Partida Rol por web

- Crío?- pregunto levantando una ceja y con cara de confusión.- Señor... ya tengo mis 18 años, no soy ningún niño.- miro de repente a Yashiro y vuelvo a girar el cuello hacia Tomohisha.- Está mal preguntar la edad de las mujeres, verdad? O al menos eso me tienen dicho.- le pregunto, al no saber diferenciar muy bien la edad de la gente por su apariencia. Tan pocos años viviendo entre los humanos me hace un poco torpe en este aspecto.- Y este es wolfi. No es ningún perro. Es un lobo!! Y es mi amigo!!- espeto ante el comentario de este, diciendo que está amaestrado. "quién se cree que es? Wolfi no es ninguna mascota, aunque... creo que si lo dije, no estoy seguro"- No se preocupe por él, se comporta mejor que la mayoría de la gente que conozco, aunque la verdad... no conozco mucha gente!! jejejejejejeje.- sonrío mientras me llevo la mano a la derecha, rascándome la parte trasera de esta.- Lo dicho. Tiene habitaciones libres? Me gustaría dejar algunas cosas para ver la fiesta. He escuchado que va a haber fuegos artificiales!! Nunca he visto fuegos artificiales!!!- finalizo, emocionado

-No sabia que habia que tener una altura determinada para pedir alojamiento una posada, aunque no puedo negar que no es la primera vez que me sucede...-suspiro... odio ser baja... aunque medir 1'60 tampoco es poco, de todas formas...-En fin, el dinero suele abrir mas "puertas" que una larga historia, asi que...-saco un pequeño monedero donde tintineaban varias monedas. Por el sonido y el volumen, habia una modesta pero elevada cantidad-¿Con esto llegara para mi habitacion, la del chico y su "compañero"?-deposito un par de monedas de oro sobre la mesa. Me parece apropiado que un jefe pague la estancia a sus empleados, pero no voy a convertirme en pobre pagando tambien la habitacion del samurai

El posadero abría la boca para decir algo, pero le quedan los ojos abiertos como platos al ver las monedas de oro entregadas por la pequeña. -..Eh... um... esto...- Le tiemblan las manos. -E...es peligroso ir por ahí con tanto dinero, chiquilla...

-...Tengo... tengo sí varias libres, al parecer los comerciantes montan sus propias tiendas y duermen ahí. Se las dejo a una moneda de plata por los tres... les parece?- Mira de reojo las monedas de oro de Yashiro y aparta la vista. -Ya guarda eso, que este es un pueblo tranquilo pero nunca se sabe.
Les arroja las llaves. -Son las tres del primer piso, tienen desayuno en la mañana por cinco cobres cada uno, no ofrecemos cena hoy por motivos de la fiesta, si quieren pueden comer en la plaza que comida no les va a faltar.

La pequeña joyera sorprende a propios y extraños cuando ofrece una cantidad desorbitada de dinero por las habitaciones. La reacción del posadero no se hace esperar aunque finalmente parece que tenemos suerte y dispone de sitio. Miro al hombre con un poco de dureza, que me arrojen la llave sigue siendo algo que veo muy irrespetuoso, pero una vez más lo dejo correr. Tras tomar la llave saco una moneda de plata y le pago mi habitación. A continuación me dirijo a Yashiro.

- Gracias señorita Yashiro*, pero no puedo aceptar su generosidad prefiero pagar por mi estancia. Le dedico una levísima sonrisa de cortesía.

Dirigiendome ya a ambos. - Supongo que nos veremos en breve, hasta ahora.

Tras eso me dirijo a mi habitación, sencilla como cabía esperar pero protege del viento y tiene un camastro, más que suficiente. Deposito mi arma con sumo cuidado mientras deshago el sencillo equipaje, estirando la ropa para que se airee. Salgo de mi habitación en busca de un pozo cercano en el que coger un cubo de agua que traer al cuarto. Con ayuda de una palangana me desvisto y me aseo lo mejor posible, disfruto del agua corriendo por mi espalda desnuda, limpiando parte de la fatiga del viaje. Cuando estoy listo vuelvo a vestirme poniendo cuidado ahora sí en colocar bien la ropa, obi y por supuesto el arma.

Salgo de la habitación para dar un paseo por el pueblo. Es hora de estirar las piernas entumecidas después de días con el traqueteo de la caravana y por supuesto disfrutar del festival del comienzo de la primavera.

