Partida Rol por web

Intento relajar los caballos mientras el resto se entretiene en asustar al trasgo.

Registrar el cuerpo del lider, tal vez tenga un mapa o instrucciones o lo que sea.

Quiero desatar las riendas de un caballo sin que el resto se den cuenta.

Cita:

Me alejo un poco del trasgo capturado y luego guardo mi espada:- Yo lo revisare, mientras, sigan sacandole informacion a este - Y empiezo a registrar los cuerpos, no solo el del lider, sino el de todos los demas...

Mientras los demás están pendientes del trasgo, logras desatar las riendas de un caballo sin que nadie se de cuenta de tu acción.

Cada trasgo va equipado con una maza de armas (1d6), una daga (1d3) y jabalina (1d4), además de armaduras ligeras de cuero(+2CA) y escudos pequeños(+1CA).

Registrando todos los cuerpos recaudas un total de 8 piezas de oro(po), pero ni rastro de mapas o notas.

La otras patrullas se encuentras desplegadas por los diferentes caminos que bordean la montaña, en éste exatamente habrá otro par de ellas más, esperando a encontrarse con alguien igual que hizo la nuestra. Es un camino bastante fácil de vigilar por la falta de árboles y no hay modo de burlar a las patrullas, pues vigilan desde arriba, encaramados a la falda de la montaña.

Al registrar a los trasgos muertos, no encuentro gran cosa a parte de algunas monedas y por supuesto, las armas y armaduras ligeras que llevan. En un visto y no visto, me embolsillo las pocas monedas que saqueo de los cuerpos...

- Que va! ninguno tiene nada que nos sirva para saber algo mas del camino o de sus planes! - comento para el grupo, volviendo mi vista en direccion al trasgo que continua vivo y nuevamente concentrandome en el.

- A ver pequeña bestia, sigue hablando, que aun no has salvado la vida! - le digo mientras vuelvo a acercarme de nuevo, pero procurando mantener una cierta distancia ya que no he desenvainado mi espada y voy rodeandolo lentamente en un circulo imaginario que describo a su alrededor.

Jacobus se empezaba a impacientar de escuchar a aquel nauseabundo ser y dijo a sus compañeros: 

Después de estar un rato en silencio mentras sus compañeros hablaban, Aram rompió el silencio:

-Tienes razón, semielfo -contestó al mago-. No podemos perder más tiempo con este bicho. Pero no vamos a seguir por el camino -dijo bien alto y claro para que lo entendiera el trasgo-, ¡vamos a ir a las minas a ayudar a los enanos a romper el asedio antes de que puedan llegar los orcos de Kaladrath!

Seguidamente cogió el trasgo por el pelo. "Aparta", le dijo a Lido. Levantó al trasgo y lo empujó en dirección a las montañas, dándole una patada en el trasero.

-Ale, has sido suficientemente útil. ¡Lárgate y desaparece de mi vista antes de que me lo piense mejor!

Luego mira de reojo a sus compañeros, levantando la palma de la mano hacia ellos en gesto de pedir que no hicieran nada, por si alguno de ellos tenía la intención de matar al trasgo antes de que huyese.

Monto al caballo que por designio de Larethian parece haberse soltado.

Dejarme a ese maldito monstruo, en mi haber poseo conjuros que podrán hacer que nos sea de utilidad pero e de alejarme.

Galopo hacia el trasgo.

Una vez a su lado susurro dando la espalda a mis compañeros, si quieres vivir mas de lo que tarde ese mago en conjurar tu muerte ven conmigo.

Y le ofrezco asqueado mi mano para que suba conmigo.

Cita:

"Pero que diablos le pasa a este enano", pienso en el instante que logro quitarme de en medio antes de que Aram llegue a empujarme. "Bastante ya con que deje vivo al trasgo, pero dejarlo ir! Avisara a todos sus malditos congeneres que estamos aqui!"

Por suerte, veo que Enialis no esta por la labor de dejar que el trasgo se vaya:- Excelente idea Enialis! - Pronuncio procurando no ver al enano:- No podemos dejar que ese trasgo delate nuestra presencia! - Acto seguido me siento a restañar la herida que me ha dejado el lider de los trasgos.

- No se tu mi querido Aram, pero lo que vayamos a hacer a continuacion debemos decidirlo todos y siempre manteniendo presente nuestra mision - suelto el comentario como sin querer mientras continuo viendo como hago para recuperarme de mis heridas.

-¡Ya lo sé, mediano cabezón!- le exclama en voz baja, para que no le oyese el trasgo- ¡Le he dicho una mentira para que se la cuente a los demás y piensen que vamos a las minas! ¡Claro que vamos a seguir con nuestra misión! ¿Es que no pensais con la cabeza de vez en cuando?

Luego grita a Enialis, que galopa hacia el trasgo.

-¡Maldita sea, elfo, déjalo ir!

Niego con la cabeza ante la idea del enano:- Y que te hace pensar que esas bestias se quedaran a esperarnos cerca de la mina? Lo mas probable es que al avisar a los suyos, estos vendran a buscarnos de una vez, y seguramente no seran solo unos pocos como ahora, sino decenas de ellos! - comento descontento ante las posibles consecuencias de la accion de Aram

Mientras el trasgo hablaba, Aram se acerca hasta él y de un empujón le indica que se vaya, echo que aprovecha el trasgo para salir corriendo sin prestar atención a lo que acababa de decirle.

Cuando ya se disponía a trepar la fría roca, Enialis apareció montado en uno de los caballos de carro y lo subió a su grupa.

Llevame junto a tu líder, bestia.

Dejo que el trasgo guié mi camino mientras sigo subiendo la montaña intentando ponerme fuera de el alcance de mis compañeros.

Tengo una propuesta que dudo pueda llegara a rechazar.

Mientras pongo mi esperanza en que Enialis se encargue del trasgo, me acerco a la carreta y busco la manera de ir curando mis heridas, "Ya sea que continuemos el viaje tranquilamente o que el trasgo se escape y avise a los suyos, necesito curarme para lo que este por venir", y empiezo a rebuscar entre mis cosas y lo que hay en la carreta.