Partida Rol por web

La Muerte de Lord Goldaming

Capitulo Cuarto - El Cementerio Carfax

Cargando editor
29/07/2013, 11:40
Director

Un recuerdo te quiere aparecer. Una sensación. Algo como en sueños quiere venir a ti. Recuerdas que había alguien contigo en la cama, pero es borroso. Lo sentiste en sueños. La pierna que te pica... algo te hicieron en la pierna.

Cargando editor
29/07/2013, 11:47
Mina Harker

¿Morir? Lo he intentado. Mantenerme sin comer. He rezado pero el señor no me escucha. Al final el hambre es demasiado fuerte y él, él vuelve y se ríe de mi y viene con un bebé. Y yo ... yo ...

Vuelve a llorar desconsolada. Puedes imaginar la enormidad de lo que está diciendo. Te abruma.

Me llama, me llama, tengo que ir ...

Y de repente desaparece y una bruma se levanta, rápida y fugaz y te alborota el pelo cuando se marcha hacia el cementerio ...

Cargando editor
29/07/2013, 18:30
Vivian Atwater

Arqueo una ceja viendo el poder de aquel ser, que no solo evitó mi ataque, sino que además mandó a uno de mis compañeros para que me quitaran mis utensilios.

Entonces salgo corriendo...

- Tiradas (2)
Cargando editor
29/07/2013, 20:05
Elizabeth Ashford
Sólo para el director

Me quedo paralizada mirando su dolor genuino. Puede un monstruo sentir de ese modo? No voy a negar que respiro aliviada cuando desaparece ante mis ojos, dejándome sola en aquel camino oscuro. La pierna cada vez me pica más, casi tanto o más que ese recuerdo, esa borrosa visión que se me escurre entre los dedos, de una sombra en mi cama.

No puedo más con el picor, es insoportable, así que hago algo muy poco apropiado para una dama e intento mirar debajo de mis ropas, aunque con el corpiño y todo lo demás, se va a hacer realmente complicado. Eso sin contar que está oscuro y poco voy a ver, pero quizás con el tacto consiga saber qué clase de picadura de bicho puedo tener...

Porqué tengo tan mal presentimiento al respecto?

Miro en dirección hacia el cementerio, hacia donde la bruma se dirige, una bruma llamada Mina.

"Y con eso serán tres. Ya podrán con todos?" me pregunto por la seguridad de Vivian y los demás. "Bueno, son cazadores, desde luego están mejor preparados que yo, que les puede aportar una dama confusa y armada con una simple daga, que además ni siquiera es de plata". Eso. Debería volver a la casa y coger plata y ajos y buscar un reverendo para que bendiga litros de agua. "Sólo quizás así alguno de nosotros sobreviva a esta calamidad...".

Dudo. No quiero volver al cementerio ni de broma, sería muy estúpido por mi parte hacerlo, no? No les debo nada a ninguno de ellos, sólo al doctor y está muerto. O a Lucy, pero está muerta y ahora una criatura obscena se hace pasar por ella. No les debo nada. Pero Vivian fue amable conmigo, quizás ella sobreviva,,,

Cargando editor
05/03/2014, 23:58
Director

EPILOGO

Vivian estaba paralizada. Los ojos, aquellos ojos le habían sumido completamente en un extraño estupor. Veía la escena desde fuera, perdida en un abismo de laxitud y complaciencia y casi reía cuando el doctor le despojó de su arma y de los ajos y el crucifijo. Pasados unos momentos el conde dejó de prestarle atención. Por lo visto no era necesario hacerlo, tenía otros asuntos entre manos cuando se giró para enfrentar a la baronesa. La parálisis pasó repentinamente y huyó. Lo hizo para salvar la vida. A su espalda la baronesa intentaba enfrentar el horror de Lucy que se movía hacia ella con su andar sobrenatural. Trastabilló la dama dejando caer su bastón y el horror le sujetó. Se debatió inútilmente pero no consiguió más que enfurecer al ser que le golpeó tirándole al suelo.

El doctor, totalmente subyugada su mente por la del Conde, se negaba a admitir nada de lo que estaba viendo. Se negaba hasta que vio a su lado la figura de Mina Harker. ¿De dónde había salido? Pero no tuvo demasiado tiempo para preguntárselo porque fue en ese momento cuando los agudos colmillos de la otrora señora Harker hendieron su yugular. La sangre manaba a borbotones y mientras su corazón iba deteniéndose comprendió por fin que las leyendas tenían su fondo de realidad. Y la muerte le llegó sin dolor para su sorpresa. Allí quedó tendido y sin gota de sangre, donde le encontró un extrañado detective James Barlow al día siguiente.