-Hm..?- El posadero alza una ceja recibiendo la moneda. -Hombre, usted no ha comprendido bien, se nota que no es de por aquí.- Señala la moneda con la otra mano mientras la sostiene, y luego muestra tres dedos de esa misma mano. -Tres habitaciones, una moneda de plata.- Habla pausado y claro. -Qué idioma habla usted? Conozco algunos dialectos de la zona, pero por sus vestimentas me parece que no viene de cerca, no?

-Son las tr...- Empezaba a explicar de vuelta a Tomohisa cuando de pronto se oye un grito desde fuera. -Caramba!- Suelta la moneda en el mostrador y sale, al igual que los demás presentes que se amontonan en la puerta.
Se oyen más griteríos y también comienzan a sentir olor a humo. Cuando se asoman ven que una de las casas de ahí cerca se está incendiando, varias mujeres y hombres corriendo en todas direcciones buscando con qué ayudar, y otros simplemente huyendo del fuego.

Se trata de una casa humilde con planta baja y un pequeño piso arriba. El fuego solo está presente allí, pero no tardará mucho en llegar abajo.

Entre los gritos provenientes en todas direcciones oyen unos ahogados que parecen ser de dentro de la casa, pero no están del todo seguros.

Ni siquiera una hora desde que habíamos llegado al pueblo y parece que ya hay problemas. Una de las casas de las cercanías se encuentra en llamas y parece que alguien en peligro se encuentra en el interior. Gritos ahogados en el interior de la vivienda llegan a mis oídos, pero no solo eso... Salgo corriendo hasta la fuente del pueblo y directamente me tiro en ella para mojar todo mi cuerpo y que así el fuego me llegue a afectar lo mínimo posible. No voy a dejar que la persona en su interior termine incinerada... De eso nada.

Cojo un trapo y comienzo a ponérmelo en el rostro para prepararme también ante la posible inhalación de humo cuando entre en la casa y preparo una carrera para llegar lo antes posible, pero mis afinados instintos me indican un posible peligro. 7 personas en el interior... ¿7 personas en una casa tan pequeña?¿Y todas en el piso de arriba? Me he pasado bastante tiempo combatiendo contra diferentes bandidos y esta parece una estrategia bastante habitual en estos. Seguro que alguien se encuentra en peligro y un forcejeo con esa persona es la que causó el incendio, desenvaino mis dos cuchillos kukri observando a mis dos compañeros, sobre todo al samurai que parece estar bastante instruido en el combate

- Hay 7 personas en el piso de arriba. Seguro que esto no es una simple casualidad.- espeto mientras salgo corriendo y mando a wolfi para que vigile las ventanas y, si alguien sospechoso sale de ellas, se esconda para seguir su rastro. Si es lo que estoy pensando no pienso permitir que escapen y se salgan con la suya.- TODOS. BUSCAD AGUA PARA APAGAR EL FUEGO!! QUE NO SE EXTIENDA HACIA EL RESTO DE LAS CASAS- Grito a todos los pueblerinos mientras entro en la casa e ir directamente hacia las escaleras que vayan al piso superior para, acto seguido, subir de forma sigilosa y comprobar realmente la situación

Había estado ayudando a descargar a la caravana que me había trasportado hasta allí, no había pagado nada por el trayecto y me parecía necesario ayudarlos como agradecimiento por las posibles molestias causadas. Había descargado ya bastantes cajas sin siquiera empezar a cansarme cuando cierto escándalo empezó a agitar el pueblo, al girarme, no muy lejos de mi había un incendio. Acababa de dejar lo que parecía la última caja del trasporte, así que eche a correr hacia las cercanías de la casa en cuestión.

Me encontraba distraída por el reflejo de las llamas, lo cual era algo que siempre que veía me llamaba la atención, cuando un chico grito  algo sobre personas dentro y llevar agua para apagar la casa. Antes de que pudiera hacer nada paso cerca mía salpicándome con lo que parecía agua de la fuente y entro en la casa. Me quede un momento dudando. Si era cierto que había gente dentro había que ayudar. Viendo como la gente ya había empezado a coger cubos de la fuente para intentar apagar el fuego cogí uno de los cubos trasportados a uno de los aldeanos.- Con permiso.- Avance con paso rápido y seguro hacia la casa entrando en ella. Me quite la capa lo mas rápido que pude y me rocié con el agua del cubo, después de introducir la capa dentro del recipiente lo lance hacia afuera, ya la buscaría después. Tenia demasiado aprecio a esa capa como para dejar que se quemara. Notando como el humo empezaba a pegarse a mi piel corrí buscando las escaleras.

