Partida Rol por web

El rey te dijo que este lugar seria un punto de encuentro. Que la comitiva entraria a la ciudad y pasaria una noche alli de incognito. De modo que tu tambien llegaste a la taberna, una de las mas famosas de la capital aunque casi vacia por ser entre semana.

Pese a ello viste rapidamente a un tipo enorme entrar un segundo antes que tu y dirijirse a una mesa para hablar con un tipo sentado en ella.

Yadra escapa para curiosear la ciudad. Garek la ve entrar en la taberna y la sigue. Cuando entras le descubres hablando con Luc.

Quizás si se sienta y toma un trago conmigo...le ofrezco con un gesto la silla enfrente de mi, mientras le doy un leve y juguetón empujón con la pierna a la traviesa niña . Le doy mi palabra de que esta en buenas manos... o pies, en este caso.

Trato de contener una sonrisa al notar el tirón de la niña. Menudo carácter que tiene...y bien poco respeto ademas. En casa les espera una fierecilla. Casi sera mejor que la dejasen ir.

Le doy mi palabra de honor, que si la niña que me habla es la misma que yo digo, esta en un buen sitio, a salvo de todo peligro. Excepto tal vez un pisotón o alguna patada accidental.

Hace muy a menudo esto?...lo de escaparse digo.

Antes de entrar a la taberna me puse mi capa y me cubri la cabeza con la capucha para que nadie me reconociera alli. Al entrar, veo a unos pocos tipos sentados todos ellos en una mesa que, cuando me vieron entrar, no paraban de seguirme con la mirada; yo les ignoro y me siento en la barra.

Buenas noches...¿sabe si por aqui se hospeda un sabio, señor?

Le pregunto al tabernero un poco miedosa, sintiendo la presencia de esa gente que no dejaban de clavarme los ojos.

Kalthorin echó un vistazo de soslayo al tipo y a su acompañante. Ser uno de los hombres del rey suponía a veces asegurarse de que la zona era segura para su majestad. Kalthorin no temía a nadie en combate singular, pero los tipos grandes y fuertes eran a veces fuentes de problemas. Mejor asegurarse. Después de eso, se dirigió a cualquier dependiente para pedir una habitación lo más cercana a las escaleras posible. Así podría desde ella escuchar cuando alguien subía o bajaba.

En una mesa sentado esta Luc hablando con un tipo enorme, rubio, con pinta de ser un barbaro del norte. Han pasado 5 años pero se le reconoce, aunque ahora las cosas parecen irle mejor, lleba puesta la ropa de faena y su delantal de herrero.

En la barra una misteriosa mujer se cubre con una capucha mientras un hombre de rey entra por la puerta, un paladin con semblante serio al que reconoceis como Kalthorin.

Entro en la taberna mirando a ambos lados, al cruzarse mi vista con Luc me da un vuelco el corazon. Garek esta hablando con el aunque no hacierto a imaginar sobre que. Me acerco a su mesa, sin reparar en nadie mas. Nisiquiera reparo en el paladin cercano a la puerta.

Miro a Luc y a Garek alternativamente, no se si me habra reconocido, ni como reaccionara. Quiero abrazarle y besarle como la primera vez que nos reencontramos pero no se que pensara el de mi, ni como puede reaccionar.

Me mantengo seria y distante, sin saber que decir. Solo asiento levemente y apollo mi mano en el hombro del barbaro para que sepa que estoy alli.

- Hundra, tranquila, esta bajo esta mesa pero juega a que no la encontramos.- le susurra el barbaro a la chica y luego te mira.- Te presento a un hombre del sur que habla como si fuera del norte.- dice presentandote, para el eso es un alago.- Maestro herrero, os presento a la mejor guerrera de mi clan.

En cuanto escucho una voz de mujer que me era muy familiar, me quise girar un poco pero...no lo hice.

Es imposible...no puede ser...ella esta muerta...

