-Confío en que ella es capaz de hacerlo Kaltorin. Lleva la fuerza necesaria dentro para hacerlo. Tal vez le falte un poco de temple. pero es algo que la experiencia puede proveer. Y sé que buscará lo mejor para los habitantes de este reino. No como el actual gobernante, que finge mantener la paz con los bárbaros mientras sigue armando sus ejércitos; y que ha puesto precio a la cabeza de todos aquellos magos que no acepten vivir encerrados, para deshacerse de quienes podrían derrocarlo en un futuro, cuando haya termindo de instaurar su tiranía. No me gusta el futuro que veo, por eso si está en mi mano ayudar a cambiarlo, lo haré.-
Gracias por prestarme tu apoyo, Gaunt...
Abrazo a mi amigo conteniendo un poco mi gran alegria por oir sus generosas palabras, en esos momentos esperaba la decision de Kalthorin para culminar esto: si venderme ante el rey o estar de mi parte.
Kalthorin bufó.
-¡Despierta! El mundo no es como nosotros quisiéramos que fuera. El cambio casi nunca llega por métodos pacíficos. Los Santos Compañeros de la Compañía de Kelemvar lucharon contra el rey-brujo, no le mandaron una carta de enérgicas protestas.
El paladín no podía creer que Nat fuera tan ingenua, y tomara una decisión de tal embergadura porque así se lo decía un anciano que acababa de conocer. ¡Y Geoff la apoyaba! ¿Se había vuelto todo el mundo loco?
-En el mejor de los casos (esto es, si consigues que no maten a las primeras de cambio) estaríamos hablando de una guerra civil entre los que te apoyen a ti y los que apoyen al actual rey. ¿Es que no hemos tenido suficiente muerte y suficiente guerras contra los bárbaros que nos quieres sumir en otra? ¿Crees que tus ambiciones merecen el sufrimiento del pueblo?
¿Ambicion?, no...¿capricho?, tampoco... Se que hay gente que me apoya y otros que estan en mi contra aun asi...puedes llamarme ingenua si quieres o loca pero...prefiero hacerlo asi y...si esto cambia el destino que vi, para bien. Entonces todos viviremos todos en paz, no quiero que ninguno de nosotros muera y...menos tu,Kalthorin...
Lo ultimo que le dije al paladin lo dije en un tono un poco lastimoso.
Ahora si me disculpan, deseo descansar...si desean algo de mi, estare arriba estudiando...
Al parecer Kaltorin iba a ser un hueso duro de roer... pero no me lo imaginaba de otra manera. Cuando Nat se fue, no pude evitar mirar para abajo y sonreir. ¡Que vuelteras eran las mujeres a este lado de la frontera!
Cuando se quedaron solos, Kalthorin se volvió hacia Geoff.
-No me puedo creer que la apoyes en esta locura. ¡La van a matar!
-Kaltorin esto no es un plan loco que acaba de surgir después de unas cuantas cervezas- a pesar de que él era hombre del rey, confiaba en quien antes había sido mi amigo así que decidí ponerlo al tanto de la situación. -No es casualidad que estemos todos aquí y ahora. Hace un tiempo, con Hundra empezamos a ver cómo podríamos hacer para volver a hacer de este reino un lugar seguro para personas como ella y como Nat. Y para la pequeña Yadra... y los bárbaros del norte que serán exterminados en cuanto este rey disponga de fuerzas suficientes... es mucho lo que está en juego, pero también es algo que se viene gestando inteligentemente.-
-¿Y lo sabes tú? ¿O a través de otras personas que dicen saberlo? ¡Piensa por ti mismo! -bufó Kalthorin-. Hablé con el rey antes de venir aquí. Te aseguro que él desea la paz con las tribus bárbaras. Lo escuché de sus propios labios.
Estaba seguro de que Geoff no lo creería. Diría que lo habían engañado y él sostendría que era al contrario, y llegarían a un punto muerto.
-Da igual. Decir que algo es inteligente no lo convierte en inteligente. Dices que queréis la paz. Pero sabes que lo que dije es cierto. El rey no va a abandonar el trono sin sangre, y tiene muchos partidarios. Y eso aceptando el hecho de que Natalia sería una buena reina, ¡que no lo creo! Es débil y caprichosa. Mala combinación en una persona que tiene que regir los destinos de todos.
-Kal, ¿por qué sigues juzgando a Natalia con los mismos ojos que hace cinco años? Ha crecido, madurado. Ya no es la niña mimada de papá. Poco quedó de esa persona luego de aquella noche donde desenmascaramos a su padre y nuestros amigos le dieron muerte.- Me sentía un tanto incómodo al discutir así con Kaltorin. Él tenía su modo de ver las cosas y yo el mío. Él buscando mantener sus valores, yo defendiendo mi libertad. Era un bucle sin fin -Tú tienes tu verdad, yo la mía. Tú deseas la paz, yo la libertad. Y desde mi óptica, este rey la está cortando, está obigándonos a someternos a sus designios, por más bien intencionados que parezcan, o a elegir la horca. No quiero esto para el lugar donde vivo. Y si todo sale como hemos planeado, no habrá más derramamiento de sangre que el que tu rey vierta.-
Kalthorin puso los ojos en blanco.
