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La noche de los muertos andantes: Fate of Ravenloft

Marais D'Tarascon

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20/03/2015, 14:19
Director

El cielo se llena con turbulentas nubes negras. Por primera vez, los relámpagos cruzan los cielos, pero todavía no llueve. La tormenta simplemente acecha sobre el pantano y los árboles circundantes, enviando un relámpago hacia el suelo o dejando escapar el golpe de un ruidoso trueno. Cuando finalmente se desate, la tormenta promete ser espectacular.

Finalmente, vuestros pies empiezan a pisar terreno más firme, y la vegetación parece haber sido desbrozada por la mano humana, aunque con poco éxito, pues lucha por extender sus garras hacia la zona clareada. 

Tras cruzar un vado y seguir por la orilla del lodoso río, por fin avistáis un pequeño conjunto de casas con tejados de pizarra dejadas caer sobre un terreno algo elevado y ominosamente rodeado de amenazadores árboles.

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23/03/2015, 23:14
Prentis Zharek

Prentis estaba agotado. Caminaba sin apenas levantar los pies. El caminar todo ese tiempo bajo la lluvia le hastiaba sobremanera. El agua había empapado su túnica hasta oscurecerla y hacer que pesase cinco kilos más. Sus botas estaban inundadas y ni siquiera creía que el contenido de su mochila estuviese mejor. Ansiaba llegar a una posada donde quitarse toda esa ropa mojada y tenderse delante de la lumbre, enrollado en una manta. 

Su humor mejoró cuando divisaron la...¿ciudad? a lo lejos. Curioso nombre para aquel conjunto desordenado de pequeñas casas asentado en mitad de la nada y que en el lugar del que provenía, apenas habría merecido el nombre de villa. 

-Bueno, parece que hemos llegado al fin. No parece gran cosa, pero conque tengan un techo bajo el que podamos conseguir cobijo, me conformo. ¿Qué decís?

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28/03/2015, 12:11
Tristan

-me parece que podremos secarnos un poco y continuar - El humor de Tristan no estaba precisamente en su punto algido, se reprochaba no haber recriminado a Aegon por registrar el libro de su anfitrión, que sus botas estuviesen llenas de fango y su armadura precisase una revisión completa en busca de óxido tampoco ayudaba demasiado

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31/03/2015, 09:44
Prentis Zharek

-¿Continuar?, ¿Hacia dónde? Hemos caminado durante horas para buscar este lugar. Avanzar erráticamente no me parece la mejor de las opciones. 

Prentis miró a su alrededor. Tan solo bosque, barro, tormenta...

 

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01/04/2015, 09:54
Lareela

- Por el momento creo que bien haríamos en conformarnos con encontrar un techo que evite que nos mojemos más y unas paredes que nos protejan del viento. Espero que este pueblo nos den cobijo, pues no podemos ir mucho más lejos bajo esta tormenta. Cuando la tormenta amaine, ya pensaremos a donde ir después. Más nos vale que acepten nuestro dinero...

...y espero que vosotros tengáis monedas en las bolsas, porque lo que es yo...

- ...o, en su defecto, que nos dejen trabajar a cambio de cobijo.

Mientras hablan, el grupo se ha detenido para tomar aliento. Tienen todos un aspecto bastante pobre, con las ropas empapadas y las botas llenas de barro.

- En fin, no hablemos más por ahora. Cuanto antes lleguemos, antes sabremos si hay cobijo para nosotros en este lugar.

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02/04/2015, 12:24
Director

Más que las amenazantes formas de los techos inclinados de las casas y las sombras producidas por los temibles nubarrones, lo que impacta en cuanto ponéis un pie en el suelo de tierra de las calles de la villa es el silencio.

Todas las puertas y ventanas a vuestra entrada permanecen cerradas a cal y canto, como escudándose de cualquier amenaza (incluidos vosotros) que pueda provenir del pantano.

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02/04/2015, 13:04
Lareela

- Pues sí que empezamos bien... buscamos a ver si hay alguna puerta abierta, señores? Vivirá alguien aquí o serán casas abandonadas? En cualquier caso, espero que nos dejen quitarnos las botas en algún lugar. No quiero coger unas fiebres si puedo evitarlo...

Notas de juego

Lareela recorrerá el pueblo buscando alguna puerta o ventana abierta. Si no hay ninguna, llamará a alguna puerta donde se vea luz o se oigan personas dentro. Si tampoco hay de eso, intentará abrir alguna puerta para colarse dentro, mejor cuando más grande.
 

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04/04/2015, 17:25
Prentis Zharek

Prentis se sorprendió ante el recibimiento, aunque no era la primera vez en sus viajes que se encontraba con nativos recelosos ante la presencia de extranjeros.

-No sé a qué estará acostumbrada esta gente para comportarse así. Tengamos cuidado.

Buscó una taberna, alguna puerta abierta o quizá un granero donde cobijarse con  la mirada.

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07/04/2015, 12:22
Director

Sombras furtivas parecen estar observándoos desde los rudimentarios balcones de madera que sobresalen de las fachadas como dentaduras de ancianos, aunque no son más que imágenes creadas por vuestra imaginación, pues no parece verse ni un alma en el camino hacia el interior del pueblo.

En varias de las puertas, sobre todo de comercios, podéis ver carteles que indican con caligrafías elaboradas la ausencia de gente en esos lugares: "Cerrado por funeral" o "Fui a la Iglesia"

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07/04/2015, 20:25
Lareela

- No hay nadie? Ni una puerta abierta?

Notas de juego

Examinamos el pueblo puerta por puerta (tomamos 20, en términos d20). Algo habrá...

