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La noche de los muertos andantes: Fate of Ravenloft

Nebulae terra

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26/02/2015, 15:27
Lareela

- Yo no vi nada en mi turno, ni fuego, ni alimañas, ni nada. Ha sido una noche bastante tranquila... y parece que nuestro anfitrión no se ha movido en toda la noche, no?

La joven, aún tumbada en el suelo y apoyada sobre un codo, acompaña sus palabras con un movimiento en dirección al extraño chico en el centro de la estancia. A continuación estira los músculos, pega un bostezo tan grande que parece que se va a desencajar la mandíbula, y se sienta.

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26/02/2015, 15:37
Aegon

- Lareela tiene razón, no se movió ni siquiera cuando le quité el cuaderno que estaba leyendo.

Les enseño el cuaderno.

 

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04/03/2015, 23:33
Prentis Zharek

Prentis se despertó de su sueño sin saber donde estaba. Sus ojos se negaban a abrirse mientras sus compañeros hablaban. Miró a su alrededor y recordó. Aquello no había sido un sueño, por desgracia. 

-No, nada extaño en mi turno-contesta el mago rojo mirando para el cruzado-¿Y vos?

Se desperezó y se puso en pie. El tipo seguí allí, dormitando. 

-Bueno, no podemos ni siquiera darle las gracias por su hospitalidad. Una lástima.¿Seguimos camino?

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05/03/2015, 08:23
Director

El libro se trata de un pequeño cuadernillo forrado en piel barata y con una encuadernación bastante casera. En su interior se suceden una serie de poemas de corte infantil, en forma de rima corta. Lo más llamativo es la dedicatoria garabateada en su primera página con una tinta azul claro que reza: "Para Luc, mi querido hermano", y viene firmada por "Marcel".

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05/03/2015, 18:51
Tristan

Anoche estoy seguro de que vi un fuego en aquella dirección, tal vez deberíamos investigarlo, no parecía estar lejos y puede que conozcan el camino

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05/03/2015, 20:01
Lareela

Lareela se encoge de hombros.

- Supongo que no queda nada que hacer aquí...? O tal vez deberíamos esperar a que nuestro anfitrión despierte? No parece que le vaya mal aquí en esta cabaña, y seguramente conozca la zona si no se ha muerto de hambre...

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06/03/2015, 16:44
Prentis Zharek

-No vamos a esperar eternamente. Será mejor que sigamos camino. Yo iría hacia el pueblo que nos indicaron los gitanos. 

Prentis coge su bolsa de dinero, saca una moneda de oro y la deja en el suelo, cerca del muchacho. 

-Sea como fuere, nos hemos aprovechado de la hospitalidad de este extraño anfitrión para pasar la noche a cubierto. Supongo que el oro seguirá valiendo algo aquí, aunque la efigie que en él se represente no le diga nada. 

 

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10/03/2015, 09:32
Director

Notas de juego

¿Abandonáis pues la cabaña?

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10/03/2015, 11:10
Tristan

-no sabemos cuando va a despertar ni si responderá a nuestras preguntas- y a excepción tuya muchacha quiero librarme de estos dos cuando antes, no mancillen tu inocencia, lo segundo no lo dijo, pero uno había cogido el libro de su anfitrión y el otro ya había dejado claro que carecía de mas ética que cumplir su palabra.

Desenrolló de nuevo la escala de cuerda dejandola caer, mientras el balanceo cesaba pensó en bajar el primero y asegurar la zona pero lo descarto, en caso de cualquier peligro sería mas útil ahí arriba cubriendo a sus compañeros con la ballesta ¿bajas tú primero Aegon?

Notas de juego

si, me parece que todos bajamos

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10/03/2015, 13:17
Lareela

Lareela se encoge de hombros. Parece que la decisión está tomada.

Notas de juego

OK, dos votos a favor de irnos y una abstención.

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11/03/2015, 07:06
Prentis Zharek

-Si fuera cuestión de que despertase, te diría que sí. Pero eso es diferente. Esta persona está en trance y podría estar así días o semanas. Yo optaría por seguir hasta el pueblo que nos indicaron los gitanos. Allí obtendremos la información que necesitamos. Venga, vamos.

Prentis se dispone a bajar cuando le toque el turno.

 

Notas de juego

Sí. Bajamos.

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11/03/2015, 08:30
Aegon

Aegon echó un último vistazo a la cabaña, y a su extraño ocupante. Lanzó el cuaderno hacia su legítimo dueño y acto seguido saltó a la escalerilla, y bajó a toda velocidad. Al pisar suelo -o lo que quiera que sea este legamoso suelo- colocó la mano en el pomo de la espada, mirando a un lado y a otro. Si no hay nada peligroso, un gesto con la mano indica a sus compañeros que pueden bajar.

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11/03/2015, 08:39
Aegon

Aegon echó un último vistazo a la cabaña, y a su extraño ocupante. Lanzó el cuaderno hacia su legítimo dueño y acto seguido saltó a la escalerilla, y bajó a toda velocidad. Al pisar suelo -o lo que quiera que sea este legamoso suelo- colocó la mano en el pomo de la espada, mirando a un lado y a otro. Si no hay nada peligroso, un gesto con la mano indica a sus compañeros que pueden bajar.

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17/03/2015, 09:38
Director

Los ánimos de volver a pisar tierra firme al bajar de la seminestable cabaña pronto se diluyen cuando vuestros pies se vuelven a enfangar con el lodazal del pantano, y comenzáis a alejaros de la cabaña, dejando atrás el brillo de las múltiples luminarias como un espectro al alba y con la inquietud provocada por el extraño inquilino. Minutos después, y al volver la vista atrás, os parece atisbar en el umbral de la puerta la figura del joven, erguido e inmóvil contemplando vuestra partida.