Partida Rol por web

Cuervo, esto no me gusta, ¿tu sabes que significa?.- Dijo Hypnos nervioso, casi asustado, con la espada en la mano, estaba casi temblando.

Me quedo perplejo ante la situación, intento moverme, pero mi mente me juega una mala pasada, mi cuerpo está paralizado, no entendía que tal poder había en el interior de ese chico...

-¿Que significarán sus palabras?-

-"¿Quien eres niño sin rostro, que quieres de mí?"-, las nubes cubrían todo lo que le rodeaba, la oscuridad se cernía sobre mí, -"¡¡¡Habla maldito niñoooo contestaaaa!!!"-

-No lo se, pero estoy dispuesto escuchar su versión de la historia- el dios de la muerte se recuperó de su sobresalto anterior - Criatura, responde a mis preguntas o muere ante mi toque, estoy dispuesto a escucharte pero si tus comentarios no me convencen te haré visitar los reinos del Hades ahi Minos, Radamantos y Eáco se encarguen de tu penosa existencia.

La diosa escuchó y sintió todo tratando de mantener la compostura y racionalizando lo visto, ante la nueva aparición, con la mano derecha trazo un círculo en el aire y en el apareció una pequeña luz con la que ilumino el rostro vacío del chiquillo, ¿puedes hablar? preguntó con voz calma -pues pese a los designios de tragedia, al dolor que sufrió la Señora de los caminos ha sido y será de semblante feroz y emociones ocultas- ¿traes alguna noticia como tu antecesora?, cuéntame si el dolor que se avecina tiene alguna cura, ¿es posible evitar la catástrofe o todo esta completamente perdido?

La diosa sostuvo la luz en busca de alguna señal, algo que le dijera cual debía ser el próximo paso a dar, miró los ropajes del infante y escucho atenta lo que este tuviera que decirle

El niño, agazapado en el suelo, se arrastra unos centímetros hacia atrás, alejándose de vosotros. Todavía podéis sentir el terror de su grito

¿Vosotros también nos vais a abandonar? retumban en vuestros oídos miles de voces de seres humanos.

Antes de poder responder, un rayo atraviesa el cielo e impacta directamente sobre el niño. No cae ni es mutilado, pero rápidamente un fuego comienza a consumirle.

Tras él, aparece la figura de cientos de humanos en un mar de llamas, consumidos por el dolor

¡Ayúdanos!

El niño da un paso hacia atrás, alejándose de tí

¿Tú también nos vas a abandonar? retumban en tus oídos miles de voces de seres humanos.

Antes de poder responder, un rayo atraviesa el cielo e impacta directamente sobre el niño. No cae ni es mutilado, pero rápidamente un fuego comienza a consumirle.

Tras él, aparece la figura de cientos de humanos en un mar de llamas, consumidos por el dolor

¡Ayúdanos!

El niño ladea la cabeza y empieza a balancearse nervioso.

Las nubes empiezan a brillar por los relámpagos de la tormenta. El niño da un paso atrás

Es posible de evitar, pero nosotros sólo podremos sufrir ¿Nos vas a abandonar? retumban en tus oídos miles de voces de seres humanos.

Antes de poder responder, un rayo atraviesa el cielo e impacta directamente sobre el niño. No cae ni es mutilado, pero rápidamente un fuego comienza a consumirle.

Tras él, aparece la figura de cientos de humanos en un mar de llamas, consumidos por el dolor

¡Ayúdanos!

Por un momento dudo sobre que debería hacer al final hasta la muerte puede darse el lujo de ser piadosa y con sus alas trato de mitigar las llamas, no podía tocarles el más leve rocé de su mano y les mataría si tanto deseaban vivir lo que haría era darles ese lujo, de todas formas su hora no había llegado.

Mirando el cielo nervioso pero ya dejando de temblar Hypnos pronuncio palabras.

¿Que haces cuervo?, no creo que sea buena idea impedir lo hecho por Zeus, se que eres tu quien decide cuando a alguien le ha llegado la hora, pero creo que ya les ha llegado la hora.

Hypnos estaba convencido de que el rayo era de Zeus, puesto que era el unico que podia hacer algo asi.

