Partida Rol por web

Reconfiguré los sistemas de movimiento y aquello era pan comido. La inusual fuerza hacía el trabajo, y en ningún momento esta abandonaba mi cuerpo como normalmente pasaba con la gente normal. No sabía que le había pasado, pero sin duda su estado era mejor.

Caja tras caja cargaba en silencio, cumpliendo los deseos del gnomo.

Sonrío de la incredulidad del tendero, pues es lógico pensar que un anciano como yo pudiese con un espadón de esas dimensiones, pero le respondo amablemente sin borrar la sonrisa de mi rostro:

 - "No se preocupe por mí, joven. Quiero un Espadón de tamaño grande con un encantamiento simple. No más que eso, pues un encantamiento mayor me sería demasiado costoso y soy solo un viajero. Aquí está el dinero, volveré mañana por él. Que tenga un buen día."

Le sonrío tranquilamente y le dejo el dinero en el mesón, para que pueda contarlo y quedar conforme para cerrar el trato. Tengo que buscar al elegido y este me parece un buen sitio para ello, por lo que me tomaré mi tiempo en la ciudad.

Tras un largo día de infructuosa busqueda, de vuelta a la posada te encuentras con que el cielo rompe a llover como si de una tormenta se tratara, ya hace media hora que se hizo de noche y tu eres el único que queda en la calle, aunque en un principio corrias con todo para no mojarte ya es inutil, estas cansado y empapado hasta lo mas profundo, te apoyas sobre un semi muro de un puente que esta a dos calles de la posada, mientras que estas tumbado en el fango sin fuerzas un rayo cae cerca iluminando la zona de forma instantanea,

avanzas de una manera poco digna sobre el puente, ya que tus ojos al caer un rayo cerca te ha cegado por completo y ensordecido, ahora te mueves por el suelo gateando como una vil sanguijuela, tocas algo duro, y hueles como a metal oxidado, tambien notas una mezcla de agua con algo mas entre tus manos, sigues palpando y encuentras lo que pareces ser un cuerpo humanoide, a medida que el tiempo pasa vas vislumbrando la escena, hay una mujer tendida en el suelo, muerta con una piedra similar a las que te hicieron el reconocimiento entre sus manos, se trata de una mujer de tu edad, te suena de haberla visto y cruzado un par de palabras con ella cuando has estado de visita en la ciudad, de hecho recuerdas que era una artifice mediocre que te daba pociones a cambio de le hicieras pequeños recados cuando eras aun formabas parte del ejercito, no dudas en pensar que "era una mujer bondadosa" pues siempre te trato como el heroe que eras, no dudas en que puede hallas encontrado a una de las pocas personas que empatizarón con la causa de tu maestro.

El día no había sido nada de bueno para mí, pues después de salir de la tienda del armero comencé a buscar a pie por la zona a ver si escuchaba algún rumor o algo que pudiese guiarme. Craso error mío el no ir tranquilamente en mi carreta, sino que querer recorrer un poco a pie pues una tormenta me encontró en el camino y la lluvia hizo sus estragos sobre mi persona. Finalmente y después de resignarme a llegar empapado a la posada, donde me espera el calor de un fuego, un plato caliente y algo de vino para la felicidad de un anciano como yo, tuve que tomarme unos momentos para descansar. La edad no pasa en vano y me apoyo en un pequeño muro para recuperar el aliento cuando me resbalo y caigo al lodo. Me quedo un momento recostado pensando en cómo podría empeorar mi situación, cuando un rayo cae cerca mío, cegándome y ensordeciéndome completamente.

Comienzo a arrastrarme en busca de alguna zona en la que protegerme de un segundo rayo que pudiese caer, pues recuerdo estar cerca de un puente, cuando entre mis manos siento algo extraño y un olor también conocido. El olor es el metal que hay en la sangre y lo que toco no es otra cosa que un cuerpo. De a poco recupero la vista y la audición, para ver a una mujer que reconozco de visitas anteriores a la ciudad. Era una buena mujer, una artífice humilde que más de alguna vez me ayudó. Tenía mi edad y ahora está muerta.

