Partida Rol por web

- Bueno, jajaja, al parecer por equipo o dinero, este grupo esta bien abastecido jajajaja - dice con unas buenas carcajadas.

La verdad que el viejo Urgrim, estaba deseando ya bajar  para emprender la aventura, en parte estaba nervioso, en parte con unas ganas terribles, parecía su primera aventura.

- Pues no se diga mas, ultimar los detalles de los equipos y abastecernos con lo necesario, poneros vuestras armaduras, afilar vuestras espadas, llenar bien la munición y engrasar bien la maza jajajaja - dice con una especie de cancioncilla, mientras mueve rítmicamente la mano mala, con cuidado de no provocar un accidente antes de hora.

ale nos vamos de compras y viendo que hay fondo y que mas o menos estamos preparados en equipo, me pido unas cositas por si acaso, que luego darse la vuelta y volver va a ser un poco dificil

si hay dinero yo necesitaria solo un par de cositas, por que del resto estoy servido

Mi señora Balikima, gracias por decirnos ese gran secreto del que seremos merecedores, pues si alguien de mis compañeros abriera la boca sobre este particular le aplastaría la cabeza cual tapa de barril de cerveza. digo mientras miro a cada uno de los presentes.
Por ultimo vuelvo a mirar a Balikima y termino diciendo:- Le agradezco muchísimo que sea una de sus iniciadas quien compre el material, mas ahora que las entradas oficiales están cerradas, ella levantara menos las sospechas que nosotros. Que no se preocupe si compra de mas, quizás lo necesitemos.

Mire al rededor, estaba realmente satisfecha de lo que aquello significaba, un grupo bien predispuesto a enfrentarse con la muerte y con el teerro sin la mas minima sombra de duda. Asenti para mi misma -haced una lista de lo que necesiteis- me levante y fui en direccion a la puerta, me asome a ella y llame a dos de mis companeras y protectoras del templo, mire con especial enfasis a mi hija fruto del pasado que queria con amor sincero. Mientras se acercaban regrese al interior -comprar por aqui no es rentable pero habeis sacado oro como para comprar una carreta de provisiones, ?alguno necesita alguna pieza de aramdura?, A ver Hans dejame ver, mis iniciadas lo miraran enseguida- hice una pausa -  tengo municion abajo pero no armas para todos, venid!- me sali de la sala en direccion a las estancias inferiores por medio de una puerta de barrotes de grueso metal.

Saque una llave maestra, y abri la puerta. Controle de reojo como una de mis iniciadas volvia a cerrar la puerta al entrar todos, sacando su propia llave maestra y asegurando el camino. Asegurando que nadie les seguian y que nadie podria salir por alli al menos sin hacer ruido.

Llegamos a la sala de armas donde habia salida a un pasillo central por una de las puertas de la habitacion, y a otro puerta donde habia mas armas, el espacio era amplio con muebles preparados para soportar armas de todo tipo, hachas, martillos, alguna espada, incluso un buen monton de lanzas. En las paredes podia encontrarse unos preciosos escudos,y armas que pronto Girthal miro con determinacion y buen ojo, tenian runas inscritas que no eran solo decorativas aunque su calidad era sublime, el tesoro de una vida de aventuras. Dos muebles mas portaban armas de polvora, pistolas enanas, arcabuces enanos y una especia de canon portatil que parecia un ingenio poco fiable, siendo amables. Barriletes de polvora regaban unas estanterias, juntos a bolsas llenas de municion colgadas de gruesos clavos. En la habitacion contigua, seguia el reguero de armas, una cesta llena de dagas y espadas algo desgastadas. Ballestas e incluso algun arco terminaban de rematar la segunda estancia, en una esquina habia otro buen punado de escudos sobre una lona tapados. Lo que parecian ajos colgados a secar, no era si no un millar de saetas colgadas en gruesos racimos en el techo, los fardos de flechas apenas eran unos pocos, pero alli habia saetas para aguantar un asedio largo. Todo un tesoro, estaba claro.