-¿Pero es que acaso piensas dejarles padecer sin si quiera hacer algo?- los ojos del dios se clavaron en los de su hermano - Yo soy el dios de la muerte y decido a quien llevarme y a quien no, y estos no están en mi lista- las plumas del dios se movieron con tanta fuerza al igual que sus alas quería mitigar el fuego, tal vez era piedad lo que sentía aunque esta vez era un sentimiento diferente, se trataba del miedo, ese miedo que aquellas almas mortales le había infundido no quería verlo y tal vez por eso les ayudaba, tal vez de esa forma serenaba su propia existencia.

Nisiquiera se lo que son, ¿porque deberia ayudarles?.- Dijo Hypnos suspirando con un gesto de indiferencia hacia esos seres que ardian.

-Por Hades, ¿Que son estas pesadillas cuando aun estoy despierto?-, piensa el dios, luego mira al cielo y grita: -"¡¡¡Zeus, ¿que tipo de broma es estaaaaaa?!!!"-, retrocede unos pasos mientras saca su hacha con una mano y extiende la libre apuntando a los Humanos:

-"¡Apartaos de mi!, ¡¿que queréis, porque molestáis a un dios?!"-

-¿Y porque no hacerle?, después de todos los dioses no existimos sin ellos- dijo el dios de la muerte, a sabiendas que su esfuerzo era efímero y poco productivo -Si todos mueren entonces ¿que papel funjo yo?, sin vida no hay muerte y viceversa.

Hypnos medito unos instantes.

Tienes razón, pero, ¿como sabes que eso son los humanos de los que dependemos?.- Dijo Hypnos inquisitivo.

-¿ Y cómo saber que no lo son?, prefiero arriesgarme a creer en ayudarlos ahora y no lamentarme después- dijo severo, en algunas ocasiones necesitaba volverse rudo ante la pereza de su hermano, - En todo caso olvida ya tus meditaciones ayúdame o apártate- dijo un poco más concentrado en la labor de salvar esas pobres almas.

Como quieras, esfuerzate en vano hermano.- Dijo Hypnos bostezando, mientras se apartaba para tumbarse en el suelo.

De los seres de la creación Hécate tenia en alta estima a los humanos, aunque no le causaran la suficiente confianza como para abrir las puertas del cielo a todos ellos.

La humanidad goza desde su aparición de una ambigüedad atractiva para la diosa, la inmensa capacidad de sentir ya sea odio, ya sea amor, el ingenio con el que sortea su destino y la tenacidad humana la complacen, incluso en estos días en los que su templo ha caído un poco en el olvido, pues como las estaciones el pensamiento del hombre cambia y a veces la diosa de las encrucijadas es llamada madre y a veces es llamada bruja.

¿puede una loba dejar que sus cachorros perezcan? ¿podría el sol dejar de alumbrar la creación?, los ayudare pero debo saber quien impide que el camino siga. 

La cuenca vacía de los ojos del niño parecen mirarte.

El fuego robaron y nos ofrecieron.

Ahora, todos moriremos.

Todas las llamas se funden en una sola. Los humanos desaparecen entre ellas, pero sus gritos de dolor siguen resonando en tus oídos.

Pero, de pronto, el fuego desaparece. Ya no hay nada, ni una huella de las llamas.

Con un poderoso trueno, la oscuridad se hace total a vuestro alrededor. No ves nada, sólo a ti misma

Y, en el lugar donde estaba el niño, aparece alguien. Le reconoces perfectamente. Es la diosa Atenea.

La cuenca vacía de los ojos del niño parecen mirarte.

El fuego robaron y nos ofrecieron.

Ahora, todos moriremos.

Todas las llamas se funden en una sola. Los humanos desaparecen entre ellas, pero sus gritos de dolor siguen resonando en tus oídos.

Pero, de pronto, el fuego desaparece. Ya no hay nada, ni una huella de las llamas.

Con un poderoso trueno, la oscuridad se hace total a vuestro alrededor. No ves nada, sólo a ti misma

Y, en el lugar donde estaba el niño, aparece alguien. Le reconoces perfectamente. Es la diosa Atenea.

La cuenca vacía de los ojos del niño parecen miraros.

El fuego robaron y nos ofrecieron.

Ahora, todos moriremos.

Todas las llamas se funden en una sola. Los humanos desaparecen entre ellas, pero sus gritos de dolor siguen resonando en vuestros oídos

Pero, de pronto, el fuego desaparece. Ya no hay nada, ni una huella de las llamas.

Con un poderoso trueno, la oscuridad se hace total a vuestro alrededor. No veis nada, salvo a vosotros mismos

Y, en el lugar donde estaba el niño, aparece alguien. Le reconocéis perfectamente. Es la diosa Atenea.