_{-No.. me referia al lobo...}-le iba a decir al samurai, pero no me dio tiempo, el jaleo, sumado a la casa en llamas, atraen mi atencion como nada. Acto seguido, mi compañero desenvaina sus armas y entra apresurado, diciendo la absurda situacion que se encontraba dentro

Aprovechando que dejo las espadas antes de entrar, agarro con dificultad una de ellas y, torpemente, a causa de su peso, le sigo

-Si hay tanta gente dentro, es probable que se trate de un ataque, no parece el sitio adecuado para una reunion familiar...-le digo mientras, dudando un poco, me pongo una mascara que cubre mi cara. Si imito sus movimientos y me empapo la ropa, luego tendria que matar a mucha gente que mire donde no debe...-te cubro las espaldas-sonrio timidamente debajo de la mascara, no pienso dejar que mi rastreador perezca el mismo dia que lo contrato, seria la peor inversion que he hecho desde aquel falso diamante por 20 oros que resulto ser un simple cristal de apenas 1 plata

Las campañas de alarma aún repican en el exterior junto al estrepitoso sonido de la muchedumbre que está tratando de impedir a toda costa que el desastre se extienda a otras zonas de la aldea. El calor es sofocante, y el fuego ha hecho que se desprenda el extremo de una de las enormes vigas de roble del piso superior, que ahora está cayendo de lado sobre el salón como una antorcha de enormes proporciones.
Abriéndose paso entre las llamas consiguen a duras penas alcanzar el otro lado de la sala principal. El calor es asfixiante y el humo apenas les deja respirar, y se vuelve cada vez peor a cada segundo que pasa.

Nada más entrar descubren una lámpara de aciete rota en el suelo, que fue probablemente o que ocasionó el incendio, y hay restos de forcejeo, muebles que han sido rotos y no a causa del fuego.

Los gritos se siguen oyendo desde el piso de arriba, la escalera parece estable, pero poco a poco empieza a prenderse y arder sus primeros escalones.

Mi mascara tiene un pequeño filtro dentro, asi que apenas noto el humo del fuego... aunque eso no significa que el calor y las llamas no me afecten. Miro con relativa facilidad el escenario y llego a la conclusion de que arriba hay alguien que, tras ser atacado, huyo y quedo encerrado, con el fuego como bloqueo. Tambien deduzco que los atacantes estaran arriba, lo que significa que, o bien nos encontramos con resistencia, o se pueden hacer pasar como las victimas, lo que podria llegar a ser un gran problema a largo plazo... y a corto, pues, tras tragar saliva, decido subir las escaleras ardiendo, mi escasa altura conlleva poco peso, asi que no creo que suceda ningun desastre al subirlas... o eso espero

Noto como el calor inherente de las llamas del fuego empieza a calentase las gotas de agua de mi cuerpo, la sofocante temperatura empieza a irritar levemente mi garganta cuando un leve chasquido de la madera en el piso superior me hace ser consciente del próximo desprendimiento de una de las vigas superiores, sin pronto veo como esta cae ardiendo y corro para ponerme a salvo, un rápido vistazo alrededor me hace ver como varios de los muebles de la casa yacen rotos y como una lámpara de aceite ha sido la probable causante del incendio. Para mi sorpresa me encuentro que no soy la única en la sala aparte del muchacho que había entrado, una chica pequeña con una máscara también presente empieza a subir unas escaleras que ya empiezan a ser pasto de las llamas.

Intentando olvidar que mis rasgos han sido puestos al descubierto y únicamente mi pelo largo puede ocultar mis orejas me quedo mirando dubitativa las escaleras. Si el muchacho estaba en lo correcto había siete personas allá arriba. Las escaleras que habían empezado a arder ahora eran un método factible para subir, pero una vez arriba las llamas seguramente se encargarían de que no pudiéramos volver. Eso se convertiría en una total encerrona en el piso superior, dejando como única vía de escape una ventana con sus propicios metros de caída. No se quien era aquella chiquilla con careta que había subido, pero se me hacia extraño ver una niña enmascarada subiendo sin temor unas escaleras que estaban ardiendo.

