Partida Rol por web

Atherton, California. Este es vuestro hogar, un pequeño pueblo rural de unos 7000 habitantes, normalmente gente bien acomodada. Todos vosotros estáis en noveno curso, el equivalente a primer año del instituto, más concretamente, estáis en el que es para vosotros el mejor instituto: "Sacred Heart", de enseñanza privada en el que cuesta mucho dinero entrar. Es un instituto de escuela primaria y secundaria, por lo que no habéis tenido que cambiar de escuela para acceder, y todos os conocéis desde pequeños. Pero solo vosotros, los que esperáis ahora en la puerta del colegio sois los más aventureros, a los que les gusta pasar miedo y ver los programas de sucesos paranormales más sensacionalistas. Creéis que todo es verdad, y en parte tenéis razón, ya que hay un misterio que siempre se ha mantenido en secreto en ese lugar. Vuestros padres incluso os prohibieron pasar cerca de ese misterio, la gran casa gris que se mantiene en pie, casi en perfectas condiciones, imponente, desde hace 75 años. 

La escusa de vuestros padres es que puede caer algún ladrillo, que está en malas condiciones, y a pesar de sus advertencias vosotros pasáis para mirar por sus ventanas con rejas, aunque un candado impide que entréis libremente. Hoy es el día, habéis fundado el grupo "Los caza-misterios", el primer grupo de misterio del instituto y queréis empezar por descubrir qué pasó en aquel lugar. Dicen que por dentro aún conserva cosas de las personas que la habitaron. 

Sobre la casa solo sabéis que fue habitada por una monja y una huérfana que aquella buena persona encontró casi muerta de hambre en una esquina. Al año la chica se suicidó desde la ventana que daba al patio y la monja desapareció del lugar... no sabéis más. Dentro deberían estar las pistas que esclarezcan parte del misterio que ninguno de los "mayores" os quiere contar.

La sirena suena, las clases han acabado por hoy. Es la hora de cenar, pero habéis dicho a vuestros padres que cenaréis juntos, es un pequeño pueblo, no hay ningún peligro al que temer... o eso creéis.

Con el día , llego la noche mas deseada de Elena...Tanto tiempo en querer entrar en aquella casa y no podía creer ese que el día había llegado. Ante de salir ella metió algunas cosas en el bolso... Linterna y Cámara de foto y como no su libreta para apuntar algunas cuantas cosillas... A salir de la casa.

Mama Papa me voy a cenar no esperarme despierto y no preocuparos!! me acompaña a casa.

Salio de su casa con una sonrisa en la boca contentísima de la vida,pues había deseado tanto esta noche.Se fue donde se había quedado. Mirando el móvil para saber si era la hora exacta, se metió un chicle en la boca mientras que esperaba a los demás.

Y por fín había llegado el día. Había discutido con ellas tantas veces sobre las diversas teorías que tenían sobre la casa. Que si eran solo patrañas de los padres para mantener alejados a los niños y no meterse en lios con los propietarios, que si tán solo era una leyenda urbana sin sentido, que si estaba encantada por fantasmas y demonios... Tommy no creía en nada sobrenatural, pero disfrutaba imaginando que fuese verdad. La de histórias que iban a poder contar al día siguente!

Elena les esperaba mascando chile. Me das uno? - la preguntó, pidiendo con la mano, cuando llegó a su altura.

Se había preparado un par de sandwiches y había metido todo lo que creía que iba a necesitar para una noche entera: una botella de agua, una linterna, el kit de primeros auxilios que siempre le obligaban a llevar, un libro de cuentos de terror y una pequeña manta. No esperaba quedarse toda la noche, pero a su madre le tocaba turno nocturno y nadie le echaría de menos.

Hacía chocar de manera impaciente y abstraida la punta de mi lapiz contra la rallada madera del pupitre mientras el señor Wellington, nuestro profesor de biología, impartía la lección del día. Hoy tocaba la mitosis celular. Otro día quizá me hubiera interesado por la lección, al menos un poco, pero hoy no. Hoy era el gran día. Al fin entraría en la vieja casona con mis "amigos"; Elena, Kaan, Liv, y Tommy.

Algo me decía que no era buena idea, y aunque lo más lógico era que el único peligro que nos encontraríamos serían esos suelos podridos, ladrillos sueltos y techos a punto de desprenderse, como decían nuestros padres, yo sabía que en aquel lugar se escondía un terrible y oscuro secreto.

Siempre que pasaba frente a la casa las voces se hacían más fuertes, tanto que ni si quiera subiendo al máximo el volumen del Ipod podía esconderme de ellas. Ese era el motivo, creo, que me hacía pensar noche y día en entrar en aquella maldita morada. Debía silenciar esas voces de una vez por todas...

-RRRRIIIIIIIIIIIINNNNN-

Sonó la campana que tocaba el final de la última clase del día. Colgué mi mochila al hombro. Esta hoy no contenía los libros de clase, sino; linternas, cuerdas, encendedores, una navaja y todos esos cachivaches típicos que llevaría Bear Grills en uno de sus programas televisivos. 