-Bien podeis dejar lo que querais aqui- mientras puse mi mano sobre una mesa central -mis ayudantes traeran un cofre y lo guardaran todo, yo debo ir a prepararme volvere en unos minutos. - alargue una mano a una de mis companeras -Fiona os ayudara si quereis comprar algo, conoce bien a los comerciantes que seguro siguen patrullando las calles en busca de un buen negocio, Fiona sube despues esto para que sepan lo que es- asintio hacia Fiona entregandole los dos viales -cuando vuelva podemos aun ver que falta, o podemos seguir nuestro camino-senalando la otra puerta cerrada que queda -por esa otra puerta se desciende hasta las minas, despues de un par de puertas que tenemos como seguridad, no sentis algo en la punta de los pelos- con una sonrisilla.

Parti por donde habia venido, y que daron a solas con las dos ayudantes.

Sigo a Valikima y cuando llegamos a la sala de armas veo algunas armas que son una maravilla, a lo que digo despues de haber visto todo el arsenal, a mas de un Karak le gustaria tener lo que mi querida Señora Valikima tiene en este templo, Se nota que la Diosa Valaya Cuida de ti.
Luego girándome hacia los humanos digo señalando 3 o 4 armas con múltiples runas:- Señores, esto si que son armas, exterminadoras del enemigo*, de pieles verdes y de todo lo que amenace la seguridad de este templo. aqui no entrara nadie, ni nada que Nuestra señora Valikima y la Diosa Valaya no quieran que entre.

Cuando se despide y nos dice que dejemos algunos objetos digo:- bueno, veamos que puedo dejar y voy sacando de la mochila cosas que ni sabia que tenia...

-A ver dejare la Ropa Buena, el monedero con el dinero, pichel de madera, cubiertos de madera, Raciones (1 semana) y un odre de Cerveza. Lo demás creo que me lo llevare, a ver, Raciones(1 semana), obres con cerveza, 2 Bolsas, Mochila, estuche de mapas o pergaminos, 4 pergaminos, Material de escritura:( papiros,telas, carboncillo, tizas y estuche cilíndrico para guardarlo) para hacer un mapa y poder salir. Cuerda(20 metros), Espejo para mirar por las esquinas, Telescopio, para mirar desde lejos si hay luz, 4 cuñas de madera, 4 escarpias, palanca, pico, 4 pociones curativas, que no sabia ni que las tenia, 4 de agua bendita, la manta, y las armas y armadura.
Hago una pausa mirando los dos montones y digo:- pues parece que no me voy a desacer de mucho me parece a mi. Aunque un garfio de escalada nos vendria bien, siempre que nadie tenga.

Urgrim permanecía callado todo el tiempo prudencial, antaño era de pocas palabras, pero parte de una vida dedicada a tratar con clientes, servirlos o tirar a borrachos, habían hecho de él mas hablador.

Cuando entra detrás de Balikima, no puede evitar sorprenderse, estaba claro la preparación de mineros enanos, aventureros, pero lo que tenía aquella sacerdotisa lo dejó boquiabierto, en la posada había oído muchísimos comentarios, leyendas, proezas, cosas sorprendentes o verdaderamente aterradoras, mas nunca escuchó de un almacén tan bien aprovisionado como el que veían sus ojos.

- Mis respetos , mi señora - dice en pocas palabras mirando con sorpresa todo lo que veía sus ojos.

- Jamás habría imaginado que estuviera tan bien provista, mis felicitaciones Balikima -no puede evitar quedarse atónito, mas por el lugar en el que veía tal almacén, que todo el contenido, que contenía verdaderas maravillas.

Urgrim ojea todas y cada una de las cosas, de estar como antaño de aventurero, se habría equipado, con aquellas maravillas, más ya se preparó las cosas de lo que tenía de anteriores aventuras.

Urgrim deja las cosas que no necesitara, esta claro que el dinero, no podrá utilizarlo allá abajo.