Agarre con fuerza el asa de la funda de mi espada con mi mano izquierda y empecé a andar hacia la escalera. No me fiaba de aquella chiquilla, pero no era momento para preocuparse como saldría de allí o sobre quien era ella, si no de pensar en cómo saldría de allí con la gente inocente del piso superior.

Pensaba realmente que iba a entrar yo solo en la casa en llamas. No me esperaba de ninguna manera que la enclenque de Yashiro cogiese una de las espadas y me siguiese, además de una chica desconocida que había ido con la misma caravana que nosotros hacia la ciudad. No la había saludado antes porque se encontraba en otro de los carros, pero si la había sentido antes, su olor es inconfundible... claramente no es humana, pero muchas veces me habían dicho que yo tampoco lo era, sobre todo por mi capacidad de desenvolverme en la naturaleza y llevarme con los animales, capaz de incluso hablar con ellos cuando las circunstancias eran idóneas.

Soy el primero en subir las escaleras, pero viendo que ambas me siguen al piso de arriba y que llevan espadas, voy guardando mis cuchillos mientras gesticulo para que vayan lentamente detrás mía, pero sin llegar a adelantarme. Las sospechas de que son simples bandidos cada vez son más grandes a causa de los estragos del piso de abajo. Esto no sucedería en una reunión familiar en unas fiestas, además de no ser el lugar más idoneo para ello. Cojo mi arco y lo tenso con una flecha mientras me voy asomando por el final de las escaleras ,dejando que ambas compañeras me sigan de cerca y, en caso de poder atacar de primero, que mi arco... mi especialidad... sea lo primero en actuar. Las flechas vuelan bien en estos lugares sin ningún aire fuerte y probablemente entre el crujir de la madera y el humo no se den cuenta de nuestra presencia hasta que sea tarde.

Son 7, probablemente 6 bandidos y alguien escondiéndose o enfrentándose a ellos por los sollozos que había escuchado. Por lo tanto, subo las escaleras de todo y observo la situación para decidir qué hacer con mi primera flecha.

Raven ve como Yashiro se pone a subir la escalera a toda prisa y va tras ella, Sarob prepara su arco y hace lo mismo.

El fuego había avanzado hasta los pies de la escalera, y Yashiro se ve obligada a atravesarlo rápidamente. Naturalmente su espada le crea demasiado lastre y gran parte de su ropa queda chamuscada, dejando una herida en la piel que puede no ser seria en un principio, pero comenzará a arder feo pronto.
Como las ropas de Sarob y Raven fueron empapadas en agua con anterioridad el efecto del fuego es menor en ellos y consiguen sortear el problema sin muchas dificultades. Casi cuando están llegando al otro lado una viga se desprende del techo y va a caer sobre Sarob, pero con unos movimientos magristrales no solo la esquiva, sino que ayuda a las chicas a que tampoco se les venga encima.

La viga cae sobre la escalera y la deja muy estropeada, pero sigue siendo posible atravesarla.

Al llegar al tope de la escalera Sarob divisa algunas personas de aspecto sospechoso al doblar por un pasillo. Es difícil distinguirlas con la vista, pero está seguro de qeu allí hay seis o siete, todos vestidos con ropas sucias y armados con garrotes y cuchillos. Puede ver también en el suelo el cuerpo inconsciente o tal vez muerto de un hombre mayor.

El incendio aún no ha alcanzado este lugar, pero sí hay una capa densa de humo que impide observar con claridad. Se distingue bien que se trata de un dormitorio, una cama, una mesita de luz, y armarios. También hay un par de ventanas en la pared opuesta a la escalera.
Se oye de nuevo un grito femenino, proveniente del interior de uno de los armarios, que uno de los bandidos forcejea para intentar abrir, sin éxito todavía. -No puedo creerlo Larry, te está ganando una damisela en apuros.- Le dice otro atrás burlándose.

-Calla y ayuda, la casa se nos viene abajo y hay que salir rápido!

Ninguno parece haberlos notado aún.