-De modo que como el rey os está obligando a vivir de una manera, vosotros vais a imponer otra le pese a quien le pese. Y por supuesto, si hay guerra civil la culpa es del rey y no del usurpador. ¿No creéis que un tercero podría usar vuestros mismos argumentos para poner a otro rey en vuestro lugar? ¿Y entonces qué quedará? ¿La mano de hierro del último tirano pendenciero que quede en pie?
-No estamos hablando de cualquier usurpador en este caso. Nat tiene tanto derecho al trono como su tío y lo sabes. Pero él fue más fuerte al momento de suceder al anterior. Usó esa fuerza que tanto cuestionas ahora. No veas sólo desde tus zapatos Kaltorin- Me resultaba extraño hablarle así a mi amigo, pero tenía que hacerle ver la otra mitad de la historia.
Kalthorin bufó.
-¿Y qué puedo hacer sino juzgar desde mis zapatos? Tú también lo haces. Todos lo hacemos, necesariamente, pero ese no es el caso. El caso es que sabes perfectamente que las líneas de sangre son muy complejas, y en ocasiones dudosas, incluso para los estudiosos. Puede ser que Natalia sea heredera al trono. Pero seguro que hay muchos otros herederos legítimos. Por no hablar de los ilegítimos que se creen con derecho. Si dais un golpe de estado e imponéis vuestra reina y vuestras ideas cueste lo que cueste, no veo por qué no puede venir otro detrás y con la misma legitimidad y los mismos argumentos quitaros de ahí.
-¿Y si fuera el pueblo el que la sienta en el trono? Hace un rato has dicho que el rey sirve al pueblo... si éste quisiera una reina ¿la apoyarías?- El paladín era muy bueno defendiendo sus ideales, realmente tenía que encontrar la forma de hacerle ver que poner a Nat en el trono era lomejor en el reino porque lo necesitábamos de nuestro lado. -Porque eso es lo que buscamos. Que sea el pueblo quién la erija reina, que sea la propia gente la que la aclame para el trono. No sé hasta dónde puedo contarte de la manera de alcanzar este objetivo. No es solo mi plan, no urdí yo esta trama, pero créeme Kal, queremos lo mejor para todos.
Editado, aunque un poco tarde. En el apuro se me fue :)
El paladín se encogió de hombros.
-Si el pueblo la aclama como su reina de forma unánime, ¿quién sería yo para discutirlo? Sólo cabría esperar para ver si de verdad sabe administrar el Estado tan bien como dice. Y si es capaz de mantener el trono. Pero en ese caso, no necesitáis mi aprobación para nada.
Cuidadín que has largado el post a todo el mundo xD.
-No necesitamos tu aprobación... pero sería bueno contar con tu apoyo. Sobre todo para Nat- Al final, parecía que habíamos alcanzado una especie de tregua. Admiraba a Kal por su férrea determinación, pero me entristecía pensar que podíamos terminar en bandos enfrentados, ya que él no dudaría en luchar contra nosotros si así fuera y nosotros tampoco.
Kalthorin observó a Geoff durante unos momentos.
-Cuando llegue el momento, haré lo que crea mejor para las buenas gentes de esta tierra, como he hecho siempre. Ya sabes, salvar el mundo y todas esas cosas que dicen ancianos lunáticos a completos desconocidos -bromeó el paladín para quitarle hierro al asunto y colocó una mano en el hombro de su amigo-. ¿Una cerveza? Tanto hablar de política me ha dejado con la boca seca.
-Sí, tomemos algo- Con una sonrisa un tanto triste miré a Kaltorin. -Tal parece que nos estamos haciendo viejos.- y solté una carcajada.
En tu bolsillo esta un silvato de hueso, su sonido es imperceptible para los humanos pero es la señal para que Bast, escondido en el bosque, se de una vuelta por el cielo nocturno.
En cuanto bajo me encuentro con Luc y Kalthorin y me di cuenta de una cosa...
La...la capa...la deje arriba...bueno...no impota, no esta esa gente en la posada...
Pienso con tranquilidad mientras analizaba el lugar y fui hacia donde estaba el paladin y el ladron.
Me apetece tomar un trago de cerveza, ¿quereis?
-Estábamos por comenzar una ronda en este preciso instante. ¿Ya has aprendido a beber como se debe?- le die riendo. Aún tenía muy fresca en la memoria la borrachera de Nat la noche que pasamos en lo de Breon.