Elizabeth volvió a pie a la mansión, tardó mucho y fue recibida por un servicio en un estado cercano a la histeria. La propia Elizabeth sólo tenía ganas de marcharse y mandó llamar rápidamente a Scotland Yard. Temía por sus compañeros, especialmente por Vivian. Para su alegría ella y el profesor Klassen llegaron un poco más tarde. La historia que contaron fue espeluzante.

Klassen había escapado gracias a la suerte. El conde se enfrentó a la baronesa cuando varios disparos resonaron en el cementerio. El almirante había reaccionado al fin y al ver que todos iban a dispersarse o sucumbir se dio cuenta de que era el momento de actuar. Era un hombre de acción y no tardó en dar buen uso al revólver que traía. Las balas impactaron en el pecho y cuello de Drácula, quien apenas dio un paso atrás al recibirlas. Miró al militar y comenzó a reir. Era una risa macabra, triste y llena de oscuridad. El almirante no se arredró y volvió a disparar dos veces más mientras el conde se acercaba. No pudo hacer más disparos, Drácula le sujetó del cuello y con facilidad le levantó en el aire. Mientras boqueaba pataleando en busca de aire, mientras el aire se escapaba de sus pulmones, mientras la vida le huía sólo pudo pensar en que debía haber podido hacer algo más pero él no era persona que huyese. Moriría allí si no podía hacer más y así lo hizo.

Lilian no había ido al cementerio de modo que fue una sorpresa para ella ver llegar uno tras otro a los tres supervivientes. Les atendió como mejor pudo y se alegró de dejar a sus espaldas aquella rocambolesca historia cuando se marchó al día siguiente.

Lord Wiston vio al almirante atacar al doctor. Nadie podía sobrevivir a aquellos disparos así que con su mente práctica decidió ayudar a la baronesa y sacando a su vez su arma descerrajó varios disparos a la criatura que le atacaba. El ser soltó a la dama y tardó un par de disparos más en derrumbarse. Se giró para descubrir una vez más a aquella bella dama a la que había auxiliado en la cocina. Los recuerdos volvieron. Su belleza le impactó una vez más y sabiendo que no era lógico encontrarla allí retrocedió acobardado. Sobre todo le asustó ver la sangre que lamía de sus labios. Era la sangre del doctor que yacía en el suelo. Con un supremo esfuerzo de voluntad levantó de nuevo el arma y disparó pero no había más balas en el revolver. Mina Harker le abrazó y mientras volvía a alimentarse de él le susurraba en el oído la promesa de una nueva vida y el amor infinito que le esperaba al llegar cada noche. El lord cayó víctima de la oscuridad.

Cargando editor
06/03/2014, 00:37
Conde Drácula

La baronesa se había desmayado al recibir aquel brutal ataque. Tardó en despertarse y cuando lo hizo sintió la hierba del cementerio bajo sus pies. A su lado la figura del conde era lo único que le acompañaba.

Estaba derrotada, medio muerta y extenuada. Había sido vencida y se preguntaba porqué no estaba muerta.

El conde sonrió y solícito le extendió una copa de vino. ¿De dónde habría salido?

Mi querida baronesa. Mis planes han dado fruto por fin. Seward se resistió mucho tiempo a darme la información que precisaba y cuando se dio cuenta de que yo no necesitaba más de él trató de avisarles.

La baronesa no sabía porqué sujetaba la copa de vino. Ni porqué se quedaba allí escuchando. Quiso moverse pero no pudo. Sus ojos, los ojos de Drácula la tenían completamente dominada.

Pero no se dio cuenta de que lo hizo a mi pedido. Conseguí condicionar su mente y que pensase que llamarles había sido idea suya. Seward no sabía mucho, sólo lo más elemental. Pero usted baronesa ... usted puede darme acceso a SAVE.

Y la baronesa supo que la organización estaba condenada. Ella sería el puntal a través del cual Drácula la destruiría.

Cargando editor
06/03/2014, 09:13
Director

Klassen había escapado gracias a la suerte. Salió huyendo pero cuando volvió todo había acabado. Vio caer a Lord Wiston en las manos de Mina Harker. Pero esta vez no huyó, se mantuvo escondido mientras veía al Conde cortarse una vena de la muñeca con una uña. La usó para llenar una copa que había salido nadie sabía de dónde.

Despertó a la baronesa y lo que vio todavía le atormenta. Después de hablar largamente la baronesa bebió la copa. Aquello le ató definitivamente a su maestro y la dejó libre.

........................................................................................................

Meses más tarde todo se había torcido. SAVE se desmoronaba bajo el influjo de una nueva sombra y las células se escondían de sus predadores que les hostigaban. Klassen llegó a su refugio en Estocolmo dispuesto a desaparecer. Tenía allí algún dinero y se disponía a salir de viaje en pocos días. Entró y dejó las llaves en la cómoda.

Buenos días profesor. La baronesa estaba esperándole. Pero no le sorprendió. Con naturalidad aprendida sacó el crucifijo y la estaca. ...

La lucha continuaba.