Solo con mi olfato y mi vista, más desarrolladas de lo habitual compruebo que el hombre tirado en el suelo esté vivo o muerto. Realmente tendrá que esperar, sea cual sea su situación, ya que primero tendré que observar todo lo que hay en el interior, que tiene toda la pinta de ser un problema bastante gordo.

Al subir las escaleras, mis temores se hacen realidad. Varios asaltantes están atacando a una mujer que se encuentra en el suelo, al menos parece que dándole problemas a esas personas. Hay que agradecérselo, ya que gracias a eso parece que nosotros fuimos capaces de llegar a tiempo para poder hacer algo.

No lo dudo, ya con una flecha cargada en mi arco mientras subo las escaleras y aprovechando que todavía no se han dado cuenta de mi presencia, tenso mi arco y ataco al asaltante más cercano a la mujer. Puede que sean muchos, pero al menos reduciré en uno el peligro, y tampoco tienen mucho tiempo para actuar en el estado en el que se encuentra la casa, ya que si pierden tiempo podrían alcanzarnos las llamas. Después de lanzar la flecha todavía no digo nada, esperando que la sorpresa de los asaltantes me dejen hacer otro disparo antes de entrar en combate, esperando también a que mis dos acompañantes estén preparadas para lo que pueda suceder.

Si realmente miran para mi antes de poder lanzar mi segunda flecha les gritaré que se alejen de la muchacha y ser larguen. No los avisaré dos veces.

Desde detrás del chico asome brevemente la cabeza para echar un vistazo a lo que nos estábamos enfrentando. No podía creérmelo, un cuerpo en el suelo. Una mujer pidiendo socorro encerrada en un armario y un grupo de lo que parecía maleantes acosándola. ¿En una casa en llamas? No salía de mi asombro. Conté rápidamente las personas mientras me volvía a esconder y empezaba a apretar mas fuertemente la empuñadura de mi arma. Sabia lo que se aproximaba y estaba preparada, mi intención había sido la de entrar para salvar a la gente de dentro, pero parecía que únicamente una persona merecía ser salvada. Cerré un momento los ojos mientras me concentraba, acababa de abrirlos cuando escuche una flecha silbar por el aire. Mire al muchacho asombrada? No había mostrado duda alguna antes de disparar. El muchacho intento ocultarse, era una técnica buena, siempre y cuando no hubiese un único lugar por el que la flecha hubiese sido disparada. Termine de subir las escaleras con la intención de que se fijaran en mi y el chico lobo tuviese otra oportunidad de ataque por sorpresa. Me coloque delante de todos ellos. Mi intención había sido la de sacar a todos de allí, pero aquel ataque preventivo había desvanecido toda oportunidad.
Lentamente empecé a desenfundar la espada dejando la punta de esta apoyada en la vaina. En ese momento me die cuenta de que al haberme puesto al descubierto de esa manera debía de haber puesto al descubierto mis rasgos no humanos. Me quede delante de ellos mientras el fuego iluminaba mi espalda, mis ojos obtenían un color granete mientras mis orejas había sido descubiertas. Debía de ser un aspecto bastante imponente en aquella situación. Confiaba que aquello les intimidara lo suficiente para no combatir, pero si no era el caso pelearía con ellos

La flecha zumba y se ensarta en la nuca de uno de los tipos, que cae seco al suelo. El que estaba junto a él ve esto y advierte a los demás, pero no logran percibir de dónde ha venido la flecha.

-Wally! Wally no!- Grita uno, apretando los dientes. Tiene una pata de silla rota en la mano, y la oprime fuerte. -Maldita sea Wally!

-Quién anda ahí?!- Otro da unos trancos en una dirección. -Ah..- Y se encuentra con Raven, que estaba allí frente a ellos, con la mirada seria. -..Y esto..?

-Qué pasa Xu? Lo encontraste?- El que forcejeaba en el armario también se acerca, todos están ahora rodeando a la muchacha. -Qué con esas orejas..?- Parecen confundidos.

-Liquidó a Wally! Hay que arrancarle los ojos!- Grita uno, y se le lanza encima con algo parecido a un hacha de mano. -...n?!- Pero Raven rápidamente rebana en dos esa arma con un corte limpito. Todo sucede en menos de un segundo, los demás tipos no saben qué hacer y no reaccionan.

El hombre tiene tres agujeros sangrando en el pecho, no hace falta mucha sapiencia para descubrir que está muerto.