio nada que informar acerca de esto, pero que sin embargo en su estancia en los lugares aledaños a aquella aldea se corría el rumor de que dicho elfo había sido asesinado y que además las criaturas del bosque parecían estar muy alteradas.-

El duque miro al grupo esperando hallasen entendido lo que trataba de contarles, y sin mas cambio el tema.

-En cuanto a su merecida recompensa, estoy dispuesto a otorgarles 25 monedas de oro a cada uno a su regreso; además yo mismo en persona me encargare de que el emperador les otorgue un salvoconducto donde se anule su exilio- Culmino el duque esperando la respuesta de los presentes.

Notas de juego

Viene la etapa de dudas y decisiones.

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12/01/2011, 19:07
Felix Gortun

- Las monedas seran bienvenidas mi señor, no voy a mentir. Pero lo realmente valioso es ese salvoconducto, por fin podre volver a ver la ciudad de Middenheim y los bosques cercanos donde me crie. Por mi parte acepto la mision por muy arriesgada que sea y creo que mis antiguos compañeros opinan lo mismo - digo dirijiendome al duque y mirando despues uno a uno a mis camaradas de armas.

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14/01/2011, 22:00
Wrebbadan

Estaba meditando acerca de la mision, entonces surgio una duda en mi cabeza ¿como llegariamos alla? -disculpe Duque, pero tengo una pregunta- hice una pausa para pensar mis palabras de la forma mas educada posible, ya estaba empezando a molestarme estar alli - ¿se nos entregara algun medio de transporte para viajar mas expedito y si se nos entregara una paga extra para nuestra mantencion durante la mision?-  Cuando dije aquellas palabras note algo que no me empezaba a gustar en mi formam de pensar, estaba dandole mas importancia a unas monedas que a mi propio honor, estaba volviendome debil.

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15/01/2011, 18:23
Ihriavan "De los prados del Oeste"

 

 Yo tengo otra pregunta mi señor conde... - Dio un paso adelante con lentitud- ¿De cuanto tiempo disponemos para volver con su amigo, quiero decir, ¿¿habrá recibido algún tipo de atención fúnebre??, quizás sal, hielo, o humo por lo menos, sino seguramente...- De pronto se dio cuanta de que estaba hablando del amigo del conde y no de un cacho de carne de cerdo, Dos cagadas empiezan a ser demasiado elfo... no debo pensar así....- ¿¿De... de cuanto tiempo cree que disponemos entonces...??

El elfo se echo para tras tras lanzar al aire la pregunta, casi esperando una bofetada...  

 

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15/01/2011, 21:28
Duque Domenor

-El salvoconducto será un merecido premio por su valioso he invaluable ayuda- le respondió el conde a Felix mientras dirigía su atención a los demás.

-A su pregunta señor enano, permítame ofrecerle si le parece adecuado monturas frescas o una carroza; además podría proporcionarles víveres para el viaje si así lo desean-

Finalmente se dirigió al alto elfo –No te preocupes por las expresiones que has usado- le dijo leyendo en su rostro sus dudas ante lo que había dicho –mi amigo esta muerto y eso es todo. Respecto a tu pregunta lamento decirte que lo desconozco, aunque espero que los elfos silvanos que radican allí lo hayan atendido de forma adecuada, si no es así háganmelo saber también. Yo espero que el viaje sea rápido, incluso quizá tengan que viajar solo por el cuerpo y luego regresar de nuevo a hacer las investigaciones; pero permítanme que les deje a ustedes ese tipo de decisiones, no quisiera involucrarme de forma inapropiada en su forma de proceder-

El duque guardo silencio unos instantes en espera de alguna otra pregunta pero esta nunca llego. –Si no hay nada mas que decir los invito a iniciar esta aventura, si desean que les proporcione lo que me han pedido lo mejor será que pasen la noche en mi torre y partan al amanecer pues ya es tarde y no tendré las cosas listas a tiempo-

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16/01/2011, 20:14
Klaus

 Lo primero que pensó fue en una buena comida y un lecho tibio donde pasar la noche, amodorrarse y fumar de su pipa, pero recordó que ya no contaba con ella y la irritación se dejó entrever en sus delicadas cejas unidas, como si fueran una sola. Miró el suelo y retrocedió para recargar las asentaderas en la orilla del sillón, que le quedaba algo alto. Parecía ausente pero les escuchaba, no muy atento, pero tenía la habilidad de grabarse bien las conversaciones para recordarlas con cuidado después. Más tarde, en los minutos previos a que el sueño se dejara caer sobre su mente y nublara sus sentidos, rememoraría el encuentro y sonreiría al pensar en lo prestos que sonaban sus viejos amigos, todos, con tal de cumplir la misión con buen tino y, recuperar algo de la vida que alguna vez tuvieron... Todos menos el elfo, algo había menguado en Ihriavan y permanecía dubitativo ante los detalles, pero en el presente poca cuenta se daba Klaus de todo esto. Creyó escuchar el tintineo del metal ante la pronunciación de la palabra "monedas" y en sus ojos asomó el interés, no era un codicioso pero, tantos años en austeridad le habían hecho apreciar el oro mas de lo normal, añoraba la comodidad de su hogar y la simpleza de los días al pasar de largo. Le gustó escuchar sobre el transporte, pero más se emocionó ante la idea de una paga extra, sonrío expectante y frunció los labios apesadumbrado con la respuesta del conde.
Se las arregló para, disimulado, acomodarse mejor en el sillón y desde ahí miró a todos, algunas veces repartiendo sonrisas, otras veces quedándose ensimismado y, la mayor parte del tiempo dedicando miradas de camaradería, ya que al mirar los rostros curtidos de sus compañeros, a su memoria llegaban infinidad de imágenes. Intentaba evocar solo los buenos recuerdos, a los malos los despedía con un puntapié, tenía facilidad para llenarse de energía positiva. Entendió cuando el conde dio la conversación por terminada y giró a ver a Felix por instinto, esperando que el iniciara la marcha, pero mientras tanto no se bajó ni un ápice de su asiento.

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17/01/2011, 10:35
Ihriavan "De los prados del Oeste"

 El elfo hizo una pequeña reverencia, dio dos pasos atrás y se dio media vuelta al abandonar la sala, En el gran pasillo, saludo al Halfling, y e indico con la mano que se iba a la taberna a dormir...

 Al salir del castillo estaba saturado, y, aun libre de pereza, le parecía muy voluminosa a la misión, demasiado complicada para su gusto, de hecho... Demasiado peligrosa...

Cuando llego a la taberna, dejo cinco monedas de plata encima de la mesa...

 Una habitación grande, con ventanas, y muy luminosa, traer mas lámparas si es necesario... Y comida, algo con carne a ser posible, regada con licor- Dio dos pasos mas hasta la escalera... y traedme agua caliente para el baño, que os he dado el triple de los que costaría esta habitación....

Cuando llego arriba, se baño, comió lentamente, y se acoto rápidamente después, esperando el nuevo día....

 

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17/01/2011, 10:57
Felix Gortun

- Bien mi señor acepto su invitación y yo por mi parte dormire en su torre, asi no perderemos tiempo mañana y en cuanto sus criados tengan listo el carruaje empezaremos nuestra misión - y miro hacia uno de los criados esperando que me indique a donde tengo que ir.