Partida Rol por web

Caleb comienza a moverse, dando vueltas a tu alrededor. Diablos...eres exactamente como era ella el día de su muerte...Parece algo distraído, no obstante se las arregla para responder. Que cuando moriste?...Hace 20 años. Sois una especie de edición limitada por el aniversario, y la ultima idea para animar la competición de la isla...

Se detiene en tu espalda y se acerca mucho de nuevo, aunque esta vez sientes posarse sus manos en tus nalgas y apretar con suavidad.

Eres tan hermosa...Esta vez, te besa en la clavícula sin pensárselo demasiado. Parece que según pasa el tiempo, se hace mas audaz.

Ehms... Gracias. - Respondo con poco entusiasmo. Bueno, al menos te ha tocado uno guapo, no te quejes.-

Bien, amo y señor - Digo con esa sonrisa pícara que ponemos las mujeres de vez en cuando. - Estoy a su disposición. ¿Qué es lo uqe desea? ¿Una London sumisa? -Digo haciendo una reverencia- ¿Una London atrevida? - Digo separando mis brazos del cuerpo y recorriéndolo suavemente - ¿O simplemente, una buena conversación? Afirmo con poca esperanza.

Caleb retrocede un paso y carraspea.

Se lo que parece...que he comprado tu patrocinio solo para poder acostarme contigo, y satisfacer todas mis retorcidas fantasías...

Te mira algo azorado y suspira. Esta bien... lo admito, pero no puedes pedirle a un chico de 15 años que renuncie a su sueño...verdad?.

¿TU TIENES 15 AÑOS? Exclamo asombrada, pues su apariencia es de un chico mucho más mayor. Supongo que no, hacer que un chico de 15 renuncie a sus sueños es altamente improbable... pero eso me hace pensar que has tenido que romper tu hucha de cerdito para poder comprarme - Digo sonriendo y con la clara intención de picarle. Lo siento por tu babe.

Hucha de cerdito?...y eso que es?, lo piensa un poco y luego niega con la cabeza. Aun así, fue poco dinero por poder tener el privilegio de conocerte y de poder...poder... conocerte...

Me limitare a recortar algunos gastos aquí y allí para recuperar la inversión. Cerrare alguna fabrica, y con un poco de imaginación fiscal, lo recuperare en unos meses.

Y ahora...te mira mientras se frota las manos...que estas dispuesta a hacer London?.

¿Qué es lo que quieres que haga, Caleb? - Le respondo a mi vez con una prometedora sonrisa en mi cara.

Supongo que cuando me "compraste" tendrías algo en mente, ¿verdad?

Si...lo cierto es que tenia varias. Sonrie en respuesta a tu propia sonrisa. Una de ellas era que quería conocerte...eres muy famosa...bueno, tu original...ya sabes. Luego que siempre me sentí atraído por Cassie, la artista y quería estar cerca de ella. Como no es posible, tengo lo segundo mejor...a ti. Te toca suavemente con su pulgar.

Otra que según lo dicho al entrar en la puja, tengo ciertos...privilegios especiales con respecto a tu suerte...es decir, puedo influir en el programa y la cadena para que no seas...eliminada con facilidad. Mientras habla, camina a tu alrededor, tocándote el pelo, acercándose a olerte.

Y claro...lo que creo que ya has imaginado...me gustaría mucho, saber si quisieras acostarte conmigo. Ya se que es un poco brusco, pero hay una cierta limitación de tiempo...de lo contrario habría sido menos...directo. Sonrie de forma encantadora, intentando disculparse.

Pienso detenidamente una contestación adecuada, pues al fin y al cabo mi vida puede llegar a depender de su influencia y no quiero ofenderle.

Verás... -digo con verdadera vergüenza en mi rostro - No soy lo que se dice demasiado experta en las... artes amatorias. Le miro con ojos de cordero degollado y continúo - Si quieres que lo hagamos, bien, no voy a oponerme... pero que mi primera vez sea virtual... la verdad... ç

Intento mantener la calma...realmente no sé cómo va a reaccionar frente a esto...

Te mira un instante, con el rostro ladeado procesando al parecer lo que le has dicho.

Me estas diciendo, que prefieres que sea en el mundo real, antes que en el virtual?...precisamente pensé que así te seria mas cómodo y menos desagradable.

Parece genuinamente sorprendido hasta que recuerda algo y sonríe con gesto lento.

Claro...olvide que no conocías los entornos virtuales antes de ahora...que desconsiderado por mi parte.

Bien... ¿me los mostrarás entonces?- Pregunto con afán de coqueteo. Al fin y al cabo, el chico no está mal y ha arriesgado un montón de pasta por ayudarme... o por acostarse conmigo, según se vea.

