Partida Rol por web

- Esta claro que hay dioses por que se sabe de sacerdotes que realizan grandes milagros, e incluso Sigmar camino entre nossotros antes de elevarse a los cielos. Pero lo que tengo claro es que si uno no se ayuda a si mismo los dioses no lo van a hacer por el - les comento a mis compañeros mientras esperamos nuestro turno hasta llegar al trasbordador y al llegar alli le pregunto a uno de los tripulantes - ¿Buen hombre cuanto cuesta el pasaje para el otro lado del rio?-

 Dínendal miró absorto en sus pensamientos a sus compañeros. Su mente estaba realmente en otro lugar, y lo que más ansiaba era llegar al destino. Acarició lentamente su pelo, antes de escuchar a sus compañeros hablar con los sacerdotes.

-Vuestro Dios os guarde, caballeros. Se apresura a añadir, ante el comentario de Ulrich.

Cuando Félix recordó que tendrían que pagar para pasar por allí, Dínendal echó una mirada a su bolsa de monedas. 

Sí, espero que haya suficiente.

Tampoco dijo nada más, no quería protagonismo, se limitaría a hacer lo que los demás, esa es una de esas ocasiones en las que es mejor ser oveja.

Los sacerdotes agradecieron las palabras que Dinendal y Ulrich les dirigieron, e incluso los invitaron a unirse a la peregrinación, pero no esperaron su respuesta, simplemente continuaron su marcha. El grupo avanzo un poco hasta donde estaba el trasbordador, los sacerdotes seguían avanzando a su lado clamando a su dios tuviera piedad por los fallecidos al otro lado del bosque o al menos eso habían entendido.

Dos tripulantes miraban al grupo fijamente -5 coronas por todos ustedes y su carreta llena, partiremos en unos minutos así que si quieren ir al otro lado paguen y suban ya- les respondio uno de estos mientras seguian mirandolos.

 Tenemos que cruzar, no podemos estar con miramientos, y no seré yo el que se ponga a regatear. Tenemos prisa.

Dínendal rebusca en su bolsa y saca cinco relucientes coronas. Sopesa un poco su saquito para comprobar cómo va de lleno y tras quedarse satisfecho tiende la mano a su interlocutor. Mientras con una sonrisa dice a sus compañeros.

-No os preocupéis, a esta ronda invito yo. Ya os pediré que me devolváis el favor en otro momento. Dínendal guiño un ojo al grupo.

¿Podemos continuar entonces?

El elfo lanzó la pregunta al barquero, esperando y deseando la respuesta afirmativa.

Un tanto inquieto tiro de las riendas para los animales no se revuelvan - Tienes razon hagamoslo cuanto antes ya que lo de atravesar rios grandes siempre me ha puesto nervioso, aunque es verdad que este trasbordador parece bastante seguro -

Bueno, parece que por fin vamos a embarcar pienso contento al ver que nuestro viaje puede continuar sin problemas

La verdad es que la pesca es un buen pasatiempo, quizás me anime a probar fortuna para tratar de hacer que el viaje sea más llevadero.

¿Es posible pescar algo sabroso en estas aguas? pregunto a los tripulantes Si hay suerte quizás podáis deleitaros con la archifamosa cocina mediana digo en tono jovial a mis compañeros

bueno pues no esperemos más digo mientras me dirijo con todos mis enseres hacia el interior de la embarcación

El marinero que cobraba por subir al bote tomo las monedas y las mordió una a una con clara desconfianza. Miro a su compañero indicándole que todo esta bien y a continuación los invito a pasar –Acomódense donde puedan  el viaje tomara varias horas, así que pónganse cómodos-

El grupo de aventureros empezó a subir por la rampa que los llevaba a la cubierta del trasbordador llevando la carreta y sus monturas con ellos. A su paso el pequeño mediano había preguntado a los tripulantes acerca de la pesca en el río.

-Es muy buena- le respondió uno de estos –Pero si piensas pescar desde el trasbordador necesitaras mucha experiencia, esta cosa hace demasiado estruendo en las aguas y los peces se alejan- le indico el otro.

 El elfo miró con una sonrisa a su compañero.

-Si eres capaz de pescar una buena pieza, prometo ayudarte a cocinarla. Y a comérmela sin protestar, como recompensa por tamaña hazaña. Diría que hasta me cortaría el pelo... pero no quiero tentar a la suerte. ¿Recuerdas la última comida que nos preparaste? Digamos que era suficiente para alimentarnos... 

Dínendal sonrió a su compañero, pretendía que el grupo relajara un poco el ambiente, al menos mientras viajaban en el trasbordador. Ahora la velocidad no era cosa suya, pues habían relegado en otros. Tenían un poco de tiempo para relajarse, sin pensar en todo momento en la misión.