Comienzo a registrarla: Tomo la piedra que porta y la examino bien. Miro el cadáver, para ver cual fue la muerte que tuvo y, finalmente, registro sus cosas para ver si hay algo de utilidad o que pueda darme alguna pista de lo que ha sucedido aquí. Hace horas que no hay nadie en la calle, pero sea lo que sea que pasó, no fue hace mucho.

tras registrar de forma contundente el cuerpo y poco moral, encuentras una poción de curar heridas leves, una piedra, 10 pp, 2 po y varias hojas de pergamino vacias.

de pronto escuchas el sonido de la lluvia un repetiqueo metalico, cuando te giras hacia el sonido del ruido, ves a un forjado con forma femenina que te mira con cara de pocos amigos y una espada manchada de sangre, ves como de un salto se pone a pocos metros de ti, con el arma desenvainada

Al ver a la figura, totalmente amenazante y que claramente ha acabado con la mujer en el suelo, Narfok ordena sus pensamientos mientras se levanta. A medida que se pone de pie estira una mano para hacerle a la Forjado un signo de que se detenga, mientras le habla:

 - "¡No me ataques, no soy una amenaza! ¿Por que haces esto?"

Le pregunta mientras se mantengo completamente atento a sus movimientos y concentra parte de su poder para defenderse en caso de tener que hacerlo. Su mano derecha se tensa en puño y muestra unas venas de esfuerzo comunes en alguien de su edad.

el/la constructo avanza sobre ti mientras saca de su espalda una hacha imponente, al ver que no retrocede le lanzas tu hechizo que impacta en el constructo, este al sentir el impacto ves como las cuencas de sus ojos cambian de color del amarillo al rojo y carga contra ti enarbolando su arma que acto seguido desciende en un arco vertical, ya sea por el daño del hechizo u otra cosa el ataque falla.

La Forjado se lanza al ataque contra el anciano, por lo que este responde como estaba preparado para hacerlo. Un pequeño orbe de energía eléctrica se materializa en su mano derecha y es lanzado en contra de la atacante, a quien le impacta causándole daño por el voltaje contenido en el conjuro.

A pesar de eso, la enemigo no se detiene y lanza un ataque con un hacha de grandes proporciones que el hombre apenas logra evitar. Da un paso hacía atrás para escapar del alcance del arma y conjura parte de su poder interior para disparar una pequeña esfera de fuerza mágica desde su dedo índice, que impacta irremediablemente en su enemiga.

- "¡Detente o tendré que acabar contigo!"

La situación aun no tiene lógica para él e intenta ordenar sus pensamientos y recurrir a sus conocimientos para entender lo que ocurre y descifrar el misterio que podría acabar con su vida.

tras el segundo disparo, el forjado femenino(no te confundas, no es un travesti) cae sobre su espalda de el sale el "mensajero definitivo" un aparato que funciona como una caja negra, caes de rodillas al suelo, entre risas, tu avanzada edad no te permite luchar pero has consequido tumbar a un poderoso constructo solo con tu magia, mas aun, no estas herido, el estruendo de la corta batalla a hecho que las gentes del lugar llamen a la guardia con su sistema de seguridad, antes de que te des cuenta, eres rodeado por ambas partes del puente, tanto forjados como magicos de guerra  te urgen a que te pongas de rodillas y te coloques con la frente tocando el suelo mientras proceden al arresto.

El disparo del anciano hechicero impacta a la Forjado, acabándolo de una vez por todas. Cae de rodillas, cansado y por fin respirando la calma de saberse fuera de peligro inmediato. Estuvo a punto de ser asesinado como esa pobre mujer, pero se salvó, en parte por una gran habilidad para la magia y en parte por la suerte. Su destino no era morir en ese lodazal, por lo que respira la felicidad de saber que quizás su destino es más grande, ojalá tanto como él espera.

Pronto llega la guardia de la ciudad y le instan a someterse. El anciano obedece silencioso y se coloca en la posición indicada mientras habla:

 - "La Forjado me atacó sin motivo, solo me defendí. Ahí está su Mensajero Definitivo, para que comprueben mi historia. Parece que había asesinado a esta pobre mujer antes de que yo llegase."