Me dije muy desesperanzada, necesitaba girarme para comprobarlo, sin embargo, no lo hice otra vez, me mostraba algo indecisa. No querian que me descubriesen... Tambien escuche una voz de hombre que tambien me era muy familiar.

Estoy alucinando...¿acaso me persiguen los fantasmas de mi pasado...?, ¡Kalthorin esta muerto!

Grite un poco para desahogarme, el escuchar sus voces de nuevo me hacia sufrir, sentirme culpable de nuevo... No pude ayudar a mi hermanastra Hundra a salir de alli, perdi a Kalthorin, a quien, quizas, amaba o sentia algo de ese sentimiento hacia el.

Olvidalo...ellos no volveran...no volveran...

Me dije para calmarme, pero lo que hacia era que llorase con un poco mas de fuerza.

Niego con la cabeza ante las palabras del norteño. A mi me basto con conocer a una mujer como para saber que es mas fácil vivir solo. Así nadie puede hacerte daño.

Estoy a punto de responderle y comentar que tantos hijos mas parece un castigo de los dioses que una bendición cuando me veo obligado a cerrar la boca de golpe al ver a la mujer que se nos acerca, al mismo tiempo que contengo la respiración, mientras la miro fijamente.

Es una locura, como se le ocurre volver al reino, donde se persigue y se mata a todo aquel que tenga que ver con la magia...hasta a los magos blancos.

Ya he perdido el apetito, la satisfacción de una conversación amena con el hombre y el orgullo por el arma recién terminada. Ahora mi boca parece estar llena de cenizas.

- Ya nos conocemos Darek.- digo con tristeza al ver su reaccion. Bajo la mirada y resoplo.- Es Luc.- digo siendo yo quien los presenta. Le hable de el, somos buenos amigos y sabe todo lo que paso, al menos lo que yo recuerdo.- Lo siento, no queria molestarte... me ire enseguida y podras disfrutar de tu cena.- le digo entendiendo que tiene pocas o ninguna gana de verme, despues de como me fui lo comprendo, pero me duele enormemente.

Me estremezco al oír su voz...parece ella, parece tan normal, y sin embargo recuerdo lo ocurrido segundos antes de caer inconsciente. La sensación del mal extendiéndose por su cuerpo con la rapidez de un fuego y se que fue por mi culpa.

Sin poder soportarlo mas, saco a la niña de debajo de la mesa y se la tiendo a Darek, para dejar después unas monedas en la mesa, mas que suficiente por lo que ambos tomamos y salir a toda prisa de la taberna.

Saco a una niña rubia de debajo de la mesa y se la entrego al que parece su padre, para salir después a toda prisa de la taberna.

La niña que Luc saca de bajo su mesa se lanza a los brazos de Hundra con una palabra que todos reconoceis.- Mami.

Hundra la abraza con cariño mientras el barbaro contempla la situacion algo perplejo.

Puede ser que ni Hundra, ni Luc, ni ninguno de sus viejos amigos se percatara de Kalthorin, pero lo cierto es que el paladín sí que se percató de ellos. Se acercó a la entrañable escena tranquilamente, haciendo tintinear su cota de malla. Se puso de cuclillas junto a la niña.

-Vaya, vaya. Pero qué niña más guapa -le dijo a la niña ignorando deliberadamente a Hundra y al bárbaro.

La niña se mete tras las piernas de su madre y te mira asomando la cabeza. La niña apenas habla el idioma imperial, o al menos pasa de hacerlo deliberadamente.- ¿Gofila Dandor maia garak?.- pregunta mirando arriba.

Garek te tiende la mano.- Vos debeis ser el paladin del que hablo vuestro lider.- dice refiriendose al rey, solo que su cultura no contempla esa figura politica.

- Disculparme, tengo que acostar a la niña.- digo caminando hacia las escaleras tirando de la mano de la pequeña. Una pobre escusa para salir corriendo. No estaba preparada para encontrar a ambos la misma noche...