Te mira con una ceja levantado y una media sonrisa en el rostro.

Te refieres a los entornos virtuales?...los hay a millones. Ahora mismo estas en uno, aunque pequeño en comparación con otros...este solo muestra lo que yo deseo.

Alza los brazos y el medio en el que estáis cambia hasta que os encontráis en medio de una playa de arena blanca y un cielo enorme y azul.

Me quedo maravillada y doy una vuelta sobre mí misma dando pequeños saltitos de emoción. De repente, una idea me asalta y me quedo quieta mirando a Caleb.

Dices que esta realidad solamente muestra lo que tu quieres, ¿no? ¿Quiere decir que en realidad tú no eres así? ¿Cómo es tu aspecto real?

Pese a estar preocupada por su respuesta no puedo evitar mirar de reojo la playa... el calor... un baño en ese mar cálido y húmedo... Y vuelta a la realidad. Miro fijamente  a los ojos a Caleb para darle más fuerza a mi pregunta.

Mi aspecto real?...sonríe divertido mientras abre los brazos de nuevo y se mira a si mismo. Este es mi aspecto real... hay algo que no te gusta o que esta mal en el?...me ha costado mucho esfuerzo mantenerme en forma pese a las horas que trabajo.

Mientras habláis, puedes oír a tu lado el sonido del mar y sentir como el viento agita tus cabellos, trayendo hasta ti el olor de la enorme extensión azul.

¡No no! Sonrío encantada. Precisamente lo contrario... me gusta ese aspecto real - Digo con las mejillas coloradas por la situación. Es solamente que pensaba que ser rico y ser guapo estaban reñidos- Afirmo con un guiño de ojos rápido.

El sonido y el olor del mar me producen una satisfacción y una energía increíbles, así que me armo de valor y afirmo

Pues bien, ¿cuál es el primer paso, jefe?

Primero...llámame Caleb, y no jefe...te sonríe y te guiña un ojo.

Después del guiño miras y ves que estas vestida con un hermoso bikini. Cuando miras a Caleb, ves que también se a cambiado,ahora lleva un pequeño bañador.

De acuerdo... Caleb - Digo tímidamente mientras me vuelvo a sonrojar sin quererlo. Le miro fijamente al ver su ropa cambiar y no puedo evitar notar que tb la mía ha mutado. El Bikini es bonito, sin duda... pero deja al descubierto un cuerpo que no termina de gustarme y al que debo reconocer como mío... aunque no esté del todo segura. Y sin embargo el suyo... ufff

¿Y segundo? Pregunto con una nueva sonrisa

El segundo paso es saber si prefieres nadar un rato...o pasear por la arena hasta llegar a aquellas palmeras... Señala con gesto sonriente a unos palmeras situadas a un centenar de metros.

Prefiero el paseo - Afirmo con rotundidad pensando en los inconvenientes del agua fría y el bikini ajustado.- Aunque supongo que la decisión última te pertenece... como parece ser lo habitual aquí - Continúo con una sonrisa y un guiño de ojos.

Caleb t mira con un gesto que le ves hacer ya por segunda vez, que es girando levemente la cabeza hacia un costado, luego pasa uno de sus brazos por tu cintura y te atrae hacia el, comenzando entonces vuestro paseo playa abajo.

Tengo que reconocer, que siendo sincero, esperaba acostarme contigo...no se como esperaba que te lo tomaras tu...perdona si reconozco que fui bastante desconsiderado al no verte como lo que eres, que es una persona. Lamento decir que mis sueños solo llegaban hasta el momento en el que te quitaba la ropa... y en esas fantasías no hablabas demasiado...

Se calla pensativo mientras sientes como su pulgar te acaricia la suave piel del costado.

Ahora me has dado mucho que pensar...

Durante unos momentos sus palabras me hacen meditar...

En realidad, supongo que no eres ni el primero ni el último en pensar eso mismo.  Y finalmente me decido a pronunciarlas en voz alta:
 

Tranquilo, Caleb. Estoy segura que más de uno, y de dos y de doscientos piensan como tú... y míralo por este lado, con el dinero que has debido de pagar por mí... casi tienes más derecho que ellos a pensar lo que quieras. Si tengo que acostarme contigo, lo haré. Si tengo que elegir, seguiremos paseando hasta que encontremos algo mejor que hacer. Digo con una triste sonrisa en mi cara.

A continuación cambio mi gesto y sonrío desenfadadamente:

Míralo por el lado bueno... este bikini no deja mucho a la imaginación...así que la idea que te puedes hacer de mi cuerpo es bastante aproximada.