A pesar de sus palabras, que insisten en su inocencia, coopera completamente con el proceso pues es un tipo al que le gusta el orden y las cosas correctas. Le gustan los procesos secuenciales y el completo control del caos. Confía en el sistema y sabe que la verdad saldrá a la luz en su defensa.

varios de los guardias magicos te lanzan varios hechizos, los cuales te imposibilitan el movimiento y decir nada, por lo demás no dicen nada, en la misma posición en la que estas un forjado te coge y te lleva a hombros, en esa postura, ciertamente entiendes por que en esa ciudad el indice de criminalidad es del 0,1% lo que no sabes son las leyes por las que tendrás que pasar una vez te metan a juicio, ya que aunque por los cristales sepas que hay gente con el paso vedado, todavía no has oido de nadie que lo tenga....algo que en estos momentos te preocupa.

no puedes evitar sentirte importante cuando 5 magicos de guerra y 3 imponentes forjados con escudos grabados en los hombros te hacen de escolta hasta la guarnición, una vez en las puertas de estas te ponen un saco en la cabeza que te impide ver hacia donde te llevan, pero la humedad en tus huesos, te dice que estas a bastantes metros del subsuelo.

finalmente te dejan en el suelo, y para tu sorpresa delicadamente, como si te fueras a romper, por el tacto puedes deducir que estas en un suelo de tierra con paja, tras unas horas de espera el efecto de los hechizos se desvanecen.

tras quitarte el capuchón sin ninguna sorpresa descubres que estas en una celda bajo el suelo, con un cubo para que hagas tus necesidades y una bandeja con comida, cuando te sientas en el catre puedes ver que también han tenido la delicadeza de dejarte unas prendas de lana basta para cambiarte.

Narfok mira el paisaje que se cierne a su alrededor: Una sucia mazmorra es lo que le rodea, encerrándolo en las sombras y la humedad. Por suerte el lugar no parece tan malo y ha estado en lugares peores en su juventud. Ve le cubo cuya función es depositar sus excreciones y la bandeja de comida. Se acerca a ella y comienza a comer lentamente mientras piensa en lo sucedido:

"¿Por que me han traído aquí? No lo sé, imagino que es parte del proceso de investigación. En ese caso es solo cosa de esperar pues no tengo más culpa que la de defender mi vida de un ataque cobarde. Bueno, por lo menos hasta para tratar a sus prisioneros es bueno Spellfall."

Sigue comiendo mientras examina la zona: Busca si hay algo más en su celda, intenta mirar fuera de ella y revisa sus bolsillos para asegurarse de que nada de sus pertenencias haya sido arrebatada. No confía mucho en las personas y los años lo han vuelto alguien muy frío e implacable de quien su comportamiento nada dice acerca de la verdad de su espíritu.

pasan las horas y tu edad de arrebata la vigilia sin que de des cuenta, caes por el sueño y al día siguiente te despierta un Enano que va escoltado por 1 hombre y 2 forjado

el enano te mira de arriba a abajo y te examina, el hombre hace un hechizo y un disco flotante aparece, en el que este se sienta con las piernas cruzadas, los forjados toman posición para custodiar la puerta.

-ayer por la noche, se te encontró  en la zona de un homicidio, en el que la boticaria zhela murió, encontramos a un forjado que no era de nuestra ciudad, y a usted, hemos investigado los echos y no hemos encontrado nada, curiosamente todos los miembros de esta ciudad llevan un cristal que esta protegido con un hechizo vital de origen simbiotico, es decir el cristal se alimenta de nuestra fuerza vital y cuando no puede da una señal de poder arcano muy potente que sale en cristales de la guardia de la ciudad.

mi pregunta es....¿porque el aviso llego por un testigo y no por el mismo cristal? pues este es un secreto de estado y solo la guardia de la ciudad lo sabemos.

