Partida Rol por web

El kraken comienza a chillar de furia y os mira con ira. Parece que la ilusión de Hypno finalmente no ha conseguido su objetivo.

¡Ja, ja, ja! Buen intento. Lástima que seas tan débil y seas el primero en morir

La mano de Poseidón brilla de una manera especial y, esta vez, su torbellino sale con gran velocidad y fuerza, impactando a Hypno en el pecho, al que derriba.

El kraken, lleno de ira, golpea con sus tentáculos, pero no consigue golpearos

Maldita sea , esto no pinta bien . 

Dice el Dios de los sueños en voz alta mientras intenta desvanecerse en el mundo de la sombras haciendose invisible para eludir los futuros ataques . 

Hécate levantó las palmas y una energía fluctuante, enrarecida, surgio de ellas. Se expandió como tinta en el agua, haciendo volutas de tonos nacarados, hasta los bordes del palacio. Aquel fino e ilusorio hilo pareció envolver a las únicas dos estatuas presentes, aparentemente de sirenas. Meras decoraciones.

-Vive -dijo con tono calmado, ordenando.

Aprovechando la oportunidad que me brindaba la acción de Hécate, convoqué a las sombras para que me ayudaran a moverme con sigilo para poder situarme detrás de Poseidón. Una vez allí, con ayuda de las estatuas que acababan de despertar a la vida y de cualquiera de los dioses que me acompañaban, podría atacarle por la espalda.

Sabía que era muy difícil engañar al dios de los mares y océanos pero tenía que intentarlo.

Hypno empieza a desaparecer, confundiéndose con el mar que le rodea. Pero algo no funciona del todo bien. La película creada alrededor de vuestro cuerpo por el poder de Tritón se hace casi visible, y su silueta se puede llegar a ver en determinadas ocasiones.

Hécate conjura un poder antiguo, y las estatuas de la entrada del templo de Poseidón cobran vida, alzándose poderosas y orgullosas mientras se acercan a la que les dio la vida. 

En medio de toda esta confusión, las sombras envuelven a Perséfone y la permiten desplazarse a su antojo, hasta colocarse tras la espalda del dios del mar, que no la ha visto.

Poseidón convoca de nuevo su poder y apunta al lugar donde estaba Hypno. Al no verle, dispara de todas formas hacia allí, pero no consigue darle.

El kraken golpea de nuevo, pero no da a ninguno.

El Dios de los sueños pudo averiguar que la capa protectora que invocó Tritón , aunque aseguraba su vida como mortal dentro del agua , le hacía vulnerable , así que su aguda mente le hizo pensar ya que había posibilidades de que le descubriera , él mismo haría que Poseidón se equivocara confundiendolo con los dobles que había creado . 

-Luchen contra el Kraken -dijo con suavidad- Y les recordaré cuando vuelva a mi forma ascendida.

Probablemente Poseidon entrara en razón (O cuanto menos se rindiera o considerara hacerlo) cuando la bestia fuese vencida.

Esgrimi el latigo dispuesta a usarlo contra mi hermano mientras me movia hacia una posicion mas ventajosa.

"Quizas asi consiga que me haga caso"

Mientras las estatuas animadas por Hécate se enfrentaban al kraken y Poseidón parecía un tanto distraído, levanté mi guadaña contra él con toda la furia y la fuerza que fui capaz de acumular, amparada por las sombras que me protegían.

Las estatuas del palacio de Poseidón se comienzan a acercar al kraken. Rodean a la criatura y entre todas le golpean sin cesar. El kraken se defiende, repartiendo latigazos sobre sus nuevos enemigos.

Deméter hace un gesto con su látigo para, acto seguido, golpear con él a Poseidón. El látigo golpea en el pecho al dios, pero no parece hacerle ninguna herida.

Esta distracción le es más que suficiente a Perséfone para atacar. Se lanza contra el dios furiosa, clavándole su guadaña. Tras el grito de dolor de Poseidón, Perséfone termina su ataque con un buen corte a partir de la herida

¿Cómo te atreves? ¡Vas a pagar por esto! 

Un torbellino sale de la mano de Poseidón directo a las sombras donde la diosa se esconde. El ataque impacta, pero Perséfone no sufre ningún daño. Las sombras le han protegido del ataque, pero se han dispersado, dejándola desprotegida

El Kraken estaba distraido pero cuando Poseidon dirigio un ataque contra mi hija me enfade

-¡No toques a mi hija!- chille

Si el ataque no funcionaba como queria al menos podria llamar su atencion sobre mi.

"Si consiguiese enrollar el latigo en su cuello o algun brazo podria desequilibrarlo"

" Ahora que atacan todos y el kraken está distraido es momento de atacarle " . 

El Dios de los sueños trató de quedarse en un flanco de posidón y desenvainó su espada para atacarle . 

Hecate observaba como el resto de sus aliados buscaban atacar a Poseidon distraído o por la espalda. Pero ella por alguna razón simplemente no consideraba esa como su opción. Ellos tenían cuerpos mortales y Poseidon toda su divinidad a flor de piel, por lo cual era mas que correcta la actitud del resto. Simplemente, Hecate tenía demasiado orgullo como para eso. La energía chisporroteo en el agua, sin ser conducida por esta dado el control que la diosa ejercía sobre su magia.

-¡Aprende a temer la magia! -dijo severamente mientras liberaba un relámpago encadenado de energía divina encarandose al dios de los oceanos.

Las sombras cumplieron su misión y me protegieron del ataque de Poseidón aunque también corría el riesgo de quedar al descubierto en un próximo ataque. Pero el resto de dioses aprovechó la oportunidad para realizar sus ataques.

La furia de Poseidón iba en aumento, pero eso no me podía amilanar así que volví a coger mi guadaña con fuerza y me preparé para descargar un nuevo golpe.

Demeter vio cómo su hija corría peligro y, con un rápido movimiento, el cuello de Poseidón se vio apresado por su poderoso látigo. Hypno y Perséfone atacaron a la vez, pero el dios del mar se defendió con agilidad de ambos ataques. Pero no pudo hacer nada contra el poderoso relámpago de Hécate, que le provocó una gran herida en el brazo.

Maldita bruja dijo alzando la mano, esta vez hacia Hécate, lanzándola un torbellino, que Hécate desvió con la mano.

El Kraken volvió a atacaros a todos, pero no hirió a nadie

Murmuré por lo bajo al ver cómo Poseidón esquivaba mi guadaña y salía ileso de mi ataque. Convoqué de nuevo a las sombras y busqué refugio en ellas para recobrar las fuerzas ante mi próximo ataque.

Cada uno de nosotros seguía intentando acabar con el poderoso dios de los mares aunque con suerte bastante desigual.