Gogri se escupió en las manos y las frotó. Dejó la pipa un momento, carraspeó y se aclaró la voz. Escuchó a los demás y, llegado su turno, expuso sus propuestas:

-Para mí serán, aparte de lo que llevo, más aceite para la lámpara, yesca, pedernal, también varios odres extra con agua limpia, comida seca en abundancia, veneno de rastro de mantícora, si es posible, dos antorchas tratadas, algún veneno que enturbie los sentidos también ayudaría. Ah, y varios frascos de perfume oloroso, y un reloj de arena. Si podéis conseguir hierros de escalada para ajustar en las botas, de acuerdo. Y dos picos cortos de escalada también.

Fiona atendio a los aventureros, heroes de valaya como los estaban llamando en secreto, ha tener una lista con los mejores productos que pudieran obtener. No estarian escasos de armadura, comida y utencilios vitales para los traicioneros tuneles, repletos como estaban de amenazas.

Cuando tuvo bien claro que necesitaban cogio el oro que le daban y partio presurosa, portando un saco grande que cogio de la armeria.

(20 minutos despues)

Aparecio una enana con varios utencilios de herreria, pinzas, martillos y estacas. Fiona la seguia sudorosa, por las prisas pero traia el saco completamente lleno y una mochila adicional. Lo primero fue sacar una armadura de mallas completa para el humano Hans, debia probarsela a ver si habia que hacer algun recorte de ultima hora. Tambien saco varias mangas para Girthal, pidieron al enano que se sacara la armadura para poder juntarla a las nuevas protecciones, Girthal podia supervisar lo dirigente y atentas que eran aquellas mujeres enanas, un orgullo en toda regla para los de su raza.

La sacerdotiza aparecio unos minutos despues, radiante, portaba bajo sus hombros una armadura preciosa, cenida a su cuerpo a medida, tenia una luz propia que le daba la sensacion de fragil, pero de cerca un ojo experto sabia que no, varias runas decoraban la coraza, un sin fin de filigranas decoraban y formaban un mural con una escena de enanos haciendo cerveza en familia, pequenos y grandes por igual. Esto hizo enmudecer a los mas tenaces y charlatanes. Un par de oscuras y gruesas trenzas se cenian en sus hombros enuna caida natural, la mochila que portaba en una mano era realmente enorme, rematada con un escudo amarrado en su lomo. En el cinto portaba un fino martillo, pero conociendo su armeria aquel arma era la de un heroe.

En ese momento superviso a su iniciada mientras terminaba de enganchar la segunda manga de malla a la armadura de Girthal, asintio aprobando el trabajo sin decir nada, para no molestar. Aquella proteccion en los brazos seria seguro de agradecer. Miro de reojo al humano, al ver lo con la armadura de mallas nueva, parecia mucho mas torde y el sacerdote estaba algo incomodo al parecer, pero tendria que acostumbrarse durante el camino habia que partir o volverse mas taciturno.

-Veo que ya estamos todos si hay alguna duda que sea ahora o nunca, la aventura nos espera, y secretos largo tiempo olvidados esperan ser nuevamente descubiertos- sonrei llena de jubilo, solte la mochila y saque de uno de sus bolsillos los viales que Hans me habia entragado -uno es una posion de curacion, la otra es un veneno no muy potente pero no seria buena idea equivocarse al tomarlo.- las entregue cuidadosamente, con la esperanza que las separara. -bien devemos ir bajando aun quedan muchas cosas antes de irnos.- espere a que terminaran de arreglar la armadura de Girthal antes de coger mi mochila y partir.

Fiona comenzo a sacar picos, cuerdas, y posiones que habian requerido, senalo una mochila bien cerrada de cuero hervido para garantizar su dureza, era la reserva de comida de todos, raciones para varias semanas.

Una vez terminado de organizar todas las nuevas herramientas, y materiales que de seguro necesitarian, la sacerdotiza Balikima cargo su mochila y fue en busca de un par de antorchas extras. Las encendio y se las paso a los tres humanos con una sonrisa. Los miro a todos y comenzo la marcha de bajar a las minas.

Bajaron por varias galerias de pasillos sin luz, solo la que se les proporciono a los humanos, que solo veian cabezas bajas delante de ellos entrando en la oscuridad sin miedo alguno. Despues de varias puertas, llegaron a una puerta he hizo que todos esperaran, Balikima saco una llave y abrio una gruesa puerta con ambas manos. Balikima hizo pasar a Girthal y anadio -esperad aqui- acontinuacion cerro la puerta y solo hubo silencio.