¡Maldita sea elfo! dice Klaus mientras realiza aspavientos Aquella vez no cuenta en absoluto, cocinar lo primero que se caza en un bosque en una hoguera improvisada, eso no es probar la cocina mediana, nuestras artes culinarias son precisamente eso, !UN ARTE¡, y como tal se requiere tener el entorno , las materias primas y las herramientas adecuadas para llevar a cabo la receta. digo con tono casi enfadado mientras me dirijo a mi camarote

ABRASE visto encima que me ofrezco a cocinar, MALDITO ELFO DESAGRADECIDO, yo le demostrare, realizaré un guiso de pescado digno de un banquete de reyes!!, ya verá!!...

 -¿Desagradecido?

Dínendal sonrió, parece que la tensión del viaje, y el anterior exilio había empezado a decaer. Empezaban a ser un grupo de nuevo. Y eso era bueno para la misión.

-He dicho que te ayudaría a cocinarla. Incluso te voy a ayudar a pescarla. No tengo demasiada idea, pero si me dices lo que tengo que hacer, te prometo que enmendaré ese error. Y cuando digo error, digo la comida de aquel día.

El elfo guiño un ojo a su compañero mediano, y antes de que saltara a su cuello, alzó las manos mostrando las palmas, en señal de disculpa, mientras la sonrisa se mantenía en su cara.

-Es broma.... es broma...

- Tranquilo Klaus que me parece que vamos a estar bastante tiempo juntos asi que tendras la opotunidad de demostrarnos lo que has aprendido desde que no nos vemos.- y sin quere me sale una media sonrisa a los labios - Pero bien es cierto que aquella vez no estabas en tu mejor momento por que aquello no habia quien lo tragara, ¡Ja, Ja Ja! -

 Aburrido me pongo a jugar con mi perro mientras contemplo la rivera.

Observe toda aquella escena en silencio, no me importara quien cocinara mientras la comida fuera lo suficientemente buena para su propocito y aun mejor se era acompañado por hidromiel o una cerveza. Entonce comenzo la pelea y la posterior disculpa del elfo, quien se dio amenteder mal.

-vamos ustedes dos ¿que rayos piensan? ponerse a discutir por comida- dije al tiempo que les miraba a ambos -por eso odio las comodidades, hacen debil la mente y a uno, deberian peliar cuando la comida falte no cuando esta sobra y se puede conseguir- dije finalmente rememorando mis viajes a la tierrra de los debiles cuando no lograba conseguir comida, un entrenamiento de guerrero no sirve cuando no hay una linea de suministro que te alimente.

 Dínendal se sorprendió ante la respuesta del enano. Al fin y al cabo no esperaba una respuesta tan brusca, que cortara el clima de compañerismo. Hacía tiempo que no tenían un momento distendido, y esos momentos son necesarios.

Tratando de disparar al punto débil de los enanos, comentó:

-Y qué dirías si fuera una cerveza. Según tengo entendido, la cerveza de los humanos es agua para vosotros. No me digas que no preferirías una buena cerveza a beber agua. Venga Dan...¿Seguro que no pelearías por un buen barril de cerveza de Bugman, teniendo al alcance cerveza humana?

Dínenal sonrió al enano. Esperaba haber acertado, en la diana.

Escuche la respuesta de Dinadel -¿quien rayos esta hablando de calidad?, estoy hablando...- iba a continuar pero note el error en las interpretaciones de las palabras -deberan perdonarme, mal interprete la discucion. pero si hablan de comida, prefiero jabali o cerdo a pescado- dije finalmente dando mi opinion de la comida -ademas cualquer idiota que tenga gusto sabe que la cerveza enana es la mejor- termine diciendo mientras buscaba entre mis acompañeros algun rastro de duda.

 -No hay duda Dan, al menos por mi parte. La cerveza enana es la más fuerte que puedes encontrar. Demasiado fuerte para mi gusto me atrevería a añadir. Pero, no puedo negar su calidad. Aunque me tomaría mucho más contento una cerveza humana, al menos podría acabarla sin caer desmayado.

Redirigiendo la conversación, continuó:

-¿Nos ayudarás entonces si Klaus pesca una pieza bien grande? Puede que necesitemos fuerza para tirar de la caña. No me malinterpretes Klaus, no digo que seas débil, pero sería una pena perder una buena pieza, por una cuestión de orgullo. ¿No crees?

Realmente, el elfo seguía sin confiar en que Klaus consiguiera algo de provecho.

Ihriavan observa la costa lejana mientras el bote empezaba a avanzar a lo ancho del río, para cuando llegaran al otro lado la noche empezaría a caer sobre ellos.

-Alguien tiene alguna idea del por que de la peregrinación de aquellos sacerdotes?, me pareció demasiado peculiar ver a tantos reunidos-