El frío y la humedad hacen estragos en la salud del hombre y este siente un malestar que le lleva al sueño. Ya no tiene la salud de antes, cuando era joven y podía vivir sin preocuparse por las enfermedades. Ahora es viejo y debe cuidarse mucho más si no quiere enfermar y morir.

Mi celda se abre en un momento y aparecen dos forjados, un enano y un hombre. Este comienza a interrogar al anciano, el que, se acomoda como puede para sentarse sobre la paja y le contesta:

 - "Así que la boticaria se llamaba Zhela. Era una buena mujer con la que había comerciado hace años. Bueno, mi respuesta, buen hombre aun no identificado, es que no lo sé. Yo estaba en la zona cuando encontré el cadáver, le registré y noté quien era y que había sido asesinada. Fue entonces cuando apareció el atacante, con una espada aun ensangrentada y me atacó. Intenté hablarle, pero no me respondió, solo me atacó. Me defendí y le maté. Esa es toda la historia."

El prisionero mira al hombre y al enano. El primero parece ser un sirviente, el último alguna clase de funcionario de la ciudad. Los forjados simples escoltas y guardianes. El anciano recuerda que tomótodas las cosas de la mujer, incluyendo la piedra, pero que no se le había ocurrido la idea de revisar el cristal para ver si logra averiguar algo interesante. 

el joven miro al enano y este asintió satisfecho después se levanta y ves que en su mano tiene el cristal que le robaste a la anciana, este se lo da al joven que hace un hechizo y asiente ininterrumpidamente

-Señor, el prisionero dice la verdad ¿que haremos ahora? no tenemos jurisdicción sobre la ciudad vecina...-

-tranquilízate Quinn, todavía tengo un as en la manga-el enano se gira hacia ti-¿tienes idea del agravio que has cometido al estropear una escena de un crimen y posteriormente pillaje ¿muchacho? en condiciones normales jamás verías la luz del sol pero dado que te queda poco tiempo y necesitamos ayuda, necesitamos que "alguien valla a una ciudad vecina y acabe con cierta organización que se dedica a robarnos y a cometer actos terroristas mientras lo hacen, aunque no roban cosas muy valiosas los rumores de que nuestros visitantes mueren, están haciendo mella en nuestra economía, en resumidas cuentas necesito que tu junto con un prototipo de semi-constructo entréis en la ciudad y eliminéis a todos, sin dejar uno vivo, es una misión dificil si...pero tu alternativa es morir aquí "tu decides".

El anciano levanta una ceja ante las palabras del enano y luego le sigue una sonrisa con un pequeño tono de cómplice. Finalmente se pone de pie con dificultad mientras los dientes le castañean de frío y gotas de sudor se muestran en una frente claramente febril. Le responde con voz sumamente amable:

 - "Buen caballero, gran mella en su economía hará cuando los visitantes se enteren de que un proceso penal se prima la reconstitución de escena ante la seguridad de las víctimas, donde un pobre anciano después de sobrevivir a duras penas a su atacante termina siendo juzgado por pillaje cuando solo buscaba algo con lo que identificar a la víctima. Entiendo su detalle y su falta de diplomacia. Para suerte de ambos, tuve mis días hace ya años y esta escena me es común. ¿Quieres que haga un trabajo y necesitas "motivarme"? No necesitas amenazarme pues como bien dijiste, me queda poco y poco tengo que perder mientras que mucho tengo que ganar trabajando para ti. De seguro que podemos obtener una relación mutuamente beneficiosa para ambos. Quiero salir de aquí y quiero una recompensa por mi misión con un buen valor en oro. Si no tiene usted inconveniente en ello, seré su agente y este pobre anciano capaz de acabar solo con un forjado enemigo hará lo que usted indique. Fui muchos años mercenario y sé hacer bien un trabajo."

Al terminar de hablar, mira con la misma sonrisa cómplice al enano y comienza a estirar sus brazos y su cuello, los que suenan como maderos secos al quebrarse. Un día encerrado es mucho más de lo que su cuerpo puede aguantar con comodidad y necesitará hacerse alguna friega para poder recuperar su movilidad normal, la que ya está suficientemente reducida a través de los años.