Partida Rol por web

Al llegar a la plaza principal observas una enorme fuente en el centro de la misma, decorada con símbolos élficos.

Al acercarte ves a dos hombres con resplandecientes armaduras que parece que están esperando algo, o a alguien, y uno de ellos parece algo inquieto porque no para de moverse de un lado a otro.

Me acerco a ellos fingiendo interes por los simbolos elficos de la fuente y uso mi habilidad escuchar.

—Pues no estaría de más que te olvidaras de mencionarlo cuando pretendas relajarte. No ayuda mucho —comentó Careus con ironía. Desde hacía demasiado tiempo su vida entera giraba en torno a la guerra, y por eso agradecía cualquier respiro del que pudiera disfrutar para evadirse de la realidad.

Con la mano derecha cogió un poco de agua en la palma y se la echó por el cabello. Siempre resultaba relajante en un día de calor. Cerró los ojos y se centro en sentir en su cara el calor del sol.

—Creo que quien nos ha convocado pretende encomendarnos una misión —especuló—. Tal vez sea tan crucial que no puede arriesgarse a que ningún espía descubra nuestro cometido. Al fin y al cabo es para lo único que servimos los paladines, ¿no es así? Para aprovecharse de nuestro entusiasmo y mandarnos a robar los dientes de la boca del lobo —comentó con un tinte de fastidio. Sin embargo esbozó una pequeña sonrisa para a los pocos segundos musitar—: Me encanta mi vida.

Que bien que puedo pasar pero este guardia me hizo perder tiempo

Esta usted perdonado y se como debe ser su trabajo y saber de que puede meterse cualquiera y ahora con su permiso, ire a ver al senescal

Y voy hasta plaza principal de la ciudad para luego divisar el palacio del senescal

Este senescal tiene un palacio propio, debe ser muy rico y si es asi puede que a mi me haga rico. Sus ojos empiezan a brillar

   Lo sé pero es en lo unico que pienso últimamente, de todas formas las probabilidades que sea para una misión son casi nulas a mi entender, pues queda poca genta dispuesta a emprender misiones en las cuáles requieran de paladines, ya que el mal comienza a ocupar mucho más terreno que el bien, si entiendes a lo que me refiero.

   Nose si para eso servimos los paladines, por mi parte decidi pertenecer a la orden de Heironeous, uno de los pocos faros de luz que aún tine la pequeña esperanza de erradicar el mal de una vez por todas, aún fracasando me gustaría que sepan que Yargor formo parte dél.

   "Ojala me sintiera tan pleno como tú".

La plaza está completamente llena de gente comprando y vendiendo cosas, en el centro de ésta hay una enorme fuente plateada.

El palacio se encuentra justo enfrente, muy bien custodiado por unos guardias.

Cuando te acercas observas a dos paladines que están hablando tranquilamente junto a la fuente como esperando a alguien.

—Malditos demonios, y valga la redundancia. Que me aspen si te falta razón. Pero antes prefiero clavarme la espada en el corazón que perder la esperanza. He visto cosas horribles... —tragó saliva antes de proseguir—, y tú incluso más, pero también he conocido la euforia de la victoria y la felicidad de ver una familia volver a su hogar. Por pequeños que sean los logros que podemos conseguir nosotros solos, siguen teniendo valor. Yo me aferraré a eso hasta que una flecha trunque mi vida. O hasta que la impaciencia me mate, depende de lo que pase primero.

Con renovado nerviosismo, Careus volvió a escrutar su alrededor en busca de cualquier cosa fuera de lugar.

Miro a todas las personas y veo un par de paladines en la fuente, tambien se que tengo que ir al palacio, pero antes de ir, me acerco a los paladines haber si me pueden ayudar en la ciudad, me acerco a ellos

Buenas, buenas jovenes compañeros, podia preguntarle si me podian guiar un poco por esta ciudad, ya que es mi primera vez y no se mucho, solo se que tengo que llegar al palacio y luego voy a querrer conocer la ciudad, les pido a ustedes porque los destaco de la gente normal y me quedarian mirando.

   Entiendo tu sentir, mi sueño es hacer que ese pequeño logro sea el desencadenante de uno mayor o simplemente de uno capaz de detener el mal que ha causado tantos años de guerra.

   "He venido aquí con la esperanza de que ese vago sueño se haga realidad".

El mercader asiente y te acerca hasta la posada, que se encuentra en la plaza principal de la ciudad.

Bueno, ésta es la posada, suerte en tu cometido. Dice el mercader antes de marcharse.

Careus miró al enano con curiosidad. "Osea que recién llegado, ¿eh? ¿Será solo casualidad...?", pensó con intriga. Otro recién llegado que no sabía para qué venía. Con el pergamino señaló a Yargor y a sí mismo.

—En realidad nosotros también somos recién llegados a la ciudad. No hemos buscado el Palacio pero imagino que estará en el centro. Si no es mucha indiscreción, ¿qué te impulsa a ir hacia allí? —inquirió Careus.

Dime el momento en el que pueda realizar otra accion.

   Me levanto de mi asiento apenas el enano se acerca, lamentamos el no poder ayudarle hijo de las montañas. Como bien dice Careus acabamos de llegar y no hemos tenido el tiempo de recorrer la ciudad, de todas formas no creo que el pedir indicaciones a la gente local sea tan mala idea como usted piensa, de seguro estan más informados que nosotros.

   "Tendremos que seguir esperando".

- Gracias de nuevo, tal vez en un futuro nuestros caminos se crucen de nuevo… ¡Buen viaje!

No logras escuchar nada a causa del bullicio de la gente y que no te encuentras en una buena posición, pero ves como un enano se acerca a ellos uniéndose a la conversación que parece muy animada.

La posada, al igual que la calle está llena de gente de aquí para allá con jarras y jarras de cerveza, y ves como los camareros trabajan a destajo.

¡Muy bien, así me gusta! Sonríe Jeroaw antes de darse la vuelta y salir al exterior.

Jeroaw te guía a través de las calles hasta llegar a la plaza principal, luego se queda parado un momento mirando a un grupo de gente que está parada en una gran fuente que se encuentra en el medio de la plaza.

Vaya, parece que el resto del grupo ha llegado, ven, vamos a buscarles. Dice Jeroaw dirigiéndose hacia aquel grupo de guerreros.