Una vez dentro Girthal un par de antorchas iluminaban la estancia que caia hacia el centro de la misma en una gruesa escalinata de cuatro escalones. -Esta sala concentra mas secretos que ninguna que yo conozca, hay secretos en concreto que puede salvar la vida a ti y a los valientes que te acompanan- asi rompio el silencio sepulcral de la sala, aquella sala tenia algun tipo de proteccion magica, y la gruesa-densa piedra no dejaba rebotar los sonidos asi que las palabras se apagaban mas rapido de lo normal.

Paseo por la estancia con cuidado de senalar donde no apoyarse o no pisar -sigue mis pasos, sera mas facil- llegaron a los pocos metros a un enorme mural representaba la caida del dragon y la victoria en solitario del antepasado de Thorgrim Matadragones. Se subio a unas piedras laterales que decoraban el mural, y subio y senalo una luz lateral, una antorcha dibujada en la misma mamposteria que apreto con cuidado, el mecanismo salto y luego bajo de la piedra. Sono un leve quejido llegado de ultratumba, pero Balikima ni se inmuto, solo asintio. Bajo hasta el centro de la sala donde habia un pozo cerrado con una loza de piedra realmente enorme 250 kilos minimo, y gruesa como una cabeza. Estaba sujeta con varias cadenas, la sacerdotiza hizo uso de su martillo para aflojar un par de gruesas tuercas que liberaran el mecanismo. Entonces senalo al techo -hay que esperar un poco, lo hicieron muy inteligentemente pero no para casos de urgencia- sonrio con benevolencia -puedes abrir el mecanismo haciendo lo mismo desde el otro lado, solo tienes que buscar el mural. No es el mismo que este que tienes pero si el simbolo que necesitas, puede que tus actutudes magicas no funcionen pero si tu inteligencia y maestria con la piedra.-  senalo al rededor con la mano -hay mas de una desagradable trampa aqui, mejor que uses solo este camino- senalando uno que iba hacia un lateral y luego a la puerta donde habian salido.

Apenas tardaron unos minutos antes de que Balikima con una sonrisa apareciera en la puerta nuevamente. Les hizo pasar y senalo por donde tenian que ir para llegar junto a Girthal. La sala era ovalada, con bellos murales en sus paredes, unas cadenas colgadas del techo agarraban una piedra enorme que en ese momento comenzaba a levantarse muy lentamente. Habian cuatro gruesos escalones para bajar al pozo, pero por alguna extrana razon solo podian tomar un camino.

Las iniciadas tambien entraron cerrando la puerta tras de ellas.

Urgrim estaba acostumbrado a las minas, esos túneles tan fortuitos como peligrosos, pero ver, que un acceso a ellos estaba en el templo, le llamaba la atención a la par de sacarle una sonrisa.

- si que se lo tenían callados jajajaja - se dice mentalmente.

No puede evitar mirar con una jovial sonrisa, no solo por el tema del extraño y secretísimo paso, sino el retomar de nuevo la mochila, adentrarse en el peligro y volver a la aventura.

Le llenaba de alegría, alguna que otra parte, también nostalgia.

- Bueno, ya hacia tiempo que no me embarcaba en una aventura, parece que fue ayer cuando me hice aventurero jajaja - en parte llevaba razón, dejó la mochila colgada y se hizo posadero, el volver de nuevo a la aventura se sentía como si fuese la primera.