Con paso rápido llegué a la entrada del insti. Allí estaban los chicos.

Esbocé una tímida y apática sonrisa; -Hoy es el día, al fin.

El primero en llegar fue Tommy que enseguida me pidió un chicle. Toma es de fresa le pase uno . Luego al minuto llego Lucy.

Si hoy es el Gran día...Yo he traído una linterna y cámara de foto... Aparte del teléfono móvil..¿? Y ustedes¿?

Un poco de todo -respondí a Elena -ya sabes; linterna, encendedor, una navaja multiusos. Ese tipo de cosas. Incluso he traido una cámara de video con visión nocturna.

Había intentado dejar el cigarrillo al menos unas cuatro veces durante los dos últimos años. Cinco, si contaba esta, aunque viéndoles mascar chicle y dada la sensación de saber que pronto entrariamos en la abandonada mansión, no pude evitar volver a recaer.

Hoy no es un buen día para no fumar -pensé intentando justificar aquello para lo que no había justificación.

Acerqué el mechero encendido al tabaco que sostenian mis labios, y tras la primera calada la punta del cigarrillo crujió tornándose de un vivo rojo anaranjado. Solté el humo, y con él, se alejó gran parte de la ansiedad que sentía...

¿Lo necesitabas verdad? -dijo una voz rasgada dentro de mí. Subí el volumen de mi Ipod.

Había dormido bastante mal pensando en lo que íbamos a hacer esa noche, más por la ansiedad de creer que quizás descubriéramos el misterio de la casa que por miedo. Dejé el móvil cargando y la mochila preparada antes de acostarme, en cuyo interior no podía faltar mi portátil y la batería de repuesto, así como una manta, la linterna con pilas de repuesto y la navaja que había sido de mi hermano, regalo de cumpleaños de papá cuando él había cumplido 10 años. Sólo faltaba algún bocata y algo de agua que ya metería por la mañana.

El despertador me sacó violentamente del sueño en el que, a mí me daba esa impresión, acababa de entrar y, dando un bufido, no me quedó más remedio que levantarme. Siguiendo la misma rutina de todos los días, me asomé al cuarto que había sido de mi hermano y que mis padres conservaban igual que cuando él vivía. Era mi manera de despedirme de él y desearle un buen día, algo que nunca había confesado a nadie porque entonces, donde yo ya me sentía marginada, lo sería aún más.

El silencio durante el desayuno fue el mismo de siempre, si entre ellos hablaban yo ni me daba cuenta centrada en el libro de turno. Me despedí de los dos con un escueto chao, y salí a toda velocidad hacia el instituto. Sabía que ese día las clases se me harían más pesadas que de costumbre, como así fue, y mi mente no podía apartarse de la casa que, por fin, pisaríamos esa noche. Con alivio oí el timbre sonar y como una bala me planté ante la puerta del instituto.

- Ah... ya estáis aquí. Pensé que nunca se terminarían las clases.

Tenía que reconocer que formábamos un grupo raro, pero por lo menos a ellos los podía considerar algo así como mis amigos. Habían sido de los pocos en aquel pueblo que se habían molestado en acercarse a mí.

- Yo he traído el portátil... Sabéis que no me puedo separar de él.

Llego Liv con su portátil...Pos como se te rompa el portátil allí a dentro teda algo. Dije masticando chicle...Ya solo falta Kaan a ver si no tardaba en llegar... Me apoye en la pared mirando a los demás...
Que pasara allí adentro seguro que sera un nuevo cambio para todos... Tommy te tengo que enseñar un libro nuevo que tengo de terror, se trata de una casa como está, decían de la casa, que solo han vivido una familia y que murieron todos... Cada persona que han intentado vivir de nuevo en esa casa salían corriendo a los días por una fuera maligna que les echaban...Esta Bastante interesante...hace un par de semana que me lo estoy leyendo cuando termine si quiere te lo dejo, eso si salimos vivos de aquí..Jajaaja

A Elena le encantaba meter miedo a la gente con estos temas... le apasionaba Bastante y a la vez se divertía...

¿Quieres un piti? -extendí el paquete de Marlboro en dirección a Liv.

De todos ellos era con Liv con quien mejor me llevaba, o al menos, con quien más me sentía identificada. Ambas teníamos la misma cicatriz en el corazón; esa marca que te acompaña día y noche, que duele y nunca se cierra. Ese desgarro interior que sufres cuando pierdes a alguien querido. Una herida que nunca se cura...

Escupí al suelo. -Kaan llega tarde. Siempre igual.

Hola tías! - saludó con un asentimiento de cabeza al resto según llegaban, mascando el delicioso chicle de fresa que le habían dado.

