Partida Rol por web

Con un esfuerzo titánico, y tras tirar sin resultado visible alguno, consigo sacar una fuerza que me sorprende incluso a mí. Fruto del desconcierto, el horror o la tensión, poco importaba. Puede que la puerta aparentase estar más vieja de lo que mostraba. Los goznes chirriaron mientras se separaban lentamente. Con los ojos cerrados, dejo caer el portón a un lado, que se apoya contra la pared. Jadeando, sorprendido, en una marabunta de sentimientos que se retorcían en espiral, respiro el aire húmedo, frío, de la noche mientras abro de nuevo los ojos lentamente.

Co....corred. Susurro en un jadeo.

Pese a que se esperaba lo peor, el profesor no pudo evitar quedarse congelado ante la terrorifica figura que ante el grupo se alzaba. El miedo le paralizaba, su mente no le permitía pensar racionalmente y ni siquiera el instinto primario de salir corriendo era capaz de llegar a sus rígidos musculos. Una plegaria le acude a los labios para pedir la salvación de su alma y el descanso de su cuerpo. En ese momento, Lord Winston desencaja la puerta y una posible salvación brilla en la oscuridad. Klassen, sin pensarselo mucho se arroja fuera de la cripta lo más rapidamente posible.

Me quedo extasiada, horrorizada, a punto de chillar como una histérica mientras veo el esqueleto de Lucy convertirse en "algo" antinatural, recomponiéndose, cuando oigo como la puerta se abre y cae. No soy ni consciente de quien la ha abierto ni como, simplemente me recojo las faldas y salgo corriendo todo lo veloz que puedo, me da igual lo que haya fuera, no puede ser peor que lo que hay ahí dentro, no puede ser peor que ver los restos de mi amiga convertidos en una especie de abominación.

La baronesa vio levantarse a Lucy. No le sorprendió, había estado esperando algo, pero un terror irracional le impedía controlarse.

Lord Wiston realizó un esfuerzo hercúleo. La desesperación se mezcló con la determinación para permitirle poco a poco mover la puerta. Pero no lo estaba haciendo sobre los goznes. El mismo marco parecía resistirse y finalmente la puerta saltó de las junturas, se rompió de algún extraño modo, como si un dique se rompiese y al destruirse las compuertas permitiesen pasar todo el caudal del río de golpe. Un momento antes la puerta estaba firme y al siguiente saltaba de su sitio y salía despedida, rota la resistencia.

Fuera no había rastro de Weatherbee. La paz del cementerio y la niebla les recibió a todos aquellos que salieron en estampida, aterrados.

Al lado de la entrada, donde apenas segundos antes estaba el asistente personal se erguía una figura de terrible poder. Su presencia lo llenaba todo. A su alrededor las sombras parecían arremolinarse y sus agudos ojos perforaban el alma cuando se dirigían sobre uno.

Buenas noches milord dijo el conde e hizo una ligera reverencia con maneras anticuadas.
Veo que es usted un atleta.

Lord Wiston y el doctor eran los únicos que habían mantenido la sangre fría aunque el almirante salía en aquellos momentos también de su estupor. El resto del grupo salió corriendo en dispares direcciones apenas prestando atención a aquel hombre de extraño porte que no les impedía huir pero que miraba tranquilo a Lord Wiston y al doctor.

El conde se dirigió entonces al doctor Moore.

Hola doctor. Creo que ya nos conocemos. Aunque tal vez lo haga con otro nombre. Qué maravilloso es el escepticismo de los hombres de ciencia. Si Van Helsing hubiese sido como usted todo esto habría terminado muchísimo antes.

Detrás suyo el cadáver de Lucy se movía dispuesto a salir de la tumba pero extrañamente se detuvo antes de hacerlo, como si estuviese esperando órdenes.

Dígame doctor. ¿Qué opina de esto que podemos observar? ¿Qué explicación racional puede encontrar que levante los cuerpos hace tiempo fallecidos? Siento curiosidad.

El Dr.Moore observo atonito toda aquella gran batahola que se habia armado en cuestion de segundos y se planteo seriamente si sus compañeros eran algo asi como idiotas, ya que, tanto bregar para tener esta "experiencia" y salian corriendo de buenas a primeras. Recordo en esa milesima de segundo los infantiles preparativos, la inocente algarabia de emprender la aventura e incluso la toma de armas de sus compañeros.

Vaya, si hay con alguien que no puedes contar es con los entusiastas.

En ese momento se dio cuenta que aun tenia prendido el encendedor y que este le servia de escasa iluminacion en ese oscuro lugar (*). Aquel hombre parecia decir que le conocia y por ello se acerco a el llevando el encendedor por delante para iluminarle el rostro y tratar de reconocer a tan inesperado visitante.

Obviamente, no contestaria las preguntas hasta reconocer a su interlocutor y mas aun cuando mencionara al inescrupuloso Van Helsing que habia dejado el lugar de la ciencia para sumirse en el absurdo mundo de la sobrenatural.

Noto que la puerta se abre y todos salimos de este lugar. Una figura nos espera... El cochero no está. Intento salir corriendo ignorando a aquella persona. 

Me da completamente igual el hombre que se nos presenta delante, no me paro, mi terror me tiene en marcha. Yo simplemente sigo con las faldas recogidas y corro campo através del cementerio. Si hace falta seguiré corriendo hasta llegar a Londres o caer inconsciente por el agotamiento en cualquier zanja. Me da igual. Es lo que tiene estar en estado de bloqueo mental completo, dejas de pensar y sólo eres puro instinto y el mío me dice que no pare de correr hasta llegar a un sitio seguro, que es... ninguno?

No puedo dejar de ver en mi mente, mientras sigo huyendo, a Lucy, como su cadáver putrefacto se iba transformando en algo más, como se iba reconstruyendo músculo a músculo... Mi pensamiento se ha quedado trabado en esa sola imagen espeluznante y perturbadora.

El doctor acercó la llama a la cara de aquel caballero que les hablaba. Era extraño verle mantener la calma y el cuerpo de Lucy, estático pero de pie. Tambaleante pero sin acercarse más ni menos, como detenido por una extraña voluntad.

No hizo gracia al caballero que le acercasen el fuego y allí se mantuvo con paciencia mientras el doctor le examinaba.

Había algo de familiar en él, es cierto. Y aunque el rostro no le era familiar la ropa ...

Demos un paseo

dijo aquel caballero, con gestos anticuados para la época, dirigiéndose a aquellos que no corrían y que tenía alrededor.

Tal vez podrían decirme qué hacen aquí y con suerte podamos hablar algo más de lo humano y lo divino. Me interesa especialmente la opinión del Profesor, espero que vuelva pronto de su vigorosa carrera.

y con tranquilidad hizo un gesto amistoso para que le acompañasen

El cadáver animado seguía uno o dos pasos detrás de aquellos caballeros que conversaban amigablemente y comenzaban a pasear.

Después de correr de manera descontrolada sin control alguno, me hallo en un descampado bastante lejos del cementerio. ¿Qué ha pasado? ¿Fue un ataque de voluntad?

Vuelvo otra vez sobre mis pasos, pero ocultándome mientras me acerco al cementerio.

Haz una tirada de sigilo desentrenado. (AGI+SUE+PCN)/10=(56+66+78)/10= 200/10=20%