Gracias Digo mientras compruebo la nueva armadura y como se ajusta a mis necesidades, muevo el martillo de lado a lado para ver si me permite moverme con comodidad en combate .Una vez que quedo satisfecho sonrio y me guardo el resto del equipo mientras comentó Magnifica armadura , me será de gran utilidad ahí abajo y si salimos con bien de esta aventura la decorare con un par de cuervos .
Al oír las palabras del posadero le hago un gesto con la mano invitándole a entrar Abrid camino que no estaría bien que los forasteros entrasen primero y al fin y al cabo solo estamos de paso

Esperando que todo el mundo se equipe cojo el equipo de escalada y los cargadores extra y me preparo para lo que nos espera alli abajo, cojo mi ballesta la recargo con sus virotes y cuando dicen que ya se puede pasar espero que pasen todos los enanos, es su territorio y ya ha quedado claro que son los que mandan y nosotros solo estamos de apoyo, pero las ordenes son las ordenes y estamos aqui para acabar con un vil ser y dejare mi vida en ello si es necesario
Iniciamos el camino sin saber co o termi ara esto....

El estaliano se equiparía con varios de los artilugios que había ido acumulando en su carrera como "eliminador de plagas del Caos", utilizando los mil y un bolsillos de los que disponía en su armadura de cuero, túnica, botas y demás. Miró el frasco de veneno que supuestamente aturdía, y habló:

- Si ese veneno es tan bueno como decís para aturdir a alguien, me encantaría contar con él en mis cuchillos arrojadizos. Silencioso y efectivo. Puede ser muy útil en caso de tener que pararle a alguien los pies sin hacer ruido, ¿Qué opináis? También podría bañar las balas en el, pero creo que no sería tan silencioso.

Dicho esto prepararía su mochila con el resto de equipamiento, guardando raciones para él por aquello de no guardar todos los huevos en la misma huevera.

- Aseguráos de distribuir el material esencial entre todas las mochilas. Que nadie lleve mas que nadie para que si alguien "se pierde", el resto puedan seguir con la misión.

La muerte se había convertido en algo banal en el grupo. Ocurría varias veces al mes, por tanto, hablaban de ello como de cualquier cosa sin importancia. 

Gogri recogió lo que era suyo, gruñó y asintió como único comentario. Se pertrechó en silencio, concentrado y masculló un: "estoy listo", al terminar.

Observó de refilón a los demás, por si encontraba en ellos algo que, en su opinión, fuera a resultar más un problema que una ventaja, por ejemplo, suelas que no protegieran de resbalones, armaduras demasiado pesadas, armas largas como lanzas, u objetos frágiles poco protegidos contra golpes casuales.

Carraspeó al terminar su inspección y se mantuvo en posición relajada, esperando a que llegara el momento que llevaba esperando tras más tiempo de lo que le habría gustado.

Interesante, fue lo primero que dijo Girthal, después escucho a Balikima atentamente y se fijo en por donde iba para no cambiar ni un paso, por lo que pudiera ser. Por ultimo tomo buena nota del mural y donde habia que pulsar añadiendo todo eso a su memoria. Asi como el tiempo de espera y el camino que habia que recorrer.
Una vez terminado la explicacion la dijo:- Balikima, Muchisimas gracias por la armadura y los enseres, ademas eres una autentica sirvienta de nuestra Diosa Valaya, me alegro que estes en este lugar, si conseguimos resucitar a la diosa sera un dugo golpe para nuestros enemigos y entonces esto dejara de ser un antro de perversion y de malsano mercadeo. Si es necesario intentare convencer al mismo Rey de que me ceda tropas para expulsar a todos los no enanos de este lugar y para recuperar definitivamente las cuevas*.

- Bueno, ya estamos todos, como ven es un pozo por el que bajaremos y si va todo bien por el que subiremos. Una cosa os tengo que decir, el mecanismo de apertura solo lo conoce Balikima y yo, Y ahora bajaremos hay abajo y le daremos una buena zurra a ese Lich para que deje de amenazar a este Karak. En marcha compañeros!.

- jajajaja hace tiempo que no zurro a nadie, a excepción de borrachos que no aguantan la bebida o la gente que saco de la posada, cuando arman mucho jaleo, estoy listo para bajar y enfrentarnos a lo que sea nos encontremos allí - dice con mucha seguridad Urgrim.

Se sentía motivado, lleno de ilusión, por fin volverse a colgar la mochila e ir de aventuras, hacia mucho tiempo que lo echaba de menos, esa vida, esos peligros, esas recompensas, pero sobre todo, esa subida de adrenalina que le suministraba volver a la aventura.