Te lo has traido? -le responde a Elena- Yo me he traido uno de histórias cortas de terror, para ambientar un poco si nos aburrimos. Alguien se ha acordado de traer la güija o las nenas tienen mucho miedo de usarla en una casa encantada?- puso una media sonrisa intentando provocarlas con sus palabras.

-El concepto de tardanza es relativo dependiendo del punto de vista. Mi querida Lucy-

Acomodandose los lentes observo a sus amigos, es cierto llegaba tarde pero estaba justificado, pues afinar los ultimos detalles de un receptos de ondas energeticas y de temperatura requeria tiempo y de no haber faltado a clases no lo habria terminado.

- He estado trabajando en un Receptor de energia ectoplasmica y de temperatura...- Kaan parecia toda una experta, pero en realidad ni ella sabia si ese aparatito funcionaria, internet dice que funciona pero no lo garantiza, ademas en su mochila traia una pequeña grabadora para hacer psicofonia, una camara polaroid y una biblia, ademas de una botella de agua y unas cuantas barritas energeticas.

-Conociendolos, seguro ya tenemos armado el interior de la Maquina de los Misterios, solo nos falta la camioneta...- hizo una pausa mirando la casa, sin duda era impresionante y muy lugubre, incluso un escalofrio recorrio su espalda, pero la ansiedad y curiosidad le daban la valentia necesaria.

Finalmente tras el retraso de vuestra compañera os pusisteis en camino hacia la casa abandonada. Caminabais tranquilos, charlando de vuestro tema preferido: las historias de miedo. Cuando volvisteis a mirar, unos árboles daban paso a una casa muy grande, posiblemente más bonita que ahora en su época, y que os daba una extraña sensación. Había un pequeño camino de tierra que conducía a la entrada.

Estaba a punto de anochecer, así que os apresurasteis y os dirigisteis a la entrada, pues era la única entrada que habíais visto, ya que las ventanas muchas de ellas estaban tapiadas, otras tenían restos de cristales mugrientos que podrían desencadenaros algún tipo de enfermedad con tan solo un corte. 

Un viejo candado sostenía la puerta de entrada, bastante gruesa pero comida parcialmente por las termitas.

No parecía que fuera a aguantar muchos trotes el candado, aunque quizás también podíais acceder por algún otro sitio que no hubierais explorado... ahora os tocaba pensar cómo entrar en aquel lugar.

Tommy se rascó la cabeza pensativo al ver el candado. Había tenido la esperanza de que alguien ya lo hubiese destrozado, pero seguía ahí.

-Mmmmmh... creo que mejor sería entrar por una de las ventanas rotas o quizás intentar la puerta de atrás. No me gustaría que nadie viese el candado roto y decidiese que hoy es un buen día para entrar y fumarse unos canutos dentro, mientras que nosotros seguimos ahí. Qué pensais? Miramos otra entrada?

Lancé la colilla al suelo tras dar la última calada y la aplasté con un movimiento circular del pie.

Asentí a Tommy; -Si, demos un rodeo a ver que encontramos.

Rechacé el cigarro que me ofrecía Lucy, sabía de sobra que yo no fumaba, sobre todo desde la vez que lo había intentando, cuando la tos y las arcadas consiguieron que le cogiera mucho asco, pero aún así ella seguía ofreciéndomelo.

Con la llegada de Kaan por fin estábamos todos y, por lo que se veía, muy bien equipados, sólo esperaba que todo lo que llevábamos fuera de utilidad y que el increíble aparato de Kaan funcionara. Eso nos daría muchísimas pistas sobre lo que pasaba en aquella casa que ahora mismo teníamos enfrente.

- Tiene que haber más puertas. Seguro que el servicio que trabaja aquí entraba y salía por otro lado, una casa tan grande tiene que tener más puertas.

Pues no me lo he traído Tommy tras eso vino Kaan y ya estábamos los cinco y nos dimo la vuelta para mirar la casa.... y buscar una entrada

Tommy tuvo una buena idea...Es una buena idea...aparte que si entramos por la puerta trasera o una ventana que este mas escondida nuestro padres no nos podrán pillar.... Empece andar para rodear la casa y encontrar por algún sitio para poder entrar...

Chicos, creo que he encontrado algo. -me acerqué a una ventana baja que parecía abierta, pero al intentar moverla comprobé que estaba completamente atrancada.

Vaya, falsa alarma. Por aquí es imposible. Sigamos buscando...

Tommy empezó a buscar otra entrada acompañando a Lucy. Parecía que por aquel lado no había forma de entrar.

Al igual que Lucy y Tommy comencé a dar vueltas alrededor de la casa buscando cualquier ventana, puerta o pequeño hueco por el que poder colarnos en el interior de la casa. Tenía miedo que, una vez habíamos decidido dar aquel paso y después del tiempo pasado planeando esa incursión, ahora no pudiéramos conseguirlo porque no pudiéramos entrar.

- Ey chicos... Creo que he encontrado algo, puede que podamos entrar por aquí.