Partida Rol por web

Aram se detuvo al ver que Enialis noqueaba al orco. Asintió con la cabeza y empezó a andar de vuelta hacia el carro, pero a los dos pasos volvió a pararse cuando oyó lo que decía el elfo y vio cómo empezaba a arrastrar el orco, a lo que contestó:

-Oye, estoy dispuesto a dejar vivir esa cucaracha... ¡¿pero por qué demonios quieres que nos lo llevemos?!

Quiero saber que a pasado aqui, tal vez tengan presos y demas, cualquier informacion que pueda ofrecernos nos vendra genial, dejarlo aqui solo conseguira que informe de nuestra direccion y nos sigan el rastro, no perdemos nada por llevarnoslo.
Ademas, quien sabe de que utilidad puede sernos una vida sin valor.

- Lo mejor será salir de aquí antes de que se den cuenta de que hemos acabado con una avanzadilla de orcos.  

El orco no tiene encima más que un puñado de monedas (4po) y algunos trapos rotos y malolientes.

En la carreta puedes ver todo tipo de material, sobretodo de metal, desde escudos, yelmos, corazas, hachas...

A pesar de ello, no parece que se pueda aprovechar gran cosa, pues su estado es lamentable debido a la batalla librada en la ciudad.

Pues el dinero para mi saca, lo agrego yo o tu?

Por un momento me frusto al ver que no hay que valga la pena en la carreta, sin embargo, sabia que eso era lo logico a esperar...

En eso observo como montan al orco en la carreta, a mi lado, y poco despues me quedo viendo como Jacobus se pone a atar a ese despreciable ser "Que perdida de tiempo!".

Me dirijo a la parte delantera de la carreta y comento: - Ok, que estamos esperando? Que aparezcan mas orcos? comencemos a movernos!  Quien se va a ocupar de nuestra carreta? - digo con algo de mal humor por el hecho de tener que cargar con un orco vivo.

—Yo iré a por nuestra carreta —se ofreció Careus—. Poneos en camino y yo os seguiré en seguida dando un pequeño rodeo por si acaso. Si tengo problemas seguid con la misión sin preocuparos por mí. En cuanto salgáis de aquí estaréis a salvo por el momento. Hasta ahora.

Y diciendo así se alejó al trote en dirección a la carreta. Pensaba abandonar la zona en una dirección diferente a la que debía seguir, de modo que si le encontraban los orcos no pudieran adivinar hacia dónde habían ido los otros. A veces había que hacer sacrificios por el bien de la misión, y era el deber de un paladín asumir ese riesgo.

Cuando Careus se disponía a ir hacia la carreta, Yargor le detuvo.

Espera, no deberías ir sólo en las condiciones en las que se encuentra la ciudad... y menos con un orco vivo detrás. Jacobus, ve con él. Dijo el paladín mirando al mago. Nos encontraremos en el camino que conduce a las montañas de Parath-dûm, al norte... sed cautos.

Cuando escucho a Caerus y Yargor hablando, hago una mueca de disgusto "Primero quieren conservar al orco vivo y ahora esto... no debi avisarles que habian orcos aqui", y decido intervenir.

- Dejense de tonterias ustedes dos, no hay necesidad de separarnos, podemos llevar las dos carretas juntas, lo importante es salir de aca rapidamente. Ademas, es mala idea que lo hagamos de forma separada, la primera carreta puede alertar a los orcos y la segunda carreta caeria en una emboscada... - En un momento de reflexion, decido dar un punto decisivo a mi intervencion, aunque no me gusta la idea "El hecho de que la carreta de los orcos solo tiene porqueria, no significa que no se pueda sacar un poco de dinero de provecho, no solo del contenido de la carreta sino tambien por la misma carreta, pero de nada me sirve si los compañeros que tengo van a complicar las cosas innecesariamente", pensando esto me decido - Por otro lado, para que queremos llevarnos la carreta de los orcos?  No hay nada de valor o de utilidad en ella, y llevar dos carretas hara nuestro salida de aqui mas lenta, lo mejor sera regresar a nuestra carreta y continuar rapidamente nuestro viaje. El hecho de que los orcos se encuentren en la plaza y al nor-oeste no significa que no puedan estarse movilizando al nor-este, asi que vamonos! - diciendo esto, salto de la carreta y procuro juntar a los paladines con Enialis y Jacobus y encaminarlos hacia nuestra carreta.

Un instante despues les digo - Voy a asegurar las cuerdas del orco, y tambien su boca, no es buena idea de que pueda gritar pidiendo ayuda - y retorno a la carreta de los orcos mientras mis compañeros inician su recorrido hacia nuestra carreta.

—Supongo que tienes razón. ¿Por qué no escondemos la carreta orca con los cadáveres?

Careus buscó con la mirada un lugar propicio donde ocultar las pruebas de su enfrentamiento. Si una patrulla encontraba los cuerpos, el valle entero se convertiría en un coto de caza privado para los orcos.

Mierda, demosnos prisa.
Corro hacia el cadaver mas cercano y lo arrastro hacia la carreta.

Tambien registro este.

-¡Maldita sea, si nos quedamos tanto tiempo por aquí sí que nos van a encontrar!

Aram levantó a otro de los cadáveres y lo llevó hacia el carro, con intención de acabar rápido con la tarea y poder salir de allí lo más pronto posible.

Jacobus ayuda a esconder otro cadáver orco dentro de la carreta y dice. 

Una vez hayaron el lugar apropiado donde ocultar los cuerpos sin vida de los orcos junto con el carro, el grupo se puso en marcha avanzando lentamente y con precaución para no encontrarse más sorpresas por el camino.

Conforme avanzaban rumbo al nor-este pudieron observar que la ciudad estaba realmente deshecha y el edor a muerte era realmente fuerte, lo cuál hizo que el grupo acelerara un poco el paso.

Tras unos veinte minutos de andar entre calles sorteando así cualquier posible enfrentamiento con algún enemigo, los aventureros lograron salir por fin de aquella ciudad sin ningún contratiempo más, visualizando a lo lejos las montañas de Parath-dûm, que se ergían imponentes en el horizonte.