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08/04/2015, 00:35
Prentis Zharek

Prentis avanzó por el pueblo examinándolo con curiosidad. Era obvio que los habitantes del pueblo les tenían miedo. 

-Una Iglesia ¿eh? Quizá no sea mal sitio para empezar a buscar. 

Buscó con la mirada un edificio que pudiera hacer tal función entre los que podía ver. 

-Lo cierto es que no sabemos como son las iglesias de este lugar, pero al menos, hablan nuestra misma lengua. Eso es bueno.

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08/04/2015, 11:24
Aegon

- Busquemos un edificio alto. Todas las iglesias que conozco intentan llegar a su dios.

No me gusta este sitio. No me gusta que haya gente pululando, pero que no haya nadie, ni un alma, me da pánico, y el hecho de que tenga la sensación de que nos están observando hace que se me ponga la carne de gallina. Mi mano rodea la empuñadura del arma, lista para blandirla cuando sea necesario.

- Intentemos llegar cuanto antes. No he tenido ni una buena sensación desde que comenzamos el viaje.

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08/04/2015, 20:28
Lareela

No todos los dioses moran en lo alto, piensa Lareela, pero no dice nada. No está el horno para bollos.

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08/04/2015, 20:46
Director

Al encarar la calle que dirige al espigado campanario que sobresale de entre los tejados como una llama de piedra, os parece oír bajo el pesado silencio que reina en el ambiente un montón de pasos diferentes a los vuestros.

Más adelante, entre toses y en un respetuoso silencio, varias decenas de gentes vestidas con ropas de algodón sencillas marchan por un camino que se dirige hacia la ladera en el exterior del pueblo. Al frente de la comitiva, cuatro de los aldeanos portan sobre sus hombros un sencillo ataúd de madera de pino, rodeado por varias cadenas en toda su longitud.

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08/04/2015, 22:05
Lareela

Un ataúd con cadenas!? Se va a escapar el muerto o qué?

Lareela intenta sonreir pero no se sale. Debe ser el frío que se le cuela hasta los huesos a través de sus ropas empapadas. Se limita a mirar a sus compañeros inquisitivamente, proponiéndoles con la mirada seguir a la comitiva. Al fin y al cabo, si todo el pueblo está en la colina de entierro, no tiene sentido buscarlos en la plaza del pueblo.

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08/04/2015, 23:35
Prentis Zharek

Prentis se quedó extrañado al ver el ataúd cubierto de cadenas. Es como si quisieran evitar que algo entrase o saliese de él. Cosas peores había visto.

-Vaya...un entierro. Será mejor esperar a que termine la ceremonia antes que interrumpirla. Quizá esta gente nos pueda decir algo y conseguirnos alojamiento.

Se unió a la comitiva que seguía el ataúd y les acompaño en silencio hasta el lugar donde se habría de celebra ren encierro.

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09/04/2015, 00:15
Tristan

Ante la visión del ataúd Tristan se despojo de su casco sujetándolo bajo su brazo derecho, tomo formalmente el pomo de su espada con la siniestra y sin mediar palabra camino junto al mago siguiendo la comitiva siguiendo sin embargo un ritmo marcial como si algún instrumento marcara el ritmo de su paso. 

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09/04/2015, 15:15
Aegon

No me gustan los dioses lejanos, y desconfío de los rituales que me son desconocidos. Pero alguien ha muerto, el pueblo entero va a su entierro, y si hay alguna posibilidad de entender que está ocurriendo y porque hemos llegado a esta tierra de locos, deben confíar en nosotros. Y a eso voy. Me coloco a una distancia prudencial de Tristan, y cerca de Prentis, y me uno con ellos a la comitiva. Observo a Lareela y le hago un gesto con la cabeza, como indicándole que nos observara desde la distancia.

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10/04/2015, 08:46
Director

En cuanto hacéis presencia en la plaza frente al edificio de la iglesia, parece que os convertís en el centro de atención de la mayoría de los asistentes al acto. Caras solemnes os miran con desconfianza, pero nadie dice una palabra. Sin embargo los aldeanos vuelven pronto su vista hacia el sonido del ataúd envuelto en pesadas cadenas al ser dejado por sus portadores en el frío y terroso suelo.

Frente a él se avanza el sacerdote, un hombre de baja estatura y entrado en años, con el pelo blanco tan revuelto en su poca poblada cabellera como en sus tupidas cejas.

El clérigo habla con voz profunda y resonante a lo largo del campo santo:

-Amigos y familiares, nos lamentamos por la temprana muerte de Jeremiah d´Gris -proclama con tristeza-.Tenemos que confortarnos ya que de hecho el ha ido a un lugar mejor, y recemos para que su eterno descanso este calmado y sin incidentes. Jeremiah, serás extrañado, pero no serás bienvenido otra vez aquí. Parte de este plano y ve a tu próximo mundo con nuestras bendiciones.

El sacerdote continua con su ceremonia, aunque un golpe amortiguado le provoca una pausa. Los aldeanos se atemorizan y mantienen su estupor unos segundos, pero seguidamente empiezan a cuchichear entre ellos y se apartan unos pasos del ataúd, aunque manteniendo la compostura y sin salir despavoridos.

El golpe suena nuevamente desde dentro del féretro. El ataúd se tambalea de aquí para allá, pero el clérigo y la muchedumbre empiezan a hacer un amago de ignorar la presencia del fenómeno.

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10/04/2015, 14:02
Lareela

Los ojos de Lareela se abren como platos cuando ve que el ataúd se mueve.

Hay alguien vivo dentro? Por qué nadie hace nada?

Su educación (siempre le han dicho que "donde fueres, haz lo que vieres") la empuja a la inacción y le impide actuar por su cuenta, pero mira a sus compañeros como pidiendo una excusa para tomar cartas en el asunto.